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Ben's POV:
Despertarme y no sentir a Mal al estirar mi brazo en la cama no es lo que esperaba. Con mi cabeza dando vueltas, me levanto, tambaleando hacia el baño, creyendo que podría estar allí. Echo un vistazo y nada. Noto que su teléfono y su bolso no están, así que me doy cuenta de que se fue.

¿Estará con las chicas?

Bostezo, estirando mis músculos contracturados. Es raro que no me haya avisado nada, pero tomando en cuenta que dormí profundamente a pesar de haber bebido tanto lo más seguro es que no haya querido despertarme.

Pero ¿por qué se fue? No hice nada malo anoche. ¿O sí? Me paso la mano
por mi cara, recordando todo lo que hicimos anoche. Sonrió inconscientemente y niego con la cabeza.

Esta mujer me volverá loco un día de estos.

Sonrío como un estúpido, recordando el porqué no nos cuidamos como lo habíamos estado haciendo desde nuestra primera vez. Hemos soñado con formar una familia desde hace mucho, solo que queríamos esperar a ser más adultos para intentarlo. Y por alguna razón, tuvimos el presentimiento de que este año sería el indicado. Espero que así sea.

Me doy cuenta de que solo tengo mis boxers. Me dirijo al armario, buscando algo que sea cómodo para el resto del día ya que más tarde saldremos a la playa.

Luego de ponerme unos shorts y una sudadera azul oscuro, salgo de nuestra habitación. Le escribo un mensaje a Mal y bajo las escaleras hacia la sala, donde me encuentro con una escena que parece sacada de la película ¿Qué pasó ayer?

Jay está acostado en el sofá, con una bolsa de hielo sobre su frente.

Carlos se encuentra sentado en el suelo con su espalda contra la parte de abajo del sofá y un balde a su lado, está pálido.

Chad trata de sacarse la resaca haciendo ejercicio y tomando café.

Harry y Gil se abofetean por alguna razón. No sé si seguirán ebrios... Aunque noto que el pirata tiene el cuello lleno de chupetones.

Doug se sienta en el sofá con una bolsa de hielo sobre su...

Él es el primero en notarme.

-Ni siquiera lo digas.

No puedo evitar reírme estruendosamente.

-¿Pero qué mierda?- pregunto.

-Estoy muriendo - Jay gruñe.

Mis ojos siguen sobre mi mejor amigo desde la infancia.

-¿Qué diablos te pasó?

Doug desvía la mirada.

-¿Qué parte de «ni siquiera lo digas» no entendiste? - se queja, levanta sus lentes y pone sus dedos en su entrecejo - Solo olvídalo.

-Es difícil olvidarlo cuando estás sosteniendo una bolsa de hielo sobre tu...

Carlos resopla.

-No completes esa frase, cuñadito.

Me siento al final del sofá, a los pies de Jay. Chad está junto a él y Harry y Gil al otro lado de la mesa de centro.

-¿Te lo rompiste?- pregunta Gil en tono burlón.

Doug le da una mirada asesina.

-No, solo... Creo que son quemaduras de fricción.

Soltamos una carcajada.

-Mierda, bro, y yo que pensaba que había tenido una noche salvaje- comenta el hijo de Jafar.

Harry se ríe conmigo.

-Yo también, pero no, parece que a Doug le dieron como televisor viejo- comienza Hook.

-Sin control - Chad y yo completamos al mismo tiempo.

El de lentes tuerce los labios.

-Ja, ja, qué graciosos.

Carlos sonríe.

-Esa estuvo buena.

Jay levanta su bolsa de hielo para mirarme.

-Tú tampoco tienes mucha moral con qué reclamar, Bennyboo - dice en tono burlón - Pensé que Mal era parte hada, no parte vampira.

Frunzo mis cejas.

-¿De qué hablas?

Gil apunta mi cuello.

-Mírate en un espejo.

Me levanto y me reviso en el pequeño espejo que está a un lado de la sala.

-Oh, mierda. ¡Hades me va a matar! - grito y ellos se burlan.

Tengo chupones por todo el cuello. Pero no de esos ligeros que se pueden cubrir. Oh no, de esos morados que sabes que tardarán días en desaparecer.

Ay Malsy, esta me las pagas.

Cuando vuelvo a mi asiento, Carlos está vomitando en el balde. Hago una mueca, pero me hundo en el sofá, cerrando mis ojos.

La Señora Potts entra a la sala y trae una bandeja con Gatorade, aspirinas y lo que parece... ¿Un jugo para aliviar la resaca?

El pecoso tiene arcadas pero no vomita.

-Gracias, nana- le digo enderesándome y sirviéndome un vaso de jugo.

Ella menea su cabeza.

-No deberían de beber tanto, chicos.

Carlos hace pucheros.

-No lo vuelvo a hacer, créeme.

Los demás se sirven jugo o toman una botella de Gatorade. Yo sigo con mi vaso y me tomo casi la mitad de un solo trago. Estoy deshidratado.

-¿Cómo amaneciste, Ben?- me pregunta, acariciando mi cabello

Hago una mueca y ella se ríe.

-¿Y tú, Doug ?

Él suspira.

-Bien, el hielo ayuda.

Le doy un golpe disimulado a Chad para que no se ría de nuevo por la situación de nuestro amigo. Aunque yo también trato de contenerla.

-¿Quieren algo más?

Le doy una sonrisa agradecida.

-No, nana, estamos bien. Gracias.

Ella me devuelve el gesto.

-Bueno, si necesitan algo me avisan.

Apenas se va, Carlos deja salir un largo suspiro.

-¿No se sienten un poco usados?

Harry levanta una ceja.

-¿Usados?

-Sí, es obvio que las chicas desaparecieron esta mañana después de usarnos toda la noche.

Jay se encoje de hombros.

-Yo no me quejo.

Chad se le une.

-Yo tampoco, que me use todo lo que quiera y cuando quiera.

Algo hace click en nuestras cabezas.

-Esperen un momento...-miramos a Carlos- Usarnos... No me digas que...-empiezo a decir.

Carlos baja la cabeza. Jay se levanta de golpe.

-Mi querido hermanito perdió la virginidad - celebra el ex ladrón.

Harry frunce el ceño.

-¿Eras virgen?

Carlos se sonroja y Gil se acomoda en el suelo, riendo.

-Ya era hora.

Nos sorprendió el hecho de que aguantaran tanto. Pero creo que habían distintas razones para haber esperado.

Doug se levanta con mucha dificultad.

-Necesito ir al baño - comienza a caminar con las piernas exageradamente abiertas y con mucha lentitud.

Todos nos reímos a carcajadas.

Escuchamos dos risas femeninas y todos seguimos ese ruido. Celia y Dizzy vienen bajando las escaleras con los brazos entrelazados. Después de lo de Carlos y Jane, confirmar esto no fue tan sorprendente.

Carlos esconde el balde detrás del mueble. Celia le pasa por un lado al lento de Doug.

-Wow, noche ruda, ¿eh?

Doug solo sigue caminando y niega con la cabeza, harto de las burlas.

Dizzy nos sonríe.

-Buenos días. Sin ofender, pero se ven fatal chicos.

Celia nos echa un vistazo.

-¿Porqué están solos? ¿Y las chicas? - interroga.

Jay deja salir un suspiro exagerado.

-Nos usaron y se fueron.

Carlos alza una ceja.

-Pensé que no te quejabas.

El moreno hace un puchero.

-Quiero ser dramático.

Celia se echa a reír.

-Quien lo diría, ustedes fueron usados. Incluso el rey de Auradon fue usado por su esposa.

La pelirroja a su lado soltó una sonora carcajada y yo hago una mueca ofendida. La morena la abraza por la cintura.

-¿Aún creen que aguantarán ir a la playa? - pregunta la nieta de Lady Tremaine.

Me encojo de hombros.

-Nada puede ser tan fuerte como todo lo que sucedió anoche.

Oigo una risa detrás de mí y de inmediato reconocí quién era.

-No te oí quejándote anoche, cielo- se burla mi esposa.

Yo sonrío y extiendo mis brazos hacia ella. Mal suelta su bolso y se sienta en mi regazo. Besa mis labios.

-Agh, ya se pusieron melosos- se queja Jay.

Todos reímos. El resto de las chicas se sientan junto a su respectivo novio o esposo. Evie busca con la mirada a mi amigo.

-¿Y Doug? - pregunta.

-En el baño - responden Carlos y Jay, riéndose.

La peliazul se sonroja al darse cuenta de que ya todos sabemos lo que pasó. Toma una bolsa en sus manos y se dirige a donde le indicaron.

-¿A dónde fueron? Nos despertamos y ninguna de ustedes estaba por ningún lado. Solo ellas dos- cuestiona Gil, señalando a Dizzy y Celia.

-En la farmacia - responden ellas al unísono.

Todos captamos las razones por las que podrían haber ido hasta allá. Acerco mi boca al oído de Mal.

-¿Tú la tomaste?

Ella niega y acaricia mi mejilla.

-Creí que todo lo que pasó entre nosotros y lo que dijimos dejó en claro que eso no hacía falta- me asegura.

Recuesto mi cabeza en su hombro.

-Sí, lo dejó muy claro.

La pelimorada sonríe y vuelve a besarme cortamente.

-De regreso pasamos por un café y compramos el desayuno para todos- dice Uma.

Todos celebramos.

-Muero de hambre - expresa Doug.

Él y Evie se sentaron a un lado mío y de Mal.

-Y por poco y mueres por otra cosa- dice Harry con humor.

-¿Ustedes también? - se queja Evie.

El grupo entero se ríe.

Abrimos las bolsas llenas de waffles, frutas, chocolates y jarabes para huntar junto con los cafés que trajeron.

(...)

Partimos del castillo luego de unas horas. Nos dividimos en los mismos grupos en los cuales llegamos al club ayer. No nos fuimos muy lejos, es un pueblo costero a una hora de Auradon City con una gran variedad de playas.

Nos quedamos en la única que no estaba repleta de gente. Al ser domingo muchas personas vienen a pasar el día junto al mar.

Aprovechamos las horas al máximo. Jugamos volleyball de playa, nadamos, hicimos un concurso de castillos de arena gigantes, carreras corriendo sobre la arena. Comimos en el restaurante del lugar y nos quedamos hasta el anochecer.

Audrey trajo un montón de cajas llenas de estrellitas/chispitas para tomarnos fotos. Ubicamos la cámara junto a nuestras cosas y nos sumergimos en el agua hasta la mitad de nuestros cuerpos.

Estábamos posando en grupo pero con nuestras respectivas parejas. Mal estaba montada sobre mi espalda y rodeaba mi cuello con sus brazos. Los demás también hacían poses raras o graciosas.

Carlos y Jane corrieron hacia el agua cuando pusieron el temporizador.

Logramos tomar una foto decente antes de que el mar nos hiciera comenzar a correr porque la marea aumentaba.

Todos reímos cuando Jay y Lonnie, siendo los más atléticos, se cayeron y fueron arrastrados por las olas.

Envolví a Mal con una toalla y ella me sonrió. Me abrazó y apoyó su cabeza en mi pecho. Nos quedamos en silencio varios minutos hasta que los chicos nos llamaron para comer smores derretido por una fogata.

-Este fin de semana en definitiva fue una locura- me dijo mi esposa, bostezando tiernamente.

Regresamos a casa hace como una hora luego de haber dejado a Evie, Doug, Jane y Carlos en sus casas correspondientes.

Terminó de ponerse su pijama y se metió debajo de las sábanas, arropándose hasta el cuello. Apagué la luz y la imité. Pasé mi brazo por su cintura y besé su coronilla.

-Pero fue muy divertido.

Mal sonríe y asiente. El sueño está por vencernos a los dos.

-Sí que lo fue.

Nos besamos unos segundos. Al separarnos ella se da la vuelta y su espalda queda pegada a mi pecho. Ambos caemos rendidos por el cansancio.

(...)

2 meses después...

Mal's POV:
Ben y yo nos miramos en el espejo, ansiosos. Una de sus manos juega con la mía y el otro brazo rodea mi cuerpo.

-¿Lo leemos al mismo tiempo? - pregunta.

Yo asiento. Tomo aire y alzo mis manos a la altura de nuestros rostros. Ambos observamos los tres objetos fijamente.

-Bueno, creo que ya podremos decirle a Evie que será tía y madrina- dice él riendo, pero con sus ojos llorosos.

-¿¡De verdad!? - oímos que grita mi mejor amiga desde el cuarto.

Ben y yo nos reímos. Lo abrazo con fuerza y él me alza para que quede a la altura de su cara. Nos besamos con emoción mientras que soltamos lágrimas.

Salimos a nuestra habitación, donde nuestros mejores amigos y nuestros padres nos esperaban.

-¡Voy a ser papá! - grita Ben euforicamente, haciéndome reír.

-¡Y yo voy a ser abuelo! - exclama mi padre, corriendo hacia nosotros.

Me separa de Ben y me abraza, emocionado. Todos reímos. Me deja volver a los brazos de mi esposo mientras que mi madrastra, mis suegros y los chicos nos felicitan.

Pasan más de treinta minutos cuando al fin nos dejan respirar luego de tantos abrazos. Él y yo seguimos pasmados por la noticia, pero estamos extremadamente felices.

¿Quién diría que nos enteraríamos de mi embarazo gracias al dichoso regalo de Evie de nuestra "caminata de la vergüenza"?

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¡Otro baby Beal! 💜💙🤭

Quería darle un toque diferente al final de esta mini historia, ¿y qué mejor manera de hacerlo que esta?

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 29/03/2022.