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-¿Kim Sunoo?, ¿Nieto de la señora Kim?
-Sí, Sunhee, ya te lo repetí como 5 veces
-¿Esa señora tiene nietos?... no me veas así, sabes qué tipo de carácter tiene, me sorprende que tenga familia viéndose así de solitaria.
-Pues al parecer tenía un hijo, y digo "tenía" porque ya falleció, por eso el chico se quedara a vivir con ella.
-Pobre muchacho...
Sunghoon realmente no estaba interesado en la plática que se estaba llevando a cabo detrás de él, sin embargo era imposible no escuchar cuando las señoras estaban tan cerca y hablaban tan alto, estaba seguro de que todas las personas en el establecimiento habían podido escuchar con claridad la conversación.
-Aquí está, en total serían 1000 wons -Habló el señor Shim, liberándolo de la espera y el aburrimiento.
El pelinegro sacó la cantidad solicitada del bolsillo trasero de su pantalón, dejando el dinero en la mano del mayor y tomando la bolsa de plástico con los productos recién comprados.
-Mándale mis saludos a tu familia.
Sunghoon asintió para después darse la vuelta, quedando enfrente de las señoras chismosas, quienes se callaron al instante.
-Señora Jeon, señora Jung... -soltó un suspiro antes de continuar- creo que deberían de concentrarse en sus vidas en vez de criticar la de los demás, supongo que no conocen a la señora Kim, porque si lo hicieran sabrían que ella es muy linda, eso era todo, que tengan bonito día.
Park les sonrió como despedida, saliendo lo más rápido posible de aquel lugar para comenzar a caminar hacía su casa.
-¡Hoonie!
El mencionado rodó los ojos, deteniéndose por completo para que su hyung pudiera alcanzarlo.
-Heeseung, te he dicho que no me llames así.
-Y yo te he dicho que me digas Hyung y nunca lo haces, supongo que estamos a mano -Contestó el mayor, sonriendo y dejando a la vista sus rosadas encías.
- ¿Ya terminaste de molestar o lo seguirás haciendo hasta llegar a mi casa?
-Lo haré hasta que lleguemos a la casa de la señora Kim.
- ¿A qué vas a la casa de la señora YongSun? -Cuestionó Sunghoon con una pizca de curiosidad.
-Pues no sé si lo sabes pero acaba de llegar su nieto, Jaeyoon dijo que es muy apuesto -Explicó el castaño, moviendo las cejas de manera sugerente mientras le daba leves golpes con su codo.
-Deja de golpearme o le diré a Jongseong hyung que le estás siendo infiel.
- ¿Jongseong hyung?, ¿desde cuándo le dices hyung?
-Eso es lo de menos, no puedo creer que después de tanto esfuerzo lo vayas a engañar de esta manera. -exageró Sunghoon, cruzándose de brazos y mirando a su mayor con el ceño fruncido.
-No lo voy a engañar, simplemente voy a conocerlo, tal vez sea buena persona y podamos invitarlo un día de estos a comer, ya sabes, para tener más amigos.
-Sé que extrañas a Jay porque tuvo que irse a Seúl a estudiar la universidad, pero no creo que sea una buena excusa para cometer tal pecado.
- ¡Yah, Park Sunghoon!, deja de bromear, nunca lo engañaría, lo amo mucho como para hacerle eso -Contestó soltando un suspiro lleno de añoranza.
-No lo decía para que te pusieras de cursi, no entiendo como pueden ser tan... así.
-No lo entiendes porque nunca lo has vivido, llegará el día en el que te enamores de alguien y estarás igual o peor que nosotros y yo estaré ahí en primera fila para burlarme de ti, ya lo veras.
El pelinegro bufó ante el simple pensamiento de enamorarse de alguien, lo veía como algo lejano que probablemente no pasaría en mucho tiempo, a él le han llegado a atraer unas cuantas personas, sin embargo nunca llegaba a gusto o enamoramiento, nunca se había sonrojado o había sentido aquellas típicas "mariposas en el estómago" por alguien.
-Entonces vas a tener que sentarte porque eso no va a pasar pronto y podrías cansarte de esperar.
-Sí sí sí, muy gracioso, Hoonie.
-Cambiando de tema, ¿te parece si vamos primero a mi casa y después con la señora Kim?, mi mamá y mi abuela querían enviarle unos panecillos para su nieto, como postre de bienvenida o algo así, podrías acompañarme. -Sugiere ganándose una mirada confusa de su hyung.
-Pensé que no querías ir
-No quiero, pero mi mamá se ocupa en la sastrería a esta hora y mi abuela tiene problemas en la rodilla, prefiero ir yo a que vayan ellas.
- ¡Woaaaaah!, ¡Park!, eres todo un caballero, ¿podrías cargar mi mochila por mí? Estoy algo adolorido del hombro. -habló el mayor con un deje burlón.
-Idiota.
- ¿Cómo crees que sea?, tal vez Jaeyoon mintió y en realidad no es apuesto.
- ¿Acaso importa?, solamente dejemos los panecillos y ya, si es apuesto o no, no es de nuestra incumbencia.
-Hoonie, le quitas la emoción al asunto -comentó Heeseung, haciendo una mueca de disgusto hacía el menor.
Sunghoon apretó la canasta entre sus manos, controlándose para no golpear al mayor por llamarlo de esa manera que tanto odiaba.
-Voy a tocar el timbre y entregaré esto, tu quédate atrás y no digas nada que nos ponga en ridículo o ahora no me contendré y te golpearé sin importar si eres mayor que yo -advirtió el pelinegro, recibiendo como respuesta un simple encogimiento de hombros del contrario.
Se acomodó un poco el cabello para después proceder a tocar el timbre, espero unos segundos antes de que la puerta se abriera por completo, escuchando el suspiro de decepción que soltó su hyung cuando vio a la señora Kim.
-Sunghoon, Heeseung, ¿Qué hacen aquí? -preguntó la mujer, secando sus manos mojadas en el delantal blanco que traía amarrado a la cintura.
-Hola Señora Kim, escuchamos que acaba de llegar su nieto, así que mi madre y mi abuela le hicieron estos bocadillos de bienvenida, solo vinimos a dejárselos -Explicó el menor, entregándole la canastilla a YongSun.
-Oh... muchas gracias, lamento que no esté mi nieto para agradecerles personalmente, salió hace apenas unos minutos a comprar algo, ¿quieren esperarlo en la sala?
-Claro que-
La mano del pelinegro fue a parar a la boca del mayor, evitando que hablara y tomara una decisión por los dos.
-No se preocupe, podemos conocerlo en otro momento.
-Irá a la misma escuela que ustedes, así que supongo lo conocerán mañana. Muchas gracias por los bocadillos, regresen con cuidado chicos -la señora les dedicó una sonrisa de despedida para después cerrar la puerta.
Sunghoon retiró su mano de la boca del mayor cuando sintió a este lamerle la palma.
-Eres un asqueroso.
-Tú eres un irrespetuoso, soy tu mayor y deberías de tratarme con respeto, no como si fuera de tu misma edad -refutó Heeseung.
-Solo vayámonos
Tomó al castaño de la muñeca, tirando de él hasta que estuvieron fuera del terreno de la señora Kim.
-Ya puedes irte a tu casa, yo me iré a la mía para ayudarle a mi abuela con la cena.
-Pareces mi papá dándome órdenes, ni siquiera Jay es así de exigente cuando...
-No me interesa que cosas haces con tu novio, ya me voy hyung -Interrumpió remarcando la palabra "hyung" y huyendo del lugar antes de que Lee comenzara a molestarlo.
-Bebé, no alcancé a prepararte el almuerzo pero puedes llevarte una manzana -Habló su madre, dejando un beso en su cabeza.
-Mamá, ya te dije que no me digas bebé, ya estoy grande.
-Tu abuela está durmiendo todavía, no te vayas a desviar después de la escuela y ven directamente a casa, ¿de acuerdo?
Sunghoon asintió mientras veía a su mamá salir con prisa de la casa, eran las 5:30 de la madrugada y su madre viajaría ese día hacia Seúl a ver a su padre, quien se encontraba allí por cuestiones laborales. Solía despertarse a esa hora para ir a la preparatoria del pueblo en el que vivían, le quedaba algo lejos aun yendo en bicicleta, por lo que despertarse temprano era una obligación para llegar sin retraso alguno.
Terminó de comer su desayuno -cereal- y dejó el plato sucio en el fregadero, tomó su mochila y la manzana que le había mencionado su madre para después salir de su hogar, montándose en su bicicleta para emprender el viaje hacia la escuela.
El recorrido parecía ir tan normal y usual como siempre, pasaba por los mismos campos y las mismas casas como todos los días desde que inició su vida estudiantil, no había nada nuevo que lo hiciera diferente, o así lo pensó hasta que llego a una intersección de caminos; uno de los caminos era por el cual él venía, el otro era uno más delgado que daba directamente al terreno de la señora Kim, sin embargo, no fue el camino o la intersección que estos hacían lo que captó su atención, fue aquel chico alto de piel aperlada quien lo distrajo por completo, provocando que chocará con una roca y cayera de bruces contra el suelo.
- ¡Oh por dios! ¿Te encuentras bien?
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