[34] ¿Equipo Genin?
Hibana miró estúpidamente al Uchiha frente a ella, era bastante insólito que hubiera dos personas del mismo clan en un grupo genin, sobre todo, considerando que la intención de Madara y Hashirama de unificar bien los clanes para mantener una aldea unida era haciendo que se mezclaran niños de diversos clanes en equipos para fomentar la unidad y el trabajo en equipo sin importar tu clan, sino el trabajar como un todo por el bien de Konoha.
—¿Qué mierda haces aquí tú, eh? ¿No se supone que deberías tener tu equipo ya? —preguntó Hibana mirando a Kouta, el cual bufó cruzándose de brazos, pero no la insultó como antes.
Desde que le dio la mega paliza a Kouta, el niño ha estado un poco más distante y Hibana no sabría diferenciar si es porque le tiene miedo a recibir una paliza que lo deje con traumas severos y no poder quejarse, porque no hay evidencia del maltrato o si es por algo más... -Hibana realmente no quiere que la distancia de Kouta sea por el mero hecho de que es una mujer, realmente odiaría que ese fuera el caso, aunque fuera lo más probable-.
—Están heridos... —Kouta miró a Hibana frunciendo el ceño ligeramente.
Bueno, lo correcto sería decir que están incapacitados y que nunca más podrían ser shinobis. Después de todo, a uno de sus compañeros de equipo le quitaron el brazo y al otro la pierna, él tuvo la suerte de salir relativamente ileso con dos enormes cicatrices que recorren su espalda.
Los enemigos pensaron que lo habían asesinado, pero las heridas lucían mucho más aterradoras de lo que en realidad eran, por lo que él pudo fingir su muerte y cuando estaban a punto de asesinar a sus compañeros de equipo, lanzó un ataque furtivo que asesinó a uno de los enemigos e hirió gravemente al otro.
No pudo asesinar a los otros dos, pero al menos les dio unos bonitos regalos de papeles bomba en forma de pegatinas.
Luego, con sus dos compañeros heridos, fueron a un pueblo cercano a tratar sus heridas, antes de dirigirse a otro pueblo, saltando de pueblos en pueblos hasta llegar a Konoha mientras se escondían bien de posibles enemigos, ninguno de ellos quería quedarse en un pueblo confiadamente para comprobar si los enemigos que los lastimaron gravemente querrían seguirlos para terminar su trabajo.
—¿Y esa es tu razón para estar en el grupo de genin novatos? —preguntó Hibana mirando al niño mayor que destacaba claramente entre un grupo de niños de nueve años.
Era bastante impresionante como los niños de esta época, debido al estrés, crecían mucho más rápido y se desarrollaban antes, como si a los treinta, los menos cuidados podrían parecer personas de más de cincuenta años.
—Es temporal —dio a regañadientes apartando la mirada.
No le agradaba que Hibana se hubiese graduado, en realidad, lo detestaba.
Esperaba que la academia fuera demasiado difícil para que su cerebro femenino lograra comprender las materias, lo que la obligaría a descartar su idea de ser shinobi para siempre y aceptaría estar en la seguridad de su hogar, pero al parecer subestimó lo que podría hacer una simple academia, quizás esa cosa ni siquiera era demasiado difícil en primer lugar.
—Oho~ ¿y si es que en realidad tus compañeros no están heridos, sino que eres tan malo que simplemente te obligaron a estar con un grupo de genins para que aprendas algo~? —Hibana sonrió zorrunamente mirando al chico mayor con un rostro pícaro y obviamente extremadamente insultante.
Una vena apareció en el rostro de Kouta y sus puños temblaron mientras sentía que su cuerpo hormigueaba por golpear a Hibana.
Pero un hombre honorable no golpeaba a una mujer, por lo que se aguantó.
-Si Izuna escuchara eso, diría que Hibana es la excepción, no es una mujer, es una bestia, se puede golpear; necesita ser golpeada para que su duro cerebro subdesarrollado entienda algo de lenguaje humano-.
—Tú... —Kouta miró como si quisiera matar a Hibana, pero chasqueó la lengua y la ignoró, por lo que giró su cabeza y miró a los otros dos compañeros de Hibana— ¿Cómo se llaman? —preguntó bruscamente.
—¿Oh~? ¿Intentas evitar el tema? —preguntó Hibana traviesamente y empezó a rodear a Kouta, burlándose de él— ¿Es cierto? ¿Es cierto? ¿Es porque un niño de nueve años te puede patear el culo que fuiste enviado a nuestro equipo para aprender algo? ¿Eh? ¿Eh?
Kouta tembló mientras venas aparecían en su rostro y el aura oscura a su alrededor aumentaba.
—Kamizuki Taro —respondió uno de los chicos nerviosamente mirando como Hibana molestaba el aterrador chico Uchiha.
Mierda, por un momento, creyó que los Uchiha eran payasos si es que todos se comportaban como Hibana, pero si los Uchiha fueran como el recién llegado, entonces no eran ni payasos, ni estúpidos, ni personas sociables que fueran fáciles de engañar.
—Shiranui Jiro —respondió el otro y miró la interacción de ambos niños Uchiha con ojo crítico.
Kouta se veía bastante impaciente y no del tipo de personas que se quedaría quieta mientras lo insultan y se burlan de él, pero se ha estado conteniendo como un perro encadenado que sabe su lugar ante alguien poderoso. Gruñe, pero no ataca, un concepto realmente interesante, considerando que los Uchiha eran conocidos por primero atacar y luego pedir explicaciones.
—Hum... —el niño de doce años los miró y asintió bruscamente, eran dos niños de clanes menores y Kouta no sabía si decir si estaban siendo deliberados con la mala elección de equipo para Hibana, no tomando en cuenta la cara del clan Uchiha o si era porque sabían que Hibana era mujer.
Pero considerando como la trataban con tanta normalidad y la misma Hibana se dirigía a ella como "él", muy probablemente no sabían sobre su genero.
—¿Y no te presentas? ¿Dónde están tus modales, eh? —preguntó Hibana y empezó a pinchar al rígido Uchiha una y otra vez, pareciendo un buitre rodeando a su presa.
—¡Cállate! —gruñó el mayor con ojos peligrosos y los otros dos niños se estremecieron inconscientemente.
El aura de alguien que había estado en el campo de batalla era completamente diferente a alguien que no, especialmente si Kouta estaba tan enojado que incluso le enseñó el Sharingan amenazantemente a Hibana, lo que los hizo desviar los ojos.
Aunque sabían que Hibana era un estúpido y medio retrasado, aún era un Uchiha y todos conocían en terror de esos ojos rojos, nunca subestimarían los ojos de los miembros del clan Uchiha, los cuales han infundido pesadillas y recordatorios en todo el mundo shinobi.
La estupidez de Hibana no era suficiente para borrar la mala fama de esos atroces ojos.
—¡Oh ~ miren quien se molestó~! ¿Te molestó? ¿Te molestó? ¿Te molestó? —a diferencia de sus compañeros de equipo que encogieron su cuello como codornices ante la feroz mirada de Kouta con el Sharingan, Hibana siguió molestándolo sin intimidarse.
¡Ja! ¿De qué había que asustarse? ¿Un Sharingan de un simple tomoe? ¡Ella ya tenía el Sharingan de tres tomoes y había sufrido a manos de los ojos de Izuna y Madara! No había ilusiones que la afectaran mucho, no cuando había sido entrenada por esos monstruos aterradores.
—Lamento la demora, la reunión previa entre Jounins sensei y el Hokage-sama se extendió un poco más de lo debido —habló una voz de la nada, apareciendo cerca de ellos y sobresaltando tanto a Taro como a Jiro, pero ni Hibana ni Kouta se mostraron intimidados ni sorprendidos.
La verdad es tan simple como que ellos ya lo habían sentido llegar hace unos momentos, Kouta, por su chakra y Hibana por sus instintos primitivos que ha desarrollado por culpa de los monstruosos hermanos y un amoroso padre que le quiere cortar el cuello si se distrae en sus entrenamientos de la espada.
—Asumo que tú eres el integrante temporal del equipo, Uchiha Kouta —el hombre mayor y severo miró a Kouta analíticamente de arriba abajo.
—Hum... —Kouta asintió en señal de reconocimiento a las palabras del hombre.
—Mi nombre es Hijiri Tomeo, desde ahora en adelante, seré vuestro Jounin-sensei, preséntense —habló seriamente el hombre despegando sus ojos del Uchiha mayor y miró a los tres niños de nueve años frente a él con severidad.
—¿Eh? ¿No sabes nuestros nombres, pero el de idiota Kouta sí? ¿No es un poco de favoritismo injusto y flagrante? —preguntó Hibana mirando al hombre el cual la miró de reojo.
—Debes ser Uchiha Hibana —el hombre miró a Hibana como si la fuera a perforar con sus ojos antes de desviar su mirada para observar a los otros dos miembros de su equipo genin.
Madara-sama lo había apartado a un lado después de la reunión con Hokage-sama, lo cual lo había puesto severamente nervioso porque el líder del clan Uchiha no era alguien a quien él, un simple miembro de un clan menor como el clan Hijiri pudiera ofender.
Un simple movimiento de la mano de Madara era suficiente para reducir su clan a cenizas, Tomeo no podía darse el lujo de faltarle el respeto a tal hombre. No solo su clan lo vendería fácilmente si el líder del clan Uchiha pidiera su cabeza, sino que incluso si lo vendieran, no podría estar completamente seguro de la supervivencia de su propio clan -después de todo, era de conocimiento público lo rencorosos que son los Uchiha-.
Pero para sorpresa de Tomeo, Madara lo apartó para simplemente advertirle sobre uno de sus estudiantes, Uchiha Hibana. Tomeo no sabría como describir la cara de Madara en ese momento, pero para ser honestos, tampoco se atrevía a pensar mucho en ello por temor a ofender al clan Uchiha -¿Qué pasa si este hombre poderoso viera a través de él y se sintiera ofendido? Tomeo no es estúpido y sabe que es exagerado, aun así, no se podía subestimar a alguien con el aura de Uchiha Madara-, aun así, escuchó obedientemente sus palabras y memorizó todo lo que le dijo el hombre como si fuese una especie de escrituras sagradas
Hibana era, en pocas palabras, un gran desastre y dolor en el culo, pero era fuerte
Madara le advirtió seriamente que nada podía pasarle a Hibana, podría recibir tantas palizas como quisiera hasta aliviar su alma, podía tirarla de un precipicio si eso quería y podría entrenarla durante horas sin descanso si así veía necesario, pero, bajo ninguna circunstancia, Hibana debía morir. Madara dijo que incluso la amputación de extremidades era aceptable, pero jamás la muerte.
Tomeo tomó al pie de la letra las palabras del Uchiha.
"El primero en ladrar, será Hibana. Es descuidado, asegúrate de tener la correa bien puesta sobre él".
Si Madara es honesto, en realidad no le preocupaba mucho la situación de Hibana en cuestión de fuerza física -por dios, estaba siendo entrenada por él e Izuna, incluso si Akihito estuviera de lejos ser tan poderoso como su hermano y él, aún era una potencia a tener en cuenta con la espada-, pero realmente le preocupaba que estos clanes menores dejaran que Hibana cargara con todo el peso por ser más fuerte y capaz que ellos -Después de todo, los cobardes y débiles se refugian y resguardan detrás de los fuertes-.
A Madara realmente le preocupaba que, por la debilidad de estos clanes -Madara estaba, realmente, intentando no tener prejuicios contra las personas débiles, pero se le hacía casi imposible por su mentalidad de los estados en guerra, por su educación, crianza y vivencias. Aunque con Hibana e Izuna sus bordes se estaban suavizando, aún quedaban muchas esquinas afiladas dentro de él que le impedían confiar-, Hibana terminara intentando cargar con todo sola y finalmente muriendo innecesariamente.
Si, es cierto que Hibana con sus pociones de curación y regeneración era difícil de matar como una cucaracha -malditas cosas asquerosas, si no fuese por respeto a los Aburame, Madara estaría intentando matar a todas esas cosas asquerosas y se atrevería incluso a intentar obligar a Tobirama a inventar alguna mierda para eliminarlas de la faz de la tierra-, junto con que era capaz de prácticamente revivir de un estado al borde de la muerte, como lo demostró con Izuna.
Ni hablar de regenerar simples extremidades, las cuales ella recuperaría fácilmente como si fuese una lagartija a la que le cortan una extremidad y la regenera, pero que Madara sepa, ella no era inmortal.
Claro, estaban esas cosas de Tótem de la inmortalidad, pero la probabilidad de conseguirlos era baja y de salir de la mansión de los pillagers con ellos, lo era aún más, por lo que a menos de que Izuna y Hibana hicieran algo con esa magia negra que utilizaban, Hibana no era del todo inmortal.
-Sí, al final Madara se enteró del Evilcraft y, aunque no estaba muy contento de que Hibana involucrara y ensuciara a su hermano menor con dichas magias negras, debía de admitir que era asquerosamente útil para conseguir materiales relativamente infinitos-.
Tomando en cuenta también que necesitaba sostener ese tótem de la inmortalidad en una de sus manos para que funcionara, realmente no tenía medios como para revivir de la muerte.
Otra cosa que preocupaba profundamente a Madara, era el hecho de que descubrieran el género de Hibana si ella resultaba gravemente herida y no fuese capaz de usar sus pociones de regeneración o curación instantánea rápidamente. En el peor de los casos, si ella cayera inconsciente antes de poder utilizarlas, quizás tendrían que quitarle la ropa y verían que no tiene exactamente un falo de tres metros como presumen cuando está molesta, ni siquiera de tres milímetros.
Si por una mera casualidad ellos descubrieran que Hibana era una mujer que se hacía pasar por hombre... Madara no quiere pensar en las consecuencias.
Si fuera por él, tomaría a Hibana bajo su mando y la volvería su propia discípula, entrenándola hasta la muerta hasta que por lo menos fuera dos tercios de fuerte igual que él, lo ideal es que fuera tan fuerte o más que él, pero esos estándares eran demasiado altos y poco realista, por lo que Madara era consciente que al menos debería ser más fuerte que la media de personas fuertes para que no la subestimaran.
Pero lastimosamente, entre las tareas de líder del clan, las misiones que debe encargarse él personalmente por su fuerza y la confianza tácita de Hashirama en él, la toma de decisiones por el bien de la aldea en reuniones con Izuna, Hashirama y la rata albina, entre otras cosas, ya era un gran logro hacerse algo de tiempo para entrenar a Hibana unas cuantas horas a la semana antes de ir al trabajo nuevamente, lo mismo sucedía con Izuna.
No es que fueran deliberadamente crueles con Hibana, sino que realmente no tenían tiempo y en el poco tiempo que lograban exprimir, necesitaban sacarle todo el provecho posible, incluso si eso significaba que Hibana tenía que gastar más de veinte pociones de regeneración y curación instantánea por separado cada hora.
Por otro lado, Izuna estaba ocupado todo el día con la rata albina preocupándose por las financiaciones de la aldea, como acomodar el creciente número de personas dentro de la aldea, encargarse de la logística a largo plazo, las relaciones diplomáticas de la aldea, la gestión tanto del clan Uchiha como de la aldea, verificar personalmente el progreso de las áreas de Konoha, organizar la creación de distintas instituciones y más.
Aunque la presencia de Tobirama y la cooperación de Izuna hacía que ambos tuvieran un poco más de tiempo libre en algunas ocasiones, precisamente porque sus cerebros eran demasiado inteligentes para su propio bien y paz mental, era que se preocupaban exhaustivamente en todos los pequeños detalles, no solo en el presente, sino que también en el futuro.
Izuna sentía que le iba a dar un aneurisma cerebral ante lo poco previsor que era Tobirama en cuestión de relaciones públicas a largo plazo.
Si dejara que un solo clan se encargara de la policía militar de Konoha para supervisar el orden público dentro de la aldea, ¡Eso solo generaría odio al clan correspondiente a largo plazo! Claro, era un trabajo honrable, brillante y poderoso -y extremadamente necesario con la creciente población, el Hokage no podía seguir atendiendo cada caso en que un hombre intenta matar al amante de su mujer o al revés- en la superficie.
Los primeros años realmente serían brillantes para el clan que sea responsable de dirigir la policía militar de Konoha e Izuna no puede negar que recibirían muchos beneficios y reconcomiendo, junto con el cariño de la gente común por protegerlos de la criminalidad y evitar problemas graves al atender al llamado rápidamente, pero...
¿Qué sucede con la familia de los criminales?
Tobirama era un hombre terco y despiadado, demasiado recto y rígido que era casi estúpidamente obvio que él no pudiera entender cómo es que las familias no pudieran avergonzarse de los actos viles y delictuales de sus hijos y como no pudiera repudiarlos, escupirles y desheredarlos, cortando toda relación con alguien que infligió las leyes.
Izuna realmente tuvo que explicarle durante dos días, porque ese cerebro de roca confitada con delirios de ser hierro realmente no le entraba en la cabeza que las familias de los criminales pudieran justificar los actos de los criminales y resentir a la fuerza policíaca solo por hacer su propio trabajo.
Izuna estaba realmente incrédulo de la carente inteligencia emocional del hombre.
¿Hashirama se llevó toda la inteligencia emocional y la capacidad de empatizar con los demás, mientras que Tobirama, como la rata astuta que es, se robó toda la inteligencia y raciocinio?
Dios, era realmente como si Tobirama y Hashirama en realidad debieron de nacer en un solo cuerpo, porque sin el otro, ambos son muy estúpidos.
Hashirama era un excelente manipulador emocional. A Izuna le aterraba la forma sutil en que Hashirama podía manipular a todos con unas pocas palabras, cambiando de emociones tan fácil como respirar a la vez que los guía rápida y certeramente a su bolsa, identificando cada detalle y previendo sus futuras reacciones emocionales como si leyera el futuro, casi como si todos reaccionarían con exactitud como él creía y decía que iban a reaccionar.
Lo peor era como nadie se daba cuenta de la influencia de Hashirama en ellos, como si estuvieran atrapados en una ilusión en donde ellos creían que tenían el control de todo y que ellos habían tomado sus propias decisiones sin dejarse influenciar por el Senju.
La habilidad de Hashirama para meterse debajo de la piel de todos a su alrededor era tan fuerte, que incluso él, la persona que más desconfía de Konoha y los Senju, ha pensado que Hashirama es un tipo agradable y decente e incluso en algunas ocasiones, Izuna ha querido ayudarlo sinceramente.
Izuna se estremece de solo pensarlo.
Este dúo de hermanos...
Maldita sea, que jodidos están, al menos son dos y no es un solo hombre, de lo contrario, Izuna no quisiera ni pensar en lo aterradores que serían esos dos si la fuerza asquerosa se mezclara con astucia, inteligencia estrategia, innovación y una inteligencia emocional lo suficientemente impresionante como para manipular a todos a tu alrededor fácilmente.
Si fueran una sola persona, Izuna teme por los Uchiha de ese mundo.
—¿Por qué te distraes tanto? —preguntó una voz molesta frente suyo. Izuna no lo tomó en cuenta mientras le daba suaves golpecitos a las hojas que tenía en sus manos y las ordenaba prolijamente.
¿Sabían que Izuna aparte de ser diva, era una persona que estaba sumamente obsesionada con el orden -culpen a Madara y su manía de mantener todo en orden y controlado-?
Al pobre casi le dio un infarto al ver el chiquero, digo, habitación de Hibana por primera vez -aunque no tanto como a Madara, el cual casi realmente se va a las tierras puras-. Desde esa vez, va a la casa de Hibana espontáneamente para obligarla a limpiar y ordenar -Izuna no quería que el desorden de Hibana matara accidentalmente a su hermano mayor-.
—Estoy pensando en alguien muy estúpido y tonto —tarareó distraídamente Izuna.
¿Cómo estará Hibana en este momento?
Aunque por un lado Izuna odiaría severamente y con todo su corazón ser el Jounin sensei de Hibana, principalmente porque no quería estar estresándose hasta la muerte por lo irritante que es Hibana y le salieran arrugas en su hermoso rostro por la amargura de convivir diariamente con Hibana, tampoco quería que la menospreciaran y subestimaran por su genero.
Izuna, aunque realmente no tenía ningún prejuicio contra las mujeres, sabía que, si Hibana dijera que es mujer, la mandarían a lavar los platos y le intentarían conseguir un matrimonio arreglado lo antes posible para que se ponga a parir y que, de ese modo, cumpla con "su deber como mujer", por lo que tácitamente Madara y él se dirigen a Hibana como hombre cuando conversan con alguien que no sea entre ellos mismos, Akihito o la propia Hibana.
Ah, y con Hikaku, el cual ha intentado escabullirse cada vez que tiene la oportunidad.
Izuna no lo culpa, si hubiera sabido que para sobrevivir a la puñalada de Tobirama estaría condenando a aguantar la estupidez de Hibana, duda realmente si hubiera elegido tomar las pociones de Hibana.
-Lo lamenta por su hermano mayor, pero siente que todo su personaje serio y severo ha sido arruinado por la estupidez de Hibana y ha sido pendejizado por el virus de imbecilidad de Hibana-.
Cielos, si no fuera por firmar el maldito contrato de vida con Hibana a regañadientes -o, mejor dicho, que Madara le metió las pociones de Hibana por la garganta y ahora le debe un favor de vida por salvar su vida-, él podría estar descansando tranquilamente en el yomi, sin preocuparse por el inexistente cerebro de Hibana y ser provocado hasta la muerte con sus molestas bromas.
Tch... perra loca.
Tal vez debería raparle las cejas haber que risas.
-Izuna se toca el corto cabello que Hibana le cortó por joderla, siente una gran sensación de perdida en su corazón, ¿Quién iba a pensar que hacer llorar accidentalmente a un niño podría ocasionar que le cortaran el cabello? Aunque consoló al niño y le enseñó una técnica genial, haciendo que el niño estuviera súper emocionado y agradecido con él, al punto en que salían estrellas de sus ojos, Hibana aún era una perra vengativa y rencorosa-.
—Tks... si tienes tiempo para distraerte, entonces tienes tiempo para tomar más papeleo—chasqueó molesto Tobirama mientras miraba furiosamente a Izuna, creyendo que, por las habituales peleas verbales que tenían él e Izuna a diario, el Uchiha estaba hablando de él.
—Tks, maldita rata adicta al trabajo —chasqueó la lengua bajamente Izuna.
—Te escuché —Tobirama lo asesinó con la mirada.
—¿Acaso lo intenté esconder? —preguntó sarcásticamente Izuna, rodando sus ojos.
Maldita sea, ¿Por qué todos buscan pelear con él? ¿Es acaso su belleza demasiado irresistible que pone automáticamente a todos en su contra?
No es su culpa ser tan jodidamente guapo.
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Los nuevos personajes y equipo Genin de Hibana ✨
Y sí, pelo largo porque en la antigüedad, el pelo largo se consideraba honor algo así en Japón si no me acuerdo mal, ¿O era en china? Idk, masculinos con personaje largo y nuestra reina toda rapada ✨
Imagen de Tobirama enojandose, porque, ¿Por qué no?
Izuna: lamento el dia en que la conocí/llora por su pelo cortado
Nada que ver a la historia, Pero hoy Vote y la Wea parecía una exposición en cartulina Hajxkajxja 279 candidatos XD en 1 papeleta y había 4 jxjahzjahxhs
Pa la próxima pásenme el libro de anotaciones de la escuela pues hdjahdha
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