Seungmin me miró con el ceño fruncido al verme entrar entre quejidos a nuestro cuarto. Sí, nuestro, pues Seungmin es mi compañero de cuarto, desgraciadamente. Nunca había conocido a alguien tan ordenado, chillón y enamoradizo.

-¿Qué te pasa ahora?- Preguntó con algo de aburrimiento pero sin su tono de desinterés.

-Nada que te importe, estúpido-. Escupí. Deje caer mi cuerpo en la cama haciendo que rebote sobre esta- ¡Ugh!

-Ya Jisung, si no me vas a decir que tienes, entonces cállate y dejame jugar.

Que buena estratégica Seungmin.

-Presiento que me gusta alguien-. Dejé que la mitad de mi rostro se asomara a ver a Seungmin, este pestañaba dura y lentamente.

-¿Hyung gustarle alguien?- Preguntó con duda. Sí, yo, gustarme desde hace meses que entré en esta universidad un chico-. Debe ser perfecto el chico para que te guste.

Solté una risa amargada, ¿Minho perfecto? Minho más que perfecto es como un beso profundo entre ángeles, así de perfecto y lindo es.

Agradecía que Seungmin acepté que me gustan los chicos y no me preprochaba nada, me apoyaba como él buen amigo que es.

-Exageras-. Comente cerrando mis ojos.

-Como sea, algún día me lo enseñas, y ten confianza, después de todo eres guapo-. Sonreí por tal alago, aunque los recibía a menudo-. Aunque no más que yo.

Rodé los ojos, claro, este tipo de comentarios no podían faltar por parte de él. Ya se me hacía raro tanta amabilidad de su parte.

-Seungmin, ¿te ha gustado alguna vez alguien muy cercano pero tienes miedos de decírselo por perder su amistad?- Seungmin cerró su libro y soltó un suspiró, sonando agotador.

-Más de la mitad de la universidad me ha gustado, pero nunca me gustaron mis amigos, era como una regla que tenía puesta-. Asentí con desilusión-. Pero un día rompí esa regla, me gustó uno de mis hyungs.

Fruncí mi ceño y me levanté de la cama para posicionar mis piernas en forma de indio. Seungmin volvió a suspirar y dejó el libro que tenía en sus manos, en la mesa de su lado.

-Mi hyung nunca me va a corresponder-. Sonrió triste. Por alguna razón, también sentí tristeza, vamos, tampoco soy de piedra, también tengo sentimientos-. Él le gusta otra persona.

-¿Quién es él? ¿Lo conozco?- Asintió y dejo que mirada se perdiera en alguna parte del suelo.

¿Debería abrazarlo? Bueno, eso hacen los amigos, más a mí no me gustaría que me tocaran y no sabía si pasaba lo mismo con Seungmin.

-Hablemos de otra cosa, no es el fin del mundo, sólo es un rechazo más-. Lo miré con duda, Seungmin llevaba dos meses que no salía con nadie, ¿será por ese enamoramiento?

Debería empezar a preocuparme más por él, yo más que nadie sé como duele un amor no correspondido.

Teoría dos: cuando una persona no se siente bien sentimentalmente, lo mejor es recibir apoyo y que un desconocido la escuche, pues se entra en más confianza con un desconocido que con alguien cercano, tal vez porque pensamos que no lo volveremos a ver y él no nos conocen para juzgarnos.

-Anda-. Trate de darle ánimos a Minho, pero se engaba y entraba en pánico-. Si no vas tú, llegará otra persona a consolarla.

Minho me miró con más pánico de lo que ya tenía, tomé sus manos entre las mías y le brindé una sonrisa tratando de darle seguridad.

-Yo estaré aquí, esperándote siempre-. Mis palabras habían salido más como alguien enamorado, a como un amigo trantando de apoyarlo, pero agradezco que Minho no lo haya notado.

Minho sonrió apenas y asintió para luego darme la espalda e ir hacía la chica que estaba llorando en las escaleras que daban al parque.

Meti las manos en mis bolsillos y me quedé un rato, haciendo lo que le prometí a Minho, observandolo queriendo que nada malo sucediera, porque después de todo, si Minho es feliz, yo también, y aunque pueda llegar a doler, soy su amigo, y un amigo debe apoyar al otro, ¿no?

Y me hubiese gustado decir eso en voz alta sin llorar, más como siempre, eso quedaba en mi cabeza.

Minho tomó asiento al lado de la chica, y pasaron al rededor de cinco minutos así, hasta que la chica dejó caer su cabeza en el hombro de Minho, sonreí apenas.
Minho pasó su brazo por encima de los hombros de la chica. Una escena muy linda para cualquier persona que se la imaginara, más para mí, era esa escena en donde te destruyen las ilusiones y te recuerdan que no serás nada más que un amigo.

Una especie de puntada se instaló en mi pecho, pero no iba a interrumpir esa hermosa pareja que estaba floreciendo, yo sólo sonreí y solté un suspiró ahogado,

Tomé un caramelo que tenía en mi bolsillo y lo llevé a mi boca, para luego irme, por hoy, mi trabajo había terminado, ahora debía darle su espacio.

¿Algún día significare algo más para ti?

Espero que les esté gustando <3