𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐎.

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❝No todos los monstruos,
 hacen cosas monstruosas.❞

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𝕯𝖎𝖊𝖟 𝕳𝖔𝖗𝖆𝖘 𝕯𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘.

Sentí como el aire me volvió a los pulmones y mis ojos se abrieron abruptamente, poco a poco me puse de pie y me encontraba en la habitación de Klaus, mi camisa estaba llena de sangre y el dolor agudo y punzante llego a mi cabeza, había un foco prendido a mi lado y las cortinas estaban cerradas, la luz me calaba demasiado y entonces salí, sentía como todo se movía a mi alrededor, con cuidado comencé a bajar las escaleras, el dolor seguía y un hambre inmensa me llego de repente, cuando llegue a la primera planta me encontré con Klaus sentado tocándose la cabeza, había rastros de sangre por doquier, pero ningún cuerpo, al sentir mi presencia el levanto su cabeza.

-Kol tenía razón-dijo poniéndose de pie y acercándose a mi tomando mi cara entre sus manos.

-¿De qué hablas?-mi voz había sonado ronca.

-Dijo que te había dado de su sangre antes de la pelea.

-Sigo sin entender.

-Anoche te mataron, Victoria. Estas en transición.

-Oh por dios...-murmure-¿Y Hope?-pregunte.

-Ella está bien, Hayley decidió llevársela esta mañana a Inglaterra de viaje, para que se distraiga.

-Tengo hombre.

-Tienes sed.

-Victoria-la voz de Kol se hizo presente-Te traje un regalo- del cuello de la camisa tomo duramente a un hombre que sangraba de su cuello, una punzada en la garganta llego y el olor a la sangre me dio demasiada hambre.-Bebe.

Rápidamente me acerque al hombre y sentía como mis ojos cambiaban, mis colmillos crecían y entonces los enterré en su cuello y comencé a beber, el sabor era tan delicioso que no quería parar, sabia exquisitamente bien, era como probar un filete, que no querías dejar, o una bebida que sabía perfectamente bien.

-Victoria, es suficiente-la voz de Elijah me llamo.-Si sigues así jamás te detendrás.

Pero no quería, entonces lo apreté más a mí, escuche los llamados de los Mikaelson e intentaron quitarme de él, pero era tarde su cabeza se encontraba en mis manos; yo levante mis cejas y la solté, me asuste por un momento, no quería que esto pasara, no quería matar a alguien.

-Yo...-comencé a decir.

-Está bien-dijo Klaus abrazándome-Todos se descontrolan en su primera vez.

-Lo mate-dije incrédulamente.

-Tienes que tranquilizarte-dijo Kol-tus emociones están a flor de piel y te hacen sentir más culpable de lo normal.

-De acuerdo-dije respirando y exhalando.

-Ve a bañarte amor-dijo Klaus-Te hará bien.

Yo solo asentí con la cabeza y comencé a subir las escaleras hasta llegar a mi habitación, cuando entre saque la ropa que me iba a poner, me quite la que tenía y la eche a la basura, entre al baño y abrí las llaves y entre, comencé a lavar mi cabello con el champo, después mi cuerpo y al final me puse acondicionador; pero me quede un rato el la lluvia artificial, necesitaba dejar que mis músculos se relajaran, esto era lo que quería, quería transformarme y sentirme fuerte, pero el solo hecho de pensar que mate aquel hombre no me dejaba en paz, sé que era nuestro ciclo y que a veces no nos controlamos cuando son nuestra primera vez, pero yo debí de haberlo hecho, se supone que he convivido con vampiros toda mi vida, debía de haberlo sabido, ¿o acaso solo necesito ordenar mis emociones?, yo creo que es eso, debo de solo concentrarme en una, y quiero algo feliz. Hope estaba a salvo, yo era vampira y todos los Mikaelson estaban bien, estaba feliz, y poco a poco la felicidad comenzó a abordarme, el sentimiento era intenso, fuerte, tan fuerte como ningún otro; nunca lo había sentido tan así. Cerré la llave de la ducha y salí envuelta en una toalla, volví a la habitación y comencé a cambiarme, me puse un vestido y unos tacones, me maquille y peine y salí de mi habitación. Comencé a bajar y todo ya estaba limpio, y entonces Elijah me sonrió y yo lo abrace.

-Te ves totalmente diferente mi niña-dijo.

-Lo sé-dije.

-Me alegro que hayas decidido transfórmate-Rebekah me había dado un brazo.-Ya quiero ver la cara y lo que dirá la doppelperra al verte.

-Yo igual-dijo Kol-Ya eres toda una señorita-dijo sarcásticamente.

-Cállate Kolibri-dije riendo.

-Eres una grosera-dijo riéndose.

-Bueno amor, mañana volvemos a Mystic Falls-anuncio Klaus.

-Mis hermanos me mataran al verme así-dije.

-Mira el lado bueno-me dijo Freya-Ya está muerta-y todos rieron.

-Buen punto-dijo Finn.

-Volviendo a Mystic Falls haremos una fiesta por ser una vampira-dijo Rebekah.

-¿También iremos de compras?-pregunte sarcástica.

-Claro que si-dijo-Ya es tradición.

Yo solo reí y Kol me tomo del brazo sacándome de la casa, ambos comenzamos a caminar hacia Rousseau's, la gente se encontraba bailando y tocando música, otros pintaban, cantaban, reían y hacían comida, sentí como alguien me tomaba de la cintura y era Klaus.

-Arruinaras nuestra noche de hermanos-dijo Kol.

-También soy tu hermano, idiota.

-Entonces te denunciare por incesto-dijo.

-Cállense, y vamos al bar-dije comenzando.

Cuando llegamos el bar estaba lleno, sin esperar hice que unas personas nos dieran una mesa y nos sentamos, pedimos varias botellas de bourbon comenzando a tomar y tomar, el alcohol me sabia mil veces mejor que antes, pedí tequila y tome como veinte shot's y por más que tomaba no se me subía el alcohol, comenzamos a reír y tomar, contamos anécdotas, después comenzó el karaoke donde yo decidí cantar la canción de Happy Togheter. Y así paso la velada, entre risas, canciones, bailes y muchas bebidas. Terminamos saliendo del bar donde un señor estaba tocando un piano, y le dije que si me dejaba tocas, me encantaba hacerlo, tocar cada tecla y combinarlas haciendo que el sonido saliera tan hermoso y distinto a los demás.

Cuando seguimos caminando por todo Nueva Orleans, Klaus me tomo de la cintura robándome un beso, sin duda alguna hoy era el mejor día de mi vida; me sentía totalmente feliz, plena y llena, tenía todo lo que quería, a Klaus, ser vampira, ser parte de la familia Mikaelson y la relación de mis hermanos. ¿Qué más podía pedir?