Ellos son los villanos con más presencia en TWS, si bien rara vez fungen como antagonistas principales, si son quienes más apariciones tienen en diferentes arcos de TWS

Toby tiene Inmortalidad Total, mientras que Natalie tiene Chronokinesis

*Véase Lista de Poderes para más información de sus habilidades

A continuación su historia de origen:

Toby y Natalie

Toby era un chico de preparatoria que vivía en un hogar lleno de indiferencia y rechazo. Sus padres nunca lo quisieron; lo tuvieron por accidente y jamás lo vieron como algo más que una carga. Creció sintiéndose invisible en su propia casa, lo que lo volvió inseguro y sumiso, convirtiéndolo en un blanco fácil para el abuso escolar.

Todo empeoró cuando descubrió su poder de regeneración. Al principio, pensó que era una bendición—ya no podía lastimarse, no tenía que temerle a las caídas o accidentes—pero pronto se convirtió en su maldición. Los abusadores de su escuela, al darse cuenta de que no podían matarlo, vieron en él una oportunidad: un saco de boxeo viviente.

Empezaron con golpes y empujones, luego pasaron a quemaduras con encendedores, cortes con navajas y finalmente, torturas más crueles, todo para ver qué tan rápido sanaba. Pero Toby nunca se quejaba, nunca pedía ayuda. Nadie se preocupaba por él, así que ¿para qué molestarse?

El punto de quiebre llegó una noche después de clases, cuando lo emboscaron en un callejón. Querían llevarlo más lejos con la tortura, ver si realmente era "inmortal". Uno de ellos, más violento que los demás, tomó un ladrillo y lo estrelló contra su cabeza con toda su fuerza. Toby cayó al suelo, su cráneo destrozado, su cuerpo inmóvil.

Los chicos rieron nerviosos, sin saber si realmente lo habían matado, pero decidieron huir y dejar el cuerpo ahí.

Pero Toby despertó. Su cabeza se reconstruyó en segundos, su visión se aclaró. Algo dentro de él hizo clic. Ya no sentía miedo. Ya no sentía nada.

Cuando regresó a casa, su madre ni siquiera lo volteó a ver. Su padre, borracho, lo insultó por llegar tarde. Toby tomó un cuchillo de la cocina y los asesinó sin pensarlo dos veces. Sus muertes no le provocaron ningún sentimiento; no eran más que basura que eliminar.

Al día siguiente, regresó a la escuela con un hacha de incendios y desató el infierno. No solo mató a sus abusadores, sino a todo aquel que estuviera en su camino. Para él, todos eran cómplices. La masacre dejó más de 30 muertos antes de que la policía lograra detenerlo.

Pero no lo llevaron a una prisión normal.

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Natalie nunca fue como los demás. Desde niña, su mente se aferraba a las cosas con una intensidad inquietante. Si le gustaba un juguete, no podía dejarlo. Si se obsesionaba con un libro, lo leía hasta memorizarlo. Y si una persona le llamaba la atención… esa persona se convertía en su mundo entero.

Cuando entró a la preparatoria, conoció a un chico y su mente se fijó en él. Nunca le habló, nunca intentó acercarse. Solo lo observaba desde lejos, registrando cada uno de sus movimientos, imaginando conversaciones en su cabeza. Era suyo, aunque él no lo supiera.

Pero su comportamiento no pasó desapercibido. Sus compañeras de clase comenzaron a notar su obsesión y la convirtieron en el centro de sus burlas. Un día, le jugaron una broma cruel: le hicieron creer que el chico que le gustaba quería verla en secreto. Natalie, emocionada, se arregló para la "cita", ignorando las advertencias de sus padres.

Pero cuando llegó al punto de encuentro, lo encontró rodeado de sus acosadoras, riéndose de ella. El chico la miró con desprecio y le dijo que nunca podrían estar juntos, que daba miedo, que era una "psicópata".

Algo dentro de Natalie se rompió.

Cuando volvió a casa, sus padres intentaron hablar con ella, pero su frustración y enojo explotaron de una forma que ni ella misma esperaba. Usó sus poderes de chronokinesis para acelerar su envejecimiento hasta que se convirtieron en polvo.

Luego volvió a la escuela. Esta vez, no iba a quedarse en silencio.

Cuando vio al chico que tanto amaba, no sintió tristeza ni arrepentimiento. Sintió odio. Le arrancó el corazón con sus propias manos. Sus compañeras intentaron huir, pero ninguna salió con vida. En cuestión de minutos, Natalie convirtió la escuela en un cementerio.

Al igual que Toby, fue capturada. Pero no la llevaron a la cárcel.

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Toby y Natalie fueron llevados a un lugar secreto del gobierno: un centro de contención para humanos con poderes. Oficialmente, era un instituto de rehabilitación. En realidad, era un campo de experimentación.

Toby pasó tres años bajo la tortura de un científico sádico que lo veía como un objeto de prueba perfecta. Lo mataban y lo revivían cada día, probando nuevos métodos, registrando cómo su cuerpo se regeneraba. Al principio gritaba. Luego dejó de hacerlo. Aprendió a ignorar el dolor.

Natalie, por otro lado, fue sometida a pruebas diseñadas para forzar su poder más allá de sus límites. Buscaban viajar en el tiempo usando su chronokinesis, aplicándole niveles de estrés extremos: descargas eléctricas, privación sensorial, drogas experimentales.

Cuando Natalie llegó, Toby era el único que no la miraba con lascivia o desprecio. Él no hablaba mucho, pero tampoco la trataba como una pieza rota. Con el tiempo, formaron un vínculo. Eran los únicos que se entendían.

Hasta que todo cambió.

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Un día, Natalie alcanzó su punto de quiebre. Su poder explotó, creando un vórtice temporal inestable. La prisión colapsó. Todos los prisioneros fueron liberados, y Toby aprovechó la oportunidad para vengarse de su torturador, destrozándolo lentamente con un hacha.

Pero cuando fue a buscar a Natalie, vio que su aura de energía temporal era incontrolable. Al acercarse, la explosión lo atrapó, desintegrando la mitad de su cuerpo justo antes de que fueran lanzados al principio del universo.

Toby pasó miles de millones de años esperando a que Natalie despertara de su trance. Con el tiempo, su cuerpo envejeció hasta quedar reducido a un anciano marchito.

Cuando Natalie finalmente recuperó la conciencia en la Tierra primitiva, lo encontró al borde de la muerte. Usó su poder para devolverle su juventud.

Fue en ese momento que Natalie se dio cuenta de algo: Toby la había esperado durante toda la existencia. Nadie en la historia del universo la había amado así.

Él, que nunca había sido querido, y ella, que necesitaba alguien en quien volcar su obsesión, encontraron en el otro lo que el mundo les negó.

A partir de ese momento, fueron inseparables.

Con el tiempo, vieron surgir la vida en la Tierra, presenciaron la evolución, la formación de civilizaciones… y aprendieron a perfeccionar su propia maldad.

Toby, tras millones de años sin sentir dolor, descubrió que solo encontraba placer en el sufrimiento ajeno. Su rencor hacia la humanidad nunca desapareció; al contrario, con el paso de los siglos, su odio creció. Para él, el mundo no merecía existir. Solo era un ciclo interminable de abuso, traición y desprecio. Si él sufrió tanto, ¿por qué no todos los demás?

Natalie, por su parte, tenía una única razón para existir: Toby. Se convirtió en su sombra, en su fiel seguidora. Haría lo que él dijera, lo que fuera necesario para asegurarse de que nunca la dejara atrás. Si Toby quería ver el mundo arder, ella encendería la chispa.

Y así, dos monstruos inmortales comenzaron su reinado de terror.

Se convirtieron en mitos, en leyendas aterradoras. En algunas épocas, se les conocía como dioses de la destrucción; en otras, como demonios que traían el caos. Siempre regresaban, siempre encontraban nuevas formas de sembrar el miedo.

Porque para ellos, la humanidad no era más que un juego.

Y el juego nunca termina.

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Toby Nakamura y Natalie Jikan son la personificación del nihilismo absoluto llevado al extremo. No buscan justicia, venganza ni siquiera un propósito mayor. Para ellos, el mundo es un juego sin reglas, y su existencia es una anomalía que los ha convertido en los últimos jugadores restantes. Son el desastre encarnado, impulsados no por una ideología, sino por un desprecio puro y absoluto hacia la humanidad y sus ciclos repetitivos de hipocresía, abuso y sufrimiento.

Toby Nakamura

Toby es el resultado de un mundo que nunca lo quiso y que, en su crueldad, creó un ser incapaz de morir pero perfectamente capaz de sufrir. Su inmortalidad no es un regalo, sino una maldición que lo llevó a perder todo sentido del dolor, el miedo y, finalmente, la humanidad. El hecho de que solo disfrute el sufrimiento ajeno es la prueba de que su capacidad de sentir fue corrompida hasta el punto de necesitar el dolor externo para experimentar algo.

Su transformación en villano no fue una decisión, sino una consecuencia inevitable. La sociedad lo moldeó hasta convertirlo en un monstruo y luego intentó deshacerse de él, solo para descubrir que no podían. Su inmortalidad lo hizo invulnerable, pero fue su tiempo con Natalie lo que lo hizo incontrolable. Ella es la única persona en la que invierte algún tipo de emoción, porque ella lo entiende de una manera que nadie más puede.

Su inmortalidad lo convierte en una constante universal. No importa cuánto tiempo pase, siempre estará ahí. La humanidad envejece, muere y es reemplazada, pero él sigue de pie, viendo cómo la historia repite sus errores. Para él, la existencia misma es una broma cruel, y su única diversión es ver hasta dónde puede empujar la locura antes de que todo colapse.

Natalie Jikan

Natalie es la manifestación de la obsesión más pura y destructiva. Su chronokinesis le da un poder absoluto sobre el tiempo, pero su verdadera fuerza radica en su amor inquebrantable por Toby. No necesita razones para causar caos más allá de su deseo de mantenerlo a su lado. Su apego es tan extremo que su sentido de identidad está completamente ligado a él.

Su historia es trágica no porque fuera víctima de burlas, sino porque su mente ya estaba predispuesta a la obsesión. No es alguien que odia al mundo por lo que le hicieron; simplemente no ve valor en nadie más que en Toby. Si él la acepta, entonces nada más importa. Si él quiere ver el mundo arder, ella lo incendiará con una sonrisa.

El hecho de que pueda manipular el tiempo a nivel molecular la hace increíblemente poderosa, pero lo más aterrador es que su mayor motivación no es la destrucción en sí, sino la necesidad de mantenerse al lado de Toby. Su lealtad absoluta la hace completamente impredecible: si en algún momento sintiera que algo podría separarlos, no dudaría en colapsar el mismo universo para evitarlo.

Dinámica como villanos

Lo que hace a Toby y Natalie tan peligrosos no es solo su poder, sino su mentalidad. No buscan gobernar ni conquistar; simplemente se divierten viendo cómo todo se derrumba a su alrededor. Su actitud despreocupada, llena de chistes y comportamientos aparentemente tontos, es lo que los hace aún más aterradores. No son lunáticos sin dirección; son genios del caos que no necesitan planear porque saben que todo eventualmente caerá en el desastre si lo empujan en la dirección correcta.

Su relación es el pilar de su existencia. Son dos entes inmortales que han trascendido el tiempo y la moralidad, y lo único que realmente los une es el hecho de que son lo único constante en la existencia del otro. Su amor es tóxico, obsesivo y peligroso, pero también es lo único genuino que tienen.

Son la tormenta que nunca se detiene. No importa cuántas veces sean derrotados, siempre regresarán. No porque tengan un plan, sino porque el juego nunca termina.

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El Amor y El Caos

La historia de Toby y Natalie no es la de un romance común. Es una conexión que trasciende el tiempo, la moral y la lógica. Unidos no solo por la pasión, sino por una oscura afinidad, su amor es tanto un refugio como un catalizador para su naturaleza violenta. Su relación no nació de un enamoramiento repentino ni de una atracción superficial, sino de un destino inevitable, como si el universo los hubiera diseñado el uno para el otro.

Para Natalie, el amor comenzó cuando comprendió que Toby la había esperado durante siglos. La idea de que alguien le fuera tan devoto y paciente alimentó su obsesión, una necesidad de poseerlo por completo. Para Toby, el momento clave fue cuando la conoció en el centro de contención. Desde ese instante, entendió que había encontrado a la única persona capaz de aceptar su verdadera naturaleza sin temor ni juicio. Ambos descubrieron en el otro aquello que jamás habían hallado en nadie más: Toby, la sensación de ser genuinamente amado, y Natalie, el objeto de una obsesión absoluta e inquebrantable.

Su relación no requirió declaraciones ni dudas. Nunca hubo necesidad de cuestionar sus sentimientos, porque siempre supieron que pertenecían el uno al otro. Con el tiempo, su amor evolucionó como algo natural, sin forzarlo ni buscarlo, simplemente aceptando lo inevitable. Son inseparables y adictos el uno al otro, tanto en lo físico como en lo emocional. Su pasión se manifiesta en formas extremas, desde el romance tradicional hasta actos que reflejan su visión distorsionada del amor. Para ellos, el sufrimiento ajeno no es más que un telón de fondo en su historia, algo que incluso incorporan a su relación: Natalie secuestra a diez personas cada mes para que Toby las cace, convirtiendo el asesinato en un deporte compartido.

A pesar de la seguridad que tienen en su vínculo, los celos existen, aunque principalmente por parte de Natalie. Para ella, cualquier mujer que se acerque demasiado a Toby representa una amenaza, y no duda en eliminarla sin remordimiento. Para Toby, sin embargo, no hay nadie más en el mundo que pudiera siquiera interesarle. Su relación está llena de muestras de afecto, siendo increíblemente melosos entre ellos, con apodos cariñosos y un contacto constante que refuerza su apego. Pero su verdadera sincronización se muestra en combate: sin necesidad de palabras, luchan con una coordinación perfecta contra héroes y agentes, demostrando que funcionan como un solo ente.

No hay límites entre ellos, ni secretos, ni dudas. Sin embargo, hay una única diferencia en su visión del futuro: Natalie desea tener hijos, mientras que Toby no. A pesar de esta discrepancia, no llegan a pelear; en realidad, nunca han tenido un conflicto serio. Solo han estado separados una vez, cuando Natalie fue arrestada durante dos años, pero ni siquiera la distancia pudo debilitar su amor.

A lo largo de la historia de la humanidad, han sido testigos y participantes de eventos cruciales. No solo han influido en el curso de la civilización, sino que han sido responsables de tragedias impensables: la extinción de los dinosaurios, la crucifixión de Jesús (con Toby encarnando a Longinos), entre muchos otros momentos históricos. A veces, deciden integrarse en la sociedad, asumiendo roles aparentemente normales antes de volver a sumergirse en su caos habitual.

Toby y Natalie no tienen ilusiones sobre quiénes son. Saben que son villanos y disfrutan serlo. Sin embargo, dentro de su propia visión distorsionada del mundo, creen en el amor verdadero. Para ellos, su vínculo es eterno, algo que ni la inmortalidad ni la violencia pueden romper. Aunque no sienten empatía por la humanidad, sí respetan a las parejas ajenas, pues consideran sagrado el concepto del amor. Pero si alguien intentara separarlos, no mostrarían piedad: lo torturarían hasta el límite antes de finalmente matarlo.

Su historia no es la de héroes ni de almas redimidas. No hay redención en su amor, solo aceptación. Son el uno para el otro, y el mundo solo es un escenario para su eterna danza de caos y devoción.

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Actos Criminales

Toby y Natalie no matan por necesidad ni por una causa mayor. Para ellos, el asesinato es un acto de placer, una rutina que han perfeccionado a lo largo de su existencia. La muerte ajena es tanto una forma de entretenimiento como un ejercicio de dominio sobre los demás. En su visión del mundo, la vida humana no tiene más valor que el que ellos quieran darle en un momento determinado.

Su manera de matar varía según la situación. Pueden ser meticulosos cuando buscan generar un impacto en los testigos o simplemente actuar por instinto. Toby, con su destreza en armas y combate, utiliza hachas, rifles y escopetas, mientras que Natalie, con su dominio del tiempo y la telequinesis, convierte cualquier objeto a su alcance en un arma mortal. No tienen reglas ni restricciones; cualquier persona es una víctima potencial sin importar edad, género o condición.

Las autoridades han intentado detenerlos de múltiples maneras: desde operaciones encubiertas hasta el envío de los mejores asesinos a sueldo y héroes. Sin embargo, siempre han salido ilesos, excepto por el único evento en el que Natalie fue arrestada. Incluso entonces, escapó dos años después. La desesperación por acabar con Toby llevó a la creación de Archetype, un clon cyborg diseñado específicamente para combatirlo, pero ni siquiera esa medida extrema ha logrado eliminarlos, pero ha sido el único agente especial al que Toby no ha logrado matar.

A pesar de ser los criminales más peligrosos de la historia, su existencia es mantenida en secreto por los gobiernos. No figuran en medios oficiales ni en registros públicos; solo aquellos dentro del mundo underground conocen su verdadero impacto.

Aun así, su legado es innegable: han sido responsables de innumerables catástrofes y tragedias históricas, desde la extinción de los dinosaurios hasta desastres como Chernóbil y el 11 de septiembre. Su influencia se extiende a lo largo de los siglos, siempre dejando una huella de destrucción.

Su estilo de vida no sigue una meta definida. Para ellos, la violencia es simplemente una forma de existencia. A veces varían sus métodos, adaptándose a la época en la que viven, pero la esencia de su actuar sigue siendo la misma. No sienten culpa ni arrepentimiento, solo satisfacción y orgullo por la cantidad de muertes que han causado.

Cuando estaba en Pax Tenebris, Toby confesó que llegó a cometer un acto tan atroz que generó temor en quienes ya estaban acostumbrados al caos. Pero en lugar de alejar a Natalie, este evento solo reforzó su admiración por él. Ambos se perciben como depredadores supremos, fuerzas imparables en la historia de la humanidad. Si algún día el mundo llega a conocer la verdad sobre ellos, no serían recordados como simples criminales, sino como las bestias despiadadas que han moldeado la historia con sangre y muerte.

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Más allá del Caos

Toby y Natalie son más que simples asesinos inmortales. Su existencia es una paradoja entre el caos absoluto y la estabilidad inquebrantable de su relación. A lo largo de la historia de la humanidad, han sembrado muerte y destrucción sin remordimientos, actuando por instinto y placer más que por una motivación concreta.

No tienen límites morales ni miedo a nada, pues la inmortalidad les ha arrebatado cualquier temor a las consecuencias.

Su relación es el único aspecto constante en su existencia. Aunque Toby tiene un leve dominio sobre Natalie en su dinámica diaria (un 70% sobre 30%), ambos están completamente entregados el uno al otro. Natalie no cuestiona las decisiones de Toby y, aunque él también la sigue sin dudar, su influencia sobre ella es más fuerte. En el ámbito sexual, sin embargo, se equilibran perfectamente, alternando roles de dominio sin perder el deseo incontrolable que los une.

Durante su paso por Pax Tenebris, su presencia fue una mezcla de utilidad y frustración para su líder, Ghostface. Si bien fueron los principales causantes de caos, su falta de seriedad y su constante deseo de estar juntos dificultaron ciertas misiones. En ocasiones, incluso abandonaban tareas en medio de la acción para dedicarse a su propio placer. No compartían la ideología de la organización; solo les gustaba el caos en equipo.

En su mundo criminal, han formado alianzas temporales con otros villanos, pero nunca han visto a nadie como igual. Son perfectamente conscientes de que tienen admiradores en el mundo underground, pero no tienen reparos en convertirlos en sus víctimas si les place.

Históricamente, han estado detrás de eventos cruciales que definieron la humanidad. Toby fue quien realmente mató a Hitler, y juntos han influenciado mitos, leyendas e incluso figuras criminales icónicas, como Bonnie y Clyde, quienes en realidad fueron ellos bajo otra identidad.

Sus métodos se han adaptado con el tiempo, cambiando de armas, nombres y ubicación para evitar ser detectados. A pesar de esto, las autoridades saben que representan una amenaza impredecible y han intentado detenerlos en múltiples ocasiones. Toby ha sido perseguido durante siglos, lo que llevó a la creación de Archetype, un clon cyborg diseñado para imitar y contrarrestar cada uno de sus movimientos.

A pesar de su sed de caos, ocasionalmente deciden integrarse en la sociedad, no porque lo necesiten, sino como una forma de variar su estilo de vida. Se han casado bajo diferentes nombres y, cada 25 años, renuevan sus votos matrimoniales.

En estos periodos, logran ocultarse perfectamente, ya que no tienen un impulso incontrolable de asesinar, lo que les permite mezclarse sin levantar sospechas. Sin embargo, la normalidad es solo un paréntesis; tarde o temprano, siempre vuelven a lo que realmente son: depredadores supremos.

El futuro no es un problema para ellos. Si la humanidad llegara a extinguirse, Natalie simplemente usaría su Chronokinesis para reiniciar la historia y volver a empezar. Su amor es eterno, y aunque no buscan activamente el reconocimiento, disfrutan la idea de ser mitificados con el tiempo. No importa cuántos siglos pasen, cuántos intenten detenerlos o qué barreras se interpongan en su camino; Toby y Natalie siempre estarán juntos, esparciendo el caos en cada era que decidan habitar.

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Aspecto Físico

Toby y Natalie tienen una apariencia joven a pesar de los millones de años que han vivido. Esto se debe a que Natalie utiliza sus poderes para rejuvenecerlos constantemente, permitiéndoles mantener su aspecto de adolescentes.

Toby mide 1.80 metros y tiene el físico de un chico japonés de 19 años. Su cabello es castaño y de longitud media, su piel es algo pálida, y sus ojos son de color café. Su complexión es delgada pero bien definida, reflejando su destreza en el combate. Su regeneración le impide tener tatuajes, ya que cualquier intento de marcarlos en su piel desaparece al instante. Su vestimenta es siempre la misma: un hoodie blanco con mangas y capucha negra, una mascarilla negra que cubre su rostro parcialmente, goggles de color naranja y jeans, lo que le da un aire característico y fácil de identificar.

Natalie mide 1.70 metros y posee la apariencia de una joven japonesa de 18 años. Su cabello es verde y puede cambiar de longitud y estilo a voluntad gracias a sus poderes. Tiene un cuerpo voluptuoso con medidas de 90-55-90, destacando una figura curvilínea y atractiva. Cuando usa sus poderes, su ojo izquierdo se transforma en un reloj de color verde claro, lo que delata su habilidad sobrenatural. Tiene dos estilos de vestimenta según la ocasión. A veces usa un seifuku ajustado con una blusa entallada y falda corta, resaltando su sensual figura. Otras veces opta por una chaqueta morada, una blusa de tirantes blanca corta que deja ver su abdomen, y jeans ajustados que enfatizan su trasero. Para complementar este look más rebelde, suele usar un antifaz negro que le da una apariencia de bandida.

Si bien su apariencia podría hacer que llamen la atención por su atractivo físico, en realidad logran camuflarse a plena vista, ya que no muestran signos evidentes de ser seres inmortales o con poderes. Desde lejos, podrían pasar como dos jóvenes normales en cualquier ciudad.

Con todo lo que ya te he escrito de ellos podrán deducir que son mis villanos favoritos, y tienen razón, son mis personajes favoritos y quienes más desarrollados estan.

Lo que más me gusta de mi obra son sus villanos, ahora haré un análisis a las organizaciones y villanos más importantes