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—¿Todo está bien?

Sunghoon miró con confusión a Jungwon, los dos se encontraban afuera del establecimiento del señor Shim, pues se toparon en la tienda y decidieron hacer las compras juntos, sin embargo, Park había notado las miradas indiscretas llenas de curiosidad y algo de preocupación que le dedicaba el menor, no le había preguntado el por qué de su actitud, pero ya estaba algo exasperado de que lo mirara así sin decir nada.

—¿Sí?, ¿por qué estaría mal?

—Oh, realmente te estás tomando muy bien la noticia entonces.. —Respondió Jungwon, tomando una de las bolsas que llevaba su mayor para ayudarlo.

—¿Noticia?

—Sí, ya sabes, que Sunoo se va a ir mañana

El pelinegro dejó de caminar, tardándose unos segundos en procesar las palabras que el menor había dicho, soltando las bolsas que llevaba en las manos por la mera impresión.

—¿Q-que Sunoo qué?

—¿N-no lo sabias? —Preguntó Jungwon, comenzando a ponerse nervioso.

—Yo... Tengo que ir a verlo, toma las bolsas y ve a entregárselas a mi abuela, por favor —Le pidió para después comenzar a correr hacia la casa de la señora Kim.

No sabía que era lo que iba a decir cuando llegara, pero de algo estaba seguro, no podía dejar ir a Sunoo ahora. Lo amaba tanto que le dolía, el pensar en pasar días sin él le dolía muchísimo, y al mismo tiempo lo maldecía, porqué el rubio logró meterse en su corazón, en su mente y ahora no podía irse sin hacerse responsable de los sentimientos que causó en él, de las noches que Sunghoon pasó en vela preguntándose si algún día podrían estar juntos y hacer las cosas cursis que hacían Heeseung y Jongseong.

Entonces fue en ese momento que tomó una decisión, le diría a Kim Sunoo lo que sentía por él, aún si había una posibilidad de que fuera brutalmente rechazado.

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Sunghoon corrió más rápido cuando vio al menor caminando fuera de la hacienda de YongSun.

—¡Sunoo!

El mencionado lo miró alarmado, trotó un poco para alcanzarlo y que Sunghoon dejara de correr.

—S-Sunoo.. —El mayor apoyó las manos en sus rodillas, tratando de recuperar el aire después de haber corrido tanto.

—Hyung, ¿está bien?, ¿Qué pasa?

—¿Por qué no me lo dijiste? —Cuestionó el pelinegro, enderezándose— ¿por qué no me dijiste que piensas irte mañana?

Sunoo quiso hablar, sin embargo Park lo interrumpió.

—¿Pensabas irte sin siquiera despedirte?, ¿a dónde irás?, ¿por qué tan de pronto?, ¿no te sientes cómodo aquí?, ¿no somos de tu agrado?, ¿Qué está mal, Sunie?

—Hyung, yo...

—No, déjame hablar antes de que pierda la valentía para hacerlo —soltó un suspiro para después proseguir— antes de que tu llegaras mi vida era muy aburrida y monótona, no me malentiendas, amo a mis amigos y a mi familia pero nunca había pasado por esto, yo nunca me sentí así por alguien, gente llegaba y se iba y tal vez llegue a sentir algo similar, pero nunca a este nivel. Antes de que aparecieras yo era el primero en quejarme de las muestras de cariño entre Heeseung y Jay, ahora los envidio... Los envidio porque no puedo evitar imaginarme a mí en su lugar, no puedo evitar pensar en nosotros siendo así. Antes de que llegaras a mi vida, yo nunca había entendido que era el gustar de alguien, nunca había sentido aquellas "mariposas en el estómago" de las que todos hablaban, nunca me había sonrojado por el simple hecho de ver o pensar en alguien, nunca había extrañado tanto a alguien como te extraño a ti cuando no estoy a tu lado, y me parece absurdo porque no pasamos mucho tiempo lejos del otro, pero tu has hecho eso y más en tan solo 4 meses, tú has venido y has cambiado mi monótona vida a una más interesante, una que en este momento quiero compartir contigo; solo viniste y me sonreíste de esa hermosa manera que solo tú sabes hacer y mi vida dio un giro de 360° grados, pero fue para bien porque me ayudaste a olvidar mis tristezas y preocupaciones, todo lo que tu me has traído ha sido para bien. Yo creo que todo este tiempo me estuve encerrando, estuve tratando de evitar enamorarme porque temía lastimarme como lo hizo mi mamá, así que cerré esa puerta bajo llave, pero tu simplemente apareciste y rompiste cualquier barrera, sé que soy egoísta, pero te amo, te amo como nunca pensé amar a una persona, así que por favor quédate y toma mi mano, por favor quédate y no te vayas, porque no podría soportarlo.

Sunoo tomó al mayor del brazo para acercarlo y unirlos en un abrazo, dejó que Sunghoon se desahogara en su hombro hasta que dejó de llorar.

—Sunghoon, yo también te amo, ¿me escuchaste?, también te amo y no pienso irme de tu lado.

—Pero... Jungwon me dijo que te irías mañana —Habló el pelinegro, separándose un poco del menor.

—Sí, tengo que ir a Seúl esta semana, pero a visitar a mi abuela materna, volveré la próxima semana—Aclaró limpiando el rastro de lágrimas que había en las mejillas de su mayor.

—Oh Jungwon, lo voy a matar, ¡Eso no me dijo!, ¡mira todo lo que me hizo hacer!

—Entonces deberíamos de agradecerle ¿no?, porque viniste y confesamos lo que sentimos, así que ahora puedo tener la confianza para preguntarte... ¿Quieres ser mi novio, Park Sunghoon?

—Por supuesto que quiero, Sunie. Después de la gran confesión que te dije, es lo mínimo que me merezco —bromeó el mayor, rodeando el cuello de su - ahora- novio con sus brazos y juntando sus frentes.

—Sí, te mereces más... —Susurró Sunoo antes de juntar sus labios con los de Sunghoon.

El pelinegro correspondió el beso al instante, sin saber muy bien que hacer - pues era su primer beso- pero intentando dar lo mejor de él.

Se encontraba feliz, muy feliz y emocionado, no podía describir con exactitud su sentir en ese momento, pero el saber que a partir de ese momento estaban juntos lo hacía querer llorar de la felicidad, nunca pensó sentirse así por alguien, ni llegar a querer estar con una persona tanto como a él le pasaba con Sunoo.

Los dos se encontraban felices de poder estar juntos y amarse el uno al otro incondicionalmente, y esperaban que así fuera por mucho tiempo más.