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Mal's POV:
Arreglé un poco mis mechones de pelo morado para hacerlo ver más natural. Se notan los ligeros destellos azules heredados de mi papá. Evie había hecho dos trenzas, una a cada lado de mi cara. Dizzy lo había ondulado suavemente.

-Te ves como una diosa- me alagó Evie, estirando sus labios en un puchero para terminar de retocar su labial rojo brillante.

-Me siento como una- respondí con una gran sonrisa en mi cara
mientras me veo en el espejo.

Cuando llegué a Auradon hace casi nueve años jamás me hubiera imaginado que estaría saliendo de fiesta un sábado en la noche, mucho menos estando tan arreglada. Mi autoestima no era la mejor en ese entonces, aún lucho un poco con ella, pero definitivamente me siento diferente. Aprendí a vivir con las imperfecciones y cicatrices.

A veces me siento bonita, algunas veces regular y en otras simplemente horrible. Y eso no está mal, es parte de aceptarse a uno mismo tanto en el interior como en el exterior.

Coloqué de nuevo mi anillo de compromiso y mi alianza de matrimonio en mi dedo anular izquierdo, notando que se siguen viendo igual de impresionantes e imponentes que los días en que Ben los posó en mis manos. Ya llevamos seis años casados, y han sido los mejores años de mi vida.

-Debo decir que usar ese vestido es la mejor decisión de moda que has tomado tú sola en un buen tiempo- prosigue mi amiga peliazul, delineando sus cejas frente al enorme espejo de su peinadora.

Estamos arreglándonos para salir esta noche. Chad y Audrey nos invitaron a una especie de viaje grupal este fin de semana por su reciente compromiso. Como una celebración. Nos iremos en tres autos hasta un club, y Ben y yo nos ofrecimos a recibirlos a todos en el castillo hasta que salgamos mañana al mediodía a la playa.

Mi papá viajó a Grecia con Perséfone, su ex y actual esposa, y mis suegros fueron a visitar al abuelo de Ben en Francia. Así que de todos modos solo íbamos a ser nosotros dos solos en casa.

No es como que no hubiéramos querido aprovechar la oportunidad dado a que él apenas acaba de regresar de un viaje cansado de dos semanas al reino de Kumandra (viaje al cual no asistí por todo el papeleo pendiente aquí); pero queríamos apoyar la idea semi improvisada de nuestros amigos.

Dizzy se encargó de mi maquillaje, sombras brillantes, delineado negro delicado y mi boca de color vinotinto.

Todas las chicas estamos en casa de Evie y Doug, mientras que los chicos están en el castillo de Chad. Supongo que habrán pasado gran parte del día jugando videojuegos y Tourney.

-No puedo creer que Ben y tú nos dejaran hacer todo esto sabiendo que es el primer fin de semana libre que tienen en meses- dijo Audrey mientras que veía su teléfono.

-Por esa misma razón lo hicimos. Necesitamos despejarnos por al menos un par de días- me senté junto a la castaña- Además, es tu día especial y el de Chad, lo máximo que hubiéramos hecho sería no aceptar la invitación.

Audrey sonrió y me abrazó.

-Sí, y se habrían quedado en el castillo dándonos sobrinos - se burló Lonnie, comiéndose un chocolate.

Le lancé un cojín mientras que ella y las demás se reían.

-¿Con quién se irá cada una? - preguntó la hija de Drizella.

Evie revisó los mensajes del chat grupal y me lo entregó para que lo leyera, ella terminaba de ajustar sus tacones.

-Nosotras- me señalé a mí misma, a mi mejor amiga y a Jane- Nos iremos en mi auto, el cual manejará Ben. Al igual que Doug y Carlos.

Lonnie siguió con la lista.

-Audrey, Uma y yo nos iremos en el auto de Jay con él y Gil- le dio una última mordida a su barra de chocolate.

-Y nosotras con Chad y Harry- completó la princesa voodoo, refiriéndose a ella y la pelirroja.

Asentí ante eso.

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Ben me envió un mensaje avisándome que ya están todos aquí. Le respondí que nos den unos minutos para esperar a Evie y Dizzy. Ellas tardaron más ya que nos ayudaron a nosotras.

Debo admitir que estoy algo nerviosa por su reacción a mi vestido. Mi marido y yo no hemos podido tener un momento de intimidad desde hace más de dos meses debido a la cantidad excesiva de trabajo que hemos tenido. Desde eventos y entrevistas hasta papeleo por el aniversario del reino.

Por esa misma razón la tensión sexual entre nosotros ha crecido notablemente. La verdad, no sé cómo hemos aguantado tanto.

Salimos de la casa pocos minutos después, repartiéndonos en los grupos que irían en cada auto. Lamí mis labios sin poder evitarlo al mirar a Ben. Usa pantalones negros y una camisa de un azul cobalto que solo hace resaltar más sus músculos y sus ojos. Esto es demasiado para mi pobre alma.

Él me mira y sus ojos bajan por todo mi cuerpo lentamente, mientras una sonrisa ladeada aparece en sus labios. Mis mejillas se encienden.

-Luces preciosa, mi vida- comenta, acercándome a él por la cintura con delicadeza.

-Tú no te quedas atrás, cielo- paso mis brazos por su cuello.

-Ven aquí- termina de acercarme para besarme.

Sonrió y acarició su cabello hasta que nos separamos. Él besa mi frente con cariño.

Mis manos están inquietas, así que las poso sobre su pecho, bajándolas ligeramente, sintiendo los músculos marcados en todo su torso.
¿Quién podría culparme por toquetearlo así? Es mi esposo, y me tiene tentada desde que lo vi apenas salí por la puerta.

-¿Tocándome tan temprano?

Me muerdo el labio inferior.

-Ujum.

Él se ríe y se acerca a mi oído.

-Creo que ambos estaríamos más cómodos si hicieras eso en un lugar más privado.

-¿Me está proponiendo algo indecente, su majestad?- finjo estar escandalizada.

Ben ladea su cabeza.

-Muy muy indecente, mi reina.

Lo aparto de mí y me suelto a reír para alivianar la tensión entre nosotros. Sino, terminaremos metidos en la primera habitación o lugar vacío que encontremos en los próximos minutos.

El castaño toma mi mano y nos dirigimos a saludar a los demás. Pasamos algunos minutos terminando de decidir la ruta para llegar al club al que iríamos antes de subirnos a los autos.

Ben va manejando, yo de copiloto y Evie, Doug, Carlos y Jane en las dos filas de asientos traseros.

La peliazul y su esposo hablan animadamente del viaje que planean hacer en los próximos días por su aniversario de bodas. Los dos menores nos cuentan sobre la fundación con la que está trabajando el refugio y veterinaria que ambos crearon.

Aunque a decir verdad logro notar cierta tensión debido a una decisión que tomaron sobre su relación después del matrimonio. Ya se imaginarán cual decisión fue.

(...)

-El lugar está lleno- comentó Jay cuando ya todos estábamos en el estacionamiento del club- Menos mal que tenemos acceso VIP.

-¿Qué esperabas? -responde Harry- Estamos en Verano, estos lugares se llenan en estas fechas.

Cuando llegamos al bar, me doy cuenta de que Hook no estaba
exagerando cuando dijo que estaba lleno. Hay una fila de gente afuera del
lugar y un aviso sobre la puerta que indica que está muy lleno y que no
garantizan la entrada así esperes horas afuera. El guardia se sorprendió ligeramente al vernos, dejándonos pasar. Claramente él y todos en la fila se dieron cuenta de quienes eramos.

Por eso no solemos hacer este tipo de salidas grupales. Es incómodo tener las miradas de todos encima de nosotros.

El local es más grande por dentro de lo que parece desde afuera. Hay muchas mesas repartidas por todo el lugar, un segundo piso que debe ser casi igual de enorme que el primero y varias máquinas de humo y luces de colores dando ambiente.

Subimos las escaleras al área VIP, donde nos espera una mesa, reservada por Audrey con anterioridad.

La cara de Gil se ilumina al ver a tanta gente divirtiéndose y bailando. Es bastante sociable y está soltero, así que es su "noche de cacería".

Nos sentamos en los asientos tapizados de color blanco, algo bastante arriesgado para ser un lugar donde la gente probablemente derramaría bebidas.
Nuestra primera ronda llega a la mesa. Son shots de vodka con distintas frutas. Todos tomamos uno y lo alzamos.

-¡Brindemos por Chad y Audrey, quienes nos darán sobrinos pronto! - gritó Jane.

Todos nos reímos. Se ha convertido en un chiste interno cada vez que una pareja del grupo se va a casar. Y lo broma sigue aún después de la boda, como podrán haber notado hace rato.

-¡Por Chad y Audrey! - gritamos y chocamos los vasos.

(...)

Evie, Audrey y Uma están ligeramente ebrias. Bailan alrededor de un tubo en medio de la zona donde nos sentamos. Lonnie simula lanzarles billetes mientras que sus novios hacen ruido.

Dizzy y Celia simplemente bailan tranquilamente con la música.
Ben, Carlos, Jane, Gil y yo somos lo que aún seguimos más cuerdos por haber ingerido menos alcohol. Y apenas son las diez de la noche.

Ben rodea mi cintura y yo tengo apoyada mi cabeza en su pecho.
Estamos hablando sobre cualquier tema al azar. Gil menea la cabeza al ritmo de la música. Al cabo de un par de minutos se levantó de su asiento.

-Iré a bailar. Tal vez tenga suerte esta noche - comentó.

Jay, quien definitivamente ya está borracho, venía con su brazo sobre el hombro de la hija de Mulán. Estoy segura de que la pelinegra está apunto de quitarse sus tacones.

-¡Ten cuidado! - le gritó cuando pasó a su lado.

-Tranquilo, bebé - le hace ojitos, batiendo sus pestañas- Solo tengo ojos para ti.

Nosotros soltamos una carcajada mientras que Jay trata de darle un golpe en la espalda. Por su estado y la distancia que ya había tomado el rubio, no logra dar con su objetivo.

Efectivamente, Lonnie se quitó sus tacones apenas se sentó en su silla. Los colocó junto a su bolso y estiró las piernas en los asientos libres.

-No más bebidas para mí - declaró. Miramos al moreno junto a ella, quien apenas puede mantenerse quieto- Y tampoco para él.

Me rio suavemente. Ben se iba a llevar a la boca el vaso con su cuba libre, pero yo se lo arrebaté. Antes de que reaccionara ya le había dado un largo trago.

-Amor- mi esposo hizo pucheros.

Carlos y Jane nos miraban divertidos.

-Ellos y sus peleas absurdas. Aquí vamos de nuevo- se quejó el pecoso.

La ojiazul le dio un codazo.

Ahora yo fui quien no tuvo tiempo de reaccionar, ya que de la nada el castaño comenzó a hacerme cosquillas en el estómago. Empecé a reírme descontroladamente.

Oí como sonaba un click de una cámara y vimos el flash. Volteamos la mirada y notamos que había sido Evie.

-¿Qué? Los dos son adorables cuando no se están comiendo entre ustedes- justificó.

Le saqué mi dedo medio y Ben se rió. Nos sentamos de nuevo y dejamos que ella y Doug volvieran a sus lugares.

(...)

Pasadas unas horas ya todos estábamos con mucho alcohol en nuestros sistemas.

Jane se durmió en el hombro de Carlos. Dizzy y Celia tratan de recuperarse hidratándose y comiendo. Jay y Lonnie volvieron a la pista. Evie está en plan niña chiquita con Doug. Chad y Audrey no han parado de bailar. Gil ha bailado con una chica y un chico. Y perdimos de vista a Uma y Harry hace como media hora.

Evie lleva unos cuantos minutos tratando de convencer a Doug de que adopten un cachorrito. Ni siquiera sé de donde salió esa idea.

-Douguie, porfiiii- suplicó, juntando sus manos y haciendo sus mejores caras de perrito.

-Princesa, ya hablamos de esto. No podemos hacernos cargo de un ser tan indefenso en este momento- le repitió pacientemente.

Los ojos de mi amiga se aguaron. Ben se escondió en mi cuello, tratando de contener la risa. Evie nos miró en busca de ayuda, pero con lo malpensada que es claramente entendió mal el gesto.

-Par de cochinos, al menos busquense un lugar - reclamó.

No pudimos aguantar más la risa.

-Eres un caso perdido, Evs- se rió mi marido.

Ella nos iba a reclamar hasta que se distrajo con la música. Jaló del brazo al de lentes y lo llevó hasta la pista.

-Ya está demasiado ebria- dijo Carlos, quien se había mantenido quieto para no despertar a su prometida.

Ben y yo asentimos ante eso. Mi esposo despeinó su cabello y continuó su conversación con mi mejor amigo. Yo solo los observo, con el alcohol fluyendo por mi sistema.

Hemos estado sentados abrazados toda la noche y hemos bailado muy cerca del otro. Decir que la tensión entre ambos no ha aumentado sería una mentira. Con el alcohol y el calor siento como mis mejillas y orejas están ardiendo. Pero Ben luce tan perfecto como cuando llegamos, y eso solo me acalora más.

El alcohol solo alborota más mis hormonas. Necesito tomar aire. Me disculpé un momento y me levanté de la mesa. Oí como Jane comenzaba a despertarse, aparentemente lista para continuar con la fiesta.

Al no conocer el lugar me perdí. Sé que hay dos salidas hacia una gran terraza. La más visible está al lado de la pista, y no quiero pasar por ahí con tanta gente. Y buscando la otra fue que me desorienté.

Terminé entrando al único lugar vacío que encontré. Sentí como una mano tomaba la mía. No me alteré ya que al instante supe de quien era.

-¿Me seguiste? - pregunto con diversión, girándome hacia él.

Veo como sus hermosos ojos verde-miel están iluminados por el amor y el deseo al mirarme.

-Yo también necesitaba aire fresco- dio unos pasos para quedar frente a frente conmigo- Y pasar al menos unos minutos a solas con mi esposa.

Sonrío sinceramente. Noto como su mirada se dirige a un costado de nosotros. Los dos tragamos grueso al ver el pequeño sofá. Nuestros corazones laten desenfrenadamente.

-Deberíamos volver- susurro.

El rostro de Ben queda a pocos milímetros del mío.

-Sí, deberíamos.

Relamo mis labios, observándolo. Recordando lo bien que se siente su cuerpo desnudo contra el mío.

-Sí, de verdad deberíamos irnos- continua él.

También me miraba con intensidad. Alzó mi vista para verlo directo a los ojos.

-¿Entonces por qué seguimos aquí?- pregunto.

Su nariz roza la mía y nuestros labios se abren en anticipación. Siento su aliento mentolado cerca del mío. Nuestras respiraciones están extremadamente aceleradas.

Él me toma con suavidad de la cadera y adentra su otra mano en mi cabello hasta llegar a mi nuca, haciéndome estremecer.

-Porque esta noche recuperaremos el tiempo perdido, princesa- murmura, contestando a mi pregunta.

Sus labios se estampan contra los míos, logrando que ambos perdamos el control.

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SE PRENDIÓ ESTA MIERDA.

Quería hacer este especial desde que releí ATDMV y al fin está pasando 🤭

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 25/03/2022.