𝐈𝐍𝐎𝐏𝐈𝐍𝐀𝐓𝐔𝐌 𝐀𝐅𝐄𝐂𝐓𝐔𝐒

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❝En el valle de tus emociones,
yo era aquel árbol
 que crecía más alto
que ningún otro.❞

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𝖀𝖓 𝖒𝖊𝖘 𝖉𝖊𝖘𝖕𝖚𝖊́𝖘.

Un mes había pasado desde que me pelee con Klaus, de nuevo, desde que Kol me defendió y dos desde que Klaus no ha parado de acosar a Caroline Forbes; ya ha pasado un largo tiempo desde que cada que me cruzo con mis hermanos en la calle hago como si no existieran y ellos como si yo no lo hiciera, y tenía entendido que faltaba una semana para la boda de Elena y Damon, cada que recordaba aquello una ira y un dolor se ubicaba en mi corazón, no podría creer que mi hermano fuera tan ciego e idiota para caer de nuevo en los enredos de una Petrova. Yo por mi parte me sentía completamente extraña; Klaus y yo cada que podíamos teníamos peleas verbales, no me aguantaba ni yo a él, Elijah siempre terminaba separándome de él, y yo terminaba molesta en mi habitación junto a Hayley o Freya que me daban una clase o una charla de moral y sobre no molestar a Niklaus Mikaelson porque aquello podría traer consecuencias muy graves y horribles. Por otro lado, Davina, Marcel y Rebekah se habían ido a Nueva Orleans a atender asunto extraños con brujas del Barrio Francés, llevándose con ellos a los vampiros que también habitaban en la casa; mientras que en Mystic Falls quedaron Hope. Hayley, Elijah, Kol, Freya y Klaus, este último cada tres veces por semana iba a Nueva Orleans, a ver como estaban o iban las cosas por allá; y siempre volvía mas enojado de lo común por un tal Vicent.

Resumiendo todo lo anterior; los Originales tenían problemas con brujas locas, Klaus y yo peleábamos a cada momento sin parar ni un segundo del día, Elijah, Freya y Hayley estaban hartos de nuestras peleas absurdas, como hace dos días que nos peleamos por que camine más rápido que el a la cocina, o cuando Hope quería jugar conmigo y no con él, eran cosas absurdas que al final terminaban siendo tormentas en un vaso de agua.

-¿Qué haces sentada en mi sillón?-Klaus había llegado molesto.

-Leer, ¿acaso estas ciego o qué?

-Quítate.

-No.

-Es mi sillón.

-No dice tu nombre por ningún lado, idiota.

-Te voy a quitar yo.

-Inténtalo.

Entonces me tomo fuertemente de la cintura alzándome, yo comencé a patalear haciendo que el perdiera el equilibrio y nos cayéramos, yo quede encima de él; y por un momento ambos nos quedamos viendo a los ojos, mi mirada bajo a sus labios igual que la de el a los míos. Un deseo enrome de besarlo llego de repente, pero entonces me quite rápidamente.

-Eres un patán.

-Y tu una mocosa que no sabe seguir las reglas.

-Mínimo yo no acoso a personas comprometidas.

-Mínimo yo he tenido sexo en mi vida.

-Eres un cerdo prepotente e idiota.

-Y tu una pequeña niña tonta.

-¡Cállense los dos!-grito Freya llegando-Solo se la pasan peleando por cualquier estupidez.

-Tu hermano siempre inicia la pelea.

-Es porque nunca obedeces.

-is pirqui ninci obidicis-le arremede.

-Eres una inmadura.

-Y tu un decrepito testigo de los dinosaurios amargado y feo.

-Eres una...

-¡Klaus!-le reprendió Hayley-Deja a la niña en paz.

-Gracias-le dije alegre a ambas chicas-Me voy al Grill.

-No vayas a tener sexo con Donovan-murmuro divertido Klaus.

-Ni tu acoses a Caroline.

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Al llegar al Grill me encontré con Kol en la barra tomando Bourbon, rápidamente fui y me senté a su lado con una sonrisa, el volteo a verme de re-ojo alzando una ceja.

-¿Qué quieres Salvatore, enfadosa?

-Acabo de volver a pelearme con tu hermoso y queridísimo hermano, y me harte de estar en la casa.

-¿Y por eso vienes a fastidiarme a mí?

-¿Yo?-pregunte dramáticamente- Me ofendes.

-Hey Donovan, tráele a Victoria un bourbon doble.

Mi sonrisa se borró un poco al ver como Matt serbia el vaso y me lo ponía duramente frente de mí, con una mueca molesta.

-Provecho-me dijo en un tono molesto, y se fue.

-Ignóralo, aún sigue ardido.

Yo solo sonreí y comencé a beber, al voltear me topé con mis dos hermanos mayores, que al verme con Kol una mueca de enojo total abordo mi vista, pase en seco y decidí voltearme.

-Ignóralos-dijo Kol.

-Es difícil hacerlo cuando se trata de tus hermanos.

-Bueno, ponte a pensar que ellos les importa más Elena que tú.

-Deja de meterme en asuntos que no te incumben Kol-Damon había hablado mientras se acercaba a nosotros.

-Deberías dejar de hablarle a Victoria mejor-comento Kol mientras se ponía de pie.-O le diré a Klaus, y no les gustara.

-Sigue siendo nuestra hermana-dijo Stefan.

-Bueno, ahora ella es parte de la familia Mikaelson-Klaus había llegado diciendo aquello mientras hacía que yo saltara del susto-Les deje en claro que ella no hablara con ustedes.

-Ella puede decidir-dijo Damon acercándose mucho a Klaus.

-Ella ahora está bajo mi poder y mi cargo-murmuro Klaus molesto-Y ustedes así lo decidieron.

-Suficiente-dije poniéndome de pie-Ustedes eligieron su camino y yo el mío. Déjenme en paz.

-Pensé...-comenzó a decir Stefan, pero Kol lo cortó en seco.

-Ya eligió, déjenla en paz.

Klaus puso su brazo en mi cintura acercándome a él, poniendo su boca entre mi cabello y oreja. Aquello molesto a mis hermanos, porque Stefan nos miró asombrado.

-¿Ese era tu plan Klaus?-pregunto Stefan-¿Si Caroline no te hacia caso, era quedarte con mi hermana?

-Tú no me diste a tu esposa, me quede con tu segundo tesoro más preciado. Ni siquiera el primero.

-Eres un bastardo.

-Si lo soy, pero ahora puedes decir que tú hermana... ¿Cómo dices tú Damon a Elena? Oh sí, es mía-dijo con una sonrisa.

-¿Qué...?-pregunte intentado hablar pero Kol me interrumpió.

-Vámonos.

Y con eso salí junto a los hermanos Mikaelson del Grill, cada uno a mi lado dejándome en medio de ambos, voltee hacia atrás y mire que Damon y Stefan me miraban demasiado molestos. Yo trague en seco pero voltee al sentir el jalón fuerte de Klaus en mi brazo, Kol volteo a vernos con una sonrisa.

-Bueno los dejo, iré a Nueva Orleans para tener una cita con Davina-comento subiéndose a su carro.

-No te preocupes hermano, yo me hare cargo de Victoria.

Kol solo sonrió y se marchó de ahí, yo pase un poco en seco y nerviosa por quedarme sola con el hibrido original, me seguía tomando del brazo y ambos comenzamos a caminar hacia el bosque.

-¿Por qué les dijiste a mis hermanos que soy tuya?-pregunte molesta.

-Para que así dejaran de fastidiarte.

-Pues no vuelvas a decirlo, porque yo no soy tuya ni de nadie.

-Ni quiero que seas mía, si lo fueras me obedecerías.

-Si fuera tuya me tratarías con más respeto y suavidad.

-Cállate.

-Suéltame del brazo-y de un jalón me soltó.

-¿Por qué eres tan fastidiosa?

-Porque tú te la vives fastidiándome.

-Y tu rompiendo mis reglas; te dije claramente que no hablaras con tus hermanos y lo sigues haciendo.

-No eres mi dueño para que me digas con quien hablar y con quién no. Siguen siendo mi familia de sangre.

-La familia no te traiciona de la manera que ellos lo hicieron contigo.

Yo solo decidí quedarme callada, puesto ya habíamos llegado a la casa, rápidamente entre a la casa y subí a mi habitación molesta; en parte Klaus tenía razón en decirme aquello, pero debería de ser un poco más sutil para decirme las cosas, yo amaba a mis hermanos, independientemente de la traición que me hicieron, ellos seguían siendo mi familia. Pero eso no decía que ya los había perdonados, porque aquello era algo que no iba a hacer tan fácilmente, me habían roto en distintas maneras, dejaron a Elena sobre mí, me humillaron delante de ella, Stefan no me defendió en ningún momento y Damon rompió mi brazo; esas era y serían las razones por las cuales no perdonare a mis hermanos fácilmente; ahora lo que tenía en la mente era de mis emociones que comenzaba a sentir por Klaus, me gustaba pelear con él, hacía que me enojara con facilidad y sobre todo hacia que sus toques causaran leves cosas en mi interior. ¿Acaso me comenzaba a enamorar del hibrido Original?