𝐸 𝒫 𝐼́ 𝐿 𝒪 𝒢 𝒪.

♕𝑫𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂, 𝒊𝒏𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅...𝒐𝒍𝒗𝒊𝒅𝒐.♕

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

❝Tú no eras más que un pequeño
gato montés,
creyéndose un tigre blanco.❞

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

❛𝑳𝒐𝒔 𝒔𝒐𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝒂𝒑𝒐𝒄𝒂𝒍𝒊𝒑𝒔𝒊𝒔 𝒄𝒂𝒚𝒆𝒓𝒐𝒏, 𝒖𝒏𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒖𝒏𝒐 𝒔𝒖 𝒓𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒍𝒐𝒎𝒐; 𝒚 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒄𝒊𝒎𝒂 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒊𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆 𝒄𝒐𝒓𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒔𝒆 𝒂𝒍𝒛𝒐́, 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒏𝒂𝒖𝒇𝒓𝒂𝒈𝒊𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒓 𝒓𝒐𝒋𝒐, 𝑳𝒊𝒍𝒊𝒕𝒉 𝒔𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒅𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒑𝒆𝒓𝒑𝒆𝒕𝒖𝒐 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒂𝒏𝒔𝒐, 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒅𝒆𝒃𝒂𝒋𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒓𝒐𝒅𝒊𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒚 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒔𝒖 𝒎𝒖𝒔𝒍𝒐 𝒊𝒛𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒎𝒂𝒓𝒄𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒇𝒊𝒏 𝒔𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒏𝒆𝒖𝒕𝒓𝒐. 𝑳𝒂 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒂𝒖𝒓𝒐𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒕𝒊𝒄𝒆𝒔 𝒐𝒔𝒄𝒖𝒓𝒐𝒔 𝒚 𝒆𝒏𝒐𝒓𝒎𝒆𝒔 𝒎𝒐𝒏𝒕𝒂𝒏̃𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒉𝒊𝒆𝒍𝒐 𝒔𝒐́𝒍𝒊𝒅𝒐, 𝒔𝒆 𝒍𝒆𝒗𝒂𝒏𝒕𝒂𝒃𝒂𝒏 𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒎𝒊́ 𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖 𝒑𝒐𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒓𝒖𝒈𝒊𝒓. 𝒀 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒄𝒂𝒚𝒐 𝒍𝒂 𝒊𝒏𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒓𝒆𝒊𝒏𝒐 𝒂𝒃𝒂𝒕𝒊𝒅𝒐, 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒂𝒅 𝒏𝒐 𝒕𝒆𝒏𝒊́𝒂 𝒇𝒊𝒏, 𝒚 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒊́𝒂 𝒂𝒖́𝒏 𝒎𝒂́𝒔 𝒂𝒍𝒍𝒂́ 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒚 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔. 𝑺𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒍 𝒆𝒅𝒆́𝒏 𝒔𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂 𝒆𝒍 𝒇𝒖𝒍𝒈𝒐𝒓 𝒎𝒂́𝒔 𝒈𝒓𝒂𝒏𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒊𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 𝒉𝒂𝒃𝒊́𝒂𝒏 𝒗𝒊𝒔𝒕𝒐, 𝒚 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒂𝒗𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒍𝒂 𝒍𝒐𝒃𝒓𝒆𝒈𝒖𝒆𝒛 𝒆𝒓𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒚 𝒎𝒂́𝒔 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒂. 𝑷𝒆𝒓𝒐 𝒚𝒐 𝒔𝒂𝒃𝒊́𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒖𝒚 𝒑𝒓𝒐𝒏𝒕𝒐 𝒎𝒊𝒓𝒂𝒓𝒊́𝒂 𝒍𝒂 𝒔𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂 𝒂 𝒍𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒐𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏.❜

𝕻𝖆𝖗𝖎𝖘, 𝕱𝖗𝖆𝖓𝖈𝖎𝖆. 𝕬𝖇𝖗𝖎𝖑 23 𝖉𝖊 2024.

Los carros iban de un lugar a otro, rápidos y veloces como todas las mañanas frías que se miraban en Paris, en la calle Saint Michel, todos eran reservados y muchas veces groseros, llevaba un año viviendo aquí buscando a una bruja de nombre Monique Deveraux, era escurridiza y muy pocas veces se dejaba a la vista de las personas. La necesitaba para acabar con una maldición de hombres lobos que la asechaban; pero al final yo volvía a donde todo comenzó. La nada.

-Je le trouverai-murmure bajamente mientras bebía de mi vodka. [La encontrare]

- Je sais, Bella-murmuro mi apodo de mi segundo nombre- Je sais que nous soucions-Rocky sonrió. [Lo sé, Bella. Sé que te importamos.]

- Et ils vont toujours-dije dando el último trago para largarme del bar. [Y siempre lo harán]

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𝕸𝖔𝖘𝖈𝖚́, 𝕽𝖚𝖘𝖎𝖆. 𝕺𝖈𝖙𝖚𝖇𝖗𝖊 21 𝖉𝖊 2026.

La ensoñación del sentir abordaba mi sistema después de ingerir marihuana, una gran sonrisa salió de mi rostro al escuchar los parloteos de Lulú, mientras tomaba cerveza; los efectos no me duraron mucho al recordar que mi sanación era inmediata. Rápidamente me puse de pie saliendo de la casa de dicha nombrada, comencé a caminar por las calles desiertas y frías de la ciudad que me ha dado despojo en estos pocos meses buscando e investigando cosas sin sentido, misterios sin resolver y una bruja loca y desesperante que huye a cada paso en el que yo estoy más cerca que de costumbre. Mi respiración era pausada y lóbrega, pero no me detuvo, pues la nieve estaba casi alcanzando mis rodillas.

Y fue entonces que recordé que mañana saldría mi próximo vuelo; hasta que sentí como alguien me tacleaba fuertemente tirándome al suelo, al voltear me encontré con un vampiro que me sonreía.

-Idti...-murmuro mirándome-Koroleva Novogo Orleana. [Vaya... la reina de Nueva Orleans]

- YA ne Koroleva. [No soy ninguna reina]

-Klaus ne dumayu, chto to zhe samoye. [Klaus no piensa lo mismo]

Y no espere que dijera algo más, porque rápidamente le arranque la cabeza; después lidiaría con los enemigos de mi ex.

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𝕹𝖆́𝖕𝖔𝖑𝖊𝖘, 𝕴𝖙𝖆𝖑𝖎𝖆. 𝕵𝖚𝖓𝖎𝖔 5 𝖉𝖊 2029.

Mis tacones resonaron por el suelo de mármol y pedazos de cristal de la familia Brunni, descendientes de uno de mis primeros amores; mi largo vestido color rojo sangre hacia resaltar mi piel, mis ojos se miraban más grandes y profundos que de costumbre por el gran delineado que me había puesto. Un joven de no más de veinticinco años me miraba fijamente mientras humedecía sus labios. Subí mi compa de champagne en su dirección en forma de saludo mientras le guiñaba un ojo y le daba una fugaz sonrisa.

-Signora Salvatore-la voz del padre Vladimir se escuchó. [Señorita Salvatore]

-Fondatore-dije dándole un beso en la mano. [Padre]

-Marcus la stava cercando-me murmuro al oído. [Marcus la buscaba]

-Grazie-dije volviendo a besarle la mano y despedirme. [Gracias]

Comencé a caminar entre los invitados, hasta que me topé con el chico de ojos negros impactantes.

-Ho sentito che stavi cercando Monique-murmuro viéndome. [Escuche que buscabas a Monique]

-Lo faccio. [Lo hago]

-È in Marocco-dijo yéndose de ahí. [Esta en Marruecos]

Y con una gran sonrisa en mi rostro comencé a caminar a la salida, no sin antes llevarme un pequeño regalo a mi casa.

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𝕬𝖙𝖊𝖓𝖆𝖘, 𝕲𝖗𝖊𝖈𝖎𝖆. 𝕰𝖓𝖊𝖗𝖔 30 𝖉𝖊 2031.

Los colibrís chiflaban de una manera ruidosa mientras yo caminaba fijamente al pequeño café que se encontraba cerca del parque Garden, donde una visita inesperada se encontraba esperándome. Al llegar abrí la puerta haciendo que la campanilla sonara ruidosamente. Y entonces, sentados en él bar tomando bourbon, mis hermanos se encontraban. Con una sonrisa en mis labios me dirigí hacía ellos sentándome en medio de ambos.

-Años sin verte-murmuro Stefan abrazándome.

-Demasiados diría yo-dije.

-¿Qué ha sido de ti en estos largos años de ausencia?-me pregunto Damon.

-Estoy en busca de una bruja.

-¿Quién es?-me pregunto Stefan.

-Monique Deveraux.

-¿Estás loca?-pregunto Damon de golpe.- ¿cómo se te ocurre buscar a esa bruja?

-¿Qué sucede?-pregunte alarmada.

-Hace siete años Bonnie falleció...-dijo Stefan.

-Ya lo sabía.

-Pero no te dijimos quien fue la que la mato-explico siendo obvio.

-Maldición...-Murmuré.

-¿Por qué la buscas?-pregunto Damon.

-Necesito que rompa un hechizo que ella hizo.

-No te metas tanto Victoria, tú no conoces a todo el mundo-dijo Damon dando su último trago a la bebida y levantándose-cuando acabes tu aventura, te esperamos en casa.

-Te amamos-dijo Stefan besando mi frente.

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𝕴𝖘𝖗𝖆𝖊𝖑, 𝕵𝖊𝖗𝖚𝖘𝖆𝖑𝖊́𝖓. 𝕱𝖊𝖇𝖗𝖊𝖗𝖔 4 𝖉𝖊 2035.

'Y como de rosa candente, el zorro se juntó con el sátiro, despojándose uno del otro la condena del no amar...'

Cerré el libro fuertemente mientras miraba fijamente el cementerio Monte De Los Olivos, la tumba de Gamal Biton; un joven brujo que falleció a manos de Monique, algo dentro de mi sabía perfectamente bien que no todo estaba bien, cosas sin sentido y muchas dudas abordaban mi mente.

Y un gran recuerdo de cuando tenía nueve años llego de repente...

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𝖁𝖎𝖗𝖌𝖎𝖓𝖎𝖆, 𝕸𝖞𝖘𝖙𝖎𝖈 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖘. 𝕸𝖆𝖞𝖔 7 𝖉𝖊 1877.

Corría con el enorme calor de verano que se sentía fuertemente en el viento, mientras miraba como mi padre entraba con varios hombres a la pequeña casa de negocios que se encontraba cerca del ganado. Pero aquello solo quedo en mi mente cuando Damon llego tomándome de la mano y llevándome a otra parte.

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𝕬𝖈𝖙𝖚𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉.

Suspire mientras me ponía de pie y tomaba la pala y un gran martillo lista para buscar y encontrar él misterio dentro del ataúd de ese brujo. Que Dios me ayude.

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𝕸𝖊́𝖝𝖎𝖈𝖔, 𝕲𝖚𝖆𝖓𝖆𝖏𝖚𝖆𝖙𝖔. 𝕸𝖆𝖗𝖟𝖔 20 𝖉𝖊 2037.

Mis tacones se escucharon en todo el museo de Alhóndiga de Granaditas, mientras el aire era levemente frio; mis ojos viajaban por toda la construcción antigua que se encontraba a mí alrededor. Hace un año me había puesto a viajar por todo México buscando a la maldita bruja Deveraux, quien se escondía por cualquier rincón del mundo, y yo comenzaba a desesperarme.

-Señorita Salvatore-la voz de Rosa se escuchó a mis espaldas.

-Si-pronuncie el español de la mejor manera que podía.

-Un joven la busca.

Y sin más la empleada desapareció por la gran puerta; yo comencé a caminar hasta que mis ojos azules chocaron con los ojos de Kai Parker. Su sonrisa de lado se hizo presente mientras se acercaba a mí a paso decidido.

-Tiempo sin verte, Victoria-murmuro mientras me daba un abrazo, el cual yo devolví.

-Demasiado diría yo-dije.

-Escuche que buscas a Monique Deveraux...-murmuro mientras daba una pequeña vuelta de lado.

-No te equivocas.

-Me uno a ti en su cacería.

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𝖂𝖆𝖙𝖊𝖗𝖋𝖔𝖗𝖉, 𝕴𝖗𝖑𝖆𝖓𝖉𝖆. 𝕹𝖔𝖛𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊 27 𝖉𝖊 2040.

El sudor bajaba por mi frente, mientras mi respiración era entre cortada, una pequeña sonrisa salió de mi rostro cuando los recuerdos de hace unos minutos abordaron mi mente, Kai encima de mí, gimiendo, yo jadeando. Nuestros cuerpos unidos en uno solo... La fogosidad de hace unos momentos no se había ido del todo; pues no era secreto que desde hace un año habíamos comenzando a ser amigos con derechos, y aquello liberaba demasiado estrés y frustración.

-Como me encanta dejarte así...-murmuro en mi oído mientras lo mordía levemente.

-Eres un jodido loco-dije besándolo en los labios.

-Pero le perteneces a este loco-dijo besando mi cuello. Yo reí.

-No te confundas Kai, tú sabes muy bien quien te mataría al escuchar esas palabras.

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𝕰𝖉𝖎𝖒𝖇𝖚𝖗𝖌𝖔, 𝕰𝖘𝖈𝖔𝖈𝖎𝖆. 𝕯𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊 9 𝖉𝖊 2042.

El frio azotaba fuertemente mi cuerpo, mientras que corría por el gran bosque; Monique cada que podía volteaba hacia atrás burlándose de mí, aquello hacia que me diera más coraje y corriera más deprisa, mientras Kai intentaba darle con alguno de sus hechizos.

Mis ojos cambiaron a un amarillo intento, mientras intentaba taclearla; pero por arte de magia ella desapareció y yo frene abruptamente chocando un poco con Kai que se miraba enfurecido.

-Hija de perra-murmure controlando mi respiración.

-Es excelente en su magia.-dijo Kai.

-Ahora que recuerdo, nunca me has dicho porque la quieres muerta.

-Es una de las que creo mi infierno personal y me envió allá.

Yo no dije nada más, asentí con la cabeza y comenzamos a caminar hacia la salida del bosque, donde todo estaba tranquilo y en calma. Solo se escuchaban algunas aves y nuestras reparaciones.

-Alguna bruja debe saber dónde vive, o donde llega al final de todo-dije mirando a Kai a los ojos.

-Pero ninguna lo dirá por lealtad a Deveraux; a parte tú y yo somos fenómenos de la naturaleza.

Yo solo respire con frustración y pesadez al saber que ninguna bruja nos querrá ayudar, ni Bonnie Bennett que estuviera viva lo haría, solo por tratarse de Kai y de mí. Las lágrimas de desesperación salieron de mi cuerpo al recordar que tal vez jamás podría ayudar a la manada de licántropos, o que no podría vengar la muerte de Matt Donovan, o al final que Kai no pudiera vengarse a sí mismo. Controle mis emociones, limpie mis lágrimas y volví a levantar la cabeza. Pues yo sabía perfectamente bien, que la encontraría cara a cara y la obligaría a romper su hechizo, la mataría y todo volvería a la normalidad. Pronto volvería a ver a mis hermanos.

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𝕭𝖗𝖆𝖘𝖔𝖛, 𝕽𝖚𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆. 𝕵𝖚𝖑𝖎𝖔 21 𝖉𝖊 2045.

El calor era realmente insoportable, ahora que era tiempo de verano en Rumania; la gran biblioteca tenia aire acondicionado, que hacia el ambiente más ameno, mientras tanto yo buscaba algunas leyendas y mitos de la región, pues no era mentira que en Rumania llegaron a habitar miles de brujas. El Vechiul, era un antiguo libro enorme donde hablaba sobre las antiguas tradiciones de la ciudad, las brujas, los monstruos, mitos, leyendas, epopeyas, y demás que al paso de año quedaron solo en las memorias de las personas. Suspire acomodándome mejor y comenzando a leer detenidamente, hasta que encontré la leyenda de una bruja que fue torturada, y quemada en carne viva. La leyenda es llamada 'Ce este tăcut'. El nombre de la bruja era Raluca Balan, quien fue criada en Sibiu, y nacida un 31 de octubre. La historia narra que le vendió su alma al diablo y que obtuvo dones de hechicería negra, peligrosa y realmente oscura. Yo rodé los ojos riendo levemente, pues ese tipo de magia, es llamada 'Expresión', cerré el libro y camine apresuradamente; cuando llegue comencé a buscar a la familia Balan, y cuando la encontré vi su dirección. Una sonrisa salió de mi rostro y comencé a caminar a la salida. Saque mi teléfono y le marque a Kai.

-Encontré a una familia.

-Espero que sea poderosa.

-Yo también.

Y sin más termine la llamada, subiendo al auto y comenzando a manejar entre las calles de Brasov; cuando llegue a la casa, esta era de un color café oscuro con un jardín de hierbas muertas. Digna de una bruja que practica la magia de expresión. Subí el porche y toque la puerta, haciendo que una mujer de cabello rubio y ojos negros saliera y me mirara de arriba abajo con una mano en su cintura y una mueca de prepotencia en su rostro. Se miraba sucia y de una clase muy baja y grosera para mi gusto.

-¿Ce face o tânără doamnă a clasei ei, într-un loc ca acesta?- pronuncio en rumano. [¿Que hace una señorita de su clase, en un lugar como este?]

-Căuta Canca Balan.-pronuncie en rumano. [Busco a Canca Balan]

-Eu sunt. Simt aroma hibridă aici.- [Soy yo. Siento hasta aquí tu aroma a hibrida]

-Și mi-am mirosit vrăjitoarea. De fapt, am venit pentru asta. Știu că familia ta a avut o legătură cu Monique Deveraux.- [Y yo tu aroma a bruja. En realidad he venido por eso. Sé que tu familia tuvo conexión con Monique Deveraux.]

-E adevărat, înțeleg că este acum în Anglia.-su voz sonaba extrañada-[Es verdad, tengo entendido que ella se encuentra ahora en Inglaterra.]

-Multumesc-[Gracias]

Sin esperar nada más baje rápidamente de ahí, subí a mi auto y di marcha a otra parte. Pronto te encontrare Monique.

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𝕮𝖆𝖒𝖇𝖗𝖎𝖉𝖌𝖊, 𝕴𝖓𝖌𝖑𝖆𝖙𝖊𝖗𝖗𝖆. 𝕾𝖊𝖕𝖙𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊 30 𝖉𝖊 2046.

El correr del tiempo daba cada momento más y más fuerte, miraba la gente pasar de un lado a otro mientras el aire era frio, el día lluvioso y las calles un tanto vacías. El café donde me encontraba era muy poco transitado, y era perfecto para mí mientras me encontraba leyendo el periódico, sentí como alguien se sentaba, y cuando levante mi mirada Kol Mikaelson se encontraba delante de mí con una sonrisa.

-Es difícil encontrar a una viajera-murmuro riendo y tomando del café que tenía delante de mí.

-¿Qué haces aquí?

-Hace dos meses fui a Mystic Falls, y tus hermanos me dijeron que buscabas a Monique Deveraux.

-Es cierto; de hecho antes de irme a viajar le marque a Elijah, pues me había encontrado a Kai quien me decía que yo era la reina de Nueva Orleans, y me dijo algunas cosas de Marcel y ustedes.

-¿Qué fecha era en aquel entonces?-me pregunto mientras se sentaba mejor en su silla y me miraba fijamente.

-2021, habían pasado dos meses desde lo de Katherine.

-Lo recuerdo-murmuro poniendo su vista fijamente en la mesa.-Marcel quería que Hope hiciera un hechizo, bastante fuerte para ella, y Klaus dijo que no. Y comenzaron de nuevo las disputas por el reino.

-¿Y cómo se encuentras las cosas ahora?

-Victoria, el que yo esté aquí contigo no es coincidencia. Te necesitamos, tus hermanos están con nosotros en Nueva Orleans.

-¿Qué está sucediendo Kol?

-Marcel mato a Freya y su alma se encuentra en el otro lado, su cuerpo lo sanamos con sangre de vampiro, ella puede volver pero ocupamos a la bruja Deveraux; Hope ocupa otra bruja igual de poderosa que una Bennett.

-¿Y que hizo Klaus?-pregunte molesta.

-Intento matar a Marcel, pero los ancestros están con él, y lo único que recibió fue un sueño profundo con una estaca.

-Los ayudare.

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𝕭𝖚𝖗𝖌𝖆𝖘, 𝕭𝖚𝖑𝖌𝖆𝖗𝖎𝖆. 𝕬𝖌𝖔𝖘𝖙𝖔 13 𝖉𝖊 2050.

Mi sonrisa era demasiado grande, mientras que mi cazadora era gigante y su gorro tapaba casi toda mi cara, mis tacones se escuchaban en la calle de Majestic Seage, que estaba desolada y se podría presenciar las luces de algunas casas, que estaban encendidas. Kol y Kai se encontraban en Ecuador con un brujo de hierbas que le estaba ayudando con la localización de Dania Bennett, una bruja de Salem poderosa que quería muerta a Monique. Mi sonrisa se ensancho cuando de una de las casas salía Ivanka Vasilev.

-Znam kakvo doĭdokhte, Victoria Salvatore-dijo sin mirarme [Se a lo que viniste, Victoria Salvatore]

-Osvetete me.- mi sonrisa era más grande aun. [Ilumíname]

-Ti doĭde za sŭrtseto mi. [Has venido por mi corazón]

-Tova e vyarno...- dije acercándome lentamente a ella. [Es cierto...]

-Nyama da go imate.- dijo mientras subía su mirada hacia mí, y me hacía volar por los aires. [No lo tendrás]

Y fue entonces que deje fluir mi magia, haciendo que unos cables la tomaran fuertemente de los brazos, y vi como poco a poco salía sangre de sus labios, con una velocidad me acerque a ella arrancándole el corazón. Varias personas comenzaban a salir de sus casas para ver lo que sucedía, fue entonces cuando escape.

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𝕰𝖘𝖙𝖆𝖒𝖇𝖚𝖑, 𝕿𝖚𝖗𝖖𝖚𝖎́𝖆. 𝕸𝖆𝖞𝖔 9 𝖉𝖊 2052.

-Kolyeyi severim-dije mirando la pieza que se encontraba en mi mano. [Me gusta el collar.]

-O önemli büyücüler ailesinden, Monique istiyor.-me decía la señora delante de mí. [Es de una familia de brujos importantes, Monique lo quiere.]

-Alacağım- dije sacando el dinero. [Lo llevare]

El collar era una reliquia antigua de la India, varios brujos lo habían maldecido a lo largo de los años diciendo que un demonio lo había dado de regalo. Pero para que los demonios creyeran eso, significaba cosas malas; y por una extraña y macabra razón, Monique lo quería para algo malo que estaba tramando, y era mejor que lo conservara yo, para algo me sería útil.

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𝕭𝖊𝖗𝖑𝖎́𝖓, 𝕬𝖑𝖊𝖒𝖆𝖓𝖎𝖆. 𝕰𝖓𝖊𝖗𝖔 30 𝖉𝖊 2055.

El restaurante de la calle Unter den Linden, era muy poco transitado por los diversos asesinatos que habían ocurrido aquí, contaba la leyenda que las personas habían sido masacradas, otras colgadas y muchas otras personas decían que el restaurante las mataba, o que estaba maldito. Lo cual era muy cierto, un brujo dueño del local practica la magia de sacrificio, y es por eso que estoy aquí.

-Guten Tag-hablo la mesera viéndome fijamente. [Buenas tardes.]

-Guten Tag...-murmure viéndola de reojo extrañada, y volteando a ver el menú que se encontraba en mis manos.- Ich will ein mit Speck umwickeltes Rinderfilet, eine Flasche Wein und ich möchte auch mit Richelle Schell sprechen.- dije dejando el menú de lado, y mirándola fijamente. [Quiero un filete de carne de res envuelto en tocino con barbecue, una botella de vino y también quiero hablar con Richelle Schell.]

-Es ist nicht möglich, dass jemand mit dem. [No es posible que alguien hable con el]

-Ich schlage vor, Sie machen es möglich.-dije con una sonrisa, entonces ella paso grueso y comenzó a caminar lejos de mi.- Und vergiss mein Essen nicht! -grite riendo. [Te sugiero que lo hagas posible. Y no olvides mi comida]

Ella solo desapareció huyendo por los pasillos, sigilosamente la seguí hasta que la vi entrar a una extraña habitación, que pude deducir que era el despacho de Richelle, una gran sonrisa volvió a salir de mi rostro, yo no quería hablar con él, solo necesitaba su corazón. Con mi velocidad y magia le arranque el corazón. La mesera se encontraba en el piso temblando, y volteo a ver el cuerpo de su jefe en el suelo y luego a mí, yo le guiñe un ojo y luego le rompí el cuello. Que buena comida tiene Alemania.

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𝕮𝖎𝖚𝖉𝖆𝖉 𝕯𝖊𝖑 𝖁𝖆𝖙𝖎𝖈𝖆𝖓𝖔. 𝕯𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊 31 𝖉𝖊 2070.

La Basílica de San Pedro era enorme y realmente hermosa, todo de mármol y perfectamente bien hecho, con diversas vistas a la luz del sol; las personas se encontraban rezando y orando, y el gran recuerdo de cuando estuve la última vez en una iglesia, fue en Mystic Falls llego a mi mente.

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𝖁𝖎𝖗𝖌𝖎𝖓𝖎𝖆, 𝕸𝖞𝖘𝖙𝖎𝖈 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖘. 52 𝖆𝖓̃𝖔𝖘 𝖆𝖓𝖙𝖊𝖘.

La iglesia era de un tamaño regular, no había muchas personas pero tampoco habían pocas, todas rezaban mientras el padre daba su misa, tal cual había sido como ayer; aquel sacerdote era muy joven de enorme orbes color verde y un cabello castaño, como si el solo hubiese dibujado leve lienzos sobre él, escuchaba frenéticamente su corazón latir, y el deseo de matarlo se hizo presente desde ayer cuando choque con el fuera de la iglesia, en el jardín precisamente.

-Ir en paz queridos hermanos.-anuncio aquel sacerdote con una sonrisa.

Pacientemente espere a que todos los presentes salieran de aquel lugar, quedando solamente el sacerdote y yo, quien se encontraba con un cortafuego, apagando las velas de los cirios, estaba a espaldas de mí; y como buena depredadora comencé a acercarme a él lentamente, hasta que el dio la vuelta dando un pequeño brinco en su lugar.

-Me has asustado, hija mía-dijo con una pequeña sonrisa.

-He venido a confesarme padre.

-¿Quieres que lo hagamos en el confesionario?

-No, quiero hacerlo aquí-dije mientras me acercaba a algunos cirios aun encendidos, dándole la espalda al padre.

-Ave maría purísima del refugio-dijo el padre.

-Sin pecado concebido-dije alzando mis ojos volteando a ver al cristo delante de mí.-Perdóneme padre, porque he pecado.

-¿Qué es lo que has hecho, hija mía?

-He matado, mentido y engañado.

-¿A quién has matado?

-A inocentes, que no tenían nada que ver con mis decisiones, porque oh padre, no solo se mata con las manos, sino también con la lengua.

-El poder y la nobleza y misericordia de Dios, es inalcanzable.

-Entonces que me perdone Dios, padre. Porque hoy será usted, ese inocente que yo mate-y mis ojos cambiaron radicalmente y mi cara se deformo, dejando a revelación el monstruo oculto que yo era; y me abalance sobre el succionando su sangre, su gran grito poco me importo, quebré su cuello.

Cuando finalice, deje caer su cuerpo justo delante de los cirios, tome una vela y comencé a prenderlos todos de nuevo, todavía salía sangre de su cuerpo sin vida, voltee a ver al cristo delante de mí, persignándome y limpiando la sangre que estaba en mis labios y abriendo abruptamente las puerta de la iglesia, haciendo que el aire frio chocara con mi rostro, acción que hizo que mis ojos se cerraran, así que puse un pie fuera, comenzando a salir de aquel lugar, que en un tiempo lejano, había hecho mi primera comunión. Lo siento padre.

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𝕬𝖈𝖙𝖚𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉.

Una risa cínica salió de mis labios al recordar aquello, mentiría si dijera que me arrepentía de ello, porque la verdad era que no lo hacía en absoluto.

-Chi ride da solo, i loro mali ricordano.-Hablo un padre que se acercaba a mi lado. [Quien se ríe solo, de sus maldades se acuerda]

-Scusami padre, ricordi del passato. [Perdóneme padre, recuerdos del pasado]

-Apparentemente non li rimpiange.-dijo con una ceja alzada, mientras se sentaba a mi lado. [Al parecer no se arrepiente de ello]

-È vero, ma non è qualcosa di cui sono troppo orgoglioso. [Es verdad, pero no es algo de lo que tampoco, este muy orgullosa]

-A volte è bene liberare l'anima, godersi la tua visita. Dio sia con te.- dijo con una sonrisa mientras me daba la bendición. [A veces es bueno liberar el alma, que disfrute su visita. Dios la acompañe.]

-Grazie Padre. [Gracias padre]

El solo me sonrió, se paró y se retiró; yo suspire pesadamente volteando a ver el gran cristo que se encontraba delante de mí; un escalofrió me llego de repente, haciendo que volteara hacia la puerta donde se encontraba Caroline Forbes viéndome fijamente, con una pequeña sonrisa se acercó a mí, sentándose a mi lado.

-Supongo que soy la menos indicada para venir a verte-murmuro viéndome.

-Claramente lo eres.

-Te has perdido de muchas cosas en este tiempo.

-Lo sé, como el colegio que mis hermanos fundaron, que tú lo diriges y que ahí estudiaron Jo, Liz y Hope. Que las tres se hicieron grandes amigas y tienen diecisiete años eternamente ya. Se de muchas cosas que me perdí, el velorio de Bonnie, el de Jeremy, el de Matt y sobre todo el de Alaric. ¿A qué has venido?- pregunte volteando a verla.

-Hace poco me llego una carta...-murmuro sacando algo de su bolso- Al principio no le tome importancia, hasta que comencé a leerla y al final llegue a la firma.-dijo mostrándome.-Monique Deveraux me la envió hace una semana.

-¿Qué te decía en la carta?-pregunte con curiosidad.

-Que si no le daba tu cabeza mataría a Liz y a Jo.

-Maldita perra-murmure doblando la carta.

-No soy así Victoria. Reconozco que nunca me has caído del todo bien; pero no quiero tu muerte.

-Tú nunca me has caído mal, Caroline-me sincere-Siempre pensé que eras la mujer ideal para mi hermano. Y sigo manteniendo esa posición.

-Te lo agradezco. Pero no vengo solo a mostrarte esa carta.

-¿Pasa algo más?

-Vengo a ofrecerte mi ayuda junto a la de mis hijas.

-Gracias, porque por el momento no sé a dónde ir-me sincere por segunda vez.

-A Nueva Orleans; Monique acaba de llegar allá.-me miró fijamente. Y mis ojos se abrieron en asombro.

-¿Cómo lo sabes?-pregunte sorprendida.

-Anoche mientras viajaba hacia acá, Bonnie apareció en mis sueños diciéndome que al finalizar todo, ella llega a Nueva Orleans.

-Perra-murmure feliz poniéndome de pie.-Caroline, es momento de volver a ver a la familia-dije con una sonrisa.

-Me alegra escuchar eso-dijo comenzando caminar a la salida.

Y por primera vez en cinco décadas, esa fue la mejor noticia que había recibido; tome mi teléfono marcando a Kol.

-¿Sucede algo?-pregunto al otro lado de la línea.

-Monique vive en Nueva Orleans, me dirijo con Caroline hacia allá. Dile a Kai-dije sonriendo.

-Jodida perra-murmuro feliz-Te vemos en Nueva Orleans enfadosa.

Y con eso Kol Mikaelson finalizo su llamada conmigo. Voy en camino.

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𝕰𝖘𝖙𝖆𝖉𝖔𝖘 𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘. 𝕹𝖚𝖊𝖛𝖆 𝕺𝖗𝖑𝖊𝖆𝖓𝖘, 𝕷𝖚𝖎𝖘𝖎𝖆𝖓𝖆. 𝕰𝖓𝖊𝖗𝖔 5 𝖉𝖊 2070. 𝕮𝖎𝖓𝖈𝖔 𝕯𝖎́𝖆𝖘 𝕯𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘.

La sensación de volver al lugar donde alguna vez tuve momentos felices con Niklaus Mikaelson, había hecho que los recuerdos del pasado volvieran a resurgir en mi interior, trayéndome pequeñas lágrimas de felicidad al saber que volvería a ver a todos aquellos que yo amo. Volver a ver al hibrido original que me había robado cada pedazo de mi alma, de mi felicidad, de mi deseo y anhelo. Pues mis sentimientos por él no se habían ido del todo, ¿Cómo olvidar a tu primer amor?, ¿a tu amor verdadero?, ¿tu primera vez? Yo no soy el tipo de personas que olvida fácilmente, que deja de lado todo aquello que vivió y que disfruto. Porque independientemente de los problemas que hubo, las peleas y los inconstantes rechazos, hubo un momento de tranquilidad y felicidad donde cautivo a todos en algún momento.

El día era helado, el aire movía algunas ramas de los árboles y las calles era transitas por personas con enormes sonrisas en sus rostros. Nueva Orleans era la misma desde el último día que había venido aquí, todo era pintoresco y lleno de música, con personas bailando, pintando y cantando. Y eso solamente me recordó aún más a Klaus y su hermosa sonrisa torcida maliciosa que siempre cargaba al pasar de los días. Una sonrisa ilumino mi rostro cuando en el bar Rousseau's se encontraba Elijah esperándonos con una enorme sonrisa, y con su impecable traje. Corrí y me lance a sus brazos, donde el me estrecho fuertemente contra él.

-Mi niña...-murmuro contra mi cabello-Demasiado tiempo sin ti.

-Muévete Elijah, yo la extrañe más-la voz de Rebekah inundo mis oídos.

-¡Bekah!-grite eufórica abrazando a mi rubia amiga, que ahora mantenía su corte de cabello sobre sus hombros.

-Te extraños todos-la voz de Finn se apropió del lugar.

-Yo mil veces más-dije abrazando al último Mikaelson que me faltaban.- ¿Y Hayley?-pregunte.

-Esta con Hope-murmuro Finn. Todos se miraban ojerosos y cansados.

-No preguntare por Klaus-murmure viéndolos.

-Cuando logremos el objetivo con Deveraux lo podrás abrazar-dijo sonriéndome Elijah.

-Y coshar-dijo Kol.

-No nos sorprende tus comentarios inapropiados-murmuro negando con la cabeza Finn.

-Lo que pasa es que no me aman-murmuro Kol triste.

-Cálmate malquerido-murmure tomándolo del brazo-Camina, hay cosas que hacer.

Todos reímos y nos subimos a los autos correspondientes, Kai ya estaba en la mansión con mis hermanos y con Caroline, se adelantaron por asuntos de brujos, pues Dania Bennett estaba con ellos junto a Liz, Jo y Hope haciendo el hechizo para traer de vuelta a Freya. Pues la única que podía quitarle el poder a esa estaca que Klaus tenía en su pecho, era Freya.

Cuando llegamos a la mansión, había plantas por todos lados, y algunas cabezas de vampiros colgadas en la entrada, aquello hizo que un enorme escalofrió recorriera mi espalda, entramos y me encontré con mis hermanos hablando con Kai y sacando grimorios, cuando me vieron sacaron una enorme sonrisa y se levantaron para ir a abrazarme, Kai sonrió y se levantó dándome un beso en la comisura de los labios, cosa que extraño a mis hermanos porque me vieron fijamente. Yo pase en seco y tome mi laptop sacando información, a los minutos llego Caroline acompañada con una chica de ojos negros y cabello pelirrojo, supuse que era Dania; detrás venia una chica rubia y una castaña, quienes deduje que eran Liz y Jo. Pero hasta atrás venia una chica, que su cabello era entre castaño y rubio, y sus ojos eran enormes de un color azul avellana, a su lado venia Freya quien se miraba moribunda y demasiado delgada. Hope Mikaelson se encontraba delante de mí, y al verme sonrió enormemente y corrió a mi dirección abrazándome fuertemente.

-Victoria...-murmuro mientras me tenía abrazada.

-Hola Hope; ya eres todo una señorita-dije sonriéndole con dulzura.

-Si, en unas pocas horas traeremos a papa de vuelta-dijo sonriendo.

-Entonces hagamos que Freya se recupere.-dije con una sonrisa.

Al subir mi vista, de las escaleras bajaba Hayley y Davina, quienes al verme sonrieron y bajaron más rápido dándome un abrazo.

-Cuanto tiempo...-dijo Davina separándose de mí.

-El suficiente para saber que ya necesitaban mi ayuda-dije riendo.

-Klaus es en realidad quien la necesita-explico Hayley.

-Lo sé, Deveraux no se detendrá.

Todos guardamos silencio un momento, pero Kol lo rompió trayendo algunas cosas para los hechizos correspondientes, Freya fue a comer y descansar un momento, su magia y su fuerza estaban un poco débiles; al poco rato por la entrada principal apareció Enzo con algunas cosas, quien al verme sonrió y me dio un abrazo. Todos estábamos haciendo algo, buscando hechizos, llevándolos a cabo, buscando información...miles de cosas a la vez.

-Marcel quiere una guerra-hablo Elijah apareciendo repentinamente.

-¿Qué?-pregunte exaltada.-Ese idiota está enfermo, no habrá guerra.

-Sabe que si hay una guerra, no somos lo suficientes fuertes sin Klaus.-explico Damon.

-Hijo de puta-murmure.

-Despertare a Klaus-dijo Freya bajando de las escaleras, se miraba mejor que antes-Me siento perfectamente bien, y en todo caso de más poder puedo canalizar a Elijah, Finn y Rebekah-explico.

-De todas maneras yo hare el hechizo con ella-explico Hope.-También lo hará Dania, Jo y Liz.

-Entonces no perdamos más tiempo-dijo Kol poniéndose de pie y tomando los grimorios.

-Victoria necesitamos que hagas algo mientras nosotros traemos devuelta a mi hermano-dijo Elijah sacando un pequeño papel con una dirección.-Ve con Marcel y distráelo.

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El lugar donde Marcel vivía, era muy bonito, grande y pintoresco; tenía una enorme fuente donde lo único que brotaba era sangre, lo cual no me sorprendía, sus vampiros me miraban de una manera superior, a lo que yo los miraba de manera prepotente.

-¿Dónde está Gerard?-pregunte harta.

-No debemos de darle información a alguien como...tu-murmuro uno.

-Mira imbécil-dije acercándome a el-Yo soy superior a ti, soy una hibrida con dones de bruja. Dime donde esta Marcel o te arranco tu asqueroso corazón.

-Tu valentía es sorprenden, ubicándote en el lugar en el que estas-la voz del hijo adoptivo de Klaus se escuchó de repente, interrumpiendo las palabras que el vampiro iba a darme.-¿A que debemos tu inesperada visita, Victoria Salvatore?-pregunto con una sonrisa.

-No puedes exigir una guerra-respondí sin más.

-¿Y porque no?-dijo riendo.-Soy el rey de Nueva Orleans.-dijo alzando sus brazos en forma de superioridad.

-A mí no me vas a venir con esa estupidez. Tu solo eres el rey de los bufones-dije con una sonrisa, la cual el borro enseguida.

-No dejo que nadie me hable así-murmuro amenazante.

-Ya apareció quien-dije con una sonrisa acercándome a él.-Y si no detienes tu estúpida orden de guerra, morirás-dije firme.

-Soy más fuerte que Klaus cariño, no es tan fácil matarme-dijo riendo, y sus amigos también se rieron.

-Pero no más fuerte que Hope Mikaelson.-dije con una ceja alzada en forma de superioridad.

-No me retes, Victoria-dijo amenazante.

-No, tú no me retes a mí ni a los Mikaelson. Te han tenido demasiada compasión, pero esta vez es diferente.

-No atrasare la guerra; es más.-dijo tomándome rápidamente de la cintura, y yo forceje intentando quitármelo de encima-Te matare, y les daré tu cabeza con símbolo de rebeldía-dijo besando mi cuello, y yo con toda las fuerzas que tuve en mi magia le hice un aneurisma.

-No me toques Marcel-dije molesta.

Todos sus hombres me rodearon en círculo, entonces yo sonreí de lado.

-No quieren hacer esto muchachos-dije riendo.

-Ataquen-escuche la voz de Marcel.

Y fue en ese momento que todos se abalanzaron contra mí, me daban golpes y rasguños, yo mate como tres, pero entre cinco me tomaron de los brazos y me encadenaron, una mujer se acercó a mi rasguñando mi mejilla izquierda, lo cual hizo que bajara mi cara, sentía como mi pulso comenzaba a acelerarse un poco, y fue entonces que mi lado hibrido salió, levantando la cabeza y dejando a la vista mis ojos amarillos. Sonreí y de un gran tirón rompí las cadenas, de uno en uno comencé a matarlos, les arrancaba el corazón con magia, los decapitaba o solamente los mordía así hasta que llegue justo delante de Marcel. Estaba cubierta de sangre y de mi boca salía un delgado hilo de sangre, el cual limpie con el dorso de mi brazo sonriéndole con suficiencia.

-Ahora puedo decirte que te superamos en número-dije con una sonrisa.

-Lo dudo-dije con una sonrisa, chasqueo los dedos y más vampiros salieron de los lados, volviendo a rodearme.-Disfruta tu estadía en Nueva Orleans cariño-dijo riendo, mientras se sentaba en una enorme silla.- ¡Ataquen!-grito eufórico.

Fue entonces que más vampiros se me dejaron venir, intentaba darles algunas patatas, pero estaba lo suficientemente débil contra tantos, entonces sentí como era empujada al piso y alguien se ponía sobre mí tomándome de mi cabello y estrechándome una y otra vez, constantemente, contra el suelo. Hasta que empecé a escuchar gritos y el que estaba encima de mí de un de repente ya no estaba, me di la vuelta viendo que sucedía, y poco a poco me puse de pie, todos estaban delante de Marcel viendo a alguien en específico, me acerque un poco más y divise a la única persona a la que no esperaba ver aun.

-Niklaus Mikaelson-murmuro enojado Marcel bajándose de su silla.-Creí que estabas en el otro mundo, divagando.

-Creíste mal; estoy aquí para tener de nuevo mi reino. Y así será-su voz después de tanto tiempo se escuchaba igual de hermosa.

-Klaus...-murmure acercándome a el-Quiere iniciar una guerra hoy-dije.

-Y se hará, estén listos para ello.

-Guerra quieres, guerra tendrás Marcellus.-dijo con una sonrisa Klaus.

Tomándome del brazo, ambos salimos de la mansión de Marcel, al estar lo suficientemente lejos, me soltó y tomo mi cara entre sus manos viéndome fijamente.

-No puedo creer que estés aquí-murmuro.

-Ni yo-dije con lágrimas y una sonrisa-Te extrañe.

-Yo más, amor.

No espere más y junte mis labios con los suyos, y aquello se sintió tan jodidamente bien, después de tantos años, meses y días; volver a estar con el hibrido original se sentía demoniacamente bien, me sentía tan completa y feliz.

-Debemos de volver, para alistar todo-dije respirando entrecortadamente por el beso.

-Sí, Deveraux y Vicent están con Marcel.

-Entonces hay que apurar todo.

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La casa de los Mikaelson era un gran baño de sangre, los vampiros de Marcel había llegado muy rápido comenzando a matar y dejar caos a su paso, pero Hope había sido más inteligente y creo híbridos leales, los cuales estaban matando fácilmente a los vampiros. En otra estancia Marcel y Klaus no dejaban de pelear y yo me encontraba junto a Hope y Freya listas para matar a Monique Deveraux.

La bruja se encontraba con una sonrisa de suficiencia ante nosotras, Hope estaba lista para enviar cualquier hechizo hacia ella, mientras Freya se encontraba a mi lado canalizándonos.

-Sabemos que ganare-murmuro divertida.

-Lo dudo-dije con una sonrisa.

-Solo son dos brujas comunes y corrientes junto a una hibrida. No tienen oportunidad contra mí.

-Soy Hope Mikaelson, la mejor bruja que ha existido hasta ahora, y la más poderosa. Puedo contra ti-dijo con una enorme sonrisa, Monique borro la suya y fue sustituida por una mueca de miedo.

-Las brujas nos ayudamos entre si-intento arreglar la situación.

-No si es por encima de mi familia-menciono Hope, y fue entonces que levanto su mano contra Monique recitando un hechizo. La bruja se levantó en el aire haciendo su cabeza hacia atrás mientras sus ojos tomaban un color blanco.- Magia absorbetur a luna sol animum. Spes Hope Mikaelson, Monique Deveraux maledictum pro suis sceleribus adolescere cum angelis suis: et animam meam in purgatorium reservant. [Que su magia sea absorbida por la luna, su alma por el sol. Yo, Hope Mikaelson, maldigo a Monique Deveraux, por sus crímenes cometidos y mando su alma al purgatorio.]

Cuando termino de decir eso, el cuerpo de Monique cayó al suelo sin vida, Hope se miraba feliz por su gran hechizo, yo hice una mueca sorprendida y voltee a verla con una sonrisa, Freya también estaba feliz por como su sobrina había logrado vencer a una bruja poderosa. Al voltear hacia atrás en las escaleras se encontraba Klaus, de espaldas al barandal se encontraba Marcel, pero algo sucedió, que el hijo adoptivo de Klaus cayo hacia atrás. Volví a subir mi mirada y me encontré con la mirada del hibrido, quien en su mano derecha sostenía el corazón de Marcellus Gerard. Y fue entonces que ese día 6 de enero de 2070 a la media noche, Niklaus Mikaelson se había convertido, nuevamente, en el rey de Nueva Orleans.

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𝖁𝖎𝖗𝖌𝖎𝖓𝖎𝖆, 𝕸𝖞𝖘𝖙𝖎𝖈 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖘. 𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖘𝖎𝖊𝖙𝖊 𝕬𝖓̃𝖔𝖘 𝕯𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘. 24 𝖉𝖊 𝕯𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊.

Todo era tan tranquilo ya, el colegio que mis hermanos fundaron estaba siendo muy bien dirigido por Caroline y por mí, todo estaba en paz en Nueva Orleans, donde la nueve regente de las brujas era Freya, de los licántropos era Hayley y de los vampiros era Elijah; pero quien mantenía el balance era Hope junto a Klaus, pero hoy era el día en que yo me marcha de Mystic Falls para volver a Nueva Orleans, Klaus venia caminando junto a Astrid, su sonrisa era enorme, tenía los ojos idénticos a los míos y el cabello color caramelo de Klaus. Era preciosa y era nuestra hija, no negaría que era un poco extraño que alguien que parecía de mi edad, me dijera mama, pero al paso del tiempo me había acostumbrado y tenía que hacerlo.

-Tía Caroline me ha dado mi certificado de graduación-dijo con una sonrisa.

-Me alegro, tu hermana ya quiere que aprendas con ella a ser una buena bruja.-dije sonriéndole.

-Mi hermana es igual de paranoica que papa-dijo riendo.

-Es bueno tener cuidado, Astrid-hablo riendo Klaus.

-Tío Kol no piensa lo mismo.

-Suficiente, es hora de irnos-dije caminando delante de ellos.

-Los tíos Damon y Stefan dicen que deberíamos de volver pronto. Pero al final dijeron que hoy irían a Nueva Orleans junto a Caroline, quieren ver a Liz y Jo.

-Me parece perfecto. -dije con una sonrisa.

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La navidad en familia era totalmente revoltosa, que mis hermanos convivieran con los Mikaelson era un caos, a veces había peleas, otras veces risas pero al final todo era igual de 'armonioso'. Nueva Orleans era adornado por nieve y luces de todos los colores, todos se encontraban en el pequeño jardín con la fogata que Rebekah había hecho, todos teníamos una foto en la mano lista para ser quemada.

-A veces los odio-dijo Klaus volteando a ver a mis hermanos-Pero decidí a su hermana como la mujer que quiero en mi eternidad, por lo tanto ahora son parte de mi familia.-dijo con una sonrisa y levantando su copa de bourbon.

-Tu sentimiento es correspondido, bienvenidos a la familia Salvatore-dijo Damon levantando su copa junto a Stefan.

-Por siempre y para siempre-dije con una sonrisa viendo el fuego.

-Siempre juntos-hablaron al mismo tiempo Astrid y Hope.

-Siempre-murmuramos todos.

Porque al final de cuentas, al final de las guerras y de las disputas, al final de los malos entendidos y de todo lo que paso, la familia es poder, es amor y es lo que te mantiene unido. La eternidad es tan larga, y esto solamente era el pequeño inicio de todo. Yo sabía que cosas peores vendrían, que tal vez todo empeoraría o mejoraría, pero al final siempre estaríamos juntos. Quien diría que yo era 'la otra', para terminar convirtiéndome en parte de la familia Mikaelson. Porque yo soy Victoria Salvatore, y esta es mi historia...

𝕱𝖎𝖓.