•Jungkook•

Había pasado un día desde que había llegado a ese lugar, no había podido dormir y sentía el cuerpo pesado. No había comido nada desde que llegué y mi estómago me empezaba a reclamar.

Taehyung daba muchas vueltas por aquí, para saber qué cosas hacía cuando estaba solo. Desde que me había dicho que me quería comer los ojos no había hablado de nuevo conmigo.

«Tienes unos ojos hermosos, me encantaría comerlos»

Torcí la boca en una mueca al recordarlo. El rubio era raro.

Me asomé por la ventana, pero sólo ví lo de siempre, personas caminando de un lado a otro, niños jugando, mercaderes. Personas normales en cuanto apariencia.
Mi mente retrocedió al día anterior cuando ví a aquellos niños jugar con una cabeza humana.

No, no eran normales.

—Buenos días Jungkook —Somi entró en la habitación con una sonrisa y una bandeja— Te traje algo de comer —comentó y dejo la bandeja con comida sobre la cama. Había una barra de pan, jalea de fresa y un vaso de jugo de naranja. Sonreí al oler el alimento y sin pensar mucho lo que podría tener comencé a comerlos— Luego de que termines, Tae te llevará a conocer el pueblo.

Miré hacia la señora Kim y detrás de ella apareció el rubio con cara de pocos amigos aunque en el era algo casi habitual. Terminé de comer con rapidez y salí casi corriendo atrás de Taehyung que apenas me había esperado.

El pueblo era un lugar pequeño, pero bastante acogedor. Estaba rodeado de bosque, montañas, prado. Era un lugar hermoso a la vista.
Me dediqué a caminar detrás del rubio, mientras observaba cada posible escape. Si tenía a Taehyung como contrincante sería fácil escapar. Yo era fornido, mis músculos bien desarrollados, mientras que el rubio era delgado aunque bastante alto.

—Si piensas escapar ve desistiendo —habló y me sorprendí— Te mataría sin dudarlo.

—¿No me digas? —dije con ironía, pero el rubio sólo me ignoró— Oye, ayúdame a salir de aquí —dije y el rubio estalló en risas.

—¿Y por qué haría eso? —se puso delante mío y me observó con una ceja levantada.

—Por el bien común —fue más afirmación que pregunta pero Taehyung sólo negó y se dió la vuelta para seguir caminando, se lo impedí tomándolo del brazo con brusquedad.

—Suéltame —dijo amenazante y sólo hizo que lo apretara más del brazo— Suéltame Jungkook.

—¿Y si no que Taehyung? —era la primera vez que lo llamaba en su nombre y me encantó la forma de cómo sonó en mis labios.

—No te asesino aquí mismo porque eres el protegido de mi padre, pero si se entera de que estas tocando a su hijo favorito te matará y me dará tu corazón de regalo —no sé porque me había puesto tan nervioso de repente, tal vez porque Taehyung estaba a sólo unos centímetros de mí, tan cerca que que mi nariz rozaba con la suya.

Lo solté empujándolo bruscamente y el sólo respondió a mi acto con una sonrisa provocativa.

Seguimos caminando por el lugar cuando algo pequeño impactó con la piel de mi cuello lo suficientemente fuerte como para sentirlo. Miré a mis alrededores sin ver de dónde había prevenido la piedra. Me fijé en una sombra detrás de una de las casa y casi me ahogo con mi propia saliva cuando ví de quien se trataba.

Sunlee.

—Estás pálido, parece que viste un fantasma —habló Taehyung y miró hacia la misma dirección que yo sin ver nada.
—No es nada —dije con apuro y me coloqué frente a él— Volvamos a la casa.

El chico frunció los labios y caminó de vuelta hacia la casa donde habíamos estado.

Yo estaba algo confundido, no era posible que Sunlee estuviera aquí.
Yoongi no podía haberla dejado venir sola.

Mierda, sólo espero que esté bien.

Notita de autor

Holaaa
Ya regresé y más fuerte que nunca <3