Niki observó todo a su alrededor buscando el familiar rostro de su pasivo sin mucho éxito.

Él lo había perdido, se sentía como un cachorro extraviado buscando a su dueño.

Un foco se encendió sobre su cabeza al pensar en esto último, siendo una convención probablemente tendrían un lugar para objetos perdidos, él sólo debía ir hasta allí y esperar a ser hallado.

Notó a un grupo de personas con trajes totalmente anaranjados y rostros cubiertos por máscaras, pasando entre ellos con total desconfianza.

Al ir pendiente de los desconocidos chocó de lleno con un personaje un tanto peludo de la guerra de las galaxias.

──Lo siento ── se disculpó ── ¿sabes dónde puedo encontrar el mesón de objetos extraviados?

──Grrrrrrrrrrr ── fue todo lo que recibió en respuesta.

──Gracias ── balbuceó incómodo, el tipo definitivamente tenía pasta de actor.

Siguió caminando sin rumbo hasta encontrar algo más, que le diera un indicio de donde estaba el jodido mesón.

──Disculpa ── preguntó a la encargada de un stand.

── ¡Hey! ¡Respeta la fila! ── escuchó decir a un nerd de grandes anteojos.

Niki frunció el ceño dándole una mirada fulminante, que consiguió erizar la piel de los fanáticos que esperaban ser atendidos.

──O no ── balbuceó el tipo acomodando sus anteojos ── estamos haciendo fila desde ayer, podemos esperar unos minutos más ── se aclaró la garganta.

Sólo en ese entonces Niki notó que la fila era enorme, casi rodeaba el local de la convención.

Lo que sea que vendieran allí debía ser realmente valioso, y algo que Jungwon también querría obtener.

Varios fanáticos dejaron escapar un jadeo, al ver moverse a quien según ellos era uno de los tantos matones a quienes solían rehuir en sus respectivos colegios y universidades.

── ¿Qué estás vendiendo? ── preguntó curioso a la chica con un disfraz de sirvienta.

──Manhwas ── balbuceó ella, un tanto intimidada por la reacción que habían tenido sus compradores al ver a Niki como si fuese el diablo ── es una última edición ── aclaró intimidada ── Yaoi ── agregó estúpidamente creyendo fielmente en que aquel tipo no parecía ser de los suyos.

──Yaoi ── repitió tomando una de las ediciones entre sus manos, observando detenidamente en la portada a un hombre que lucía una expresión siniestra, además de su torso semidesnudo y una cinta en su frente ── ¿de qué se trata? ── preguntó hojeando el libro, y notando que en su gran mayoría eran escenas sumamente sexuales.

──Sobre un pintor ── comentó nerviosa la chica ── y un hombre que requiere sus servicios ── la voz de la chica era cada vez más baja.

──Me lo llevo ── comentó viendo el precio en un sticker sobre el libro, antes de ponerlo bajo su brazo y buscar el dinero ── ¿sabes dónde está el mesón de objetos extraviados? ── preguntó dándole el dinero.

──En esa esquina, a un costado de los baños ── respondió la chica recibiendo el dinero.

── ¡Oh! Gracias ── comentó complacido ── guarda el cambio ── señaló antes de ir en dirección al mesón.

Se apresuró hasta el mesón con su libro en una de sus manos, notando que incluso para reclamar objetos había una fila.

Su ceño se frunció, notando la cantidad de filas que había en todas partes, mientras los niños disfrazados parecían formarse como fichas de dominó esperando su turno.

──Se solicita a los cosplayers de SAO en la entrada posterior de los bastidores ── comentó por medio del alta voz.

── ¡Hey! ── llamó al tipo de gafas tras el mesón ── necesito encontrar a alguien ── la voz grave de Niki llamó la atención, no sólo del tipo de anteojos, sino también de algunas personas en la fila ── estoy buscando a Yang Jungwon, dile que venga aquí.

──Y-Yang Junho ── balbuceó por el megáfono nervioso el tipo, por lo brusca que había sonado aquella petición.

──Jungwon ── lo corrigió

──Yang Jungwon, se solicita su presencia ── balbuceó ── en el mesón de objetos perdidos.

Esto último sonó sumamente estrangulado, como si Niki sin siquiera tocarlo, hubiese estado presionando con dureza el cuello del pobre tipo.

──Gracias ── comentó Niki cruzándose de brazos, mientras esperaba pacientemente que su pasivo llegase a buscarlo.

Y así fue, Jungwon no tardó en ir en su búsqueda encontrándolo a un costado del mesón.

── ¿Dónde estabas? ── preguntó divertido Jungwon ── debería haber pedido una pulsera para niños en la entrada.

Niki simplemente sonrió de medio lado ofreciendo su regalo.

──Lo compré para ti ── ofreció el libro que había comprado al saltarse la fila.

──"Pintor Nocturno" ── leyó en voz alta ── es un manhwa yaoi ── comentó sorprendido Jungwon ── nunca he leído uno de estos ── el ceño de Niki se frunció de inmediato ── vaya es muy explícito, me encanta ── sonrió amplio hojeando el libro.

──Me da gusto saberlo ── había sido una decisión inteligente después de todo, saltarse la fila.

──Grrrrrrrr ── Niki volteó viendo nuevamente al hombre peludo de la guerra de las galaxias.

──Grrrrrrrr ── respondió Niki, haciendo sonreír amplio a Jungwon.

──Hiciste amigos rápido ── comentó nuevamente entrelazando sus dedos a los de Niki.

──No habla mucho sobre él, pero nos entendemos ── comentó divertido.

──Chewbacca es un tipo de pocas palabras ── mencionó burlón ── jamás te habría encontrado aquí.

── ¿Porqué? ── preguntó interesado.

──No frecuento demasiado la sección americana ── se encogió de hombros.

Sólo en ese entonces Niki notó a que se refería, la mayoría de los tipos disfrazados en el sector en donde estaba eran superhéroes o personajes de series y películas americanas.

──Lo mío está por ese lado ── señaló el stand en donde había comprado el libro.

Un corredor estaba justo al costado de ese puesto, llevándolo directamente a una sección aún más extraña para él, que la anterior.

Viendo animaciones japonesas, a donde sea que mirara.

Había demasiado de ello, incluso había chicos disfrazados de sirvientes que parecían esclavizados.

Había tanto mujeres como hombres llevando a otros con cadenas en el cuello y orejas de gato, justo como había dicho Kazuha.

Era algo bizarro, se veía morboso y perverso.

Definitivamente ahora el interés de Niki estaba sobre los gustos de Jungwon.

Había personas bailando en máquinas de juegos destinadas para ello, y otras en un rincón compitiendo en videojuegos.

Incluso había personas luchando con armas que parecían de juguete o prefabricadas por ellos mismos.

── ¡Dios! ── jadeó Niki al ver a una curvilínea chica en un traje de sirvienta que dejaba muy poco a la imaginación con un amplio escote, y una minifalda casi inexistente.

Vio a la chica sacudir su mano en dirección a Jungwon, quien hizo lo mismo en respuesta.

── ¿La conoces? ── pregunto a su pasivo por lo bajo.

──Es un ex compañero del Instituto ── respondió.

── ¡¿Es un hombre?!── jadeó medio ahogado.

──Era un hombre ── comentó viendo a la chica ── ahora tiene pechos ── aclaró ── de lo demás no puedo dar fe, me rechazó en nuestra segunda cita.

── ¿Saliste con él? ¿Ella? ¿Él? ── balbuceó inseguro.

──Prefiere pensar en sí misma como una chica ── aclaró Jungwon ── en ese entonces yo también prefería pensar en ella como una chica ── asintió ── aunque no puedo estar seguro, me pareció haber sentido algo allí bajo cuando me abrazaba por la espalda.

──Entonces ¿saliste con un travesti? ── preguntó inseguro.

──Ahora tal vez ya no sea uno, probablemente después de todos estos años ya solucionó su situación y es una chica ── se encogió de hombros ── yo que sé, sólo estaba totalmente desesperado por ser noticiado por una chica y me re huían como a la peste.

──Bueno, al menos es linda ── admitió Niki.

──Claro que sí, no puedo creer que haya aceptado salir conmigo ── sonrió amplio ── lo arruiné, pero al menos aceptó ¿no?

──Ya lo creo ── asintió ── ¿por qué huían de ti?

──No lo sé ── se encogió de hombros ── la mayoría de las chicas que se acercaban a mí, me dejaban al enterarse que yo no era gay.

──Pero si eres gay ── balbuceó.

──En ese entonces no lo sabía ── comentó dejando un pequeño toque con su dedo índice sobre la nariz de Niki.

──¿Has salido con alguien más en este lugar? ── preguntó inseguro viendo a los extraños disfrazados a su alrededor.

──Con muchas chicas, pero nunca por más de dos citas ── suspiró resignado ── ¿qué hay de ti?

──No he salido con nadie además de ti ── respondió.

──Eso es hacer trampa ── comentó burlón ── ¿con cuantas personas te has acostado antes de mí?

──En realidad aún no lo hago contigo ── admitió.

──No esquives la pregunta ── llamó su atención Jungwon ── al menos dame un número aproximado.

──Uhmmm ¿seis? ── respondió inseguro frente a la mirada acusadora de Jungwon ── ¿siete? ¿ocho? ── balbuceó ── ¿menos de diez?

Ambas cejas de Jungwon se alzaron en incredulidad, observando detenidamente a Niki.

──Si has usado protección con ellos ¿verdad? ── preguntó desconfiado.

──Siempre ── admitió ── jamás lo hago sin protección.

──Ajá ── asintió ── es bueno saberlo ── suspiró ── ¿conozco a alguien en esa lista?

──Tal vez ── respondió restándole importancia ── ¿Tienes hambre? ── preguntó repentinamente ── me gustaría probar algo de lo que venden.

──Hay fila ── suspiró.

──No para mi ── se encogió de hombros ── todos parecen ser muy atentos y cederme el lugar.

── ¿En serio? ── preguntó sorprendido.

──Muy en serio, creo que ellos adoran las visitas ── comentó Niki ── permiso ── su voz grave llamó la atención de los otakus alrededor, haciendo que se abrieran como el Mar Rojo para permitirle pasar.

Jungwon observó los rostros asustados de algunas personas, entendiendo de inmediato la repentina amabilidad de todos con Niki.

Pero bueno, muchos de ellos jamás le habían cedido el lugar al propio Jungwon, así que podían simplemente joderse mientras él veía a su "no novio" colarse en la fila, para buscar refrescos y algo de comer.

Jungwon no era un estúpido, siendo Niki un tipo con apariencia de chico lindo, popular y un matón podía darse ciertos lujos, como pasarse la fila y obtener descuentos, entre otras cosas.

Y siendo sinceros, las convenciones últimamente eran prácticamente un robo organizado, estaban cobrando el doble por todo, así que, aunque le rebajaran el precio a Niki, ellos igualmente obtendrían buenas ganancias.

Era un ganar o ganar para todos, especialmente para Jungwon.

Quien sólo una hora más tarde, había conseguido mucha mercancía a precio reducido, gracias al matón que tenía por pretendiente.

Niki no sólo era lindo y muy atento con Jungwon, él era encantador para bien y para mal de quienes lo conocieran, dependiendo con quien tratara.

Un tipo muy directo, grosero, mal hablado y que se ofuscaba por todo.

Esto era algo muy atractivo a los ojos del menor, y en gustos no había nada escrito, según el propio Jungwon, había gente que adoraba pretender ser forzada a hacer cosas, insultada o tenían fetiches con animales, lo suyo era totalmente sano en comparación.

──Era el último que quedaba ── comentó Niki ofreciendo un enorme helado de vaso con tres sabores diferentes, servido en un cono, justo como le gustaba a Jungwon, bañado en chocolate líquido, con chispas de colores, de chocolate, además de trozos de galleta molida y con una cuchara a pesar de ser un cono.

──Creí que sólo se podían elegir de dos sabores ── comentó sorprendido Jungwon.

──No para ti, si lo quieres de tres sabores, entonces lo tienes ── admitió orgulloso.

──Esta es la mejor cita que he tenido en toda mi vida ── comentó complacido el menor ── pero aún sigo dándole vueltas a ese "tal vez" ── mencionó.

──No es necesario arruinar nuestra cita hablando sobre eso ── aclaró.

──No estás arruinando nada, son cosas que pasaron y ya no podemos cambiar ── se encogió de hombros ── sólo quiero saber un poco más sobre ti.

──Cuando quiero saber sobre alguien más en una cita, pregunto sobre su color favorito o que comida prefiere, no con cuantas personas se ha acostado ── respondió.

──Eso sólo aplica cuando esa persona se ha acostado con menos de tres personas ── aclaró ── en tu caso, debería pedirte análisis de sangre y descartar enfermedades de transmisión sexual ── agregó descaradamente ── sin ofender.

──No me ofende ── respondió despreocupado.

A Niki le parecía cada vez más fascinante lo descarado y directo que era su pasivo, tampoco es como que pudiese ofenderse por ese tipo de comentarios, tal vez si alguien más los hacía le caería a puñetazos y tendrían que quitarle al pobre diablo para no matarlo, pero viniendo de Jungwon sonaba sinceramente como algo realista, hasta ahora había disfrutado bastante de los placeres de la vida, y no se avergonzaba en lo más mínimo de ello.