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—Entonces... ¿Qué estamos esperando? —Volvió a preguntar Lee, percatándose de las miradas indiscretas que dirigía Sunghoon hacia la puerta del instituto.
—Nada... Solo hago tiempo para ir por algo que me encargo mi abuela —Respondió el pelinegro, sin retirar la mirada de la puerta principal.
—Wow, no sabía que tu abuela quería de encargo a Kim Sunoo..
—¡Lee Heeseung!, deja de decir esas cosas, alguien puede oírte y malinterpretarlo.
—Es una pequeña broma Hoon, no te lo tomes tan personal.
—¿Una? Me has estado molestando desde hace media hora con lo mismo —Se quejó Sunghoon, tratando de no subir mucho la voz.
—Es tu culpa, estás ahí parado viendo como estúpido hacia la puerta y esperando a que Kim salga por ahí.
—¡Yah!, ¡no lo estoy esperando a él!
—¿A quién no estás esperando, Hoonie hyung?
La voz de Sunoo hizo al mayor saltar del susto, pues el joven se encontraba parado detrás de él desde quien sabe cuándo.
—S-Sunoo...
—¿Puedo decirte Hoonie?, realmente me parece un apodo lindo —preguntó el rubio, sonriéndole con calidez.
—Sí puedes, me gusta, es lindo.
—¡¿Lindo?! ¡Apenas ayer me decías que odiabas ese apodo! —Exclamó Lee, mirando con asombro al pelinegro, de quien solo recibió un fuerte golpe en el estómago.
—Oh, ignora a Heeseung hyung, está algo confundido, ¿ibas hacia tu casa?
—Sí, sólo estaba esperando a mi amigo Jungwon, lo acabo de conocer y me cae muy bien, vive cerca así que quedamos en irnos juntos —Le explicó el menor, mirando con preocupación a un Heeseung tratando de recuperar el aliento.
—¡Oh!, ¿Jungwon?, de hecho Heeseung hyung estaba esperándolo para hablar con él —Inventó el pelinegro.
—¿Y-yo? —Murmuró el mayor, aún sin poder respirar correctamente.
—Así que... ¿Por qué no nos adelantamos nosotros para que ellos puedan conversar? —Sugirió Sunghoon, esperando obtener una respuesta positiva.
—Ah bueno, está bien por mí, ¿tu amigo podría decirle a Jungwonie que lo veré más tarde?
—Claro, él le dirá, ¿cierto Hee? —Habló Sunghoon, dirigiendo una mirada amenazante hacía el mencionado.
—Sí, sí yo le diré.
—¿Nos vamos?
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—Entonces, ¿verás a Jungwon más tarde?
—Sí, me va a ayudar con unas cosechas en la hacienda de mi abuela, ella ya no puede hacer cosas que requieran mucho esfuerzo, así que le he estado ayudando estos días, Jungwon se ofreció a ayudarme con eso —Explicó Sunoo.
—¡Oh!, mi abuela no tiene cosechas, pero suelo ayudarle al señor Shim en verano con las suyas, puedo venir y ayudarte si así lo deseas —Ofreció Sunghoon, esperando que el rubio aceptara su ayuda para poder verlo de nuevo más tarde.
—Pues si no es molestia, me vendría bien más ayuda, así acabaremos más rápido.
—¡Perfecto!, ¿a qué hora quieres que vaya?
—A las 5 está bien, Jungwon llegará a esa hora, por cierto, ¿Lo conoces de antes? —cuestionó el menor, mirándolo con curiosidad.
—Sí, este es un pueblo relativamente pequeño, los terrenos son grandes, sin embargo no hay muchas personas, así que es más fácil que todos nos conozcamos, lo conozco desde hace tiempo ya, nunca hemos sido muy cercanos pero es amigo de Taehyun, quien es amigo mío —Respondió.
—Taehyun.. Jungwon habla mucho de él, parecen ser muy cercanos.
—Lo son, Tae es mayor que él por 2 años, pero han sido amigos desde que llegó aquí, hace como unos 6 años aproximadamente.
—Wow, pues espero poder conocer a todos y ser de su agrado —Habló Sunoo, parándose justo enfrente del camino que lleva a la hacienda de la señora Kim.
—Así será Sunoo, eres muy amigable, no dudo que les caerás muy bien.
—Tú también eres muy amigable, Hoonie
—¿Puedo decirte Sunie? Tú me pusiste un apodo así que pensé que sería lindo si yo también te daba uno —Preguntó el pelinegro, sintiendo sus mejillas comenzar a sonrojarse.
—Por supuesto, te veré en un rato, hyung —Se despidió el rubio, dedicándole una última sonrisa antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia su casa.
Fue en ese momento que Sunghoon decidió que sería bueno hablar con alguien sobre sus recientes sonrojos y demás síntomas, y ese alguien no podía ser nadie más que Shim Jaeyoon.
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—A ver, déjame ver si entendí, ¿ibas en bicicleta, lo viste, su belleza te distrajo, chocaste con una roca, te caíste, te golpeaste pero él se acercó a auxiliarte y tú te enamoraste de él? —Indagó Jae, diciendo todos los acontecimientos que Sunghoon le había contado en 5 minutos.
—No me enamoré de él, Jaeyoon.
—Sí, sí lo hiciste, Hoon.. eso fue amor a primera vista.
—El amor a primera vista no existe, en ese caso sería atracción a primera vista.
—¡¿Ves?! No estas negando la posibilidad de que te atraiga Sunoo —Comentó Jae, apuntándole con su dedo de forma recriminatoria.
—Ya me ha atraído gente antes, pero nunca me había sentido así, no sé si sea atracción, por eso vine a hablar contigo, para que me des un diagnostico desde tu criterio y experiencia.
—¿Crees que yo puedo decidir que estas sintiendo?, son tus sentimientos, tú mismo deberías de saberlo.
—Me refiero a que, tu puedes darme una idea, a ti te gusta Taehyun, ¿no has sentido lo mismo que yo cuando lo ves a él?
Jaeyoon se quedó un momento pensando, recopilando la información que Sunghoon le había dado y comparándolo con sus propios sentimientos y emociones.
—Sí me han pasado varías cosas de las que mencionaste, antes solía sonrojarme mucho cuando estaba con él, supongo que con el tiempo eso cambió porque comenzamos a conocernos mejor, pero los latidos desenfrenados siguen siendo un problema diario cuando lo veo —Jae hizo una pausa, pensando en su veredicto— Hoon, mi humilde opinión es que te gusta Sunoo, tal vez aún no lo aceptas porque no habías pasado por esto antes, ya sabes, tus sentimientos por alguien nunca lograron ser más que simple atracción. Por eso te es difícil confirmar si te gusta, pero por lo que me estás diciendo, lo más seguro es que así sea.
—¿Cómo es posible que me guste alguien con un día de haberlo conocido? —preguntó el pelinegro, soltando un suspiro.
—Puede pasar, a mí me paso lo mismo con Taehyun, supongo que conociste lo suficiente de él como para gustarte, te atrajo físicamente, pero te comenzó a gustar cuando conversaste con él.
—No sé qué hacer Jae, no sé cómo comportarme delante de él, me pongo muy nervioso.
—Solo se tú mismo, no te sientas presionado, las cosas salen mejor si son espontaneas, tampoco quieras acelerarte, todo a su tiempo —Aconsejó el rubio, dando pequeñas palmaditas en la espalda de su amigo— Oye, ¿Por qué viniste a hablar conmigo? ¿Y Heeseung hyung?
—Heeseung me habría molestado y no pararía de decir cosas como "te lo dije", así que no le digas nada de esto, por favor.
—No le diré nada, pero se dará cuenta él solo.
—Pues esperemos que no sea pronto.
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—Sunghoon, Sunoo me comentó que vendrías a ayudarle con la cosecha, está en el terreno de atrás con su amigo, ve con ellos, en un momento les llevare agua —Explicó la señora Kim después de abrirle la puerta, respondió con un simple asentimiento y se dio la vuelta para ir al lugar indicado.
—¡Oh, hyung!, ya llegaste, justo a tiempo, estábamos por comenzar.
—Hola Sunghoon —Saludó el menor de los tres.
—Hola, ¿Por dónde empezamos?
—Vamos a comenzar por recolectar los frutos de este sector, después nos pasaremos al de las semillas —Explicó Sunoo, quien iba vestido con ropa simple y cómoda, y aun así seguía viéndose como un dios a los ojos del mayor.
Pasaron los siguientes 30 minutos recolectando los frutos de la primera sección, pasando el tiempo charlando y bromeando entre ellos sin dejar de trabajar.
—Hoonie, no sabía que usabas lentes —Comentó Sunoo, estaba sentado enfrente de él, habían estado conversando mientras seguían trabajando, en ese momento se encontraban solos, pues Jungwon había entrado a la casa del rubio por unas botellas de agua.
—No suelo llevarlos puestos si no estoy en la escuela, pero pensé que sería mejor traerlos porque íbamos a hacer esto —Aclaró el pelinegro, sin dejar de ver los frutos que estaba recolectando.
—Te ves lindo, deberías de usarlos más seguido.
Sunghoon se quedó anonadado por un momento, procesando las palabras que habían salido de la boca del contrario, comenzando a sonreír mientras sus mejillas se pintaban de carmín, volteo hacia Sunoo, quien lo observaba fijamente mientras le dedicaba su encantadora sonrisa.
—Chicos, Omma-Sun dice que terminemos aquí por hoy y entremos a comer algo —Habló Jungwon, interrumpiendo el lindo momento que estaban pasando juntos.
—¿Quién te dio permiso de decirle Omma-Sun a mi abuela? —Cuestionó el rubio, riéndose sin poder evitarlo.
—Ella dijo que la llamara así porque soy encantador —Contestó Jungwon, tomando del agua de limón que la señora Kim le había dado como todo un niño consentido —Ahora párense de ahí y vayamos a comer, tengo hambre.
Terminaron de juntar todos los frutos que habían recolectado para después ingresar a la casa, dejaron las canastas en la cocina y procedieron a sentarse en el comedor en donde ya estaba la comida servida.
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