Capítulo 41.
Holas! Cómo andan? Ya es noche pero igual a esta hora me dio tiempo de subir la actu. Está que arde la cosa en este capítulo.
¿En algún momento se han puesto en el lugar de Luhan? ¿Qué harían ustedes si fueran él? (No piensen en cosas sucias con SeHun plix. Jaja)
Bueno, aquí la actu. Leean nos vemos en nota final.
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SeHun no sabía cómo debía de tomar el silencio del menor. Esa manera en la que solo se había quedado quieto a su lado, sin alejarse de su contacto. Le daba miedo respirar y que Luhan decida alejarse de él.
Ambos miraron hacia la puerta por la que habían salido al patio trasero. La novia del señor Oh se había asomado a buscarlos. LuHan apretó sus labios y esbozó una sonrisa palmeando la mano de SeHun que sostenía la suya.
—Niños, vengan —dijo la mujer con voz suave—. La cena ya está servida, pasemos al comedor.
LuHan vio como la chica se adentró de nuevo a la casa y después miró a SeHun, estaba seguro de que era lo mejor.
—Vamos, nos están esperando —dijo LuHan comenzando a caminar pero SeHun lo abrazó por la espalda hundiendo su rostro en su cuello aferrándose a él—. Hun.
—¿Te estoy perdiendo, no es así? —preguntó temeroso de que fuera realmente así. Sintió respirar al menor y se aferró más a él. Las manos de Luhan tocaron las suyas deshaciendo el agarre en ambos—. Han.
—Sabes que te amo, pero tenemos que hablar de esto después —respondió Luhan dándose vuelta lo encaró. Le dolía ver al mayor sufrir, verlo con esa expresión de dolor—. Vamos, los vamos a preocupar. Además, mi papá necesita hablar contigo.
—Está bien, vamos —dijo SeHun sin tener más remedio.
Al volver con los adultos ambos chicos trataron de que fuera lo más agradable posible para todos, aunque a Luhan esto no le estaba saliendo bien del todo. Su cabeza divagaba por uno y mil pensamientos respecto a la situación de su hermana y SeHun. Si ella esperaba un hijo de quien todavía era su novio, quería decir que sí, SeHun le había sido infiel.
Para cuando la cena terminó y los señores Lu hablaron con el padre de SeHun ellos salieron de la casa Oh, la madre de Luhan insistió en que Luhan
debía quedarse un poco más y convivir con la familia de SeHun, al fin de cuentas era por la fiesta de cumpleaños del señor Oh.
Luhan sonriendo tuvo que aceptar cuando realmente lo único que quería era irse y estar solo, pensar y analizar lo que iba a hacer. Al quedarse solo los dos mayores y ellos dos estuvieron conversando en la sala.
—Tus padres son muy agradables, cariño —dijo el señor Oh al novio de su hijo—. Se nota que te quieren y aunque tu padre es un hombre duro, se ve que esta dando de su parte por aceptar esta situación de tu vida.
—Lo sé. Me alegra que se hayan llevado bien —dijo sincero esbozando una sonrisa, porque de alguna manera ellos iban a seguir en contacto fuera por él o por Jia—. Señor Oh, fue muy agradable pasarla con su familia, pero estoy un poco cansado, la U me tiene agotado, así que me retiro —dijo al ponerse de pie y le sonrió al mayor. El señor Oh asintió.
—Hijo, deberías llevar a tu novio a una habitación de huésped o la tuya, como gusten —ofreció el mayor a lo cual SeHun asintió tomando la mano de Luhan pero esta negó con su cabeza apretando sus labios.
—Muchas gracias, pero prefiero irme a casa, mil disculpas —rechazó la oferta mirando a SeHun y negó con su cabeza, el más alto le miró suplicante—. Buenas noches, compermiso.
LuHan salió de la sala caminando hacia la salida, conocía bien esa casa. SeHun no dijo nada a su padre solo salió detrás de Luhan alcanzando al mismo en la puerta, lo detuvo jalándolo del brazo hacia él y besó sus labios. Luhan no se negó a corresponder en ningún momento, incluso pasó sus brazos por el cuello del mayor profundizando el beso hasta robarse el aliento mutuamente. A pesar de que era del tipo de beso que a SeHun le gustaban del menor, sentía que cada roce de los labios ajenos le apretaban el pecho. Sabían a despedida.
LuHan se alejó de la boca ajena y le sonrió. SeHun no quiso soltarlo.
—LuHan.
—Tengo que irme, mañana tengo cosas que hacer en la universidad —le dijo tratando de hacer que el mayor lo soltara—. SeHun, déjame ir.
—No. Tengo miedo de ya no volver a verte —soltó con sinceridad, LuHan mordió sus labios y sonrió nuevamente—. No quiero perderte.
—Eso no va a pasar, SeHun —aseguró sin dejar de sonreír y apretó las mejillas ajenas—. Anda, regresa con tu papá. Te veo mañana, ¿sí? Descansa.
—Luhan, te amo con mi vida.
—También te amo, como no tienes idea.
Dejó que el mayor una vez más lo besara, de manera suave y lenta que solo causó un cosquilleo en su vientre bajo, la forma en la que SeHun rozaba sus labios lo desarmaba por completo llevándolo solo a un mundo donde los dos nada más existían, donde no había nadie más. Donde eran felices sin problemas.
—Me voy —se despidió LuHan saltándose del agarre de SeHun y salió de la casa.
SeHun solo vio la espalda de LuHan perderse cuando el chico cerró la puerta tras de sí. No quería dejarlo ir. Sentía que sí lo hacía no lo vería más. Regresó a ver hacia la entrada principal de la casa, su padre y la novia del mismo estaban ahí, mirándolo con preocupación. Sabía que debía de hablar con el mayor y ver qué iba a hacer respecto a Jia.
LuHan sacó su celular y marcó al número de Baekhyun, sabía que sus amigos más cercanos eran Key y Minseok, ellos siempre estarían apoyándolo en cualquier decisión que tomara, por ello mismo es que necesitaba de Baekhyun, alguien que le dijera las cosas frías, sin preferencias.
—Baekhyun, ¿podemos vernos? —dijo en cuanto el chico le atendió la llamada, sabía que seguro el chico estaría junto a ChanYeol, pero estaba bien, los amigos de SeHun ya habían demostrado ser parciales—. Pasó algo que no sé cómo tomarlo, y necesito tener mi cabeza fría.
—Claro, Han. ¿Vienes a mi casa o yo a la tuya? —preguntó el chico a través de la línea. LuHan lo pensó un momento.
—Iré a la tuya, también tengo que ver a mi hermana —dijo y después de unas cuantas palabras más entre ellos dos colgó la llamada.
Tomó un taxi y dio la dirección de su antiguo departmento. Durante el camino seguía pensando en lo que había pasado entre SeHun y Jia, se recordaba constantemente que él lo había perdonado, que ese embarazo ya no debía ser un problema para ellos dos, que no era necesario terminar pero... Era su hermana, ¿iba a soportar que su novio tuviese un hijo con su hermana? ¿podría con ello? Cerró sus ojos pegando su rostro a la ventana esperando el poder llegar.
—¿Quieres que me vaya? —preguntó ChanYeol a su novio mientras recogían las cosas que tenían tiradas en la sala, Baekhyun le besó los labios y negó con su cabeza—. ¿Se oía mal?
—No. Se oía sereno —respondió el chico mirando la hora en el reloj, estaban cerca de que fueran las doce de la noche—. ¿Le diremos que SeHun ya habló con nosotros?
—No lo sé, Baekkie —respondió sincero el más alto, ambos terminaron de recoger las cosas y tomaron asiento en el sofá—. SeHun se veía muy mal, le preocupaba demasiado cómo fuera a tomarlo Luhan, de no ser por nosotros no le hubiera dicho nada.
—Eso hubiera sido peor, Han no tolera las mentiras, mucho menos de ese grado, ¿por qué Jia se empeña en hacerles daño? —preguntó con rabia el bajito siendo abrazado por su novio—. Habiendo tantos tipos allá afuera, ¿por qué se empeñó en ir detrás de un chico que ya no la ama y es pareja de su hermano?
—No lo sé, pero lo que sea que haya pensando, le está funcionando —dijo ChanYeol soltando un suspiro. Ambos chicos escucharon el timbre de la casa sonar.
Baekhyun le sonrió a su novio y se puso de pie caminando hacia la puerta. Miró por el ojo de la misma dándose cuenta de que sí era Luhan. Le abrió la puerta y lo abrazó de forma de saludo haciéndolo pasar hasta la sala.
—Hola, Yeol.
Saludó el chico sin ánimos sentándose en el otro sofá al mismo tiempo que Baekhyun al lado de ChanYeol. La pareja miraron atentos al chico de mirada triste.
—¿Cómo estás, Han? —preguntó ChanYeol queriendo comenzar aquella conversación de manera más sencilla—. ¿Todo bien?
Luhan negó con su cabeza dejando su bolso a un lado en el sillón. Los dos chico se quedaron en silencio, dejarían que el chico hablase por sí solo.
—SeHun me dijo que Jia está embarazada. —Su mirada se alzó a sus dos amigos y apretó sus labios esbozando una sonrisa amarga—. Tengo el corazón desecho, mis sueños rotos y no sé qué es peor, el saber que sí me fue infiel o el hecho de que aunque quiero estar con él no puedo competir contra un bebé.
Los dos chicos frente al más bajo no supieron qué decir en ese momento. La cuestión ya no se trataba de un perdón, sino de moral, del hecho de que Luhan no era capaz de dejar a un bebé sin padre y una familia que quizá y podría ser feliz. Baekhyun se puso de pie y se sentó al lado de LuHan abrazando al chico, lo necesitaba, LuHan lo sabía.
—Hannie.
—Comienzo a creer que SeHun y yo no debimos conocernos, él no era para mí ni yo para él —dijo pasándose las manos por el rostro. Se sentía abrumado, herido.
—No digas eso —pidió ChanYeol. No lo aceptaba y estaba seguro que ninguno de los otros chicos estaría de acuerdo en eso. Sabían bien que esos dos chicos se amaban con locura más allá de los problemas. LuHan negó con su cabeza—. Solo piensa en todos los buenos momentos que han pasado... Esto solo es un bache más, lo van a superar.
—¿Y cómo? —preguntó LuHan poniéndose un poco a la defensiva en su tono de voz—. ¿Cómo voy a superar que mi novio tendrá un hijo con su ex? ¿Cómo supero que ese bebé fue concebido en mi tiempo? ¿Ustedes podrían?
Esas preguntas simplemente dejó muda a la pareja. Si fuera quizá otra persona sí, pero entendían que era su hermana. Baekhyun apretó sus manos en los hombros ajenos.
—Me iré.
—¿Qué? —dijeron al unísono los dos chicos. LuHan asintió.
—Me iré. Es lo mejor —repitió LuHan mirando a ambos chicos—. Yo, soñé mucho, ¿de acuerdo? Vine aquí por mi hermana, ya dejé esos sentimientos por ella, pensé que lo que pasaba con SeHun sería por mucho tiempo y sí, lo fue, ya llevamos un tiempo saliendo, pero, no era para siempre. Él, SeHun siempre amó a Jia, le soportó mucho y eso es porque ella era muy especial para él. Conmigo se deslumbró, yo lo sé. Pero, todo lo bonito sé acaba, y lo nuestro ya se acabó.
—¿Te estás escuchado, LuHan? —preguntó ChanYeol incrédulo. Él y Baekhyun habían sido muchas veces testigos de lo mucho que sus amigos se amaban, no iban a aceptar eso—. Lo de Jia y SeHun sí se acabó hace mucho, no lo de ustedes. El bebé quizá no tiene la culpa, pero no fue por amor, fue un error. Jia apenas está en el primer mes según las cuentas, todavía está a tiempo de interrumpir, no tienen porque estar juntos si no se aman mutuamente. Tú amas a SeHun no puedes...
—No podré vivir con el fantasma de Jia toda mi vida —terminó diciendo y se puso de pie. Baekhyun le miró caminar por la sala, atormentado con todo eso—. Sé que puede interrumpir el embarazo, pero, ¿quién soy yo para pedir eso? ¿SeHun no querrá un hijo? ¿Y qué hago si en un futuro SeHun se atormenta por haber matado a su hijo?
—LuHan tiene razón en eso —admitió Baekhyun. Eran opciones, pero estas también tenían sus consecuencias—. Pero Han. —Baekhyun se acercó a su amigo tomando sus hombros y apretó estos—. No debes irte, SeHun te ama.
—Lo sé, yo también lo amo. —Apretó sus labios y puños negando con su cabeza al tomar después aire—. Y creanme que no es porque no lo haya perdonado, solo es eso, no quiero vivir con un fantasma a mi lado todo el tiempo. Jia, además ella ¿creen que se va a conformar con solo el apellido para su hijo? Y mis padres, hoy que todo marchaba bien. Vivimos en una sociedad donde las apariencias hablan más que otra cosa. Mis padres no van a permitir que todo esto salga a la luz, y el padre de SeHun, ¿cómo va a reaccionar ante un escándalo de este tipo? ¡Es un político!
—LuHan, ¿por qué no descansas? —ofreció ChanYeol a lo cual Baekhyun asintió—. Mañana podemos hablar de esto, tendrás más fría la cabeza y nosotros también sabremos cómo ayudarlos.
—Sí, Hannie. Anda, descansa en mi cuarto, con ChanYeol veremos que podemos hacer mañana.
LuHan lo pensó un momento. Sabía que todo eso le estaba restando cordura. Su mente maquilaba muchas cosas, y en todas ellas había el peor escenario. Quizá sus amigos tenían razón, lo mejor era dormir un rato, quizás al día siguiente podría hablar con Sehun y ver alguna mejor solución aunque su cabeza y corazón solo le decían que lo mejor era irse y desaparecer de la vida de todos ellos.
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Tal vez lo que el mayor le había dicho era lo mejor que podía hacer. Unos análisis que comprueben que realmente era su hijo. Pero antes de todo ello debía de hablar con Luhan, decirle todo lo que pensaba hacer y tenerlo al tanto. Sin ocultarle nada. Por ello fue que se dirigió al departamento del mismo. Al estar frente a la puerta tocó el timbre. No hubo respuesta. Tocó un par de veces más pero fue el mismo resultado.
Se había prometido él no volver a entrar sin permiso del menor a su piso, pero necesitaba hablar con él. Le había marcado en la mañana al chico, pero simplemente no contestó que lo mejor pensó que sería ir a buscarlo a su piso. Era sábado, la cuestión de ir a la universidad quedaba descartada.
Entró al departamento de Luhan, este estaba vacío. Hizo una mueca pensando en dónde podría estar su novio.
Abandonó el piso y salió del edificio subiendo después a su auto. Pensando en dónde podía encontrar a su chico se puso en marcha. Su celular en la guantera del coche comenzó a vibrar. Lo tomó revisando rápido de quien se trataba, era una llamada entrante de Jia. Hizo una mueca pero atendió la llamada.
—¿Qué quieres, Jia? —preguntó con voz cansada, estaba harto de esa chica. Simplemente no había ningún tipo de posibilidad de que aceptara algo nuevamente con ella.
—Quiero verte. Tenemos que hablar de nosotros y nuestro hijo —dijo la chica con exigencia en la voz. SeHun rodó los ojos—. Ven por mí, estoy afuera de mi departamento.
—No puedo. Tengo cosas más importantes que hacer, Jia —dijo sin consideración. No pensaba caer en ese juego de ir tras la chica cuando esta no le interesaba—. Y respecto a nuestro —enfatizó la última palabra—, hijo, necesito una prueba de paternidad. Tengo entendido que se puede hacer en estas fechas, y contrario a ello, yo no me haré responsable de él.
—¿Qué estás insuando, idiota? —preguntó la chica con molestia. SeHun no le dio importancia, solo se mantenía mirando el camino por el que iba hacia la empresa—. Este hijo es tuyo, y te vas a hacer responsable quieras o no. Yo no voy a ser madre soltera, ¿me oyes? Te acostaste conmigo y esto fue lo que pasó.
—Tengo muchas dudas de esa noche, Jia —dijo ignorando las amenazas de la chica—. Además, quién me dice que no te has metido con otros, así como con Minho. Ya te dije, quiero una prueba de paternidad, y hoy iré a hablar con tus padres de esto, si ese hijo es mío le daré mi apellido y veré por él, pero no por ti, Jia. Mi padre no piensa aceptarte en mi familia después de las bajezas que hiciste cuando estábamos en una relación.
—Pero quién mierda te has...
SeHun colgó la llamada. Dejó el celular de nuevo en la guantera y soltó un suspiro. Podría sonar quizá patán, pero no iba a perder a la persona que amaba por una chica que le quedaba más que claro, no valía la pena.
Al llegar a la empresa saludó a las personas de recepción. Siguió su camino hasta su oficina llevándose una grata sorpresa de ver a Luhan ahí junto a su padre, hablando entre ellos.
—Hijo, llegaste temprano —dijo el hombre mayor. Luhan le miró y sonrió también—. Con Han estabamos hablando de ti.
—¿De mí? —preguntó un poco nervioso de lo que pudiera ser. LuHan no parecía molesto, se veía bastante tranquilo—. ¿Qué cosa hablaban de mí?
—Ya te lo dirá él —dijo el señor Oh poniéndose de pie y caminó hacia la salida—. Hablen con calma, pediré que no los molesten.
Los dos jóvenes vieron al señor salir del cuarto dejándolos solos. LuHan quién se mantenía sentado frente al escritorio se sintió un poco inquieto. El padre de SeHun le había dado su punto de vista respecto a la situación que pasaba entre su hijo y su antigua pareja. Saber que el señor Oh no pensaba ser anticuado ante esa situación le dejaba un poco más tranquilo, pero no lo suficiente. Aun le preocupaban sus padres.
SeHun se acercó a él tocando su hombro. Luhan respiró suave y le miró esbozando una pequeña sonrisa viendo a SeHun sentarse sobre la mesa levemente, mirándolo en todo momento.
—Tu papá ya me dijo lo que le pedirás a Jia.
—Ya se lo pedí. Me llamó mientras venía manejando —aclaró tomando la mano de Luhan y le besó la misma—. Ya le dejé claro que no voy a tener nada con ella, aun cuando el bebé fuera mío.
—SeHun, respecto a eso —dijo Luhan poniéndose de pie y se alejó un poco al mayor—. Si el bebé es tuyo, creo que nosotros ya no podemos seguir.
—Luhan.
—Entiendeme por favor. Esto no es fácil para mí —pidió el chico mirando al más alto nuevamente. SeHun lo sentía tan lejos en ese momento—. Es mi hermana. Es tu ex. Antes, yo sabía que entre ustedes no había pasado nada. Fueron novios sí, un beso lo puedo tolerar. Pero, es mi hermana SeHun, ¿cómo crees que me siento al saber que tendrás el hijo que yo nunca podré darte con ella?
—Fue un error. Yo estaba...
—Tomado, lo sé. Y error o no, ya hay un bebé en camino. Solo piensa, ¿cómo le vas a explicar a tu hijo que estás con su tío y no con su mamá? —dijo negando con su cabeza. Sabía que quizá se estaba adelantando a cosas, pero eran las mismas que tarde o temprano iban a suceder—. A mis padres les costó mucho aceptar nuestra relación, ellos son muy tradicionales, ¿cómo crees que van a aceptar que Jia esté embarazada de un hijo tuyo y tú salgas conmigo?
—¿Me estás terminando? —preguntó con un nudo en la garganta que casi lo estaba asfixiando.
LuHan mordió sus labios y apretó los mismos negando con su cabeza, no era eso lo que estaba haciendo en ese momento. Pero tenía que dejar las cosas en claro con el mayor. Aunque sabía que poner punto final a su historia era lo mejor.
—Quiero que tengas presente lo que pasará, debes pensar en tu hijo, sí es tuyo —dijo al chico acercándose a SeHun y besó sus labios brevemente—. Quita esa cara, sé que esto no es algo que ambos hubiesemos querido. Pero la vida no es fácil, ya lo vemos.
—Han. Yo quiero una vida a tu lado.
—Y yo también, SeHun —susurró el menor dejando que el más alto lo abrazara. Correspondió con suavidad ocultando su rostro en la curva del cuello ajeno.
Pero a veces las cosas no son como todos quieren. Simplemente pasan cosas que no están en las manos de nadie.
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—¡Maldición! —gritó la chica tirando las cosas de su buró. Miró a su amiga, quién estaba con una cara de aburrimiento sentada en la cama—. ¡Tú te llevaste esos papales!
—A mí no me mires, Jia. Yo no sé nada de eso —dijo ella con una ceja arqueada—. Seguro andan por ahí. Ahora dime, ¿qué harás con esa prueba de paternidad? Estoy segura que tu suegro te la pagará, y ahí se darán cuenta de que no tienes un mes y semana sino cuatro meses y medio —dijo su amiga con tono burlón. Después de como la chica la amenazó si decía algo, verla con sus planes yéndose por la borda le hacía feliz.
Jia miró furiosa a la chica, su ceño hundido y los labios tensos lo decía.
—Me casaré con SeHun sea como sea. Seré la señora Oh, lo prometo.
—Sehun no te ama, y aunque les digas que tendrás un hijo, parece que padre de tu amado Oh, no desea tener un nieto —mencionó mientras se miraba las uñas. Jia la miró con odio—. Minho te quiere, ha estado preguntando por ti. Deberías decirle que estás embarazada, así forman una familia, no vaya a ser que también se canse de ti.
—Eso nunca va a pasar —dijo Jia segura de ello mismo. Sabía que tenía a Minho comiendo de su mano, a su disposición y conveniencia—. Pero Minho no es lo que quiero. Su posición social nunca será tan alta como la de SeHun. Ni siquiera se iguala a la mía.
—A ti lo único que te interesa es el dinero y la posición social, Jia —señaló la castaña poniéndose de pie y mirando de forma reprobatoria a su amiga—. Si era así, este teatrito de un embarazo no es necesario. Debiste haber interrumpido ese embarazo antes o haberte cuidado cuando abriste las piernas. Pobre niño, como es que tendrá una madre como tú. Y sabes qué, conmigo ya no cuentes, odio tener una amiga tan enferma como tú y, ni se te ocurra amenazarme con hacerme algo, que si me llegase a ocurrir algo tú serás la primera sospechosa, mis padres ya lo saben. Y sí, le diré a Minho que esperas un hijo suyo y las mierdas que estás haciendo —advirtió saliendo del departamento de la chica quién le gritó que esperara saliendo detrás de ella.
—Espera, ¡maldita estúpida! —gritó Jia llegando casi a la puerta, cuando sin fijarse tropezó con uno de sus zapatos tirados en el camino de la sala yendo de boca sobre la mesa del centro—. ¡Aagh! —se quejó tocándose el vientre con fuerza pues sintió como el bebé que crecía en su interior bajaba de manera abrupta—. Aagh me duele.
La chica al escuchar los gritos de su ex amiga regresó a verla quedándose helada al ver como su ropa se manchaba de sangre sin saber qué hacer.
Y bueno? Qué tal fue?
Jia está recibiendo lo que merece?
Creen que el bebé muera o viva?
Minho será pieza clave realmente?
Luhan está mal en como piensa?
Creen que Sehun ahora si puso en su lugar a Jia?
Quienes aman al Papá de Hunnie?
Pero los más importante, les gustó? 😂😢 espero si si no ya no actualizo. 😂🤣
Bueno, dejen sus comentarios, ya saben que me gusta leerlos, también su votito, 50 votitos y vengo más rápido. Chaoooo.
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