𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 𝐎𝐒𝐂𝐔𝐑𝐀.

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❝El pasado muere, el presente vive,

los recuerdos quedan y la vida sigue.❞

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Cuando llegue a Mystic Falls, lo único que hice fue subir rápidamente a la habitación, Elijah no estaba el día que llegue, pero Klaus ni siquiera me dejo subir ni encerrarme, me hizo limpiar la casa y que aprendiera así una lección, yo con lágrimas en mis ojos hice cada cosa que el hizo, mis manos sangraron un poco, cosa que no le importo; para él era una manera que olvidara a Gabriel y que aprendiera que no era bueno besar a brujos, que no dejara amores por cualquier esquina de la que pasaba, pero aquello solo hizo que extrañara más a Gabriel, en aquello pocos días de estar allá me había encariñado con él, y pensé que después del beso y comenzando a hablar más superaría al hibrido, pero Klaus arruino todo eso, arruino mis ganas de quedarme en Nueva Orleans por más tiempo, arruino mis sentimientos y mis ilusiones, y como iba arruinaría mi vida por completo. Me encontraba en mi habitación, con mi pijama y abrazada a mi almohada llorando, me sentía totalmente rota, seguía sin encontrar una explicación para lo que Klaus me había hecho, del porque se había comportado de aquella forma tan grosera y repulsiva; ¿Por qué volvió a besarme?, seguía sin entenderlo y el solo hacía que comenzara a odiarlo.

Decidí ir a caminar un poco, ahora no estaba Klaus en la casa, así que salí rápidamente y comencé a caminar llegando al bosque, donde a lo lejos vi como Elijah y Klaus peleaban con Damon y Stefan, mis ojos se agrandaron más al ver que Klaus tenia dentro del pecho de Stefan su mano, listo para sacarle el corazón.

-¡No!-grite fuertemente.-Suelta a mi hermano, Niklaus-entonces el saco rápidamente su mano del pecho de Stefan, volteando a verme.

-¿Qué haces aquí?-me pregunto molesto.

-Lo mismo que tú, está claro que no.

-Victoria-la voz de Elijah me saco de la mirada que tenía hacia Klaus.

-No Elijah, confié en que no lastimarían a mis hermanos, prometí la obediencia absoluta a tu hermano, ¿y así me pagan?-pregunte dolida, para ese entonces Damon tenía el cuello roto.

-Ellos te traicionaron-me dijo Klaus-Te humillaron y....

-¿Y acaso tu no me humillaste también?, estoy harta de todo esto, creo que lo mejor sería que recogiera las cosas de su casa y me fuera a vivir por mi cuenta.

-Victoria...aun puedes volver a la casa si quiere-dijo Stefan poniéndose de pie poco a poco.

-No, ustedes viven con sus esposas yo solo hare mal tercio.

-No tienes que irte-dijo Elijah-no volverá a ocurrir.

-No soy de tu familia para que me ruegues Elijah.

-Te quiero como a una hija.-dijo el honorable-¿Por qué crees que te he cuidado, que te he dado asilo y comida?

-Por cortesía.

-No, por amor.-mis ojos se inundaron de lágrimas y el me abrazo.

-Victoria-la voz de Stefan inundo mis oídos-¿Por qué los perdonas a ellos más rápido que a nosotros?

-Porque ellos siempre han estado ahí, y no dejan a otras personas delante de mí, y es lo que yo más tomo en cuenta; que no me traicionen.

Klaus volteo a ver con una sonrisa sínica a Stefan, y comenzó a caminar adelantándose a mí y Elijah, quien aún me tenía abrazada de los hombros; vivir con la familia Mikaelson te hace aprender a saber lo que es lealtad y confianza, y mis hermanos les falta mucho por aprender eso.

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Llevaba dos malditas horas sentada en la barra del Grill, esperando que Matt apareciera y pudiera hablar con él, pero el muy hijo de perra no aparecía; a lo lejos pude ver a Bonnie y Elena, entonces decidí ir a preguntarle a Bonnie sobre el paradero de este.

-Bonnie.-le hable, la nombrada volteo con una sonrisa en su rostro.

-Hola Victoria, hace mucho o te miraba.

-Lo sé, ¿sabes dónde está Matt?

-Eso a ti que te importa-hablo Elena-¿Tienes a Klaus, no es así?

-Tú tenías a Stefan y no te importo cambiarlo por Damon, y nadie te dice nada.

-Esa fue la última-dijo Elena apuntándome con su dedo para después tomarme fuertemente del cabello haciendo que ella callera encima de mí.

La gata, descendiente de las Petrova, comenzó a jalarme fuertemente del cabello, entonces yo le rasguñe la cara, y ella muy ofendidamente, me dio una cachetada, y aquello hizo que me enojara; di una vuelta y yo quede encima de ella, le di una cachetada a cada lado del rostro, y ella me rasguño las manos, entonces yo le metí un puñetazo en el rostro, justo en el momento que Damon y Klaus entraron al lugar y nos separaron.

-Se nota que eres una perra-me dijo Elena.

-Y tú eres una gran hija de puta, gata de cuarta.

-¡Y tu una bastarda que no se atrevieron a darle el apellido que merece!-y aquello me hizo quedarme pensando, ¿de que hablaba?

-¡Cállate Elena!-le grito Damon-No te permitiré que insultes a mi hermana, no esta vez y menos de esta manera.

-Soy tu esposa-dijo ella.

-Y ella es mi hermana, y siempre lo será.

-¿Por qué dijiste aquello Elena?-pregunto Klaus.

-Por nada-comento.

-Vamos repítelo si tantos ovarios tienes, maldita perra.

-Hay algo que nos enteramos de ti Victoria-dijo Damon volteando a verme.

-¿Qué es?-pregunte.

-Pasa a la casa al rato, Stefan y yo necesitamos hablar contigo.-dijo.

-No la quiero en la casa-dijo Elena.

-Es la casa de Victoria, y ella ira cuando quiera-dijo Damon.-Vámonos.

Y en ese momento solo vi como Bonnie, Elena y Damon salían del Grill, dejándome pensando que es lo que más me sorprendía de todo aquello, ¿qué Damon me defendiera, o lo que Elena me había comentado?, sentí como Klaus me tomaba de la mano con delicadeza volteando a ver mi rostro y suavemente toco mi mejilla derecha, y un dolor punzante se hizo presente.

-Te dejo un moretón-murmuro.-Llegando lo curare.

-No lo necesito-dije.

-Entonces muere del dolor-murmuro molesto.

-¿Qué no sabes ser más cortes?

-¿Y tú no sabes ser más agradecida?

Yo solo solté un bufido desesperado, pasándome de largo con él y saliendo del lugar; sin duda alguna jamás entendería los cambios de humor de Niklaus Mikaelson.