𝐕𝐎𝐋𝐕𝐈𝐎́.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

❝Él era enigmáticamente hermoso,
un ser tan etéreo, 
que su belleza era maldita.❞

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

Decepción, es lo que sentía completamente dentro de mí, la decepción de saber que mís hermanos habían vuelto a sucumbir en los encantos de una Petrova; ¿qué es lo que tienen los Doppelganger, que todo el mundo las ama?, me había enterado de cosas que no tenían ni pies ni cabeza. Me dolía demasiado que Damon le haya prometido una eternidad de miseria a Stefan, o que se haya enamorado de Elena, sabiendo bien que era novia de su hermano. Me enteré de los herejes y sentí mí corazón romperse en miles de pedazos al saber que mí madre estaba aquí, al saber lo que paso entre ellos. Me enteré del infierno personal de Kai Parker, y que fue el lugar donde estuvo Bonnie y mí hermano mayor; me enteré en toda su plenitud de la vida de Elena Gilbert, que tiene un hermano que se llama Jeremy, que Damon mató a la hermana de Matt. Bueno...me enteré todo lo que han pasado en estos años, pero lo que más me perturbo fue sobre la llegada de los Originales a Mystic Falls, Matt me dijo que eran hermanos, los primero vampiros en realidad, y que Klaus Mikaelson era un híbrido despiadado, malvado y que siempre tenía lo que quería. Pero entre todos esos nombre el que capto totalmente mí atención fue el de Elijah. Yo en mil ochocientos sesenta y dos, cuando tenía catorce años, había conocido a un Elijah, era un hombre de mucho dinero, noble y honorable; de una apariencia recta e intimidante, pero bueno, fue hace muchos años aquello.

Ahora me encontraba molesta y demasiado triste por lo ocurrido en estos tiempos de mí ausencia, Matt hace algunos minutos había ido por una botella de Bourbon y se encaminaba hacía acá con ella en mano. Una sonrisa apareció en mí rostro, aquel joven era simpático y hermoso, pero debía de concentrarme en mí, pero era inevitable no querer enamorarme.

-Espero que no hayas extrañado mí ausencia.

-La extrañé lo suficiente para que mí felicidad volviera como tu regreso.

Ambos sonreímos y nos dispusimos a beber de aquella bebida, que para mí, era muy fuerte; ambos comenzamos a reír y bromear, a contarnos cosas del pasado. Por un momento me sentí plenamente feliz, hasta que sentí la presencia de alguien más a lado de mí. Stefan y Damon.

-¿Se divierten?-preguntó sarcásticamente mí hermano mayor.

-No estamos haciendo nada malo- habló Matt.

-Ella es menor de edad, y no puede tomar- dijo Stefan.

-Tah tah tah- hablé subiendo un poco mí dedo- Les recuerdo que tengo más de cincuenta años.

-No es excusa-dijeron al unisonó mís hermanos-Nos vamos Victoria. Ahora-termino de decir Stefan.

-No-dije con simpleza-Ya no soy una niña, y haré lo que me venga en gana.

Damon se miraba furioso, miéntras que Stefan se miraba asombrado por mí reciente rebeldía hacía ellos, pero aquello no detuvo a Damon ni por un momento, me tomo de la cintura y me cargo sobre su hombro, yo comencé a golpear y a gritar fuertemente; miéntras Matt intentaba meterse, pero era detenido por Stefan.

Al llegar a casa, mís ojos estaban vidriosos, y estaba sumamente molesta.

-No tenían por qué hacer eso. Me dejaron en ridículo frente a Matt.

-Acabas de conocerlo de hoy, Victoria-dijo Damon.

-¿Y eso que?-dije miéntras las lágrimas amenazaban con salir de mís ojos.

-Hemos tenido problemas con Matt-explicó Stefan-Él nos odia, y no dudaría buscar una manera de vengarse.

-Son ambos unos idiotas-dije con una sonrisa-Hijos de perra.

-¡No nos hables de esa manera, Victoria!-gritó Damon miéntras se ponía de pie.

-¡Les hablaré como yo quiera!-grité molesta.-Me enteré de todo, de mamá, de los herejes, de los Originales, de Kai Parker, de Silas...todo, ¿cuándo pensaban decírmelo?-pregunté.

-Matt te lo dijo-confirmo Stefan-Eran problemas nuestros de hace algunos años, cosas que no te interesan- dijo sin más.

-Bueno, Damon espero que te haya encantado acostarte con una sirena. Buenas noches.

꧁꧂

Yo nunca me había considerado el tipo de chica grosera y rebelde, siempre era reservada y calmada; pero simplemente sentía la traición en mí interior, la traición de mis hermanos hacia mí.

Los rayos del sol golpeaban de una manera fastidiosa en mí cara, ya estaba arreglada y lista para bajar, pero no quería toparme a mis hermanos, y su inquietante forma de ser.

Salí de mí habitación y comencé a bajar las escaleras, hasta que pude ver a Elena leyendo una revista, yo rodé los ojos y comencé a caminar hacía la cocina.

-Buenos días-su sonrisa era chillante.

-Hola-dije secamente.

-Stefan fue con Caroline, y Damon al Grill con Rick. ¿Quieres qué hagamos algo hoy?-preguntó con una sonrisa.

-No.

-¿No quieres ver películas, salir de compras...?-volvió a preguntar.

-Ya te dije que no Elena, no confió en ti y en esa cara de mustia muerta.

-¿Por qué me tratas tan mal si ni siquiera me conoces?

-Porque eres una Petrova, y sé que muy dentro de ti eres igual a Katherine.

-No, no lo soy.

-Claro que sí, anduviste con mís hermanos, jugaste con los sentimientos de Stefan. Tú eres una nueva Katherine Price, y jamás me cansaré de repetirlo.

Y sin más las ganas de desayunar se esfumaron, salí por la puerta y me encamine al Grill, estaba bastante furiosa. Podría jurar que Elena era igual a Katherine, manipuladora, egocéntrica, egoísta, arrogante que todo aquello ocultaba con su carita de niña buena. Ella era igual a ella.

Afuera de Gill, pude ver a Matt que al verme sonrió y yo devolví esa sonrisa.

-Hola-dije.

-Hola.

-Quería disculparme por lo de anoche, mís hermanos suelen ser muy protectores.

-Tranquila, conozco a tus hermanos.

Pero antes que yo pudiese decir algo más, la voz de Damon interrumpió mí conversación con Matt.

-¿Por qué haz insultado a Elena?

-No la insulte, solo le dije sus verdades en la cara.

-No tienes ningún derecho de hablarle así. Es mí prometida.

-¿Qué?-pregunté de golpe-Eres un idiota Damon.

Pero al parecer hoy era el día de las interrupciones, porque Caroline llego agitada y con preocupación en su rostro.

-Damon tenemos problemas.

-¿Qué paso Care?

-Klaus esta en Mystic Falls, él ha vuelto.

꧁꧂

Al parecer todos le tenían miedo a Klaus, yo me encontraba sentada en la sala de mí casa, miéntras miraba como todos estaban planeando algo para saber que quería el Original en Mystic Falls. Escuchaba que Elena decía que quería su sangre para sus híbridos, Stefan decía que venganza, y cada uno opinaba algo distinto.

-A lo mejor solo quieren pasar un tiempo de paz- comenté.

-Cállate- dijeron todos a la vez.

Yo me puse de pie y sin que nadie se diera cuenta me salí de la casa, comencé a caminar rumbo al bosque; era ilógico lo que ellos decían, tal vez aquel hibrido solo venía a estar un rato en paz y ellos hacían conclusiones estúpidas.

A lo lejos escuche el crujir de ramas, pero cuando volteé no había nada, hasta que volví a voltear hacía enfrente y me topé con un rubio de ojos azul intenso.

-¿Qué hace una dama, sola en el bosque?-su acento era como británico.

-¿Qué hace un hombre sólo en el bosque?-repetí la misma pregunta.

-Es de mala educación contestar una pregunta con otra, amor.

Antes de que yo pudiera contestar la voz de Stefan se hizo presente.

-Aléjate de mí hermana, Klaus.

Y aquello me dejo congelada. Niklaus Mikaelson estaba justo enfrente de mí.