𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐃𝐀𝐑𝐋𝐈𝐍𝐆

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❝Aprendemos a superar el cariño,

 cuando la necesidad por esa persona crece.❞

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Los largos caminos de la vida se cruzan cuando el destino comienza a darnos lo que necesitamos, y no lo que queremos; cuando dos personas se unen en una sola, cuando un grupo de desconocidos empiezan a ser amigos, o simplemente cuando comenzamos a madurar y dejar las indiferencias de lado, y empezamos a comportarnos como personas civilizadas, con objetivos en común que dependemos de todos, aunque sea solo algo muy efímero, aprendemos a sobrellevarlo. El miedo de volver a ver a personas del pasado, del volver a creer ciegamente, del caer al vacío inexistente y latente, hacía que los pequeños retorcijones dolieran más de lo que ya lo hacían, y que la vida fuera un poco más pesada y sobrevalorada de lo que ya se encontraba. Cuando aprendiéramos a romper aquellos esquemas que nos tenían prisioneros de una sociedad retrograda y llena de enemistades con problemas similares a muchos otros, podríamos evolucionar como sociedad, y podríamos ver que estaban hechas las cosas en realidad.

Desde que Katherine había vuelto, las cosas estaban más tensas, turbias e insufribles con todos; Damon y Stefan estaban molestos todo el tiempo, se peleaban y hacían escándalos por cualquier cosa, mientras que Elena y yo estábamos peor. El otro día casi la mato, cuando me insulto de una manera de menosprecio y con que era una bastarda; por otro lado, las cosas con Klaus estaban un poco mejor, había momentos tensos entre los dos, pero Kol llegaba y solucionaba aquello.

Me encontraba caminando en las calles de Mystic Falls, encaminándome al Grill donde Alaric me había hablado, diciéndome que teníamos que hablar sobre algunas armas y el plan que estábamos llevando a cabo; mis tacones resonaban fuertemente en las calles, las cuales poco a poco comenzaban a ser oscuras con el pasar de los minutos. Llegue abriendo las puertas y adentrándome al lugar, donde rápidamente fui con Alaric a sentarme.

-Eres puntual-me dijo mientras tomaba de su bourbon.

-Lo soy; ¿qué armas tienes?-pregunte

-Bombas de verbena, estacas, y algunas cosas más que te encantaran-dijo mientras me entregaba la maleta llena de cosas.

-Perfecto-dije viendo el interior-Comencemos a hablar del plan-dije subiendo mi vista hacia él, mientras cerraba la maleta.

Y así paso una larga hora, hablando, investigando y explicando las temáticas del como llevaríamos a Katerina Petrova a Italia; al final Alaric se retiró del local, y yo me encamine a la barra donde pude ver a Klaus y Kol bebiendo como siempre.

-Salvatore enfadosa-dijo Kol con una sonrisa en mi dirección.

-Colibrí-dije viéndolo con una sonrisa-Sociópata-dije viendo a Klaus.

-Bipolar-murmuro con una sonrisa.

-Rick acaba de darme las armas contra Katherine-dije mostrando la maleta en alto.

-Perfecto-dijo Kol tomándola.

-Volvamos a la casa entonces-dijo Klaus bebiendo de un trago, su bebida.

-Andando-dije yendo por delante.

Los tres salimos del Grill, encaminándonos al auto, Klaus dio marcha y desaparecimos por las oscuras calles de aquel pueblo, mi teléfono comenzó a sonar, y de entrada pude ver el nombre de Damon, así que conteste.

-¿Qué sucede Damon?

-¿Alaric te entrego la maleta?

-Sí, lo hizo.

-Perfecto-murmuro haciendo una pausa-Elena peleo con Rebekah.

-Por dios...-murmure tocándome las sien.- ¿No puede dejar de pelear solo por unos días?

-Al parecer no; como sea, te espero.

Y con eso el corto la comunicación, yo voltee a ver hacia enfrente donde Klaus me miraba por el espejo retrovisor.

-¿Todo bien amor?-me pregunto.

-Elena y Rebekah tuvieron una confrontación, pero todo está bien.

-No te preocupes cariño, ambas esta locas-dijo riendo Kol.

Yo solo reí, y me enfoque en el camino pensando en que tanto pueden llegar a causar problemas ambas doppelgangers, estaba de acuerdo que tuvieron un pasado difícil, oscuro y lleno de dificultades, pero en mi opinión, aquello no era excusa para que tengan aquellos tipos de delirios.

El auto aparco en la mansión Salvatore, de donde los tres bajamos rápidamente, y cuando entramos vimos la casa hecha un desastre, sangre por doquier y a Rebekah tomando algunas bolsas de sangre; su rubio cabello ahora parecía pelirrojo, y las venas de sus ojos se notaban más, a su lado se encontraba Elijah intentando tranquilizarla, lo cual al parecer no funcionaba. Por otro lado encontré a Elena con el cuerpo lleno de sangre, sentada encima de una mesa, y delante de ella estaba Stefan, igual, intentando calmarla.

-Perfecto; solo faltaba ver a Vicky-dijo con sarcasmo la doppelperra.

-El hecho de verte tampoco me causa alegría, lunática-dije molesta.- ¿Te encuentras bien Rebekah?-le pregunte sentándome a lado de ella.

-Sí, pero la maldita de Gilbert no sabe mantenerse en control.

-Para ser una original, eres demasiado lenta-dijo con una sonrisa Elena.

-Porque no te paras y te demuestro si soy una buena original o no-Rebekah se había puesto de pie encarándola.

-Tranquila, hermana-Klaus hablo poniéndose delante de ella-no caigas igual de bajo que la perra.

-Klaus tiene razón Rebekah-hable tomándola del brazo-No lo vale.

Solo escuche cuando la puerta se cerró de un portazo, percatándome de que Elena se había ido enfurecida por las palabras ya dichas de todos nosotros, Damon y Stefan suspiraron pesadamente y bastante molestos; yo por mi parte salí de la casa a respirar aire fresco, y detrás de mi venia Klaus.

-Creo que las cosas están turbias-dijo.

-Siempre lo han estado.

-Pero son un poco diferentes ya amor.

-No-murmure volteando a verlo poco a poco-No intentes eso.

-¿Intentar que?

-El decir que todo está bien, cuando ambos sabemos que todo está de la mierda.

-No todo lo está...

-Tú sabes que lo está, desde los problemas que pasamos, desde la carta que te deje, los problemas de mis hermanos, el irme a vivir con ustedes, lo de Katherine. Todo.

-Debieras dejar de pensar un momento en todos tus problemas y disfrutar un poco más.

-Lo intentamos Klaus, y las cosas no resultaron.

-Sabes Victoria; al principio creía que yo eres el mayor problema, porque tenía miedo que todos mis enemigos quisieran hacerte daño, tenía miedo a perderte y exponer mis sentimientos. Pero ahora me doy cuenta que tú eres la que tiene miedo de vivir, de disfrutar y decir a los cuatro vientos tus sentimientos.

-Eso no es verdad y lo sabes-murmure molesta acercándome a él amenazadoramente.

-Te elegí a ti, te elegí cuando creía que amaba a Caroline, te elegí delante de todos; y tú me abandonaste-dijo molesto y con su expresión dura.

-Yo también te elegí, sobre mis hermanos, mi familia y sobre mis decisiones, sobre mis creencias y hasta sobre mi misma. ¿Acaso estas diciendo que no te amo de la misma forma que tú a mí?-pregunte dolida.

-Si me amas como dices hacerlo, ¿Por qué me abandonaste?

-Porque te estaba haciendo daño Klaus; eres demasiado para mí-murmure soltando algunas lágrimas-Lo que te dije en la carta no es mentira; te amo, te admiro no sabes que tanto podría hacer por ti.

-Entonces olvidemos todo, empecemos tú y yo; solo en esto.

-No-dije decidida-No quiero que esto se vuelva monótono y aburrida, quiero que pasen años y que podamos volver a vernos con aquella pasión, respeto, cariño y amor que nos tenemos. No quiero aburrirte Klaus.

-No lo harás.

-Quiero las cosas distintas, y si eso implica sacrificar una parte de mí, lo hare.

-Espero que cuando te des cuenta de tu error no sea demasiado tarde-dijo comenzando a caminar para irse.

-No lo será; antes debo matar a una perra-murmure.

Y a velocidad desaparecí de la casa de mis hermanos. Lo siento Klaus; solo yo sé porque hago las cosas.