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𝙵𝚕𝚘𝚠𝚎𝚛

Jennie gruñó y volvió a tocar la puerta del apartamento de su hermana, está vez con más fuerza que las veces anteriores y no se iría de ahí hasta que su hermana o su cuñada le abrieran. Esperó un par de minutos más, en el silencio del pasillo y con la espalda pegada a la pared a un lado de la puerta. 

Bufó, miró el reloj que tenía en su mano y cuando se paró derecha para tocar una vez más, la puerta fue abierta dejando ver a JiSoo despeinada y los ojos casi cerrandose por el sueño.

—¿Hay un apocalipsis zombies o algo así como para que estés en mi departamento tan... – bostezó. — ... Temprano? – preguntó con la voz ronca, mirando a su hermana con solo un ojo abierto.

—No, buenos días. – respondió Jennie, haciendo a su hermana a un lado para poder entrar a la sala.

Dejó un par de bolsas sobre la mesa ratonera frente al sillón y caminó hasta la encimera de la cocina para dejar otro par más. JiSoo suspiró y cerró la puerta, abrazándose a sí misma por el repentino frio que acababa de sentir.

—Buenos días. – bostezó otra vez. — ¿Puedo saber que haces en mi casa a las 04:30 de la mañana?

Jennie había encendido la cafetera y caminó hasta su hermana para hacerla sentarse en el sillón. JiSoo no recibió respuesta y simplemente se tiró hacia atrás viendo a su hermana desaparecer por algunos segundos, frunció el ceño al verla aparecer casi arrastrando a una dormida Lisa por el suelo.

—Holis, Chu, buenos días. – susurró la tailandesa al ser depositada en el sillón al lado de su novia. JiSoo se estiró y dejó un pequeño pico en los labios de la menor. — ¿Por qué estamos despiertas tan temprano?

—No tengo ni la más mínima idea. – respondió y se encogió de hombros, pasando su brazo izquierdo para atraer el cuerpo de su novia contra el suyo.

—Tomen, aquí. – Jennie se les acercó con dos tazas de café y pan. — Lo siento por despertarlas tan temprano, pero necesito su ayuda.

—Espero que no sea nada legal... – Lisa bostezó. — Porque si estoy dispuesta a esconder un cuerpo o a secuestrar a alguien a esta hora...

—No, no es... – Jennie se quedó en silencio un par de segundos procesando lo que había dicho su cuñada. — ¿Qué?

—Déjala. – intervino JiSoo luego de haberle dado un par de sorbos a su café. — Aún no ha despertado la neurona que le queda.

—Oh... – Jennie entendió. — Hoy es el día de las flores amarillas.

—Fue ayer. – corrigió JiSoo, viendo las otras bolsas que su hermana había traído.

—Sí, pero Rosie llega hoy de Australia y debo ir a recogerla al aeropuerto, así que para nosotras será hoy. – Jennie se sentó en el suelo alfombrado al otro lado de la mesa y sacó cartulinas de color amarillo, rosa y verdes. — Además de que Rosie es alérgica a las flores por lo que no puedo simplemente comprar un arreglo floral en la floristería porque me estaría arriesgando a matar a mi mujer por una alergia.

JiSoo comprendió por fin de que se trataba todo aquello cuando vio un par de flores echas con cartulina caer de la bolsa. Lisa suspiró y se bebió todo el café de un golpe en un intento de que este hiciera un rápido efecto y la despertara rápido.

—¿Por favor? – Jennie miró a JiSoo y Lisa durante algunos segundos. Ambas asintieron y se sentaron también en el suelo para comenzar a ayudar a Jennie.

ChaeYoung empezó a revisar su teléfono mientras esperaba a que los demás pasajeros bajaban del avión, ya había conseguido su equipaje de mano pero aún así no estaba dispuesta a hacer la interminable fila que estaban haciendo los demás para bajar del avión.

Jennie le había escrito para avisarle que ya estaba en el aeropuerto y que la estaba esperando. Su corazón latía cada vez más rápido y fuerte de tan solo pensar que pronto estaría de nuevo en el mismo espacio de su novia.

Comenzó a revisar las historias de Instagram, viendo un par de bromas que un amigo le había hecho a su pareja y reaccionando a un par de ellas hasta que vio la de su prima.

Lisa tenía un gran ramo de flores amarillas y una gran sonrisa en el rostro en la foto que JiSoo le había tomado. La descripción era "Una vez más siendo protagonista y no espectadora". ChaeYoung sonrió ante la felicidad notable de su prima, dió like y siguió deslizando.

JooHyun había subido una historia similar, también Sana y NaYeon. Dió like a todas ellas y cerró la aplicación en cuanto se dió cuenta de que la fila casi se había acabado y nada más quedaba ella en los asientos del avión.

Tal vez a Jennie se le había olvidado... O bueno, su novia sabía que ella era alérgica al polen, por lo que había preferido dar prioridad a su salud que a un estúpido trend de tiktok.

ChaeYoung salió del avión y fue por su maleta aún con lo de las flores amarillas en su cabeza, por lo que no vio cuando Jennie se acercó hasta ella por detrás y le tapó los ojos con la mano.

—¿Adivina quién soy? – dijo la mayor, tratando de fingir una voz más chillona.

—¡Nini! – exclamó ChaeYoung con emoción y felicidad, levantando la mano de Jennie de sus ojos y girandose para verla de frente.

—Bienvenida a casa de nuevo, Rosie. – fue lo único que dijo la mayor antes de tomar entre sus manos el rostro de ChaeYoung y acercarla lo suficiente como para unir sus labios en un ansiado beso.

Todo lo que había estado ocupando la mente de ChaeYoung tan solo unos minutos atrás fue reemplazado por el gran amor y devoción que sentía por Jennie. Se olvidó de que estaban en medio de un aeropuerto y que había un montón de gente a su alrededor, pareciera como si el planeta hubiera dejado de girar y el tiempo se hubiera detenido por completo, donde nada más lo único que importaba eran ellas y sus labios moviéndose entre sí con ansias y devoción.

Lamentablemente el beso acabo cuando ambas tuvieron que alejarse en busca de aire para sus pulmones, trayendo con ello el hecho que aun estaban en el aeropuerto y había una que otra persona observándolas con desagrado. Jennie se encogió de hombros.

—No soportaron. – fue lo único que dijo antes de soltar una risita y depositar un pequeño beso en los labios de ChaeYoung antes de darle un abrazo. — Te extrañé, amor.

ChaeYoung cerró los ojos y dejó caer su equipaje de mano al suelo nada más para corresponder el gran abrazo que Jennie le estaba dando. Está vez fue como si para las dos el cuerpo se les llenará de la fascinante sensación de paz y tranquilidad, por fin estaban juntas luego de una larga semana.

—Si estaba a punto de tomar un avión y volver a ti el miércoles, no me imagino como sería si fuera por más tiempo. – confesó ChaeYoung con la voz ahogada contra el cuello de Jennie. — Yo también te extrañé demasiado, Nini.

Ambas estuvieron en silencio por un par de minutos más hasta que a Jennie recordó el porque había hecho que Lisa y JiSoo se despertaran en la madrugada.

—Casi lo olvido. – dijo renuente de dejar de abrazar a su novia. Tomó la pequeña caja de cartón que llevaba y se la tendió a ChaeYoung. — No iba a permitir que mi mujer fuera espectadora y no protagonista de su propio cuento de hadas.

ChaeYoung tomó la caja y miró a Jennie con la ceja levantada, la mayor se encogió de hombros y se agachó hasta tomar la mochila que ChaeYoung llevaba.

—Oh, dios mío... – susurró la menor al levantar la tapa de la caja y ver cómo ante ella se extendía un pequeño e iluminado jardín lleno de flores amarillas y rosas de papel.

Al fondo estaba la frase: "Te amo mucho más que ayer, pero definitivamente mucho menos de mañana" en la pulcra caligrafía de Jennie.

Los ojos de ChaeYoung se llenaron de lágrimas y tenía una gran sonrisa en el rostro, demonios... Y a ella nada más se le había ocurrido traerle un pequeño capibara casi deforme tejido por ella misma.

Cerró la caja con cuidado y le puso la tapa de nuevo, tomándola con una sola mano mientras con el brazo libre se acercaba y abrazaba a Jennie con fuerza, sintiendo el aroma corporal de su novia entrando por su nariz.

—¿Sabes algo? – dijo ChaeYoung luego de un rato en silencio, separándose un poco para mirar a su novia a los ojos. — El día en el que muera la última de estás flores de este pequeño jardín, ese día dejaré de amarte.

Y sin decir más, volvió a besarla, está vez ignorando el hecho de que seguían en medio del aeropuerto.

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