Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[17] Cambio

Hibana no sabía que impacto tendrían sus palabras en Madara hasta que vio cómo, tentativamente, se acercaron al clan Hatake.

Izuna no estaba muy de acuerdo -después de todo, varios clanes en los que han confiado en el pasado los han traicionado, él es cauteloso y desconfiado por experiencia-, pero Madara estaba determinado a hacer lo que sea necesario para mantener seguros no solo a Izuna, sino que también a los niños de su clan.

Esta vez, su sueño ya no era solo por su propio egoísmo de querer ver a su clan en paz y que nadie peleara -y ahora que sabía los pasos a seguir y un plan general y vago de lo que hacer, estaba mucho más decidido y confiado en que la creación de una aldea sería posible-, sino que era una necesidad que les urgía, para que los niños tuvieran un futuro, ya no podían confiar simplemente en la fuerza de su clan, necesitaban apoyo.

Pero el clan no se daba cuenta o, mejor dicho, no quería darse cuenta de que tal vez, su fuerza no era suficiente.

Los niños estaban siendo cuidadosamente cazados furtivamente -lo que lentamente los estaba desgastando. Apenas cazaban a los cazadores de niños, tenían que enfrentarse a una nueva batalla contra los Senju o sus clanes aliados y no era factible luchar con la mitad de su fuerza o estando agotados después de buscar y luchar a quienes robaron a sus hijos- y las cosas cada vez más se estaban yendo ya no solo de sus manos, sino que la de los ancianos del clan -porque eran tercos, resentidos y amargados, se ceñían a tradiciones que simplemente ya no eran factibles para la supervivencia de su clan, los tiempos habían cambiado-, por lo que fue decisivo en sus pasos en perseguir su sueño.

Madara ya no se sentaba esperando que mágicamente todos se dejaran de odiar de la nada, que dejasen de desconfiar de ellos mágicamente después de años de luchas y conflictos.

No, Madara empezó a exprimir todo su cerebro para utilizar las neuronas que usa en batalla, solo que, en vez de estrategias para pelear, serían estrategias para mejorar la calidad de vida de su clan y la seguridad de los niños.

-Aunque al final siempre le preguntaba a Hibana algunas ideas sobre sus problemas, tal vez Hibana no pudiera ayudarlo con la profundización de las cosas, pero sus ideas generales le daban un rumbo a seguir a Madara para que él las refinara a su propia conveniencia. Después de todo, Madara no era un hombre tonto, podría ser extremadamente emocional, pero no le faltaba cerebro-.

Fueron unos meses extraños, sí, -Después de todo, el clan Uchiha estaba acostumbrado a aislarse para que sus corazones no resultasen heridos, solo confiando en aquellos que sienten de igual manera que ellos- pero lentamente podía verse como los niños Uchiha y Hatake se estaban encariñando entre sí y, para ser honestos, era bastante esperable -después de todo, los niños no tienen el conocimiento ni las cargas, ni los prejuicios que tienen los adultos sobe el mundo y las relaciones humanas-.

Los Uchiha aman demasiado intensamente, demasiado rápido, en especial los niños que tienen un corazón puro y limpio de los horrores de la guerra y la desconfianza mutua entre los adultos, en cambio los Hatake son más cautelosos y van paso a paso, pero no pudieron evitar encariñarse con alguien que era genuino en sus palabras y acciones -porque un Uchiha si dice que hará algo lo hará, trabajará en ello, sus palabras casi siempre irían de la mano de acciones-.

Al final, cuando tuvieron una alianza tenuemente asentada -cada niño Uchiha tenía a su niño Hatake y viceversa-, empezaron las negociaciones -en donde como acto de buena voluntad, los Uchiha regalaron 6 preciosas pociones de curación instantánea que Madara prácticamente le rogó a Hibana- antes de que una serie de eventos sucedieran en un corto lapso de dos años.

En menos de lo que Hibana sabía, tenía cinco años y la aldea de Konoha, de alguna manera, se estaba fundando. Si los Senju tenían la peligrosa alianza con los Uzumaki, entonces los Uchiha tenían amistad con los leales y rectos Hatake.

Dos años después de su fundación, había empezado oficialmente la academia Shinobi.

Hibana estaba bastante incrédula en ese punto, no sabía si las cosas deberían ser así -después de todo, la línea de tiempo de Narutoverse era bastante caótica y poco clara-, pero para ella, todo esto de la construcción de la aldea fue demasiado apresurado, literalmente Hashirama dio un aplauso y la mitad de la aldea fue construida, otro aplauso y el resto de la aldea fue construida.

Aun así, mirando el un poco más relajado aspecto de su clan, Hibana sonrió feliz mirando a los niños pequeños jugar. Aunque los Uchiha seguían desconfiando un poco de los Senju, con el apoyo de los Hatake, básicamente no tenían que temer que los Senju decidieran actuar por la espalda contra sus hijos.

—¿Qué miras? —preguntó una voz en su oído y Hibana chilló ante de lanzar un puñetazo a quien le habló, pero su puño fue fácilmente atrapado y ella dio una vuelta porque el bastardo de Izuna no solo se contentó con asustarla hasta la muerte, sino que también tomó su pequeño puño, le dobló el brazo y la estampó contra el suelo.

—¡Bastardo! —chilló Hibana siseando mirando al revés a Izuna.

—¡Hum! ¿Quieres ser un buen shinobi? ¡Entonces no te distraigas tan fácilmente! ¡Siempre estate atenta a tu alrededor, mocosa! —exclamó Izuna orgullosamente y Hibana siseó antes de lanzarle una poción de daño instantáneo, lo que hizo que Izuna cayera al suelo ensangrentado, con diversas heridas en su cuerpo y tosiendo sangre.

—¿Podrían dejar de pelear ustedes dos? —Madara suspiró impotente mirando como Hibana se reía a carcajadas de un Izuna ensangrentado, pero de todas formas le tiraba una poción de regeneración -solo para fastidiarlo, porque ella sabía que Izuna aborrecía absolutamente la sensación de regenerarse y prefería las pociones de salud instantánea-.

En los últimos años, desde que Hibana curó a Izuna, Madara e Izuna la tomaron como su aprendiz, por lo que no fue la primera vez que vio escenas de ambos peleando como idiotas sin aprecio por la vida -porque ambos eran perras vengativas-, solo para luego sanarse con las pociones o Manzanas doradas que Hibana sacaría de la nada.

—¿Ese es el nuevo formato de tus pociones de la que hablabas? —Madara miró con curiosidad los frascos de vidrio roto antes de que desaparecieran en un ligero brillo.

—¡Exacto! ¡Pociones arrojadizas! —asintió Hibana orgullosamente alzando su pecho— ¡Me costó mucho conseguir esta mierda! ¡Esos jodidos monstruos me explotaron en más de una puta ocasión! ¡Explote como jodidas palomitas! ¡BOOOM! —exclamó Hibana enojada y Madara suspiró mirando como el temperamento de Hibana volvía a explotar.

En estos años de conocerla, supo que ella tenía un muy buen corazón y era una excelente persona, el problema era... su ira que se volvía un lenguaje tan atroz que varios miembros del clan lo instaban a castigarla porque "una niña no debería decir esas palabras".

En este punto, Madara se compadecía del pobre Akihito, ¿Cuántas veces debió de ser regañado por madres furiosas que no aprobaban el lenguaje de Hibana?

—Hibana, siempre que haces nuevas pociones dices enfrentarte a monstruos o algo parecido, ¿Qué es lo que sucede? —preguntó Madara y se volteó a ver a Hibana... solo para encontrarse a Izuna y Hibana en el suelo rodando y tirándole de las mejillas y el pelo.

—¡Pequeña perra calva! —exclamó Izuna cuando Hibana metió su dedo pulgar en su boca y tiró sus mejillas, no sin antes mostrarle que tan bonita era la suela de su zapato y dejársela grabada en la cara.

—¡Puta diva! —exclamó Hibana cuando Izuna tiró de su corto cabello— ¡Suelta mi pelo, zorra!

—... —Madara miró a su hermano pequeño y a la niña que lo guio para hacer una aldea organizada y que su sueño se cumpliese.

—¡Ay! —chillaron ambos cuando sintieron el pesado puño de Madara sobre sus cabezas.

—¡Nii-san...! —Izuna miró a Madara lloroso, sintiéndose traicionado, ¡Desde que Hibana llegó a su vida, ha recibido muchos golpes de su nii-san! Izuna se siente profundamente agraviado.

—¡Hay! ¡Mi pobre cerebro revota dentro de mi cabeza! —exclamó Hibana sosteniéndose el enorme chichón en su cabeza— ¡Me salió otra cabeza!

Madara sintió que inexplicablemente le picaba nuevamente le puño.

—¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Viejo emo! ¡Ten más cuidado! ¿No vez que a este paso quedaré retrasada mental?! —exclamó enojada Hibana.

—¿Más de lo que ya eres? —preguntó Izuna mirando a Hibana.

—Touché —asintió de acuerdo Hibana.

—... —Madara sintió sus puños temblar y bufó molesto mirando a este par.

Nunca pensó que Izuna era mimado hasta que se encontró con Hibana... y se dio cuenta de que Izuna y Hibana eran ambas personas muy mimadas, de lo contrario, ¿Cómo podrían tener una actitud casi tan podrida? Madara simplemente negó con su cabeza y suspiró.

—Hibana, te hice una pregunta —habló cansado Madara, si hubiera un banco para sentarse cerca, Madara se habría acostado.

Que agotador era este par...

—¿Para qué cosa de quién? —preguntó Hibana mirando tontamente a Madara mientras trenzaba el cabello de Izuna.

Madara se preguntó si Hibana realmente era tan retrasada... pero al menos ahora Izuna y Hibana estaban manteniendo la paz... de alguna manera...

—Te preguntaba porqué siempre mencionas que luchas contra monstruos para hacer tus pociones —suspiró Madara mirando a Izuna, que ahora tenía un pan en la boca.

Hibana miró los ojos de Madara en el pan y obedientemente le dio un pan al hombre, el cual miró el pan con una expresión... difícil de describir, una mezcla de incredulidad, decepción y resignación, aun así, se llevó el pan a la boca, al morderlo, se dio que era sorprendentemente suave para ser una barra dura de pan.

—Bueno, más de la mitad necesita objetos que solo dropean monstruos, por lo que usualmente tengo que enfrentarme a dichas entidades —Hibana sonrió mientras le ponía una brillante cinta rosada a Izuna.

Maldita sea, el tinte de flores es lo máximo.

—¿Qué clase de objetos necesitas específicamente? —preguntó Madara superficialmente, sabiendo que Hibana es demasiado vergonzosa como para pedir ayuda o recibir cosas

—Olvídalo, sé lo que estás pensando y es imposible —Hibana negó contra la cabeza mientras se tiraba al regazo de Izuna, el cual empezó a ahogarse con su pan—. Son objetos específicos de otro mundo, por ejemplo, las pepitas de Oro de este mundo no necesariamente funcionarían para unirlas a una sandía de este mundo para conseguir una rodaja luminosa y conseguir una poción de curación II al mezclarla con verrugas del Nether y con polvo de piedra luminosa.

Madara miró un poco aturdido a Hibana ante algunos términos que no necesariamente conocía, ¿Qué es "Nether" y qué es la "piedra luminosa"? Hibana lo miró y supo que estaba confundido con algunos de sus términos, pero negó con su cabeza.

—¿Quieres decir que para conseguir estos objetos vas a otro mundo? —preguntó Izuna des atragantándose, su cara estaba un poco pálida por casi morirse con un trozo de pan

Pero no dejó de comer el pan, estaba sorprendentemente bueno.

—Yep, con ayuda del maestro puedo ir —Hibana decidió llamar al sistema maestro solo por el simple hecho de que, si dijera que tiene un maestro inmortal o algo así, sería menos llamativo a que dijera que es su propio poder.

Suena absurdo, pero los Uchiha jamás admitirían ser débiles, por lo que delegarle el poder a un extraño que decidió que te "haría más fuerte" sería bastante extraño y sería más dicho a regañadientes que voluntariamente, porque los Uchiha podrían admitir que son más poderosos de lo que son -increíbles ególatras-, pero jamás dirían que son más débiles de lo que realmente son.

Por lo tanto, si ella admitía ser débil y depender de otro, no creerían que es una mentira, sino una verdad a regañadientes.

Eso, junto con el hecho de que existen las pociones de invisibilidad, no sería extraño que su "maestro" estuviera con ella mientras nadie lo ve o que tuviera una habilidad para hacerse invisible que en este mundo podría considerarse un Kekkei Genkai o algo así, ni idea, Hibana cuestiona seriamente la cordura de los Uchiha.

—Entonces, para hacer las pociones de curación y regeneración, ¿Necesitas ir a otro mundo y matar monstruos? —preguntó Madara y Hibana asintió mientras le daba un pastel de calabaza a Izuna, el cual dudó, pero su gula le ganó y al final le dio un mordisco, solo para que sus ojos brillaran ante el sabor dulce y empezara a comerse la tarta de calabaza a grandes bocados.

—Seee —asintió Hibana mirando a Izuna comer la tarta de calabaza con tanto gusto, una sonrisa maliciosa apreció en su rostro e Izuna entrecerró sus ojos.

—¿Está envenenada? —preguntó sospechosamente Izuna mientras daba un mordisco cauteloso y Hibana negó.

—Nah, la única comida venenosa de ese mundo serían el pez globo, una patata envenenada, un ojo de araña y la carne de Zombi —confesó inocentemente Hibana.

Izuna pensó detenidamente antes de mirarla ofendido.

—¡¿Me quieres engordar?! —chilló ofendido Izuna mirando a Hibana como si fuese un monstruo.

—Tch... —Hibana frunció el ceño y miró para otro lado.

—¿Crees que podríamos ayudarte a hacer las pociones? —preguntó cuidadosamente Madara— O al menos a ayudarte a conseguir los materiales.

—Mmm... —Hibana lo miró pensativamente, ¿Debería o no dejar que Madara e Izuna entren al mundo de Minecraft? No, en primer lugar, ¿Su sistema le dejaría traer a otros "jugadores" al mundo de Minecraft? ¿Cómo una especie de multiplayer?

Hibana miró a Madara.

—Le preguntaré a mi maestro —dijo Hibana vagamente sin comprometerse a nada.

__________________________________

Madara mirando a su hermano y Hibana actuar como niños retrasados:

Resumen de la relación entre Izuna, Madara y Hibana

La apariencia de Hibana actualmente con 7 añitos:

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro