─Chapter; E L E V E N.
𝐍𝐈 𝐄𝐍 𝐓𝐔 𝐂𝐀𝐒𝐀, 𝐍𝐈 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐈́𝐀.
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❝La muerte esta tan segura de alcanzarnos,
que nos da toda una
vida de ventaja.❞
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Mystic Falls era un pueblo hermoso y tranquilo a la vista de la facción de los humanos, porque los seres sobrenaturales sabían bien lo que sucedía; ya era todo muy hermoso para que no pasara algo extraño en el pueblo. Hace dos días llego una manada de licántropos y se asentaron en el bosque, haciendo una civilización, por así decirlo, rápidamente, dicha situación no le gusto ni a los Originales ni a mis hermanos, quienes todos se encontraban nerviosos y molestos; pues Klaus se había ido a Nueva Orleans, y todos lo necesitábamos. Elijah me había prohibido terminantemente ir al bosque, o tan siquiera acercarme un poco hacia allá, dijo que los licántropos son de temperamentos explosivos y territoriales, por lo tanto me encontraba aburrida leyendo un libro en mi habitación.
-¿Te quedaras todo el día aquí?-Freya entro.
-No, al rato iré al Grill.
-Es que no creo que te guste la noticia que te tenemos-murmuro nerviosa.
-¿Qué paso?
-Hayley y Hope irán a un tour por Europa un mes, y yo iré a Nueva Orleans para controlar a la facción de las brujas.
-¿Y Klaus y Elijah?
-Klaus llega hoy en la tarde, y Elijah se encuentra con tus hermanos.
-¿Cuándo vuelve Kol?
-También hoy, pero en la noche.
-De acuerdo, que se diviertan-dije con una sonrisa.
-Si cariño-Freya me dio un beso en la frente y se fue.
Yo suspire derrotada, me quedaría con los tres hermanos Mikaelson sola, sin ninguna mujer; no me molestaba aquello pero tampoco me gustaba mucho; el hecho de que Klaus volviera esta noche me daba una alegría interna, ya lo extrañaba. Y aunque aquello sonara muy masoquista era la verdad, mis sentimientos por el hibrido habían cambiado notablemente de una manera extraña, es como si siempre necesitara verlo, tan solo unos segundos o unos minutos, para pelear o para charlas, pero lo necesitaba, y aquello no me gustaba para nada.
Cuando baje no se encontraba nadie, solo mire las notas de Hayley y Freya de que se habían ido, yo por mi parte tome un vaso de jugo y me quede viendo por la ventana, y las ganas de ir al Grill llegaron de repente; con una sonrisa tome las llaves y me fui de ahí.
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Al llegar me encontraba sentada en la barra tomando bourbon de una manera lenta, Matt aun no llegaba y eso me daba un poco de paz y me relajaba, pero no todo siempre dura mucho tiempo, porque alguien se sentó a mi lado, y al voltear a ver me encontré con Elena.
-¿Ya se te paso el berrinche?-me pregunto.
-A ti eso no te viene importando en absoluto.
-El sábado Damon y yo nos vamos a casar.
-No me importa.
-Eres su hermana debes de ir.
-¿Para verlo casarse contigo?, no gracias.
-Deja de odiarme.
-Me caes mal, eres estúpida y un réplica exacta de Katherine, jugaste con los sentimientos de Stefan y al final te quedaste con Damon; hiciste que mataran a Kol por tu estúpida cura, según tu porque no querías matar personas inocentes, pero aun así lo hiciste. Lloriqueabas por cualquier rincón de que no querías ser vampiro y querías que Damon fuera humano. Eres una persona egoísta, estúpida y condenadamente zorra. No mereces nada de lo que tienes ni mucho menos tus estúpidos amigos que se la viven defendiéndote. Eres una maldita Petrova igual a todas.
Y al decir eso me puse de pie dándome la vuelta y yéndome del lugar; estaba molesta y harta de Elena Gilbert y del interés e importancia que todos en este maldito pueblo le dan solo por ser una Doppelganger, estaba caminando tan rápido que no me di cuenta que había llegado al bosque, mi respiración se aceleró y un miedo comenzó a abordarme de sobremanera. Estaba sola a mitad del bosque, con licántropos cerca de mí; así que camine rápido a la salida de él, tenía miedo, pero sin darme cuenta alguien me tomo del brazo fuertemente.
-¿Qué hace una chica linda en el bosque...sola?-la voz de un hombre se coló en mis oídos.
-Intento llegar a mi casa, suéltame.
-¿Y si mejor nos divertimos?
-Suéltame-murmure molesta.
-Te ha dicho que la sueltes-la voz de Damon se escuchó-Ahora.
-¿Por qué debería hacerle caso a un vampiro?
-Porque si no la sueltas, te matare.
-Damon no...
-Cállate Victoria, es mejor que te vayas de aquí.
-La chica no se va.
Entonces Damon uso su súper velocidad y de un movimiento hizo que el hombre lobo me soltara y lo mando a volar hacia un árbol, pero cuan se levantó sus ojos se pusieron de un color naranja y saco sus colmillos; comenzó a correr hacia Damon, y entonces mi hermano me aventó hacia un lado, lo tacleo e intento morderlo, entre tantos movimientos no miraba bien, hasta que escuche un cuello roto, al voltear me encontré con el licántropo muerto.
-¿Qué hacías aquí?-me pregunto Damon tomándose del brazo.
-Me pelee con Elena y sin darme cuenta llegue al bosque.
-No me sorprende, es mejor salir de aquí.
Y rápidamente salimos del bosque, ambos íbamos caminando callados, al voltear vi que el brazo de Damon tenía una enorme mordida que comenzaba a ponerse de un color naranja y roja.
-Te mordió-confirme.
-Tranquila.
-Debemos hablar con Klaus para que te dé su sangre.
-Dudo que quiera dármela.
-Yo hablare con él.
Ambos ya habíamos llegado a la casa de los Originales, y vi el auto de Klaus afuera estacionado, una inmensa alegría abordo mi ser y una sonrisa se escapó de mis labios al saber que el hibrido ya estaba aquí...conmigo pero sin mí. El sonido de la puerta al abrirse hizo que volteara a la entrada, de donde salía Elijah y Klaus molestos al verme con Damon, pero algo los hizo parar un momento viéndonos con una ceja alzada.
-¿Por qué tienen el olor a licántropo?-pregunto Klaus.
-Por accidente termine en el bosque y tuvimos una confrontación con uno.
-Te mordieron Damon-afirmo Klaus.
-Necesita tu sangre Klaus-pedí.
-Lo sé, pero no se la daré.
-Niklaus-dijo Elijah.
-No se merece ser salvado después de lo que le hizo a Victoria.
-Por favor Klaus-le pedí levemente.
-N rogare-dijo Damon orgulloso.
-Victoria, hablemos a dentro. A solas.
-Me iré-dijo Damon yéndose de ahí.
Escuche el suspiro de Elijah y volteo a ver a Klaus negando con su cabeza.
-Iré con los Salvatore para informarme de que paso exactamente.-dijo el honorable subiéndose a su auto y despareciendo de ahí.
-Sálvalo, por favor. Es mi hermano al fin de cuentas.
-Dame algo a cambio y lo salvo.
-¿Qué quieres?-pregunte harta.
-Tu absoluta obediencia en todo.
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