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Mal's POV:
Me remuevo en mi cama al oír ruido en la habitación. Siento el brazo de Ben abrazándome. No le tomo importancia al ruido e intento quedarme dormida de nuevo. La cabeza me duele por la gran cantidad de alcohol que debo haber ingerido anoche.
-Mal - alguien sacude mi hombro y gruño- ¡Mal Igna Underworld Moors!
De por sí las mañanas no son mi mejor momento, pero si me despiertan así y con resaca sacan al dragón en mí.
Freno de golpe la mano que me sacudía y esta se queda quieta. Cuando me doy la vuelta, miro fulminantemente a mi mejor amiga peliazul. Ella se encoge en su lugar y ríe nerviosamente al notar que me puso de un humor como mi nombre.
-¿Qué carajos quieres a esta hora, Evelyn? ¿A caso estás... - comienzo a gritar, pero su mano tapa mi boca.
-¡Shhh! - me manda a callar.
Muerdo su palma y ella se queja.
-¡Mal! - reclama.
Aparto su mano por completo.
-Son las...-estiro mi mano y veo mi teléfono- Nueve de la mañana en un domingo, Evie. Anoche todos nos emborrachamos y mi cabeza está por explotar, así que dame una buena razón para despertarme.
-Te explicaré después, pero necesito que te levantes ya- me pide.
Alzo una ceja y ella me mira suplicante.
-Agh, está bien.
Aparto con cuidado el brazo de Ben luego de asegurarme de que no esté desnudo o algo por estilo. No dejaría que nadie lo viera así. Yo tampoco es que estaba muy vestida, pero eso no viene al caso.
Me siento en el borde de la cama y el dolor en mi cabeza se intensifica al fijarme mejor en la claridad atravesando las grandes ventanas de la habitación. Me llevo la mano a los ojos.
Anoche todo se salió de control...
Mi mente divaga por una variedad de imágenes bastante peculiares: shots y vasos con alcohol, las chicas y yo bailando ebrias, la ronda de verdad o reto más loca en la que he estado, Harry haciendo un striptease para Uma, Ben y yo besándonos delante de todo el mundo, Carlos y Jane dándose miradas de «si te descuidas, lo hacemos esta noche».
Oh, mierda, ni mi padre me aceptaría en el Inframundo.
Básicamente, todos cometimos demasiados pecados en una sola noche. Y no solo eso, tuvimos que venirnos al castillo con mi magia, la de Jane y la de Uma y teletransportar los autos hasta aquí del mismo modo; cosa que nos costó con nuestra ebriedad. Al llegar aquí hubo más alcohol, aún más shows de strippers, más miradas sexuales entre todas las parejas, y aún más besos entre Ben y yo.
Mi garganta comienza a arder, lastimada por el alcohol. Evie me extiende una aspirina y una de sus raras bebidas verdes y la destapo de golpe. Poco a poco eso va aliviando mi malestar.
Ben sigue durmiendo sin enterarse de nada. Está acostado sobre su estómago, con su cabeza en dirección contraria a nosotras dos. Su hermoso castaño está todo revuelto.
Le doy el frasco de jugo a Evie. Con cuidado me levanto, el colchón cruje y ambas miramos a mi esposo,
pero él está en el más allá. Siento un ligero dolor en mi entrepierna y me
mareo un poco, la ojimiel me sostiene esperando que me estabilice.
No vuelvo a beber en mi vida.
Ajá, Igna. Eso dijiste las últimas cinco veces.
¡Cállate consciencia!
Busco una camiseta y unos shorts negros, los zapatos más cómodos que consigo en el armario y un suéter de Ben que me queda gigante.
Mi vista se enfoca en el suelo junto a la entrada del cuarto. Mi vestido está arrugado y tirado allí. Otros recuerdos vienen a mi mente:
-¡Hechízame, mi reina! - Ben grita mientras entramos al cuarto
torpemente.
Nos reímos sin motivo y cerramos la puerta, sin darnos cuenta de que no tiene el seguro puesto. Él me toma de la cintura para besarme ligeramente.
Suelto una risita, embobada por él.
-Estás tan borracho, Bennyboo.
Se ve tan lindo con sus mejillas rojas, tanto que las aprieto como si de un bebé se tratara. Ben apoya un dedo en mi pecho y me señala con él.
-Tú no eres la personificación de sobriedad tampoco.
-¿Cómo es que tu lindo cerebrito intoxicado se las ingenia para decir esas palabras?
Ben me da una gran sonrisa.
-Recuerda, me criaron para ser...
-El rey de Auradon - completo por él-. Inteligente, sexy y muy bueno en la cama. ¿Por qué eres tan perfecto?
Él se sonroja adorablemente y acaricia mi mejilla.
-¿Por qué tú eres tan perfecta?
Me rio, poniéndome de puntillas para besarlo. Nuestros labios se encuentran suavemente, sus labios saben al vodka de los tragos. Lo guío lentamente hacia nuestra cama sin romper el beso. Ben se sienta y yo me siento a horcajadas encima de él, intensificando el beso. Tiro su camisa al primer lugar que caiga.
Sus manos se deslizan debajo de mi vestido para apretar mi trasero con deseo. Siento su creciente erección contra mi entrepierna. Muevo mis caderas, estimulando el roce entre nosotros aún con ropa. Mi marido se separa, respirando con dificultad.
-¿Estás segura de querer hacerlo ahora? Hace un rato no estábamos ebrios y ahora ...
Pongo mi dedo índice sobre sus labios.
-No sabes cuanto aprecio que siempre te preocupes por mi comodidad. Pero creo que en este caso- acaricio su pecho juguetonamente-, yo me estoy aprovechando de ti.
Sí, había bebido bastante pero no me sentía borracha, solo increíblemente excitada. ¿Acaso el alcohol es un afrodisiaco? O, ¿es que solo soy yo y mis hormonas?
Lo beso de nuevo, tomándolo de los hombros, dejándole claro que todo está bien. Lo deseo como nunca esta noche, y eso que ya lo hicimos en el club. Soy insaciable, pero Ben es demasiado sexy, y una sola mirada de esos ojos verde-miel hace estragos en mi cuerpo.
Él acaricia mis pechos a través de la ropa, haciéndome gemir sobre sus labios.
-No fue suficiente lo del club, ¿eh? - me muerde el labio inferior- ¿Te encanta que hagamos el amor, no?
-Sí - jadeo, mientras él alza mi vestido y lo lanza al suelo, liberando mis senos. Sus pulgares acarician mis pezones, endureciéndolos- Oh mierda, Ben.
-Mal - dice con deseo.
Su boca ataca mi cuello, bajando a mis pechos. Y en el momento en que su lengua hace contacto con estos, me arqueo hacia él, gimiendo. Su mano tantea dentro de mis panties como hace unas horas.
Me bajo de él para ayudarlo a quitarse el pantalón y sus boxers, dejándolo desnudo desde la cintura para abajo. Sintiéndome atrevida, me arrodillo frente a él.
-¿Princesa?- lo tomo entre mis manos.
Él me mira con tanto deseo que agradezco estar de rodillas porque mis piernas se debilitan.
Lamo mis labios, no es la primera vez que hago esto, pero sigo sintiendo nervios en ocasiones. Ben cierra sus ojos, ahogando un gemido, su miembro endureciendose aún más. Lo miro mientras lo tomo con mi boca, y se ve tan jodidamente sexy, sus labios entreabiertos, sus ojos sobre mí, observándome con cuidado.
Debo admitir que me gusta poder tomar el control, haciéndolo estremecer a mi antojo.
Esto ya fue suficiente juego previo. Ninguno de los dos puede esperar más. Ben me toma del mentón con delicadeza, levantándome. Estando parada frente a él, lo observo bajar mis panties. Doy un paso fuera de ellas. Él se levanta y me da un beso suave. Sus siguientes palabras a mi oído me hacen estremecer.
-J'aime faire l'amour avec toi, ma reine- besa mi frente.
Él sabe cuánto me gusta que me hable en francés en estas situaciones. Incluso ha llegado a ser mucho más atrevido.
Me recuesto sobre el colchón, viéndolo frente a mí. Sus brazos definidos, esos abdominales, mi mirada baja un poco más y me lamo los labios.
Él me jala de los muslos con cuidado, acercándome a la orilla de la cama. Se acerca hacia mí, provocándonos a ambos.
-Ben, por favor no me tortures- suplico, alzando mis caderas, tratando de sentirlo más.
Él sonríe, igual de excitado que yo. Levanta mis piernas, poniendo mis tobillos sobre sus hombros.
-¿Aún quieres tener ese bebé, verdad?
Apenas logro asentir con mi cabeza, ya que mis palabras se ahogan en mi garganta cuando entra en mí repentinamente. Los dos gemimos. Comienza a moverse. El sonido de piel contra piel hace eco a nuestro alrededor junto con nuestros gemidos.
Me siento llena de él, su miembro golpeando lugares dentro de mí que me hacen arquearme y cerrar los ojos en placer. Rasguño las sabanas a mis lados, jadeando. Mis pechos moviéndose al ritmo en que Ben entra y sale de mí. La sensación de orgasmo comienza a cruzar mis nervios y no me sorprende que me vaya a venir tan rápido después de tanto juego previo.
-¡Ben! - cierro los ojos con fuerza por todas las sensaciones.
Mi esposo me agarra de los tobillos y se tumba encima de mí, sus labios encontrando los míos, su lengua invadiendo mi boca sensualmente. Dejo de besarlo para tomar aire y me agarro de su espalda, mis piernas alrededor de su cintura.
Sus movimientos pierden coordinación, volviéndose más desesperados, ansiosos y sé que está por venirse, al igual que yo.
-Mal - su voz ronca es tan sexy- Te amo tanto- su rostro se entierra en mi cuello- No puedo aguantar más.
-Yo también te amo - mi orgasmo ya estaba comenzando a llegarme- No quiero que pares.
Ben gruñe, penetrándome aún más profundo y mi orgasmo arrasa con mi cuerpo, haciéndome gritar, cada ola de placer devastándome. Mis gritos son todo lo que él necesita para venirse dentro de mí, gimiendo en mi oído.
Nos quedamos así durante varios minutos, nuestras aceleradas respiraciones tratando de volver a la normalidad. Ben se separa ligeramente de mí para mirarme bajo a los ojos. Algunas gotas de sudor bajan por los lados de su cara.
-Te amo muchísimo - repite.
Yo sonrió y beso su coronilla.
-Yo igual, mi vida.
Me da esa sonrisa de lado que tanto amo.
-Solo lo dices porque te acabo de dar unos de los mejores orgasmos de tu vida- bromea.
Nos acomodamos mejor sobre el colchón, cerca de la almohadas.
Los dos tenemos en claro que no es la primera vez que pasa algo tan fuerte entre nosotros. Me agarro del mentón como si pensara, solo para molestarlo.
-Probablemente.
Menea su cabeza.
-Me siento usado.
Lo empujo, obligándolo a acostarse sobre su espalda y me subo encima de él.
-¿Usado? Pero si esto apenas comienza, mon amour.
Ben se ríe.
-Eres insaciable- rodea mi cintura.
-Tú me hiciste así- digo, besando su cuello.
Ben me toma de la barbilla, separándome de su cuello y haciéndome que lo mirara.
-¿Segunda ronda?
Solo asiento y él estampa sus labios contra los míos.
-¡Tierra llamando a Mal!
La sangre sube a mis mejillas al darme cuenta de que fantaseaba con lo que sucedió. Evie me hace un gesto
con su mano para que la siga a la puerta. Niego con la cabeza.
-No puedo irme y dejarlo así.
La peliazul me mira.
-Le explicas todo luego en un mensaje de texto, necesito buscar algo- susurra.
-¿No crees que se sentirá un poco usado?
Evie rueda los ojos.
-Se lo explicas luego, vámonos -dice, pero yo vacilo- Por favor, M.
-Bien- bufo.
Tomo mi bolso y unos lentes de sol y salimos de la habitación, cerrando la
puerta detrás de nosotras con cuidado.
-Ahora, ¿me puedes explicar qué pasa? - cuestiono.
Evie niega.
-Te digo en el camino.
Quiero protestar y volver a mi cama para seguir durmiendo abrazada a Ben, pero Evie comienza a caminar delante de mí. Mis ojos caen en la parte de atrás de su vestido y veo la etiqueta. ¿Está al revés?
Suelto una carcajada y ella me mira.
-E, ¿acaso me hiciste madrina anoche?- me burlo.
-¡Shhhh!
Vuelvo a reírme. Ella termina siguiéndome la risa a los pocos segundos. Nos callamos al ver que alguien va saliendo con mucho cuidado de otra de las habitaciones en este piso, con sus tacones en las manos.
Lonnie nos ve y se paraliza por un segundo, saludando con su mano libre. Nos acercamos y Evie la toma de la mano para que escapemos juntas.
-Nadie juzga a nadie.
Yo me rio por su actitud. Cuando bajamos las escaleras, nos encontramos a Uma y a Audrey.
-¿Me estás jodiendo?- pregunta la castaña.
Evie, Lonnie y yo compartimos una mirada y aguantamos la risa. Oímos pasos en las escaleras.
-Esta tiene que ser la Walk of Shame más popular de la historia- comenta Uma.
Todas nos reímos hasta que caemos en cuenta que Jane también está aquí. Con la ropa arrugada, el cabello despeinado y todo su labial corrido.
-¡Oh, por Dios! ¡Te tiraste a Carlos!
-¡Lonnie!- le reclamamos.
-¡Niégalo, zorra!- grita la nombrada hacia su mejor amiga.
La ojiazul abre la boca para decir algo y la cierra de nuevo. La sorpresa no nos cabe en el cuerpo.
-¡Por la Virgen de los Abdominales! - gritamos Audrey, Evie y yo.
Jane arruga las cejas.
-Primero que nada, esa virgen no existe. Y segundo, dejen de leer tantos libros hot en Wattpad.
Rayos.
-Oh, esto no me lo esperaba -dice Uma, divertida por la situación.
Evie me agarra del brazo.
-Mejor caminemos y no hagamos que esta Walk of Shame sea peor de lo que ya es - suplica.
-¿Esta qué?- pregunta la recién llegada.
Uma pone los ojos en blanco.
-La caminata de la vergüenza. Ya sabes, al día después de que lo haces con que no debías o estando ebria, hay hasta una película y todo.
Suelto una risita.
-¡Es que yo lo sabía! ¡Te dije que te daba un mes para que cayeras! - le dice Lonnie, dando saltitos.
Jane le da una mirada asesina, pero viniendo de ella da ternura.
-Mejor vayamonos ya, los chicos despertarán en cualquier momento- dice Evie.
-Oh, mierda, debiste empezar por ahí- responde la castaña.
Salimos del castillo hacia el estacionamiento, deteniéndonos frente a los autos.
-¿Quién va a manejar?- interrogo.
Lonnie se ofrece.
-Puedo conducir mi camioneta.
Todas subimos al vehículo. Jane va en el puesto de copiloto y el resto de las chicas y yo atrás. Audrey comienza la conversación.
-¿No les parece muy peculiar esta situación?
Uma asiente.
-Demasiado, diría yo.
Sin poder evitarlo, abro mi boca.
-Lo siento, pero creo que todas estamos curiosas de saber porque estamos huyendo de los chicos si son nuestros esposos o novios.
Evie está de acuerdo.
-Nadie juzga a nadie, digamos los porqué.
Lonnie se ríe.
-Hice que Jay se diera un golpe, y le salió un gran hematoma en la frente.
Uma se sonroja pero trata de disimularlo.
-Creo que dejé a Harry lleno de chupetones.
-Yo solo sé que Chad cayó tan rendido que no hubo modo de despertarlo- dijo Audrey.
Evie suspira.
-Dejé a Doug invalido- suelta como si nada.
Todas la vemos y estallamos en risas.
-¿Y porqué la reina de Auradon huyó de su rey? - se burla Audrey.
-Porque Evie me obligó a levantarme, en realidad no quería irme.
Ellas se ríen. Evie me saca la lengua y yo le muestro mi dedo medio.
Uma se estira hacia adelante.
-¿Jane?
-Tuve mi primera vez con Carlos anoche- admite la nombrada, completamente sonrojada.
Su cabeza está baja y pareciera que se siente avergonzada.
-¿Y qué tiene eso de malo? - cuestiona Uma.
-Es que habíamos acordado a esperar hasta dentro de un par de mesas, o sea hasta nuestra boda. Y estábamos ebrios.
Jane se pasa la mano por la cara.
-Me siento tan tonta.
Audrey la mira como si estuviera loca.
-No tiene nada de malo que lo hayan hecho antes de su matrimonio.
Todas asentimos.
-¿Te sientes así por lo que pensará tu madre? - le pregunto.
La culpa en la cara de la ojiazul es tan obvia que eso nos da la respuesta.
-Ya no son niños, Jane. Ambos son adultos con una vida y relación estable. Además, es su vida privada- dice Evie.
-Eso mismo le he dicho yo, pero está paranoica por lo que pensará el Hada Madrina- explicó la hija de Mulán.
Le doy una sonrisa reconfortante.
-No te des mala vida por eso, Jane. Tu mamá te amará tomes la decisión que tomes. ¿No es cierto, chicas? - pregunto y todas asienten.
Lonnie cruza en la avenida principal.
-Lamento interrumpir el romance, pero ¿les molesta si paso por la
farmacia? Mi cabeza está matándome, necesito algo para el dolor. Y bueno una pastilla para... Ya saben.
Las demás asienten.
-Yo necesito un Gatorade o algo para hidratarme -susurra Jane.
-¿Perdiste muchos líquidos anoche? - bromea Uma y todas hacemos una
mueca de asco.
-¡Uma!
La capitana del Lost Revenge solo se ríe.
-Creo que debo comprarle algo a Doug, no sé como habrá despertado después de...Eso.
-Ni siquiera voy a preguntar- declara Audrey, sin abandonar su mueca asqueada.
Me pongo mis lentes de sol y empiezo a sentir las miradas de todas sobre mí.
-¿Qué? - pregunto.
-¿Tú no vas a comprar nada, Malsy? - pregunta Lonnie.
Me tomo unos segundos antes de negar con la cabeza y mis cachetes se tornan rojos.
-Ben y yo hemos estado intentando tener un bebé desde mi cumpleaños- contesto.
-¿Qué? - los gritos de todas me hacen llevarme una mano a la frente.
-Sin gritos, resaca. ¿Recuerdan? - me quejo.
-¿Porqué no me lo habías dicho antes?- me reclama Evie, zarandeándome con emoción.
-Porqué no queríamos decir nada hasta que pasara. Y bueno, estuvimos dos meses sin poder seguir intentando, así que...
Lonnie estaciona su auto en la farmacia.
-Pues creo que después de todo ustedes sí serán los primeros en hacernos tíos- dice.
Yo me rio.
-Tal vez sí.
Evie me abraza, entusiasmada.
-Por las dudas, como futura madrina yo quiero comprarte una prueba de embarazo para dentro de unas semanas.
Me rio y le devuelvo el abrazo.
-De acuerdo.
Nos separamos y todas bajamos del auto. Esta mañana definitivamente comenzó muy diferente a como me lo imaginaba, pero en verdad comenzó muy bien.
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Otra escena hot de Beal para ustedes 😏
Aunque todo esté basado en los capítulos de ATDMV, me gusta darle el toque de ellos y del resto de los chicos.
Y debo admitir que es interesante escribir contenido más explícito.
Solo queda un capítulo, así que estén atentos.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 29/03/2022.
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