𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐄𝐌𝐄.

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❝No me amaste en realidad
 no querías estar solo,
 o yo te hacía sentir bien
 sobre tu miserable vida, 
pero no me amaste; 
porque uno no lastima
a la persona que ama.❞

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𝕸𝖞𝖘𝖙𝖎𝖈 𝕱𝖆𝖑𝖑𝖘. 1863.

-¿Entonces dejara que Andrew Fell te corteje?-mi mejor amiga Ana me había preguntado.

-Aun no lo sé, su padre no quiere que tenga contacto conmigo.

-Tal vez lo dice por tus padres.

-Lo he pensado siempre.

Ambas sonreímos comenzando a caminar por el mercado del pueblo, buscando la comida para nuestras madres que nos habían pedido para la cena. Hasta que mis ojos chocaron con los de Andrew y sentí nervios, pero su padre iba a su lado, y el cual también era mi padre.

Y desperté.

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𝕬𝖈𝖙𝖚𝖆𝖑𝖎𝖉𝖆𝖉.

Estaba sudada y respirando entrecortadamente, aquel sueño no dejaba de molestar desde hace varias noches, y lo peor del caso es que había pasado hace bastante tiempo. Mi vida en aquel tiempo disponía en que mis padres me buscaran un buen marido que pudiera mantenerme y darme un buen apellido, y así pudiera formar una familia. Mi mare la mayoría del tiempo no aceptaba mis amistades, ni tampoco a Andrew; y ahora entendía porque. Mis hermanos se encargaban de cuidarme y cuidar de Katherine, y al final estaba mi padre, un hombre enfermo de ambición y de odio hacia todo aquello que no concordaba con su forma mezquina de pensar. Pero en aquel año mi madre ya no estaba vivía; ella a mis ojos había muerto cuando yo tenía nueve años de edad, Stefan tenía diez y Damon quince, el único más apegado a ella era Stefan, que siempre se la pasaba a su lado en todo momento, hasta que enfermo. Yo en realidad nunca fui apegada a mis padres solo a Damon que siempre me enseñaba cosas nuevas, y las demás veces me la pasaba con Ana y Emily. Recuerdo la primera vez que vi a Katherine bajando de ese carruaje con aquel elegante vestido, yo estaba llena de tierra y lodo porque mis hermanos estaban jugando con aquel balón de futbol, y yo por querer atraparlo me ensucie; la mirada que ella me dio fue de asco y de prepotencia, dicha que yo devolví con ira. Y desde aquel día todo cambio para mí, mis hermanos dejaron de darme la importancia que antes me daban, me dejaron de sonreír de la misma manera, dejaron de jugar conmigo y sobre todo de hablarme. Desde que aquello paso tuve demasiado problemas en mi vida, porque yo era muy ingenua en aquel tiempo, los hombres pensaban distinto, las mujeres era sumisas y yo por mi parte era maltratada brutalmente por mi padre.

El hecho de llegar a este nuevo siglo, pensé que todos los problemas se iban a ir pero no fue así al encontrar al Doppelganger de Katherine, tal vez Elena no era totalmente igual a ella y si quería a Damon, tal vez debía de darle una oportunidad de conocerla; pero comienzo a recordar cómo me trato, como lo hizo Katherine y todo aquello se bloquea en mi mente. No estaba dispuesta a querer conocer a Elena, no dejaría que nadie me volviera a tratar igual. Jamás.

-¿Qué te parece ir a Nueva Orleans la próxima semana, enfadosa?

-Si tú pagas todo, voy.

-Eres una lacra, pero al fin y al cabo lo pagare yo-murmuro Kol.

-Ya vez, eso hacen los mejores amigos-dije mientras me paraba y me sentaba en el sillón donde estaba el y lo abrazaba por los hombros recargando mi cabeza en la suya.

-Solo me usas para obtener fines materiales-dijo dramáticamente.

-Mínimo no te usa para sexo gratis-dijo Rebekah entrando.

-¿Dónde estabas hermanita?-pregunto Kol.

-No es de tu incumbencia.

-Al parecer alguien se la paso con Matt-dijo riendo Klaus mientras se acostaba en el sofá.

-Cállate Nick.-refunfuño Rebekah.

-Perfecto, nuestra hermana es una zorra-dijo Kol riendo.

-Los matare a los dos, par de idiotas.-dijo Rebekah.

-Sus gritos se escuchan hasta la cocina-Elijah había llegado con su semblante serio.

-Klaus y Kol me están insultando.- se quejó Rebekah.

-Dejen en paz a nuestra hermana-dijo Elijah.

-Iré a bañarme-dijo Rebekah comenzando a caminar hacia las escaleras.

-Eso hermana, ve a quitarte toda la suciedad que llevas encima-dijo Kol riéndose, y en respuesta ella le aventó un tacón.-Creo que iré con Davina a Nueva Orleans-Kol se había levantado del sillón.-Vuelvo en tres días y vamos para allá, Victoria.

-¿A dónde irán en tres días?-pregunto Klaus.

-A Nueva Orleans-dije.

-Yo iré con ustedes-comento.

-Perfecto, nos vemos luego.-Kol salió por la puerta.

-Yo iré a ver unos negocios con los fundadores, luego los veo-Elijah se fue igual.

Yo solo me quede sentada en el sillón donde anteriormente estaba Kol, mirando como Klaus pintaba sobre su cuaderno; su perfil era demasiado hermoso y perfecto, y sin darme cuenta ya estaba mordiéndome el labio del solo verlo.

-Deja de morderte el labio mientras me miras.

-No te estaba viendo.

-Siento tu deseo hacia mi persona en todos los sentidos de la palabra.

-Mejor concéntrate en tus pinturas.

-Mejor dime porque no quieres decirme que te gusto-Para ese entonces el me miraba fijamente.

-No me gustas.

-Entonces es atracción.

-No.

-¿Estas enamorada de mí?-y por un momento me quede callada.

-No lo estoy, nunca me he enamorado y no lo hare ahora.

-¿Entonces si te beso en este instante, no querrás tener sexo después?- su pregunta me sorprendió totalmente.

-¡Claro que no!-grite.

-De acuerdo, te intentare creer por el momento.

Entonces él se puso de pie comenzado a caminar detrás de mí, yo me puse de pie suspirando, pues si me comenzaba a enamorar del hibrido, al dar la vuelta choque con el de frente, pero él no me dejo ir, tomándome fuertemente de las caderas pegándome a él, yo trague en seco y se acercó demasiado a mí, haciendo que nuestro alientos chocaran.

-Entonces me negaras que no quieres besarme.

-No lo negare, porque enserio quiero besarte.

Y sin esperar nada más, ambos comenzamos a fundirnos en un beso que me encanto, el besaba excelentemente bien, y yo esperaba con ansias que me besara en este momento. ¿Acaso estaba volviéndome loca?