—Tsk... – se quejó, tratando de que la cámara enfocará su rostro correctamente. Tardó un par de minutos, sin embargo en cuanto quedó satisfecha, comenzó a grabar.

—Holaaaa. – saludó en un susurro, mirando hacia atrás para asegurarse de que la puerta estaba cerrada. — Jennie me ha hecho un par de bromas los últimos días, por lo que está vez haré una donde salga ganando yo y comiendo una rica comida. – contó, presionando sus labios y haciendo aparecer sus hoyuelos. — Me pondré algo elegante ahora y fingiré que teníamos una cita, Jennie esta algo estresada  últimamente, por lo que una noche diferente será algo que la ayude a olvidar todo lo que le agobia su linda cabecita. – suspiró. — Si se preguntan dónde está Jennie, ella está jugando videojuegos con JiSoo-unnie. Lo ha jugado todas las noches al menos una hora, una hora que podría utilizar dándome mimos pero ella prefiere su juego, por lo que está noche también será diferente en eso. – la cámara se desenfocó, causando que ella gruñera como un gato enojado. — De acuerdo, comenzaré a arreglarme ahora, adiós...

La cámara se volvió a encender, enfocando está vez el suelo y luego a ChaeYoung, está vez maquillada y vestida de forma elegante. Se quedó mirando al aparato, sabiendo que aquello hacia que algunos de sus fans de pusieran nerviosos.

—De acuerdo, tarde más de lo esperado y Jennie ha venido un par de veces a ver lo que estaba haciendo. – contó, caminando lentamente hacia la salida de la habitación. — Pero dije que estaba en terapia con Alice, lo siento, Jen. – se disculpó porque sabía que Jennie vería el vídeo. — Ahora, no sé sorprendan cuando vean a la vagabunda que tengo en la sala, es mi novia.

ChaeYoung enfocó el suelo, girando el teléfono suavemente para enfocar a Jennie, quién estaba rodeada de bolsas de papas fritas y latas de gaseosas. La mayor tenía puestos unos audífonos y un control de videojuegos en las manos, sus dedos presionando con agilidad cada botón.

—Jen. – llamó la rubia suavemente. La mayor no le prestó atención.  — Cariñoooo.

—¿Sí? – preguntó sin mirarla. ChaeYoung bufó, decidiendo estar callada hasta que la mayor la mirará. — ¿Qué sucede, cariño? – ChaeYoung guardó silencio una vez más. — ¿Rosie? – Jennie por fin levantó la mirada, abriendo los ojos lo máximo que pudo cuando vio como estaba vestida su novia. — Aguanta, JiSoo. – dijo, quitándose los audífonos y mirando a ChaeYoung. — ¿A dónde vas, cariño?

—Creo que quieres decir "¿a dónde vamos?" – preguntó la rubia, cruzándose de brazos. Jennie frunció el ceño, mordiéndose el labio inferior. — ¿No te acuerdas? Dijimos que hoy íbamos a salir a cenar.

ChaeYoung casi podía ver la rueda del hámster girar y girar dentro de la cabeza de su novia. Casi soltó una carcajada cuando Jennie asintió y se levantó.

—Sí, lo había olvidado, dame 15 minutos y estoy lista. – fue lo único que dijo antes de salir corriendo a su habitación.

ChaeYoung rió, comenzando a caminar lentamente a su habitación, entrando y yendo hacia el armario que ambas compartían. Jennie estaba de pie, en su lado con el teléfono en la oreja y moviendo sus ropas en busca de algo que ponerse.

—Sí, hola. – la escuchó decir. — Quisiera hacer una reservación...

ChaeYoung no pudo evitar sentir que su corazón se derretía de amor (no literalmente), por lo que no pudo más con la broma. Espero a que Jennie terminara de reservar y tocó la puerta, dejándose ver mientras grababa.

—Es una broma. – confesó, mordiéndose el labio inferior cuando vio a Jennie sacar un pantalón de cuero. — Cariño, es una broma.

—¿Qué? ¿Qué cosa? – preguntó la mayor, sacando una blusa y botas. Levantó la mirada y se detuvo, mirando a ChaeYoung con el ceño fruncido. — Lo sabía. – murmuró con una sonrisa. — ¡Lo sabía!

Está vez fue ChaeYoung la que se sorprendió. — ¿Kue?

Jennie sonrió.

—Lisa te ha dado la idea, ¿no? – ChaeYoung asintió. — Pues yo se la he dado a Lisa. – confesó. — Mira, ¿sabes que he estado estresada con el trabajo, verdad? Bueno, no te he estado prestando la atención necesaria y me alegro que lo entiendas, pero creo que nos merecemos una noche diferente.

ChaeYoung dejó de grabar y ladeó la cabeza, comenzando a caminar hacia Jennie con un puchero.

—Tú... – comenzó, tratando de inventar una palabra que expresara todo lo que sentía por su novia. No se le ocurrió nada, así que decidió irse por lo normal. — ¿Sabes que te amo de aquí a la luna de ida y vuelta encima de un caracolito?

Jennie asintió y la tomó entre sus brazos, atrayendola a su cuerpo y abrazándola. Levantó la cabeza y la besó suavemente, con calma, durante unos pocos segundos que se sintieron eternos.

—De acuerdo. – dijo cuando se separaron, pasándose la punta de la lengua por los labios y percibiendo el sabor de fresas del labial de la menor. — ¿Que tal si me esperas afuera? Dame 15 minutos y estaré lista.

—Bien. – un pico más. — No tardes.

—Nah. – respondió, esperando a que ChaeYoung se girará para darle una nalgada. — Me provocó. – se excusó cuando la menor se giró a verla.

ChaeYoung le sacó la lengua y salió de la habitación. Jennie esperó hasta que no pudo escuchar más los pasos de su novia, girándose de nuevo hacia su ropa y sacando la chaqueta que se pondría, revisando los bolsillos.

—Aja. – murmuró, sacando la caja de terciopelo de su interior.