─Chapter; T R E E.
𝐋𝐎𝐒 𝐎𝐑𝐈𝐆𝐈𝐍𝐀𝐋𝐄𝐒.
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❝Por siempre y para siempre,
fue el juramento
que marco un milenio infernal.❞
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En el bosque sólo nos encontrábamos Damon, Stefan, Caroline y yo. Esta
última tenía una mirada hacía Klaus llena de molestia y certidumbre, todos en realidad se miraban molestos, al lado de mí se encontraba el híbrido, quién miraba a todos con una sonrisa burlesca en su rostro.
-¿No se alegran de verme?-preguntó.
-No.
-En realidad nadie.
-Muérete.
-Que groseros-murmuró mirando al frente con una sonrisa cínica.-Así con que eres hermana de este par de idiotas-dijo volteando a verme.
-No la metas en esto Klaus-amenazó Stefan.
-¿Eres vampira?-preguntó extrañado.
-No, no lo soy.-mís ojos no se apartaban de los suyos.
-¿Cómo es entonces que estás viva?
-Es una larga y extraña historia que dejaré para otro día-dije.
-¿Por qué has venido?-preguntó Damon.
-He venido porque Nueva Orleans no era segura para mí hija, Hope-yo lo miré asombrada-Y porque mí familia quería estar en otro lugar-dijo con simpleza.
-¿Están todos los Mikaelson, aquí?- preguntó Caroline.
-Sí, lo están, amor-la forma en que Klaus se lo dijo a Caroline era melosa y coqueta.
-¿Sólo por eso has venido?-preguntó Stefan extrañado.
-No, también he venido a cumplir una promesa a Carolina-informó.
-¿Y cuál es esa promesa?-pregunté.
-Ser su último amor.
-Llegas tarde, Stefan y ella están casados-dijo riendo Damon.
-Si Stefan está muerto ella sería viuda-dijo con una sonrisa en su rostro. Una ira leve se apoderó de mí.
-Ni se te ocurra tocar a mí hermano-dije a la defensiva.
-Tranquila amor, se nota que eres un Salvatore. Me retiro.
Y a una velocidad sobrehumana desapareció de nuestra vista, escuché como Caroline respiroe pesadamente y Stefan la envolvía en sus brazos, Damon por su parte se me quedó mirando extrañado, pero aún así seguímos caminando. Al parecer Klaus tenía una pequeña obsesión hacía Caroline y aquello no me sorprendía, ella era hermosa, simpática y demasiado carismática; ¿quién no se enamoraría de ella?, mi hermano lo hizo y se casó con ella.
Al llegar a la casa Elena se miraba preocupada, y rápidamente fue a abrazar a Damon y besarlo, aquella acción hizo que rodará los ojos y que recordara cuando Katherine iba y abrazaba a Damon; sin duda era su réplica, la misma forma del cuerpo, el mismo color de cabello, los mismos ojos...la personalidad era parecida. Matt llego corriendo a mí lado y me abrazó, yo le correspondí al abrazo sin pensarlo. Tal vez empezaba a atraerme.
-Pensé que Klaus te hizo algo.
-Nada, sigo viva.
-Me alegro.
-Aleja tus manos de humano inmortal de mí hermana-Damon había dicho aquello molesto.
-Deja de ser tan grosero-murmure molesta.
Bonnie me dio una cálida sonrisa la cual yo devolví enseguida, pero algo llamo la atención de todos, porque voltearon a ver a una rubia de aspecto intimidante, era muy hermosa, alta y de buen cuerpo, que caminaba a lado de otra rubia de cabello corto. Ambas eran muy hermosas.
-¿Qué haces aquí Barbie Klaus?-preguntó Damon harto.
-Cállate idiota-dijo-Vengo a darles una invitación. Por cierto, ella es mí hermana Freya.-mencionó a la rubia de cabello corto.
-¿Una invitación a qué?-preguntó Caroline.
-A un baile, por nuestro regreso-dijo Freya.
-Si ustedes son el banquete, iré-dijo Damon. Yo lo golpeé con el hombro.
-Deja de ser tan grosero, intentan ser amables-le murmure al oído.
-Exacto-dijo la rubia volteando a verme-¿Quién eres tú por cierto?
-Victoria Salvatore.
-Esperó que no seas igual que el par de idiotas de tus hermanos, soy Rebekah, Rebekah Mikaelson.
-No serás amiga de mí hermana-dijo Stefan volteando a verla retadoramente.
-Su hermana, hasta el momento, me cae mejor que ustedes. Están invitados a la fiesta, hoy a las 8:00; en nuestra mansión. Y formales.
Y con eso las hermanas originales desaparecieron de nuestra vista, yo suspiré y volteé a ver de mala manera a Damon y Stefan que me miraban inocentemente, yo negué con la cabeza y me dispuse a ir con Matt que estaba hablando con Bonnie y Enzo, los tres voltearon a verme molestos, y yo me sentí extraña.
-No puedes ser amiga de Rebekah.-dijo Matt-Los Mikaelson son enemigos nuestros.
-Yo no estuve en el tiempo que les hicieron cosas malas, a mí no me involucren.
Y con eso me fui molesta al bosque, necesitaba pensar muchas cosas; entre ellas la llegada de los Mikaelson a Mystic Falls, Matt me había comentado todo lo que los Mikaelson les habían hecho, por ejemplo, Rebekah colgó a mí hermano de fierros en el techo de su casa, Klaus dejo muerto a mí hermano una hora, Kol casi mata a Jeremy y a Elena, cada uno se hacían cosas y se las regresaban, pero yo no tenía nada que ver en eso. En mí opinión debieron dejar que Elena se muriera y así ellos habrían conocido a alguien más; también me comento sobre Tyler, quién mí hermano mato cuando no tenía humanidad, me hablo de Jenna y la mama de Tyler que Klaus ahogo para dejarle en claro varias cosas entre ellos. Yo suspiré y decidí volver a mí casa, hoy sería la fiesta y necesitaba buscar que ponerme.
Al llegar Caroline traía dos vestidos en mano, y cuando me vio sonrió y yo le devolví la sonrisa, se acercó a mí y me tendió un vestido, era de color azul cielo y muy elegante.
-Faltan quince para las seis, es mejor que te bañes, yo te ayudare a arreglarte para la fiesta de hoy.
-Gracias Caroline.
-No tienes nada que agradecer.
Con una sonrisa en mí rostro subí a mí habitación, cuando entré encontré unas zapatillas de color plateado y una nota:
꧁
Espero que te gusten, como también espero verte esta noche en la fiesta y que seas mí acompañante.
-Matt Donovan.
꧂
Una sonrisa apreció en mí rostro al leer la nota, tal vez Matt sea mí príncipe azul; me metí a bañar y cuando salí me puse el vestido y las zapatillas, a los segundo llego Caroline y comenzó a arreglarme.
-¿Cómo fue que te enamoraste de mí hermano?-pregunté.
-Ambos nos convertimos en mejores amigos, comenzamos a ayudarnos mutuamente y sin darme cuenta me terminé enamorando de él.
-Vaya, me alegro que el haya superado a Elena.
-¿Por qué la odias tanto?
-Porque sé que dentro de ella, esta Katherine.
-Deberías de conocerla, ella no es igual a Katherine. Ya estas lista.
Decidí ya no decir nada, el maquillaje era natural y el peinado era muy sencillo por mí corto cabello; me encantaba como me miraba y por un momento me sentí feliz. Salí de mí habitación y comencé a bajar las escaleras donde se encontraban todos, Bonnie y Caroline traían vestidos hermosos, mientras que el de Elena era muy equis. Matt se encontraba ahí y yo le sonreí, y él también lo hizo y tomó mí mano.
-Te ves hermosa.
-Tú no te quedas atrás.
-Te ves muy linda-Elena me había dicho aquello con una sonrisa.
-Yo no puedo decir lo mismo de ti.
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