cincuenta y ocho; sello {Shisui #2}
''Es duro cuando alguien especial comienza a ignorarte, pero es más difícil cuando tienes que fingir que no te importa...'' Una noche sin café.
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Pasadas las horas, Hashirama había notado la ausencia del Uchiha en los cuarteles. Incluso si Tobirama no estaba tan al pendiente como él sobre ello, pero quizás era por haberle espiado durante mucho tiempo o tal vez por estar paranoico con todo el tema. Sin embargo, esta vez se había decidido por buscar a Izuna y hacerle algunas preguntas en vez de al otro azabache. Sin el propio consentimiento de Madara.
Si la anciana ha muerto, lo más seguro es que Madara se haya enterado. Pensó, presionando levemente sus puños para luego destensarlos. Él era cálido, no necesitaba ponerse de esa manera.
Todo estaba bajo control, y la aldea estaba en paz. A excepción de los Uchiha y sus constantes pérdidas. Sí.
Hashirama suspiró ¿A quien quería engañar? Poco a poco las cosas se tornaban... Mal. Al menos para él.
Aunque jamás imaginó que al caminar por los pasillos del nuevo clan Uchiha se encontraría con el mismo Obito, este saliendo de una manera bastante tranquila y sospechosa del santuario en dónde solían hacer reuniones los de aquel mismo clan con sus líderes.
Hashirama no demoró en fruncir el seño por ello.
El azabache ni se inmutó en verlo, solo caminaba a pasos lentos con manos en sus bolsillos y mirada algo perdida. Por ello Hashirama no dejaría pasar algo así. Su paciencia estaba siendo colmada por las posibilidades de un pasado tortuoso y un futuro inminente, así que no dudó en cuanto se posó de manera cálida, alegre y fugaz frente al Uchiha.
Óbito se sorprendió, dando así un leve brinco. Más Hashirama no quitó su vista amable ─hasta algo cínica─ sobre él y luego en el santuario tras de él.
─¡Obito! ─exclamó con entusiasmo─ Que coincidencia encontrarte por aquí ¿No deberías estar en los cuarteles? Creí que mi hermano te daría más trabajo...─preguntó, fingiendo algo de confusión mientras notaba como no había mucha gente a sus alrededores.
Óbito alzó sus hombros sin mucha importancia, aunque se estaba conteniendo y hasta sintió algo de nervios al captar su actitud tan hipócrita frente a él. Madara se lo había dicho, no debía de volverse loco y mucho menos ahora que sabía parte de su verdad.
O más de la que debería.
Pero eso no quitaba el hecho de que le ardía la sangre el ver a Hashirama tan tranquilo frente a él. Vamos Obito, piensa en Izune y relájate. Se dijo, mediando una leve sonrisa algo forzada.
Incluso si tenía un rostro bastante demacrado por el llanto y los golpes recientes de Madara.
─Se me dio por venir, mi casa ya está por ser terminada y pues... ya sabe. Una visita nunca está de más. Dudo que a Tobirama-sama le moleste.
Hashirama entre cerró sus ojos, no creyendo sus palabras en lo absoluto. Usualmente ya nada era creíble para él cuando se trataba del azabache. No al menos desde la llegada de su hermana pequeña. Óbito mentía a viva voz y aunque antes era un asco con las mentiras, cada vez iba mejorando.
Tobirama le creía sus mentiras después de todo.
─Hablo del santuario, discúlpame que te lo diga o que me entrometa pero tú no has venido a ver tu casa. ─espetó el primer hokage, esta vez notando la leve presión que los puños de Obito ejercían dentro de sus bolsillos. Obteniendo así algo de razón en lo que pensaba─ ¿Qué estás ocultando? No deberías estar en ese lugar. No te veo siendo de ese mundo, Óbito.
El pelinegro cambió su semblante tranquilo a uno bastante arrogante, si bien había tenido un día de mierda lo último que quería ahora era al causante de todo mal reprochando como si fuese inocente o si tuviese algún tipo de relación con él. A Óbito no le causaba gracia.
Ya no confiaba en Hashirama como antes.
─¿Por qué no? ─soltó sin más─ si mal no recuerdo mi apellido es Uchiha y puedo venir cuando se me plazca ¿No es así, Hashirama-sama?
El castaño tragó saliva y luego soltó una risa desmedida, notando realmente lo que estaba haciendo. Óbito tenía algo de razón, él era un Uchiha. Por más que quisiese a su hermana y estuviese viviendo junto a ellos. Además, con esas preguntas solo se delataba a si mismo y debía ser cuidadoso. Él no era un Senju como su familia, pero lo tomaba como tal.
Ahora Hashirama estaba preocupado, y mucho ¿Qué demonios tramaba Madara? ¿Tendría que ver con Kōga, con Kei o con Izune?
─Tienes razón ─dijo, observando de re-ojo a sus alrededores con una leve mueca─ no soy quien para prohibirte el venir a tu propio clan, discúlpame por ello.
─No se preocupe, yo le entien...
─Pero a mi no me engañas, Óbito. Sea lo que estés haciendo con Madara no es algo bueno. Le conozco mejor que tú y sus intenciones no son tan buenas como lo parecen, yo solo quiero proteger lo que más quiero. La aldea y mi familia, tú ya estás dentro de ella por si no lo has notado. Así que ten cuidado con lo que haces o donde te estás metiendo, tendré mis ojos bien puestos en ti. Porque no te creo nada.
Óbito tragó saliva y sintió su mandíbula tensarse "relájate, no digas nada y sonríe" pensó, segundos antes de dar un resoplido en el aire sin quitar las manos de sus bolsillos. Un resoplido bastante cabreado y algo cansado a vista de cualquiera.
─Hágalo, no tengo nada que esconder.
Hashirama suspiró, tomando uno de los hombros del muchacho. El simple tacto estremeciendo a Óbito de sobremanera, quien tuvo ansias de utilizar su nuevo poder en su contra ¿Por qué se daba el derecho de tocarlo de esa manera?
Después de todas sus mentiras y la muerte de quien lo cuidó, no le parecía justo. Más por lo que había hecho años atrás a su líder, incluso si no era de su incumbencia.
─Entiende que eres parte de nuestra familia, Óbito. ─insistió el castaño─ por muy Uchiha que seas tienes algo que otros no, un alma pura y sin maldad. No hay ambición en tus ojos ni mucho menos codicia o sed de poder, solo el amor que le entregas a mi hermana y a la comunidad entera. No lo eches a perder.
Óbito no respondió, simplemente bajó su mirada al suelo arenoso para luego meditar una leve y cínica sonrisa. Los aldeanos comenzaban a transitar a sus alrededores y seguramente ya hablarían entre la gentuza de lo trucho que estaba siendo Óbito al estar en ese lugar junto a Hashirama.
Vivir a dos bandos no era tarea fácil.
─Te estaré vigilando, Óbito.
Dicho esto, el primer Hokage con una sonrisa amplia palmeó su hombro y siguió su paso. Ya no quería hablar con Izuna, sino con Madara por si mismo. Tenía que encontrarlo.
Ya no quería arriesgarse más de la cuenta.
Por su parte, Óbito tan solo tomó su sien con una de sus manos mientras cerraba sus ojos con frustración y gruñía por lo bajo. Finalmente sus ojos comenzaban a arder después de tanto tiempo debido al llanto, a su reciente pérdida y eso generaba un leve dolor en sus sienes, al igual que en su cuerpo.
¿Por qué siempre él? Óbito no lo comprendía.
«...»
─Shisui ¿Qué buscas exactamente?
Incluso si el ninja anbu de coleta le preguntase miles de veces lo mismo, Shisui no parecía responder o querer hacerlo. Algo poco justo para Itachi, quien arriesgaba su cargo como anbu solo por estar en medio de archivos confidenciales buscando a lo loco algo que ni él mismo sabía.
Shisui solo lo pidió como un favor, no dijo el motivo ni explicó más allá de la necesidad. Sin embargo, aquello ya colmaba la paciencia de Itachi.
─¿Podrías apresurarte? En cualquier momento llega algún escuadrón y...
─Relájate, estoy a punto de encontrar lo que quiero.
─¿Estás seguro? No te veo muy convencido ─insistió Itachi, notando como su amigo revisaba uno por uno los archivos y los analizaba con cuidado─ ¿Qué buscas, Shisui? Tal vez si me dijeras yo podría...
─Ukitake, ¿Dónde están los archivos de Ukitake-sensei?
Itachi se sorprendió ante la pregunta, frunciendo levemente su seño al codificarla en su cerebro ¿No estaría pensando en...?
─¿Qué éstas tramando, Shisui? No insistirás en buscar al responsable de su muerte ¿Verdad?
Shisui suspiró, afirmando una de sus palmas sobre el mesón lleno de cajones.
─No, solo necesito saber ciertas cosas sobre él ─respondió, sin verse muy creíble─ y ver si se puede sellar algo con sus investigaciones secretas...
─¿Sellar? Tu maestro no sabía técnicas de sellado, tú mismo lo has dicho varias veces.
─Por esa misma razón, Itachi. Lo que él podía hacer era un sello provisorio más otra cosa ─intentó explicar el azabache sin mucho detalle─ eso necesito saber, si su poder era suyo propio o...
Itachi alzó su mano derecha, su nariz algo arrugada frente a lo que su amigo y compañero estaba diciendo. Para él, Shisui hablaba como un completo lunático.
─No comprendo, Shisui.
El azabache resopló en el aire, segundos antes de observar a sus alrededores con precaución. Quizás tenía que hacerle saber de ciertas cosas, sino, difícilmente su amigo le ayudaría con las cosas que necesitaba.
Lo siento mucho, sensei. Pensó, segundos antes de comenzar a abrir su boca.
─Ukitake-sensei luego de nuestra última misión me confesó que tenía una técnica impresionante, con la cual podía inhibir cualquier poder ocular o los mismos jutsus que se realizan con ellos. ─explicó, cierto nerviosismo cubriendo su cuerpo mientras Itachi parecía sorprendido─ ya sea de un byakugan a un mangekyou, o lo que sea. No sé si es prohibida o si solo era suya pero...
─¿Qué? ─soltó el ninja de coleta sin más, sin ocultar su sorpresa─ Eso no es posible, y-y aunque lo fuera ¿Para qué necesitas saber esas cosas ahora? ¿Qué pretendes hacer con ello? Sabes como están los temas de la rebelión dentro del clan en contra del Hokage y la supuesta traición de Kagami-san. Con esto solo vas a...
─Lo sé, Itachi pero... ─dijo, antes de pasar una de sus manos con frustración por su rostro─ no es para mi, créeme. Yo no usaría algo así en contra de los nuestros y... es una larga historia. Mejor sigamos buscando. Ya te he dicho demasiado.
El azabache de ojos ennegrecidos dio un suspiro frustrado y no demoró en voltearse en busca de lo que ansiaba, sí, quizás brindarle información no debida a su amigo no estaba bien. Sintió remordimientos, por romper la promesa de su maestro y por haber asesinado a Yoshiro. Pero solo no podría, más si ahora tenía a la sombra de Madara tras de él o de la misma Izune.
Ukitake-sensei ocultaba muchas cosas. Pensó, segundos antes de oír un resoplido tras de él junto a un toque en su hombro.
─Esa información no está aquí, Shisui.
Itachi no estaba conforme con la mitad de la información que su amigo le confiaba, pero le notó tenso. Algo que de por si aprendió que significaba que realmente algo mantenía a Shisui al margen, él no se pondría así por cualquier cosa. Y lo respetaba.
─Entonces, ¿Dónde?
Itachi mordió levemente su labio con algo de seriedad y luego rascó su nuca, corriendo la mirada. También podía sacar provecho de la situación, realmente el Uchiha tenía que matar dos pájaros de un tiro. Por más ridículo que fuese.
─Te lo haré saber, aunque no estoy tan seguro ─dijo, dando un suave suspiro─ pero debes prometerme que luego me pondrás al tanto de todo, y eso incluye a lo extraña que está Izumi conmigo. Porque sé que algo sabes sobre eso.
Shisui tragó saliva de inmediato al oír el nombre de su amiga, la chica de su amigo. A quien se había follado.
─¿Izumi? ¿Qué pinta ella en todo esto?
Itachi tensó su mandíbula. Se sintió avergonzado por ello, ella realmente no pintaba mucho en todo lo que ocurría.
─Algo sabes, Shisui. Ella está extraña y me evita de vez en cuando. Eso no es normal y... ─dio un resoplido, algo frustrado─ aunque sea un tema aparte de toda esta locura me mata de nervios y no sé si podré contenerme al ser borde con ella otra vez. No quiero encontrarla en algo que pueda desestabilizarme, necesitamos estar fuertes con lo que planea mi padre y... Ugh, qué lío ser de este puto clan.
Shisui suspiró, quizás sí. Ya era tiempo de hacerle saber lo que tanto mantenía su culpa a flote. Incluso si la castaña le odiase luego por hacerlo.
Pero, es mejor enterarse por boca de él antes que alguien más lo descubriese ¿Verdad?
─Te lo diré todo Itachi, pero no ahora. Primero necesito esa información, realmente es importante. Izune puede estar en peligro ahora mismo.
─¿Izune? No te entiendo...
─Sólo dime dónde están, por favor.
Itachi entre cerro sus ojos con un deje de desconfianza. Sin embargo, con esas palabras podía estar conforme. Por ello ya luego se rindió. Él tenía que confiar en Shisui.
─Están en los archivos del Hokage.
─Ugh, será difícil con Tobiram...
─El primer hokage.
Shisui frunció el seño, la confusión siendo muy evidente en su rostro al oír aquello ¿Los archivos de Hashirama? ¿Por qué estarían en ese lugar?
─No me pongas esa cara, yo tampoco sé las razones para que estén tan ocultas ─habló el de coleta, esta vez observando hacia la puerta─ pero deberíamos apresurarnos, presiento que viene un escuadrón y no quiero problemas.
─Eres un miedoso, Itachi. Solo buscamos información... no la vamos a robar.
─Calla, tú no eres el que se arriesga. ─gruñó el anbu, caminando hacia la puerta sigilosamente.
─Nunca te han encontrado, porque no es primera vez que husmeas en estos archivos. No deberías estar tan nervioso y...
─Calla y vamos antes que me arrepienta.
─Vale, Vale. Te sigo.
Asimismo, ambos ninjas salieron de ese lugar sigilosamente a pasos rápidos. Solo para luego reaparecer en la última plataforma de los cuarteles gracias al shunshin del azabache. Lo cual Itachi agradeció, pues así no levantaban mayores sospechas.
Las compuertas estaban selladas, mientras varios cajones con candados portaban distintos nombres y apellidos. Era un lugar sombrío, las goteras se oían y ambos podían jurar que hasta ratones habían de aparecerse en cualquier minuto.
─Vaya, no sabía que existía este lugar. ─comentó Shisui, tocando una de las cajas con nombre de un Senju.
Itama Senju.
─Yo tampoco, hace poco lo descubrí. ─siguió el de coleta, también observando varias cajas─ Supongo que el estar libre de trabajos arduos genera un ocio, por eso sé que debe estar por aquí.
─Hay muchos nombres de Senju's y unos cuantos Uchihas ─habló el pelinegro una vez más, bajando a la estatura de una caja que llamó un poco su atención─ ¿Por qué han de estar aquí?
Hikari Uchiha. El nombre de su madre estaba en una de las cajas, no lo comprendía. Ni pudo evitar fruncir el seño.
─No lo sé, no he revisado tan a fondo. Soy algo ocioso en mis tiempos libres pero no a gran escala para revisar archivos que no me incumben.
Shisui suspiró, finalmente poniéndose de pie para seguir leyendo el nombre de otras cajas o bolsas. Ninguna de nombre Hashirama, o siquiera, Tobirama.
─¿Estás seguro que aquí están los archivos del primer Hokage? Neh, Itachi... Porque dudo que...
El ninja de coleta adelantó de golpe el paso a su amigo y buscó en donde tendrían que estar, confundido. Incluyendo el de Izune, y el resto de sus hermanos. Como también el de Butsuma Senju.
Solo estaban los archivos de Itama y Kawarama Senju.
─Que extraño, te podría jurar que hacia un mes atrás estaban aquí. Hasta los archivos de Izune estaban...
─Alguien debió sacarlos. ─espetó Shisui, su mandíbula volviéndose tensa casi al instante.
─Es lo más probable, ─suspiró con frustración Itachi, esta vez poniendo su atención en una caja en específico─ Shisui... Están los archivos de Madara-sama ¿Crees que te sirvan de algo?
El pelinegro tocó el puente de su nariz, observando también en su misma dirección. Él quería información sobre su maestro, no de su líder. Pero la mirada cómplice de Itachi y el nombre reluciente mataban sus entrañas. Tenía que averiguar cosas.
Al igual que Itachi.
Por ello, no demoró en ir y abrir dicha caja con mucho cuidado. Pues, Itachi había comentado antes que varias cosas poseían una alarma en caso de ser robadas. Sin embargo, al parecer la información de Madara no la requería.
─Nombre, afiliación, fecha de nacimiento, bla bla, habilidades... ugh ─se quejó el azabache ante la mirada de su amigo─ nada que no sepamos, Itachi. Quizás ya...
─Espera, ─frenó sus palabras y el amago de volver a guardar los papeles─ ¿Sabías que su mujer era Kei Uchiha?
─No, y tampoco me interesa su vida privada. Yo solo...
─Mi padre algo me comentó sobre ella en mi niñez, tu maestro solía investigarla cuando estaba afiliado con la policía y Kagami-san ¿O eso tampoco lo sabías?
Shisui parpadeó un par de veces, un tanto confundido a cómo él podría saber esas cosas. Sí, Itachi era un prodigio que amaba culturalizarse pero aquello iba más allá de cualquier cosa.
─No, no lo sabía. Ni siquiera recordaba que tuviese que ver con la policía militar o Kagami-san...
Itachi medió una mueca y dejó que su amigo finalmente dejase los archivos en la caja.
─Últimamente estás con memoria a corto plazo, Shisui. Tú eras quien más sabía de Ukitake-sensei y ahora pareciera que no lo conocías una pizca. Él te recomendó para ser parte de la policía y... ¿O tampoco lo recuerdas?
─¿Ella estará bien? No confío en sus métodos.
El albino de cabellos largos mantenía en una roca a la peligris de Izune, mientras que Shisui permanecía amarrado a un árbol a ojos vendados. Pues, si la chica se quejaba él sabía de sobra que no dudaría en ir a por socorro. Shinri se tomaba sus precauciones.
─Tú eres el siguiente, Shisui ─dijo, su voz bastante serena y cálida─ no mereces ese mangekyou por muy poderoso que sea, no a costa de la vida de un compañero. Lo sabes.
─¿También va a sellarme?
─Yo no sello, quito.─respondió, esta vez posando su brazo en un hombro de la chica ─ Ella tiene sangre Uchiha, puedo sentirlo ¿Lo sientes tú? Esto era lo que me temía cuando Madara-sama intentó marcharse de la aldea...
─¿De qué rayos está hablando? Si tuviera sangre Uchiha tendría que su madre haberse metido con algún Uchiha y...
─No necesariamente, ─Shinri suspiró y luego negó con su cabeza─ tienes razón Shisui, nadie debe saber sobre esto. Por ello hay que borrar ciertas evidencias.
─¿Evidencias? ─Shisui comenzó a impacientarse, ya no le agradaba la idea de estar amarrado a ojos tapados. Su maestro estaba comportándose como un demente. Más si evitaba sus preguntas.
─Quieto, Shisui. Ya estoy por terminar con Izune, después de esto ella seguirá su vida normal y tú también. No tienes por qué recordar esto.
─No comprendo lo que dice, ¿Recordar? ¿Acaso pretende borrarnos la memoria?
El albino nuevamente dio un gran suspiro, observando a su inconsciente alumna con cierta pena. Tendría que investigar aún más, él no se compraba el hecho de que Izune no pudiese ser una pieza clave para algo terrible. De todas las personas nacidas entre Senju y Uchiha que conoció, todas morían al no soportar el inmenso poder de lo que constataba a un rinnegan. Pues, les consumía todo el chackra o las terminaban asesinando antes de llegar a la niñez por ser aberraciones.
Pero ¿Por qué Izune no? ¿Por qué no lucía como una Uchiha? ¿Por qué no tenía un rinnegan? Definitivamente, tendría que utilizar otros métodos si quería llegar a la verdad. Para él, los Uchihas eran el pecado de los shinobi.
Tenía sus razones y creencias para pensar de esa manera. Pero no se las diría a Shisui, después de lo ocurrido con Yoshiro solo comprobaba una vez más que todos eran exactamente de la misma manera. Unos dementes.
Entonces suspiró, finalmente quitando el sello de manos que tenía sobre Izune.
─Borrar no, modificar. ─explicó, notando como el pequeño Shisui comenzaba a temblar.─ Si estás preocupado por tus recuerdos con Izune yo...
─Sensei, no haga esto. Sé que algo más quiere pero, ¿Qué? ─insistió el de cabellos alborotados─ Sea lo que tenga en mente, no lo haga. Por favor.
Shinri mantuvo su vista quieta, sumido en sus pensamientos y no contestó. No tenía necesidad de hacerlo.
─Necesito encontrar a Izune. ─soltó Shisui casi de golpe, sus orbes algo abiertas al recordar tal hecho.
Su maestro planeaba un golpe de estado, lo recordaba. Él quería el poder sobre la aldea para cambiarlo todo y... exterminar a los Uchiha. Shisui podría apostar lo que fuese por ello. Lo dijo años atrás, cuando estuvo a punto de sellarlo.
Y ahora lo recordaba.
Al parecer, el despertar un kotoamatsukami no solo fue algo traumático sino que también, trajo a la vida viejos recuerdos que su propio maestro intentó cambiar dentro de sus mentes. Tenía que verla y advertirle ciertas cosas, más no pensaba hacerle saber más de la cuenta. Para ello tenía que él mismo averiguar el por qué de su sharingan y si podía sellarlo una vez más, lo haría.
Tenía que ayudarla, fuese como fuese.
«...»
─¿Para qué llevas esa gorra? Estamos en verano...
─No te interesa.
─Te queda guay.
─¡No me adules!
Izune se sonrió levemente ante el recuerdo, aquel día ella pretendía enamorar a Yoshiro usando una gorra demasiado ridícula que usaba Tobirama en su niñez. Pero Obito aunque la hubiese molestado siglos enteros por ello, igualmente la había adulado antes de saberlo.
Ambos lo pasaban increíble juntos. Desde siempre.
─Izune, quiero follar. ─la voz algo ronca y medio cabreada del azabache se hizo escuchar en medio del silencio acogedor de la habitación, ahuyentando así los pensamientos que tenía la peligris.
─¿Ahora?
El azabache asintió como si de un cachorro fuese, subiendo un poco su mirada hacia ella para depositar un corto beso en sus labios.
Ambos se encontraban sobre la cama de Izune, simplemente disfrutando de su compañía y el descanso que tenían. Esto luego de que la peliplata por poco rogara de rodillas a su hermano medio que le dejase un día libre por su pérdida. Porque sí, la abuela Hanaro ya no estaba en el mundo de los vivos y ella quería apoyarle. A lo que Tobirama tras escucharla por horas reclamar y reclamar, finalmente accedió;
─¡Vale, que se tome un día! ¡Ya está! ¡Pero mierda, qué me dejes en paz! Ugh... Eres estresante.
Izune no dudó en correr a sus brazos por un gran abrazo al oír su respuesta, cosa que al peligris de manchas rojas no le agradó. Quitándosela enseguida.
─¡Ya, vete y déjame en paz!
Entonces, así es como ambos habían terminado de esa manera. Haciendo nada teniendo la casa para ambos solos después que ella fuese a por él al cuartel anbu. Y Obito parecía tener un buen humor tras oír sobre el día libre, aunque demasiado empalagoso a vista de la Senju.
Él era así, pero al haberse confesado la noche anterior parecía serlo aún más y se le hacía extraño. Era algo nuevo para ella. Pasar de ser amigos a estar en "pareja" realmente era extraño.
─Ajá ─respondió Obito, asintiendo con obviedad en su rostro─ Es que si lo piensas bien, ahora que me has confesado lo mucho que te mueres por mi deberíamos hacerlo más seguido y no sé, ¿Cómo estás de elasticidad? Tengo ganas de practicar el arco del triun...
─No, ni de joda. ─soltó ella de golpe, tomando su frente con algo de frustración y gracia. Obito frunció el seño enseguida, removiéndose un poco sobre la cama para acomodarse mejor entre los brazos de quien ahora era su chica.
─¿Por qué no?
─Porque no eres tú el que queda con dolor de rodillas ─respondió, soltando un bufido. Aunque luego soltó una pequeña risa al recordar aquello─ni en tus más grandes sueños voy a hacer esa pose otra vez.
─Ugh, no es justo. A mi me gustaba.
─Tú lo has dicho, a tí.
─Ya ya, ─dijo, soltando un resoplido─ Entonces ¿Cuál quieres tú? te doy el privilegio de elegir, aunque si te soy sincero la milhojas nos quedaría perfecto aquí.
─Obito...
─¿O prefieres el balancín? Mm... No, ese quizás no me prenda tanto como...
─¡Obito!
El azabache dio un leve brinco al oír aquella exclamación seguida de algunas risas, sin comprender mucho su actitud.
─¿Qué, Bakazune? ¿Quieres hacerlo a lo simple? Bueno, tampoco me quejarí...
─Que no es eso, baka. ─cortó su frase a la mitad la de ojos rojizos, una sonrisa plasmada en su rostro como idiota enamorada ¿Desde cuando le ocurría eso con él?─ No vamos a coger hoy, por más que quieras.
Obito parecía desconcertado.
─¿Qué? ¿Y por qué no? ─dijo, frunciendo sus cejas mientras observaba su rostro con burlas algo cabreado─ Izune, si vamos a estar de pareja yo requiero el 80% de sexo que mi cuerpo pide. Tengo mis derechos ¿Sabes?
Izune no pudo contener la risa, sin duda alguna había extrañado mucho a quien era su mejor amigo con ese toque radiante que solía tener. No quería al irascible, y mucho menos al de la noche anterior. Incluso si sabía que Obito sufría, al parecer con ella todo se le hacía mejor.
Con ella, Obito se olvidaba poco a poco de los demonios que lo carcomían. Incluyendo ciertas partes del plan que Madara le había encargado. Aunque pronto sabía que tendría que mover algunas piezas.
En cambio, a Izune le agradaba poder darle algo de felicidad, aunque realmente no podía tener sexo ese día por más que el azabache lo pidiera. Era su último día fértil, y tras saber lo de Kiara ahora tomaba sus precauciones.
─Estás exagerando ─soltó ella, entre unas pocas risas.
Obito gruñó por lo bajo ante sus burlas y simplemente intentó quitarse de encima con la nariz arrugada, aquello solo causó más gracia en la peligris. Él era un picota de mierda, de eso no había dudas.
─Quita ─se quejó, notando como Izune no pretendía soltarlo─ Izune estoy enojado, lo digo enserio.
─No seas picota, no te vas a morir por un día sin sexo.
─Que me sueltes ─insistió en lloriquear mientras forcejeaba, Izune estaba siendo injusta para su gusto.
¿Por qué no podían follar tranquilos ahora que estaban solos?
─No, te ves adorable cuando te picas ─se burló ella, notando como el azabache dejaba de forcejear unos momentos.
─No estoy picado, solo quiero orinar déjame salir. ─insistió, sus mejillas algo rojas mientras Izune generaba trampa al utilizar su monstruoso chackra para impedirle el paso.─ Izune si no te mueves me orino encima.
─Si claro, te la compro.
Obito soltó otro gruñido mientras retenía con todas sus fuerzas el utilizar su nuevo poder para salirse con la suya. Madara lo había dicho,nadie tenía que saberlo aún. Sin embargo, también le parecía adorable el ver como Izune lo retenía con sus brazos así que simplemente se rindió dando un resoplido.
Después de todo, no estaba incómodo en esa forma. Y le encantaba estar con ella.
─No te entiendo, incluso cuando era solo sexo eras más caliente ¿Qué te ha pasado? ─se quejó una vez más, a lo que Izune aflojó su agarre dando un leve bufido.
─Me ha pasado que yo también tengo derechos, y ahora exijo mi 10% de salir a comer como en las novelas románticas.
Obito enrodó sus ojos en símbolo de ''¿Es enserio?'' y al ver que ella parecía hablar con total firmeza simplemente se acercó a sus labios para besarlos cortamente una vez más. Izune no se negó ante ello.
─¿Para qué quieres salir si podemos comer aquí? Además, a ti no te gustan esas cosas.
─¿Y tú como sabes que no me gustan?
─Porque te conozco y cuando te invito a comer ramen nunca quieres. ─dijo, siendo totalmente obvio─ La única vez que quisiste fue ese día que no podíamos.
─No seas mentiroso, Obito ─respondió ella─ siempre íbamos, hasta con Kakashi e incluso Rin una vez que intenté juntarlos pero ni pío.
El moreno dio un suave suspiro y se quitó finalmente de encima con cansancio, estirando así de inmediato sus brazos mientras tiraba sus caderas hacia adelante. Izune no pudo evitar el fijar su mirada en su bulto habitual, sin embargo, se ignoró a si misma de inmediato. Ella quería que fuese todo natural, no quería forzar nada.
Seguía siendo extraño que su mejor amigo pasase a algo más, por mucho que lo quisiera o que le gustara. Lo quería solo para ella.
─Hagamos un trato, follamos y luego te invito al lugar más romántico que conocerás. ─habló el azabache, tronando su cuello y observando con una mirada maliciosa a la peliplata.
Ella arqueó una ceja, esta vez sentándose en su cama para verlo mejor. Él estaba algo sonrojado.
─Me gusta tu idea... ─dijo ella con su mano en la barbilla, a lo que Obito sonrió ampliamente─ pero que tal si... ¿Comemos y luego follamos?
La sonrisa de Obito cayó dos metros bajo tierra, soltando un leve gruñido frente a lo manipuladora que estaba siendo Izune.
─No es justo, yo quiero follar ahora.
─¿De qué estás hablando? Ni siquiera se te ha parado Obito. ─rió la peliplata─Tómalo o déjalo, ya di mi sugerencia.
El pelinegro la observó durante unos cuantos segundos, finalmente dando un gran suspiro. Era eso o nada, él estaba seguro. Incluso si seguía pareciéndole injusto, si follaban a él se le irían todos los demonios internos y todo estaría bien. Pero si la peligris no lo sabía, no podía culparla.
Ella no era su juguete, era su chica. Y eso lo tenía bien claro.
─Ugh, está bien ─dijo, esta vez notando como la Senju salía de la cama y se acercaba a él con su nivel uno de hiraishin.
Ella quedó frente a él, incluso si él era más alto que ella. Y sin dudarlo un segundo le besó en los labios, sorprendiendo al mismo azabache, quien se sonrojó de inmediato.
─No seas gruñón, tenemos toda una vida para hacer las poses que quieras. ─dijo con una leve sonrisa─ ¿Bajas? podríamos jugar a algo, o hacerle alguna broma a Tobi-nii en su cuarto.
El azabache volvió a observarla unos segundos, solo para luego asentir con su cabeza como si fuese un niño pequeño. Al parecer, si el sharingan aumentaba las emociones el mangekyou lo hacía aún más. Y Obito estaba seguro de eso. Si sentía rabia era incontrolable, pero con Izune solo podía sentir paz. Una paz inigualable.
Incluso si en su mente siguiesen las palabras de Madara, sobre todo por saber que Hashirama Senju fue el causante de muerte de su abuela, y de Kei Uchiha. La mujer del mismo líder sombrío y frívolo que solía asustar a cualquiera. Él no era tan bueno como solía verlo todo el mundo según el hombre de cabellos largos, y hasta podría apostar que Tobirama tenía más corazón al no enterarse de cosas que le ocultaron toda su vida como a Izune. Aunque esa parte no la sabía, ni Madara le había dado detalles.
─Tobirama no lo sabe, pero su hermano fue el causante de la muerte de Itama y Kawarama. No nosotros. Indirectamente.
El azabache se estremeció aún más, luego de haber escuchado su plan y la verdad de sus padres no aguantaba las ansías de ir y arremeter en su contra. Sin embargo, Madara se lo había advertido. No tenía que volverse loco.
─Kei lo sabía, como también sabía que la muerte de tu madre no fue causa natural. Eso fue lo que volvió loco a tu padre y... ¿Ya entiendes por qué jamás he podido comprender como todo puede ser tan bueno y tranquilo para él? Obito, debes ser inteligente. Eres el primer hombre al que le confío este tipo de cosas. No lo vayas a echar a perder.
─No lo haré, Madara-sama. ─fueron sus últimas palabras, para luego oír el resto de la historia. Madara había tenido una vida difícil... y muy injusta.
─... o también podríamos jugar a ponerle la cola al burro, tú serías el burro y...¿Obito te pasa algo?
El azabache salió enseguida de su trance, negando con su cabeza hacia una confundida Izune en el salón principal. Obito ni siquiera se había dado cuenta el momento exacto en el que habían bajado las escaleras, pero eso no le importó mucho. Quizás tenía que hacerle saber justo ahora lo que Madara le pedía, o se volvería loco.
Gruñó mentalmente, tenía que dejar de pensar tanto.
─Solo me acordé de algo, tu no te preocupes. ─dijo, con una leve sonrisa.
─Bueno, es normal que estés así después de todo lo que ha pasado... ─respondió ella, yendo a la nueva mesita de centro que había hecho su hermano mayor─ si te sientes mal o cabizbajo, no dudes en decírmelo. No te juzgaré por ello Obito y lo sabes. Siempre puedes contar conmigo.
El moreno soltó una leve risita, esta vez ubicándose de rodillas a su lado mientras pasaba uno de sus brazos por su hombro y le besaba la mejilla. Como adoraba que ella se preocupase tanto de él. Incluso si parecía su propia madre.
─No te preocupes, bakazune. ─rió─ Soy más fuerte de lo que parezco.
─No lo dudo.
Entonces, luego de un beso profundo entre ambos la mujer de cabellos grises comenzó a buscar los juegos de mesa que tenía en los cajones de aquella nueva mesita teniendo al azabache ronroneando sobre su cuello y hombro. Aunque eso a ella no le molestaba.
Finalmente, sacó una especie de Jenga con mucho entusiasmo y se lo enseñó al azabache como niña pequeña antes de ponerlo sobre la mesa. Obito remojó sus labios y luego observó la hora, sin saber exactamente la razón.
─Neh, Izune... ─habló hacia ella, rascando su nuca con algo de incomodidad─ si te dijera que Madara-sama me ha dicho que necesita hablar contigo sobre unas cosas ¿Irías?
Izune frunció su seño, frenando la última pieza de aquel juego de mesa para voltear su mirada confundida hacia Obito. Se le hizo extraño, demasiado.
─Bueh, supongo que por tu cara eso es un no...
─No, no es eso es... ¿Desde cuando te envía recados a tí? ¿No era que le tenías miedo? ─soltó ella bruscamente, aún con mirada pensativa sobre él. Obito alzó sus hombros, intentando no reír nerviosamente como solía hacerlo cuando mentía.
Izune lo conocía muy bien, un paso en falso y ella descubriría su ojo mejorado y su mangekyou sharingan. Ella tenía muchas cosas en su vida, no necesitaba saberlas por mucho que quisiera hacerselas saber. Al menos tenía que esperar un poco antes.
Eso había dicho Madara.
─Bueno sí, ─respondió con mucha naturalidad─ pero desde que te fuiste de misión y me hice anbu a él le apeteció entrenarme un poco... ─Izune entrecerró sus ojos, analizando cada parte de sus palabras─ es un buen hombre, créeme. Por muy extraño que parezca.
─No lo sé Obito, a mis hermanos no les gustaría la idea ─respondió con una mueca─ y él me da miedo, ¿Qué no fue él, el responsable de tu ojo deteriorado?
Obito negó con su cabeza, alzando uno de sus brazos para tomar una pieza del juego de mesa y observarla.
─Eso fue una confusión de tus hermanos, Madara no fue el responsable. ─dijo, su voz algo firme─ y si te da miedo yo puedo acompañarte, sin que tus hermanos lo sepan.
La peligris de ojos rojizos mordió su labio inferior, insegura de lo que su cascarrabias le estaba proponiendo. No le encontraba lógica y ¿Para qué querría hablar con ella? Tuvo algo de nervios y temor, pues su mente se fue directamente a su reciente sharingan.
¿Y si él lo había descubierto? No quería arriesgarse.
─Pero... ¿No te dijo que tenía que decirme? ─murmuró, bastante audible para él. Obito frunció el seño, no le gustaba la idea de que ella dudara de su persona. Quizás de Madara sí, pero de él le sorprendía.
─No, pero irás conmigo. Dudo que él tenga algo malo por decir, no pensé que le tuvieras tanto miedo o que no confiaras en mi...
Aquello último lo murmuró más para él que para ella, porque le había cabreado un poco el hecho de que no confiase en él. Sin embargo, solo se centró en pensar en otra cosa para no volverse paranoico.
─Lo pensaré, él es bien tétrico y...
─Qué irás conmigo, da igual si es tétrico o no.─espetó alzando un poco la voz y frunciendo el seño con molestia frente a una sorprendida Izune─ ¿Por qué no entiendes que conmigo nada va a pasarte? Es sólo ir y ya.
─Obito...
Acto seguido, el moreno de ojos azabache al ver el rostro asustado y algo desconcertado de la Senju, simplemente dio un suspiro y la acercó a su cuerpo para abrazarla. Cosa que ella correspondió al instante, solo por el hecho de saber que quizás con su pérdida aún estaba un poco irascible. Incluso si no le gustaba la idea.
Le había agradado ver al Óbito radiante de siempre.
─Lo siento, no quise subir la voz y...
Entonces, antes de que Obito pudiese seguir hablando el timbre de la puerta sonó fuertemente. Ambos se separaron y se observaron confundidos.
─Izune, si invitaste a Shisui para que me disculpase por lo del otro día de ya te digo que yo no estoy para...
─No lo invité, ─interrumpió ella, algo cabreada─ ni siquiera has abierto la puerta para saber si es él o no, gruñón de primera.
Obito enrodó sus ojos con algo de gracia al verla de esa manera, y tras besar su frente se puso de pie para ir. Realmente esperaba que no fuese Shisui. Él siempre los interrumpía y vaya que le jodía en lo más profundo.
Al llegar a la puerta, el azabache cerró levemente sus ojos y teniendo a Izune observando desde la mesita se decidió por abrirla. Aunque al hacerlo se sorprendió, pues no era Shisui.
Aunque lo agradeció.
─¿Kakashi? ¿Qué haces tú aquí?
Izune al escuchar las palabras de su pareja informal no dudó en ponerse de pie y cotillar lo que se pudieran decir entre ambos. Pues, Kakashi parecía muy agitado. Aunque al ver a su mejor amigo soltó un suspiro bastante tranquilizador.
Antes que Obito pudiese hablar de nuevo para reclamar o quejarse de haberlos interrumpido, el peligris no siseó al abrazar fuertemente al azabache y dar unos cuantos golpeteos en su espalda. Este abrió su orbe con más sorpresa de la normal y observó a Izune pidiendo una explicación, eso no se lo esperaba.
Ella tan solo los observó, estaba igual de sorprendida que él.
─Lo siento mucho, Obito.
Enseguida, el pelinegro comprendió a lo que venía el abrazo por sus palabras. Aquel día su abuela había fallecido y era normal que su amigo fuese a por él. Aunque nunca lo esperó de esa manera. Izune sonrió de lado al verlos así y simplemente se afirmó en una de las barandas sin decir algo. Ambos eran grandes amigos.
Y lo sabía con certeza.
─No tenías por qué, Bakashi. ─dijo el azabache, una vez se separaba del Hatake y observaba el piso un tanto incómodo.
Kakashi medió una leve sonrisa hacia él con otra palmada en su hombro, y luego posó su vista en la figura cotilla que los miraba.
─Oh, qué tal Izune ─habló, a lo que ella sonrió─¿Te molesta si me lo llevo a entrenar unas cuantas horas?
─Mm, no...─dijo, no muy segura de sus palabras─ la verdad es que íbamos a jugar al jenga pero si le tienes algo preparado eso se ve más entretenido y...
─Neh, Kakashi ─interrumpió el azabache con cara larga─ a mi si me molesta, agradezco que vengas pero quiero estar con Izune y...
─Ve, Obito. ─dijo Izune, antes que el peliplata pudiese hablar otra vez─ Él ha venido a buscarte para poder darte ánimos como el buen amigo que es, no lo dejes ahí. Ya has estado todo el día conmigo y debes tener una tarde de hombres por más que no quiera ¿No crees? Además, así piensas en el lugar que me vas a llevar a la noche, quiero que me sorprendas.
El pelinegro no sabía si estar cabreado o sorprendido por las palabras de la Senju, aquello que Izune decía tendría que ser un reto para él. Y Obito amaba los retos. Por más que quisiese quedarse en casa con Izune.
─Oh, vaya que te vas a sorprender Bakazune. Tenlo por hecho.
Kakashi frunció el seño con un leve toque de confusión, observándolos a ambos intentando descifrar lo que ocurría. Aunque tenía sus sospechas.
─¿Me he perdido de algo? ─preguntó, levantando una de sus cejas con incredulidad.
Izune sintió sus mejillas arder un poco, mientras que Obito con una sonrisa triunfadora respondió;
─Izune y yo estamos juntos, al fin ha admitido que se muere por mi ¿Puedes creerlo?
El peliplata parecía sorprendido, aunque no tanto. Pues, a final de cuentas ya sabía que aquello tenía que ocurrir algún día y se sentía feliz por ello. Ya no habrían más discusiones entre ambos ni haría de cupido, algo que de por sí ya agradecía.
O eso creía.
─Pues me alegra, los felicito par de sexópatas. Ya era hora. ─dijo con una sonrisa, a lo que Izune enrodó sus ojos con algo de vergüenza, sin querer darle la razón a lo que había dicho muchas veces─ Entonces, ¿Nos vamos o cómo?
Obito soltó un leve quejido, aunque luego de sentir los brazos de Izune enrollar su abdomen desde atrás y escuchar el ánimo que le daba para que pasase un poco de tiempo con su amigo, se dedicó a irse. No sin antes besar suavemente los labios de la peligris y darle un fuerte abrazo, quien correspondió al instante.
Sí, ella quería quedarse con él toda la tarde si fuese necesario porque nunca se aburría. Pero él también necesitaba estar con su amigo y no iba a ser una egoísta sin siquiera haberle puesto nombre a lo suyo que tenían.
Aunque ahora que estaría sola durante todo ese tiempo no sabría que hacer. Pudo acompañarlos, pero sabía lo que tiempo de hombres significaba así que por ello prefirió que no. Más si el Hatake vivía mofándose de ella.
Izune suspiró, cerrando levemente sus párpados al sentir un dolor de cabeza.
Quizás, ya era tiempo de buscar a Shisui para que le explicase lo de su sharingan de una buena vez por todas. Solo sería eso y luego volvería a casa, porque tampoco quería arriesgarse más de la cuenta al tener a Obito pasando un mal momento. Sabiendo lo celoso qye podía llegar a ser.
Sin embargo, luego de lo dicho con Madara no se había quedado tranquila. Necesitaba saberlo todo.
Ya no podía más con la incertidumbre.
Entonces, al ver como ambos hombres se marchaban de ahí saltando tejados. No dudó en salir y utilizar su hiraishin. Aquello sería rápido, realmente no quería problemas. Solo saberlo todo, y aprender a utilizarlo. Nada más pedía.
Por más que odiase aquel dojutsu, ya no más.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.
¡Hola! 🙌 ¿Qué les ha parecido el capítulo? La verdad es que en lo personal a mi no me ha dejado muy conforme 😔 pero alv, ustedes se merecían capítulo y me he esforzado mucho para encontrar un tiempo para escribir ¡Porque demoré! 😭pero en fín, esta semana ha sido horrible para mí 😭 pero al ustedes ser felices con esto me llena😘, así que realmente espero que no haya quedado muy aburrido 😭
O si quedó muy corto a comparación de los otros 😂
Yyyyy, también quiero agradecer😭😍.
Todo el apoyo que me dan con esta historia es demasiado increíble, cada día que pasa las personas que comentan, las que votan, o simplemente las que leen me llenan como no tienen idea. Y también, las que me han hablado por mensaje y me dan unas lindas palabras, de verdad lo agradezco, porque realmente me suben los ánimos💓
No tengo palabras suficientes para decir cuanto las adoro por apoyar lo que tanto amo hacer, que es escribir💓💓 yyyy eso, no lo alargo más porque sino queda más largo que el capítulo y pues 😂 eso aburre.
Eso, que tengan un muy lindo día y nuevamente, muchas gracias por leer💓
Adiosín💓
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