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[33] Chicas

Hibana apoyó su cabeza suavemente contra la mesa -aunque sería más correcto decir que se estampó toda la cara contra la mesa y se quedó tan plana que incluso Slenderman le tendría envidia-, lo que causó un ruido ligero -fuerte, estruendoso, apocalíptico- y todos en el salón votaran a verla -¿Quién no aprecia un buen y jugoso chisme?-, solo para apartar su mirada de ella con caras de "ah... es él" -llevan años con Hibana, sería estúpido si no se acostumbraran a sus payasadas.-

En cierto modo, Hibana podría decir que está orgullosa de travestirse. Ninguno de sus compañeros de clase, a excepción de Hiroshi, sabe que ella es mujer -y si se enteraran, estarían tan incrédulos como Kouta-, por lo que ella podía caminar libremente por la escuela, a nadie le extrañaba particularmente que maldijera fuera un poco grosera y, sobre todo, evita que le enseñen a dedicarse toda su vida a un marido ingrato que desprestigie su valor en el hogar y sea delegada a una yegua de cría.

No es que Hibana odiara la idea de comprometerse y tener pareja -en realidad, no le importaba mucho conseguir un dulce marido que la quiera mucho-, lo que si odiaba, como mujer del siglo veintiuno que conoce sus derechos y sabe lo que es un abuso, comportamientos tóxicos y las Red Flags, es que en este mundo era demasiado normal que instaran a niñas a casarse lo más rápido posible -lo cual en su mundo sería considerado una boda infantil y altamente ilegal y repudiado por toda persona cuerda e incluso los criminales irían a matar a los violadores y/o pedófilos en las cárceles.-

Para Hibana, era algo realmente espeluznante, escalofriante, repugnante e inmoral que niñas de nueve años ya se estuvieran casando con sus vecinos, conocidos o incluso familiares -por no hablar de los compromisos arreglados, en donde no siempre la diferencia de edad se quedaba en un dígito. -

Mientras tanto, ella como "chico" solo tenía que preocuparse de pasar el siguiente curso y aprender a luchar.

Hibana agradecía que su padre no tuviera ese pensamiento feudalista de que la mujer solo es una decoración del hombre, sino que, al contrario, su padre es de los que piensan así: "¿Tienes puños? ¿Quieres pelear? Entonces reviéntate la madre".

Akihito de esos padres que, si te metes en una pelea, te preguntarán ¿Ganaste? Y y no les importará mucho el motivo de porque te peleaste, aunque si ella se quejara de lo que le hicieran, su padre iría a partiles su madre a los padres del mocoso malcriado, peor aun así si le dieran una paliza a ella, en ese caso, iría por la cabeza de los padres y los niños.

Por supuesto, no había necesidad de eso ya que ella siempre ganaría sus peleas.

Vamos, ¿Quién les dijo que tuviera a dos monstruos en pelea como lo eran Madara e Izuna? Esos cabrones le reventaban el culo de una patada y ella tenía que beberse mil pociones de salud y regeneración para soportar un día con esos psicópatas.

Ojalá nunca tengan hijos, los pobres mocosos llorarán de terror y se harían pis en sus pantalones.

Y luego está el cabrón de Akihito, ¿Acaso ese hombre se leyó One Piece y aprendió Haki para tener una espada tan peligrosa? ¿Tiene complejo de Zoro que entrena casi obsesivamente?

Hablando de peleas, Hibana ha encabezado un historial de mala conducta dentro de la academia solo por el mero hecho de proteger a las dos compañeras de curso que tenía.

Al principio eran seis chicas que habían ingresado a la academia y Hibana realmente intentó protegerlas, pero al final el acoso llegó a tan nivel que simplemente dimitieron y aceptaron su posición inferior bajo los zapatos de un idiota que elegirían sus padres presuntuosos que les decían "te lo dije".

Era realmente desgarrador ver una escena tan lamentable, esas chicas tenían un buen futuro como kunoichis sobre sus hombros, pero las constantes críticas y el acoso tanto psicológico como físico continuo, las desgató tanto como para conformarse con un futuro determinado por otros.

-Oe, Asaka, ¿Te sorprende que apruebe, eh? -preguntó Hibana al lado de la niña, la cual resopló divertida.

Una de las dos chicas que se graduaron y estaban a punto de convertirse oficialmente en Kunoichis.

-Es sorprendente, tu cabeza para aprender es demasiado dura para siquiera comprender el sentido común -se burló Asaka con una sonrisa juguetona-. Incluso los profesores ya se rindieron.

-No es mi culpa que sean tan amargados e intolerantes. Si van a ser profesores, ¿Por qué les molesta que los niños les señalen cosas? -bufó Hibana rodando los ojos- ¿Y tú Fumiye? ¿Te lo esperabas? -preguntó Hibana mirando a la niña la cual tarareó ligeramente mientras leía seriamente sus apuntes de ninjutsu.

De las tres, Fumiye era la única que realmente se preocupaba de las cosas y era realmente dedicada al ninjutsu y sus estudios, una pequeña plántula muy inteligente.

-Era obvio -habló suavemente mirando los pergaminos sin apartar la mirada de ellos mientras les hablaba-. Aunque eres malo en las clases de matemática y ciencia, eres bueno en las demás clases, por no decir, que puedes derrotar a varios de nuestro curso incluso cuando te están rodeando en manada.

Hibana sonrió irónicamente.

Antes de que terminara el curso, Hibana no sabía que pasaba por estas cabecitas enfermas -quizás su misógina aprendida y su machismo inculcado en sus huesos hacía que tuvieran cabezas vacías con un extremadamente alto sentido de superioridad-, pero intentaron destrozarle no solo la autoestima a Fumiye, sino que también intentaron avergonzarla públicamente al romper su Kimono.

Si no fuese porque Hibana estaba intentando escapar del adicto al crack, digo, adicto a los lobos de Hiroshi que ha estado intentando sacarle donde esconde sus lobos desde hace ya más de dos años -ese Hatake aterrador se había obsesionado con querer lobos blancos que lo siguieran y fueran tan educados y hermosos como sus lobitos de Minecraft. Hiroshi se había obsesionado aún más cuando Hibana descuidadamente soltó que si se alejaban mucho de sus amos, se podían teletransportar, gritando que no es justo que Hibana tenga lobos sagrados y otras mierdas que su cabeza vacía no podía procesar-, Hibana no hubiera presenciado tal escena en donde un grupo de estúpidos mocosos con cabeza llena de vacío intentaban humillar de la peor manera a una niña.

¿Hibana, de sangre caliente y temperamento del orto se quedaría sentada viendo como acosan y desnudan a una niña?

La respuesta es no, les sacó la mierda a los cinco niños y luego los amenazó con meterles una espada por el culo si volvían a molestar a Fumiye, todo, delante de una multitud de niños que no había movido ni un musculo por ayudar a una niña indefensa y que veían esa conducta asquerosa como algo "normal".

Por supuesto, siempre hay personas estúpidas que le llevan la contraria a los fuertes, por lo que un niño dijo que no se atrevía y por ello, Hibana le hizo más de veinte cortes superficiales en todo el cuerpo -con Akihito como padre y maestro, Hibana sabía muy bien como causar una diversidad significativa de cortes que parecen más serios de lo que son, siendo en realidad cortes superficiales que no afectan a la vida de uno más que darle un susto de muerte por su espantoso aspecto-.

Hibana declara, en absoluto, no es culpa suya, el maldito seguía diciendo que si hacia eso haría que Fumiye sea su esposa ya que si una mujer es deshonrada básicamente pierde su valor y de esa forma ella no valdría nada, por lo que no podría darse esos aires arrogantes que tiene solo por ser la más lista del salón.

Si no fuese porque Madara e Izuna la obligaron, muy a regañadientes a entregarle pociones de curación a ese bastardo, Hibana probablemente lo habría dejado así, pero al final, sus acciones podrían retratar al clan Uchiha de mala manera, por ello, los tres tuvieron que irse a disculpar con el chico.

Hibana no se disculpó, de principio a fin.

Izuna tampoco la obligó, después de todo, incluso dentro del clan Uchiha que son más tradicionalistas, lo que más odiaban era cuando jugaban trucos sucios para conseguir la mano de una mujer.

No es que respeten mucho a la mujer -después de todo, están en una época feudalista, retrograda, misógina y machista donde la superioridad del hombre lo es todo al tener los puños más grandes-, pero es más para echarse mierdas el uno al otro, ya sabes, ¿Eres tan asqueroso que tuviste que rebajarte a ese punto, pequeño pedazo de mierda? ¿Tan pocos huevos que tienes que obligar a una mujer?

Blablablá.

Pero básicamente, para el clan, aquellos que recurren a esos trucos tan bajos y deshonrosos, no son más que escoria y poco hombre. Si se encuentra a un hombre Uchiha intentando hacer algo indebido en plena luz del día, que no sea sorpresa que algún hombre con los huevos bien puesto lo regañe y ridiculice públicamente, procediendo a humillarlo rápidamente al punto de hacer que toda la línea familiar del bastardo sea insultada y hacer que el cerdo no pudiese mostrar la cara en mucho tiempo por vergüenza.

Después de todo, dentro del clan Uchiha, la fuerza, el honor, la lealtad y el respeto eran las mejores cartas de presentación, es algo que, si no tuvieran, serías una gran vergüenza para el clan e incluso si fueras débil, aunque te ridiculizarían, si vieran que te esfuerzas realmente en las cosas, aunque se quejen ruidosamente y digan que eres una molestia, de todas formas, te ayudaran y enseñaran a lograr lo que quieres hacer.

Por algo incluso los niños huérfanos saben cómo pelear y defenderse incluso si no tienen familia inmediata ni nadie que se haga cargo de ellos personalmente.

Dentro del clan Uchiha, el honor es algo que incluso los hombres deben de tener -mientras a las mujeres se les pide su pureza, castidad, docilidad y elegancia, a los hombres se les pide que sean personas rectas que no cedan a las injusticias y que nunca se queden callados si algo no les gusta 8por algo todos son reinas del drama), que luchen por lo que creen correcto y no cedan ante los vientos y mareas-, por ello hay reglas estrictas en cuestión de como perseguir correctamente a una chica.

Hay límites en las cosas que llegan a hacer, pero en caso de jugar sucio, lo más común es que recurran a los padres de la chica en busca de un compromiso arreglado, en donde el hombre dará una dote muy por encima del promedio y dependerá de los padres el elegir si casar a la chica con el hombre o no -y en el peor de los casos, tomarán su pureza, lo que inevitablemente los llevará a obligar a la chica a casarse o que viva como una "zorra desvergonzada"-.

Lastimosamente, no estamos en una época donde las chicas no sean vistas nada más que vacas reproductivas, por lo tanto, todo dependerá si das el precio justo o si el interés de los padres o tutores se ve beneficiado.

-No sé muy bien cómo será esto de prepararnos en equipos -habló Fumiye un poco nerviosa-. Pero teorizo que lo más probable es que nos dividan según nuestras habilidades y nivel.

-Hum... Quizás... -Hibana miró al techo recordando vagamente que los equipos de Naruto eran determinados por el Hokage o algo así y que el inteligente, el tonto y el más fuerte se unían en un equipo o según los intereses de los clanes, como los Ino-Shika-Cho.

Pero Hibana duda, realmente no ha visto muy unidos al trio característico de inteligencia, gigante y control mental, ¿Quizás nacieron más tarde? ¿O es que quizás su incorporación a la trama causó un efecto mariposa que hizo que estos clanes no se conectaran entre sí ya que Madara los conoció antes y tomó la iniciativa de conectarse en vez de aislarse y oscurecerse?

De hecho, los únicos que podrían tener conexión entre sí serían los clanes Yamanaka y Nara, ya que los Yamanaka recopilan la información de los presos y los Nara se encargan de clasificarla, como una especie de departamento de gestión.

Oh... espera, como departamento de gestión, en casos de crisis y pocos recursos alimenticios, los Nara estarían estrechamente relacionados con los Akimichi, ya que a ellos se les delegó esa importante tarea.

-Espero que me toque contigo -habló honestamente Fumiye bajando un poco el libro que estaba leyendo-. Eres el único hombre que me respeta...

-¿Y Hiroshi? -preguntó Hibana mirando a Fumiye, la cual parpadeó ligeramente y asintió levemente.

-Y Hiroshi -asintió de acuerdo Fumiye-. Aunque él es más cordial y formal que nada.

-Pero te da el respeto que mereces -señaló Asaka-. Yo quiero estar en el equipo de Fumiye, Hibana o Hiroshi, todos los hombres son un asco menos ustedes dos.

A diferencia de Fumiye, la cual es más correcta, por decirlo de alguna manera, Asaka, al igual que su nombre lo dice, es como un Oso, atacará a quien la ofenda, incluso si pierde, perderá luchando hasta el final con uñas y dientes, lo cual le gusta mucho a Hibana, por lo que no es extraño que los niños que van a acosarla terminen con moretones, rasguños o mordeduras, es feroz como un oso.

Hibana ni siquiera necesitaría defenderla o sería mordida por ese oso salvaje, por lo que ella y Asaka como como dos hermanos gánsteres.

-No lo soporto, los hombres son tan insoportables -gimió Asaka apoyándose en el escritorio-. Quiero ser como Senju Touka-sama, ¿Ella también tuvo que sufrir toda esta discriminación? Uuugh... Touka-sama realmente es un ejemplo a seguir, la única mujer shinobi que ha ido al campo de batalla.

-Hum... -Hibana asintió y se balanceó en la silla, con los pies en el escritorio, pensando distraídamente que Mods debería de instalar en su mundo de Minecraft.

Habían pasado ya dos años desde que se fundó Konoha y serían los primeros graduados de la academia, originalmente se supone que deberían de ser cuatro años de entrenamiento, de los cinco años hasta los nueve, pero al ser la primera clase, en su mayoría todos provenían de familias shinobis, ya sean clanes grandes como Senju o clanes menores como Hayate.

Tobirama e Izuna realmente lucharon duro para que la edad de graduación, al igual que en el canon, fuera trece años de edad como mínimo, pero estas familias shinobis de la antigüedad estaban tan acostumbrados a enviar al campo de batalla a un niño que apenas aprendió a caminar, que no encontraban nada de malo en enviar a niños de una edad de menos de dos dígitos a pelear, por lo que hacer que se graduaran a los nueve años, resultó ser lo máximo que Izuna y Tobirama pudieron extender su estadía dentro de la academia, para para que no se vieran involucrados en el mundo shinobi, para que no murieran tan jóvenes.

Pero las personas intrigantes como ese dúo de hermanos menores con síntomas de paranoicos cuidadores obsesivos compulsivos y controladores de sus hermanos mayores, no eran fáciles de hacer retroceder una vez que se les metía algo en la cabeza.

Podrían ceder una vez, pero se mantendrían inflexibles en otra, por lo tanto, ambos hombres, aunque se detestaran mutuamente, tenían que admitir que a veces estar de acuerdo en algunas cosas eran beneficioso -por lo tanto, estaban trabajando sin descanso en hacer una malla curricular que sea lo suficientemente trabajada para que los primeros niños no sean tan carne de cañón-.

Como, por ejemplo, se designaron a cada equipo un Jounin sensei, el cual solo los daría como "recién graduados" de su mando y los dejaría ir a misiones solo cuando alcanzaran el nivel Chunin, mientras tanto, serían entrenados por un Jounin sensei experimentado que vertiera todos sus conocimientos en tres cerebros jóvenes e indefensos que absorberían sus enseñanzas de vida.

No me hables de los exámenes Chunin de Naruto que eran casi reiterativos, en los exámenes Chunin que prepararon esas dos serpientes engañosas era asquerosamente difícil, no solo evaluaba las habilidades de los nominados, sino que las exprimía hasta dejarlos secos como pasas.

¿Cómo lo sabía Hibana?

Porque es una zorra adicta al dinero y mientras le pague suficiente, es capaz de dispararse en un pie. Dicho esto, Hibana dio ideas muy macabras para el examen Chunin, como que en una de las etapas los Jounin empiecen a atacar a equipos al azar, tiendan emboscadas, trampas y demás cosas con el único objetivo que hacer muy difícil el examen Chunin. También que hicieran un riguroso entrenamiento de control de chakra y, en última instancia, que solo los más capaces y cualificados pasen el examen.

Si el Chunin es difícil, el Jounin Hibana no quiere ni imaginárselo, ya que esa serpiente resbaladiza de Izuna pareció iluminarse cuando mencionó los métodos de "prueba" que podrían ponerle a los próximos "Chunin".

Al menos sabe que será de ley que en todos los exámenes Chunin, todos sean reprimidos con una asfixiante aura asesina que los haga titubear y cuestionarse su motivo para seguir con vida en la primera prueba.

No es que Hibana sea cruel al dar esta sugerencia, es solo que la mayoría de estos entrenamientos solo glorifican el lado shinobi sin, prácticamente, mostrarle a lo que realmente te enfrentas.

No es un lugar donde los niños puedan proliferar, por ello deben aprender valientemente o a no tenerle miedo a la muerte, seguir entrenando con su Jounin sensei hasta que sus habilidades estén maduras o, finalmente rendirse al darse cuenta de que eso no es lo que tú quieres realmente.

Hibana, que estaba distraída pensando en todas estas cosas, aun balanceándose en su silla, fue golpeada por una tiza en la frente, desequilibrándola y haciendo que cayera de espaldas contra el suelo, casi llevándose la mesa consigo, si no fuese porque era una mesa unida para tres personas -Asaka y Fumiye prácticamente tuvieron que subirse a la mesa para que Hibana no la arrastrara con ella-.

-¡Uchiha Hibana, presta atención! -prácticamente rugió molesto el hombre frente al grupo de alumnos que aprobó los exámenes para volverse genin.

Aun no podía creer que el mocoso que cree seriamente que es un poco retrasado en realidad sea un graduado.

Claro, Hibana realmente era un monstruo en combate físico, pero en otras materias parecía que su cerebro volaba fuera de su cabeza, escapándose por su oído, paseando por todo el mundo shinobi y luego fundiéndose en una masa se deshechos sobrecargados.

-¡Esto es importante, mocoso insufrible! ¡Esta es la designación de equipos con la que pasarás el resto de tus años hasta que logres convertirte en Chunin!

Hibana se levantó del suelo un poco estúpida mientras acomodaba su silla y la colocaba correctamente, sentándose en ella lentamente.

-¡Oiga, tenga más cuidado, viejo! -le devolvió el grito Hibana- ¡¿Qué pasa si me pego contra el borde de la mesa y me quedo más tonto de lo que soy?! -preguntó Hibana retóricamente.

-¿Más de lo que ya eres? Imposible -resopló el hombre y Hibana estaba a punto de tirársele encima, si no fuese porque Fumiye la detuvo suavemente.

-¡Tú...! -Asaka le cubrió la boca con la mano y al ver que babeaba demasiado, sacó un pañuelo que tenía y la amordazó.

Por fin, paz.









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Si fuimos al cajón del Maipo y estoy subiendo, por lo tanto no hay dibujos más que él diseño de los personajes sin pintar

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