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Capítulo 35.

En cuanto anunciaron el vuelo ambos se pusieron de pie de aquellas bancas de espera. Caminaron hacia el área de inspección. Había un larga fila, por lo cual Luhan aprovechó que debía esperar su turno y se giró hacia su novio abrazándolo por el cuello.

SeHun sonrió al corresponder y ambos se besaron pausadamente. Sabían bien que no podían hacerlo como era debido al estar en público.

—Te voy a echar de menos —se lamentó SeHun haciendo sonreír al más bajo—. Llámame en cuanto llegues, ¿ok? Quiero estar tranquilo.

—No te preocupes, lo haré —prometió el más bajo robándole un beso breve a su chico—. No hagas nada malo mientras no estoy, ¿ok? Y cuando vuelva debemos de tener alguna salida.

—Claro, bonito. Lo que tú órdenes —le dijo y besó su mejilla.

Era su turno. Luhan suspiró y besando una última vez a su chico le sonrió y siguió su camino para abordar el avión.

SeHun suspiró un poco decaído. La sola idea de pasar una semana entera sin su chico le ponía bastante triste. Pero era necesario.

Caminó fuera del aeropuerto yendo hacia su auto. Tenía que comprar la despensa de esa semana y quizá para el mes, así su menor no debía preocuparse más por eso.

Desde que Luhan había comenzado a trabajar con su padre había visto como a veces se veía un poco apretado de dinero, el alquiler de su piso, la colegiatura, sus comidas y pasajes, todas esas cosas que una persona independizada podía tener. Muchas veces había querido pagar eso por el menor, pero Luhan era bastante orgulloso y necio que no se lo permitió.

Pero su hermoso chico no estaría por una semana, era momento de aprovechar. Sonrió por ello y subió a su auto. Se puso en marcha hacia el centro comercial. Le llevó poco tiempo llegar a uno, el más grande de la ciudad. Durante esos días que había estado con el menor en casa, observando atento cada cosa que hacía, sus gustos y sus disgustos había aprendido muchas cosas, las mismas que revisó en su libreta por si acaso olvidaba algo.

Salió del auto y caminó con su libreta en mano hacia el interior de la tienda. Si alguien se preguntase porqué tenía su libreta de apuntes en la mano era fácil de saber. Siempre la llevaba para apuntar aquello nuevo que Luhan le diera a conocer, un pequeño gesto, una nueva manía o algún nuevo gusto. Todo quería inmortalizarlo en su libreta.

Así si en algún momento llegase a olvidarlo por sí mismo, iría a sus apuntes y se volvería a maravillar de la hermosura de Luhan. Tomó un carro de compra y comenzó a andar por los pasillos. No le era difícil saber qué debía comprar y qué no. Sabía que Luhan amaba comer panqueques con jalea de mermelada o leche condensada por la mañana, con batidos de frutas, ya sea fresa, melón o simplemente leche con chocolate en polvo. Muy pocas veces comía pan tostados o cereales, por ello fue que metió al carrito muchos paquetes de harina para los panqueques y frutas de todo tipo, leches de cartón y uno o dos paquetes de pan para tostar al natural.

Estaba leyendo las etiquetas de algunos productos cuando escuchó una voz conocida. Dejó la mermelada sobre el carrito y miró a la chica, la misma que se paró frente a él con una sonrisa amplia en sus labios, y que SeHun podía describir ligeramente coqueta. Hizo una mueca que no pasó desapercibida por la chica quien al ver la intención del adverso por irse de ahí le tomó del brazo.

—¿Tanto tiempo que salimos juntos y ya no me diriges la palabra? —preguntó fingiendo dolor por eso. SeHun suspiró—. Solo te vi y quise saludarte. ¿Cómo has estado? ¿Tus sirvientes ya no hacen la despensa?

—Hola, Jia —saludó sin mucho interés en ello, ante las preguntas de la chica miró brevemente la despensa que iba comprando y le sonrió—. Los empleados de la casa lo siguen haciendo para mi papá, yo estoy aquí comprando porque en casa necesito este tipo de cosas. Además, vine solo porque LuHan no está ahorita, sino, los dos hubiéramos venido a comprar la despensa de la casa.

El rostro de Jia se descolocó un poco ante lo que SeHun decía. El chico pudo darse cuenta de la confusión en el rostro de la chica.

—No entiendo.

—Estoy viviendo con LuHan, estamos juntos —le informó encogiéndose de hombros—. Así que eso responde a tu pregunta, estoy muy bien. Con él.

—Ya veo —susurró ella arqueando una ceja, SeHun asintió—. Me doy cuenta que lo estás tomando en serio, ¿no? —preguntó sonriendo incómoda ante los ojos del más alto—. Todo lo que un día soñaste conmigo lo estás viviendo con mi hermano, quién lo diría. Te olvidaste de todas esas promesas que me hiciste y me cambiaste por él.

—Jia, esta conversación no tiene caso —dijo SeHun decidido a irse, empujó el carro pero la chica impidió su huída—. ¿Qué quieres?

—¿En qué es mejor él que yo? —preguntó ella como si olvidara todo lo que había hecho—. Te dije todo lo que hizo para separarnos, y aún así sigues con él, ¿qué es lo que te gusta de él? Dime.

—Deja de hacer esto aquí, Jia —dijo SeHun viendo a la gente que pasaba alrededor, algunos se les quedaban viendo, quizá malinterpretando lo que pasaba entre los dos—. No hagas una escena que no te llevará a nada.

—Respóndeme.

—Todo. Y principalmente que él no me engañaría como tú. Él si tuvo el valor para decirme las cosas de frente, no como tú comprendes —echó en cara arqueando una ceja—. Como sea. Lo que pasó ya fue, olvida todo ya y sé feliz con tu vida. Yo estoy bien desde que terminamos, y no sabes cómo me arrepiento de no haberlo hecho desde que me engañaste con MinHo, así que por favor aun cuando nos volvamos a ver por casualidad, ni me saludes.

—¿Tanto confías en él? —preguntó la chica incrédula. SeHun le miró obvio—. No deberías depositar toda tu fé en él. Al fin de cuentas somos hermanos mellizos, tenemos la misma sangre y quizás no sea tan santo como dices —le advirtió. Iba a decir algo más pero la voz de la señora Lu lo impidió, la mujer se acercó a ellos con un carro de compras también.

—Hola, SeHun —saludó cálidamente la mujer. El chico le sonrió al fin de cuentas era la madre de su novio—. ¿Cómo has estado, cariño? —preguntó ella como cualquier madre preocupada por su hijo.

Jia arqueó una ceja por la forma en la que su madre le hablaba a SeHun. Debía odiarlo por lo que le hizo, dejarla botada.

—Mamá, SeHun ya no sale conmigo, ¿lo recuerdas? —dijo ella antes de que SeHun pudiese responder. La señora Lu miró a su hija ante su comentario grosero.

—Ya lo sé, pero es el novio de tu hermano y siendo a sí yo no tengo nada que ver con tus problemas con él —le aclaró mirando al chico quien le sonrió—. ¿LuHan está contigo hoy? —preguntó ignorando la ligera rabieta de su hija quien se cruzó de brazos. SeHun negó.

—Salió unos días a arreglar unos asuntos de su Universidad en donde estudiaba antes —informó el chico a la madre de su novio—. Quizás regrese en una semana, se fue hoy. Le diré que la vi cuando me llame, me alegra mucho verla a usted también, ojalá cuando regrese pueda acompañarnos a LuHan y a mí a cenar, sería un honor.

—Claro, cariño. Sin problemas —aceptó la mujer sonriendo, Jia rodó los ojos—. Me saludas a Hannie, nos vemos, SeHun -se despidió la mujer jalando a su hija con ella. No tenía ni la más mínima intención de permitir que su hija siguiese molestando al chico.

A diferencia de su esposo, ella si había visto la forma en la que Jia se portaba. Cómo el veneno corría por sus venas como si de una víbora se tratara. Creía en las palabras de su hijo, pero no podía hacer nada realmente para cambiar la situación en su familia, más que evitar más problemas.

[>>>]

El departamento sin LuHan se sentía bastante aburrido. Por ello no llegaba temprano a casa, prefería quedarse hasta tarde en la oficina o ir a cenar con sus dos amigos a algún local de la calle. Por la diferencia horaria era que podía hablar muy poco con LuHan y apenas tres días sentía que ya se estaba muriendo por no tener su dosis diaria de su chico.

ChanYeol y JongDae no paraban de hacerle bromas o incitarlo a enojarse cuando decían cosas muy sugerentes que él no podría hacer en ese momento porque LuHan estaba a varios kilómetros de distancia.

—Algún día ustedes no podrán ver a sus novios y me las cobraré —amenazó a ambos chicos mirándolos filoso, los dos chicos se rieron-. Me topé con Jia hace poco.

&Oh. —JongDae dejó su vaso en la mesa de pronto al escuchar eso, queriendo saber qué había pasado—. ¿Qué quería esa arpía?

—Oye, no le digas así, es una mujer —se quejó SeHun.

—No la defiendas —reprendió ChanYeol comiendo el último snack que habían comprado en ese local de comida chatarra—. Ella es lo que es y punto. Pero bueno, qué quería Jia.

—No lo sé, no quise prestarle mucha atención, pero.  —Sonrió divertido, estaba feliz por ello—. Vi a la mamá de Han y, ella si apoya nuestra relación, ¿eso no es genial? Me preguntó por él y ella se veía cálida.

—Bueno, eso si es un punto —concordó ChanYeol alzando su pulgar—. LuHan deberá estar feliz con eso. No ha perdido a toda su familia, y pronto su papá quizá y lo busque.

—LuHan dice que eso no le importa —comentó SeHun suspirando suavemente y bebió un trago de su cerveza la cual de alguna manera le era más tolerable, quizá por su frecuente consumo—. Pero yo sé que sí lo hace. Lo he visto muchas veces decaído mientras mira fotos viejas con su padre y madre o de ellos solos —contó sintiendo una punzada en su pecho de saber cuánto le dolía a su chico la situación con su familia—. Así que, hoy cuando me llame le diré que vi a su mamá, así él será un poco feliz. O no sé si esperarme a que regrese.

—Quizá debas esperar, así Han te abrazará y dará mucho amor toda la noche —bromeó Chen ganándose un golpe suave de ambos chicos. Los tres sonrieron.

[>>>]

LuHan terminó de comer y pagó la cuenta en el restaurante. Una vez tomó su bolso salió de ahí caminando por las calles alumbradas aún con algunos adornos de la pasada Navidad. Escuchó su celular y lo sacó de su chaqueta, sonriendo al ver que era de SeHun. Deslizó sus dedos por la patalla llevando la bocina a su oído.

—Hola, amor —saludó a su chico escuchando las primeras palabras del mismo—. Te extraño.

—Yo también, amor —susurró SeHun en línea, LuHan suspiró suavemente por ello, enamorado de ese chico—. ¿Ya solucionaste todo allá?

—Ya, amor —respondió LuHan pasando cerca de una tienda de discos donde las bocinas que servían de publicidad para la tienda reproducían pistas de electrónica a alto volúmen—. Espera amor, no te escucho deja salgo de este ruido —pidió LuHan caminando un poco más deprisa para alejarse de ese ruido.

SeHun al otro lado de la línea sonrió esperando por lo que su chico decía. Se acomodó en la cama sobre la cual descansaba y miró la pantalla un momento, eran la una de la mañana. Tenía sueño y al día siguiente tenía junta matutina pero valía la pena hablar con su chico. La música aún se podía escuchar al igual que los ligeros jadeos de LuHan, suponía que iba caminando más rápido de lo habitual.

—Listo amor —dijo LuHan con voz pesada—. ¿Qué me decías? —preguntó con tono divertido haciendo sonreír a su novio.

—Que si ya has acabado lo que fuiste a hacer. Te extraño y necesito de ti —dijo SeHun fingiendo estar sufriendo aunque no era de forma grave si lo hacía, estaba muy apegado al menor—. Ya quiero verte.

—Tomé una foto para ti, espera —dijo y pronto se quedó muda la línea. SeHun se sentó en la cama. Su celular vibró ante la llegada de un mensaje—. Vela amor, y duerme pensando en mí, te veré pronto
—dijo LuHan colgando la llamada.

SeHun se extrañó de eso, quiso llamar de nuevo pero abrió el mensaje sintiendo que su boxer quedaba más apretado y sus mejillas se sintieron calientes así como su corazón se aceleró al ver el cuerpo de LuHan desnudo frente al espejo, dejando ver parte de su espalda y sus nalgas bien redondas que a él tanto le gustaban. SeHun mordió sus labios sin poder evitarlo y gruñó.

Comenzó a escribir rápidamente un mensaje en respuesta sintiendo que su corazón se le saldría del cuerpo en cualquier momento.

"Eres cruel, amor. Muy cruel. ¿Cómo me envías eso? Se me acaba de parar... El corazón al verla"

Envió el mensaje y suspiró pasando sus manos por su rostro. Había prometido no pensar en nada morboso si LuHan no estaba, pero su novio no coperaba mucho. Miró su celular cuando llegó otro mensaje.

De: Bebé<3

"Lo sé, sueña conmigo bebé y, tienes prohibido usar tus manos. Te amo"

SeHun sonrió incrédulo. Pero estaba seguro que amaba a su chico por más cruel que fuera haciéndole eso.

[>>>]

Al salir de la junta SeHun le sonrió a Minseok que se encontraba junto con JongDae en el pasillo. Ambos se saludaron con un choque de manos.

—Vaya, sí que te ves muy bien con traje —halagó al más alto el de mejillas regordetas ganándose un quejido de su pareja—. ¿Qué?

—A mí no me dijiste eso —dijo Chen cruzándose de brazos como un niño caprichoso. Sehun se rió por ello—. Hoy no habrá buena noche.

—Cállate, celoso. —Le codeó y miró a SeHun—. ¿Luhan no vino a trabajar? No lo he visto.

—No, está lejos ahorita, y ya Chen, vaya que eres berrinchudo —dijo palmeando la espalda de su amigo que seguía haciendo berrinche—. Que sorpresa verte aquí Min, ¿viniste para comer con Chen? —preguntó pensando que sería lo más obvio porque era la hora de la comida, el chico asintió—. ¿Me les puedo unir?

—Claro, por mí sin problemas —aceptó Minseok a lo que Chen ya resignado asintió—. Quita esa cara, JongDae.

—Ya, ya —aceptó el chico sonriendo nuevamente—. Por cierto Hun, esta noche habrá fiesta en casa de JunMyeon, ¿vienes? —preguntó ya que su amigo le pidió que les avisará. SeHun lo pensó un momento—. Y sí es por LuHan no te preocupes, mi amorcito Xiu le dirá que nosotros te cuidamos.

Sehun rodó los ojos por eso pero asintió. Mientras LuHan estuviera bien él podría ir. Los tres chicos salieron de la empresa para ir a comer afuera. En el camino los tres iban platicando de las cosas de la empresa y del trabajo de Minseok. Minseok se giró un poco hacia SeHun cuando recordó un dato que no le había dicho aún al chico.

—Por cierto, SeHun, el cumpleaños de LuHan es el domingo —comentó el chico con una sonrisa nerviosa. Recordaba que el chico le había pedido esos datos hacía un tiempo, pero se le había olvidado—. Lamento decirte de pronto.

—¿El domingo? —preguntó sorprendido. Quedaba nada para poder prepararle algo a su chico, Minseok asintió manteniendo esa expresión angustiada en su rostro—. Oh por Dios, el domingo es mañana —dijo SeHun angustiado por eso.

—Tranquilo, tranquilo —dijo el chico a lo cual miró a su novio, Chen también estaba angustiado por eso—. Yo tengo la culpa por no decirte a tiempo, bueno, yo me haré cargo, ¿sí? Solo, hay que pensar en un buen regalo que puedas darle —mencionó, eso era lo más importante más allá de una fiesta.

JongDae se detuvo primero señalando el restaurante más llamativo para comer en ese momento. SeHun parecía al borde del colapso con Minseok tratando de controlarlo. Pidió una mesa para los tres y con algo de prisa metió a SeHun. Era el tipo de restaurante que tenía cuartos pequeños donde había una mesa según la cantidad de personas. El más alto tomó el asiento del fondo seguido de los otros dos.

—Ya sé, SeHun —dijo Minseok al tener una idea de lo que harían para el cumpleaños de su amigo—. Puedes regalarle un oso de peluche enorme, con una carta hecha a mano por ti de todos tus sentimientos por él. A LuHan aunque parezca que no, esos detalles que él no espera de alguien le encantan. También trata de regalarle un dulce, su favorito y verás como lo haces el chico más feliz del mundo.

—¿Y en dónde se lo puedo dar? —preguntó SeHun pensando en que la idea era magnífica, pero el escenario debía ser único, eso era lo que quería—. Quizás deba ir a esperarlo al aeropuerto y... No, ni siquiera sé si llega hoy o mañana, me dará algo.

—Para eso estamos nosotros, Hun —dijo Chen con una amplia sonrisa cómplice. Ellos se encargarían de investigar cuándo llegaba LuHan—. Así que, tú, mi querido Hunnie, anda ve a comprar el regalo para tu novio, guárdalo bien, e inspirate en esa carta y, nosotros hacemos el resto, ¿ok?

—Ok —dijo SeHun sonriendo amplio. Sintiéndose más tranquilo de saber que su chico recibiría un bonito regalo de su parte.

[>>>]

&Me da esa, por favor —pidió la chica señalando la peluca rubia y corta.

La encargada asintió y con ayuda del banco especial y un bastón bajó la muñeca con la peluca. El corte de chico le había gustado a la fémina. La encargada se la tendió.

—¿Es para usted? —preguntó la encargada cuando vio como la chica quería ponersela—. Si gusta de este lado tenemos cortes de cabello cortos para chicas, así la peluca le irá bastante bien.

—No, esta es la que quiero —dijo ella tomando el dinero de su bolsa y pagó por la peluca. Para lo que la necesitaba no era necesario que fuera para chica—. Gracias —dijo cuando la encargada empacó la peluca y se la dio de nueva cuenta.

La chica salió de la tienda de tintes y esas cosas, caminó por el centro comercial mirando los puestos de ropa para caballero.

—Así que confías mucho en que LuHan no te engañaría —susurró mientras se quedaba parada frente a un maniquí de chico con pantalón de mezclilla y una playera polo—. Quizás él no, pero voy a hacer que esa confianza que tienes en él se desmorone. Ya lo verás, cariño. Vas a volver conmigo. —Sonrió y se adentró a la tienda. Ese día de compras sería bastante largo.

[>>>]

Su mirada se encontraba fija en la ventanilla. Mirando las nubes que se rompían al pasar el avión por ellas. Aún restaban varías horas para poder llegar a casa. Suspiró cerrando sus ojos y disfrutando de la música que llevaba escuchando de su celular con los audífonos. Realmente odiaba viajar, siempre terminaba muy cansado.

Pensó en dormir un rato pero el celular dejó de reproducir su música. Abrió los ojos, se había quedado sin batería, fue lo que pudo ver al tratar de encenderlo. Buscó en su bolso su cargador portátil pero se dio un golpe en la frente al recordar que lo había olvidado en la maleta grande.

—Bien, LuHan. Ahora no podrás avisarle a SeHun que llegaste —dijo haciendo una mueca. Su sorpresa iba a ser demasiado sorpresa cuando llegase a casa sin avisarle a SeHun. Se peinó los cabellos negros hacia atrás y mordió sus labios. Su reflejo se veía por la ventana—. ¿Le irá a gustar como me veo ahora con cabello negro? -preguntó. Era la primera vez que se teñía el cabello de un color tan oscuro a su cabello natural. Incluso sus ojos se veían más claros con ese tono y su piel más pálida.

Salió de sus pensamientos cuando la azafata le ofreció la comida que iba incluida en el vuelo. Asintió y tomó la charola colocándola en la mesa Portable del asiento, era lo que podía hacer mientras esperaba.

—¿Ya te respondió? —preguntó JongDae a su novio mientras ambos estaban en la casa de Minseok. El chico negó—. Justo cuando se necesita hablar con él.

—No sé qué pasa, su celular manda directo a buzón —dijo el de mejillas regordetas a su novio, ambos hicieron una mueca—. Lo bueno es que SeHun ya se fue a comprar su regalo, sino ahorita ya estaría desmayándose por su sorpresa arruinada.

—No digas eso. De alguna manera tenemos que hacer que esa sorpresa se haga —sentenció decidido el chico besando la mejilla de su novio—. Anda, vamos a ver si más tarde responde, ahora hay que ver para lo de la fiesta con todos los chicos en la tarde —dijo Chen pensando en que JunMyeon podría hacer la fiesta después, así todos pasaban el día con LuHan festejando.

—¿Crees que quiera convertir su party alcohólica a una de cumpleaños para Han? —preguntó Minseok dudoso de que eso fuera posible. Chen le guiñó un ojo y lo tomó de las manos sacándolo de su casa para ir al auto e ir a ver a JunMyeon a su casa—. La fiesta es hoy a unas horas.

—A JunMyeon LuHan le cae bastante bien, además adora a SeHun —mencionó Chen quien conocía bastante bien a sus amigos—. Y tiene las posibilidades de mandar al carajo a sus no tan amigos y cambiar la fiesta, es solo de contarle y verás.

—Bueno, voy a confiar en ti —dijo sin tener más opción que confiar en las palabras de su novio. Así que subieron al auto y pronto se pusieron en marcha hacia la casa de JunMyeon.

Sehun negó con su cabeza ante el peluche que le estaban mostrando. Era grande pero no lo suficiente.

—¿Quiere todavía más grande? —preguntó la vendedora algo impresionada, SeHun asintió—. Está bien, espere.

El chico asintió nuevamente comiéndose las uñas. Esperaba realmente que en esa tienda tuvieran el tamaño de peluche que quería, porque las otras cuatro tiendas que visitó no había nada que le convenciera. Él quería un peluche que fuera tan grande como para que LuHan pudiera dormir en el y siempre pensara él. Sonrió por la sola idea.

—Joven, este es el peluche más grande que tenemos —informó la chica que con ayuda de otras más sacaron el enorme oso de felpa, gordo y esponjoso, que tenía su pelaje de estambre suave—. ¿Lo quiere más grande? —preguntó la chica sonriendo nerviosa ante la seriedad de SeHun.

—Ese está perfecto, ¿cuánto cuesta? —preguntó tocando la nariz negra del peluche. La chica sonrió aún más nerviosa por el precio.

—Bueno, es el más grande y... Está en... —No sabía cómo decir el precio del peluche. Temía que después del trabajo que le había costado sacarlo y que convenciera al cliente este no pudiera pagarlo—. Está en 10,000 pesos.

—Muy bien —dijo SeHun sin problemas sacando su tarjeta de crédito y se la tendió a la chica quien quedó sorprendida—. ¿Tienen envío a domicilio? —preguntó mirando como la chica aún estaba con la boca abierta de la impresión—. ¿Sucede algo?

—No, perdón, es solo que. —La chica sonrió mirando al peluche—. Su novia debe ser muy querida por usted y valer bastante la pena para regalarle un oso demasiado caro y grande —mencionó la chica con las mejillas rojas, teniendo envidia por esa mujer, quien aparte del regalo tenía un novio bastante guapo.

—Novio —corrigió SeHun con una amplia sonrisa—. Y si es para él, el precio es lo de menos si podré ver su hermosa sonrisa —dijo sintiendo su corazón regocijarse de emoción al pensar en su novio sonriendo y abrazando a ese peluche. No había nada que valiera más que eso.

Holas.

Cómo andan? Espero que bien. Realmente ya me había tardado en actualizar el fic. Estuve trabajando en las siguientes actus ya que estoy yendo hacia el final y todo debe de encajar.

Ya quedan más pocos Capítulos para terminar la historia, espero que la estén disfrutando y este capítulo les haya gustado.

¡A qué es un amor el SeHun! ¿Qué está planeando Jia? ¿Pronto serán felices para siempre el HunHan? Esperemos sea así.

Nos vemos en la próxima actu.

Voten y comenten, con eso me alegran el día ☺👌 Nos leemos. Chao.

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