Me acerqué despacio a la mesa donde se encontraba Minho estudiando, verlo me hacía que una sonrisa instantánea apareciera en mis labios, pero antes de yo poder llegar, pude ver a aquella chica llamada Yeji correr hacia su mesa y tomar asiento en su frente, con aquella misma sonrisa coqueta y dulce de siempre.

Sentí un brazo encima de mis hombros, inmediatamente tomé con fuerza aquel brazo y me lo quité de encima, al mirar la persona que me tocaba, pude ver una mueca en el rostro de Seungmin pero también una pequeña sonrisa plasmada en sus labios.

—Que agresivo—. Solté una sonrisa avergonzada—. Al menos sé que nadie vendrá molestarte.

—No deberías tener interés en mí—. Seungmin soltó una carcajada y me abrazó hacia su pecho, sentí incómodidad, como dije, no me gustaba mucho el contacto físico, pero para Seungmin el espacio personal no existía, y solo por eso lo
perdonaba

—Quería desayunar con Bagnchan hyung, pero me dijo que no podía, también le dije a Felix a hyung, y recibí la misma respuesta que respuesta que Bangchan, y ahora venía a invitarlos a ustedes, más veo que Minho hyung está ocupado con una chica—. Soltó pícaro, y por alguna razón me aparte de su abrazo para caminar lejos de esa escena tan cliché.

Seungmin me siguió con el ceño fruncido y algo de preocupación en su mirada.

—¿Pasa algo, hannie hyung?

Hice un puchero con mis labios, a la única persona que dejaba que me llamará de esa manera tan empalagosa era a Seungmin.

—No, sólo no quiero interrumpirlos-. Seungmin asintió inseguro, mientras yo por dentro sentía un dolor horrible, mi cabeza dolía debido a la molestia.

—Entonces,¿podemos comer juntos? Sólo los dos—.Y esa manera tímida de Seungmin para pedir las cosas, me hizo suspirar y calmarme.

—Sí, Minnie, podemos comer juntos—. Seungmin aplaudió emocionado y tomó mi mano para llevarme con él a algún patio.

Después de caminar un rato, encontramos un lugar para estar los dos. Empezamos a comer mientras yo escuchaba atentamente a Seungmin, quien me contaba cuánto odiaba a la profesora de estadística. Más no tenía mucho interés hoy, pues mi atención estaba en aquella pareja que reía a carcajadas como si no hubiera un mañana.

—¡Y cielos! ¿Qué voy a saber yo de que ella se le murió su gato?— Hizo un puchero, y por un momento me sentí apenado por no darle la atención que él estaba pidiendo. Más ver aquella pareja me carcomía por dentro, y éso era malo, muy malo—. Estás rojo.

—Es el calor—. Devolví.

—Deberías disimular al menos, se van a dar cuenta.

Volví a la realidad al escuchar eso y entré en pánico.

—¡No sé de qué hablas!— Seungmin mostró otra de sus tiernas sonrisas y yo dejé caer mi rostro en mis manos, estaba jodido—. Lo siento.

—¿Por qué? ¿Por qué ignoraste todo lo que dije? Tranquilo, mayormente todos me ignoran, te acostumbras.

Empezó a jugar con su comida mientras dejó perder su mirada en algún punto.

—Lo siento—. Me volví a disculpar debido a ser un mal amigo con Seungmin.

—Lo único que entiendo de aqui es que te gusta Minho, más lo ayudas con una chica, ¿no es eso hipócrita?— Me encogí de hombros y volví a hecharle un vistazo a aquella pareja—. Sólo no cometas el mismo error que yo.

Teoría tres: si vas a pedir una cita, asegúrate de que vayan a un lugar cómodo, donde él/ella se sientan bien, para que así, nunca pueda olvidar ese día tan divertidoy hermoso.

—La cosa es que no sé a dónde llevarla—.  Minho hizo un puchero triste.

Gruñi y lo miré con el ceño fruncido.

—No me mires así, me gusta la chica, más llevo sólo dos semanas desde que eso comenzó.

Solté un suspiro y dejé mi lápiz y mi cuaderno de lado para verlo. Minho se encontraba frustrado, podría decir que hasta con ganas de llorar, era muy dramático, más aquello ablandó mi corazón, así que lo abracé y me empecé a reír debido a tanta inocencia de su parte.

—Minho, sólo tienes que decirle para salir y listo, sin tanto rodeo, a las chicas les gusta que sean directos—. Aconsejé tratando de ponerme en un puesto de una chica—. O al menos a mí me gustaba que fueran directos, sin tanto rodeo

—Jisunggie, ¿si algo sale mal? ¿qué hago?— Esa voz tan empalagosa y aniñada hizo que mi corazón se agitara.

—Hagamos algo, prometo estar en esa cita—. Minho me miró con pánico al no haber entendido—. No ridículo, no estaré directamente, sino estaré por ahí, sin que me noten, observándolos, cuidando de que nada pase.

—¿Estás seguro? Creo que eso es mucho para tí, suficiente haz hecho suficiente con ayudarme en mi conquista.

—Haría ésto, y más cosas por tí, Minho—.  Solté bajito, pero mi amigo a mí lado me escuchó lo suficiente para soltar una sonrisa avergonzada—. Llévala a un museo de arte.

Minho me miró algo fastidiado. Sabía que le gustaba un poco del arte, más no lo suficiente para ir a un museo, por lo tanto, tener una cita en un museo, para él, iba a ser aburrido, más sí estaba con la chica que le gusta, nada es malo. O así quise pensar.

Qué bonito era que Minho hiciera cosas por ella, a pesar de querer que lo hiciera por mí. Más la vida es así, no tenemos todo lo que queremos.

Y por algún motivo, me planteaba una y otra vez sí lo de acompañarlo a su cita estaba bien, era como yo mismo ahogarme en un charco de agua.

Ridículo, ¿no? Bueno, así de ridículo me pone Minho.

—Eres tan bonito conmigo, Jisunggie—. Pero era suficiente esas palabras para sentirme bien, para seguirme ilusionando de que algún día el me mirara más que como un amigo.

Jisung debería desarrollar la teoría del amor propio je

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