Capítulo 34.
Sus pasos se marcaban en la húmeda arena por la que caminaban tomados de la mano. El sol estaba en lo alto esa tarde, haciendo que a pesar de la estación se sintiera como en verano. LuHan se agachó un momento a recoger una pequeña concha rosada y se la mostró a SeHun quien le sonrió pues tenían un color muy bonito.
Después del desayuno ambos salieron de la casa a caminar por la playa, disfrutando de su compañia.
Tenían muchas cosas de que hablar todavía, pero al menos las cosas ya no se sentían tensas entre los dos y LuHan por un momento después de tanto tiempo se sentía en paz consigo mismo.
Después de algunos minutos los dos se sentaron a una distancia prudente de las olas, LuHan al estilo indio teniendo aún la mano de SeHun con la suya.
—Han, quería decirte algo —dijo SeHun tomando la mano del chico y se la besó—. Yo, ya sabía lo que me dijiste.
LuHan lo miró confundido algo que SeHun notó y dejó escapar un breve suspiro. Le tomó ambas manos besando el dorso de las mismas un momento.
—¿A qué te refieres con eso, Hun? —preguntó LuHan sin entender.
—Jia me mandó mensajes justo en noche buena, yo estaba comprando algunas cosas cuando estos llegaron —contó jugando con las manos ajenas, trazando líneas en estas mientras hablaba—. La versión que ella me dio en esos mensajes me hablaban de un chico al que no conozco, a uno muy malo que fue capaz de someterla a ella a dar su identidad, para que ese chico se quedara conmigo porque él quería ser como ella, ¿pero sabes algo? —preguntó al momento que su mano acariciaba suavemente la mejilla de su chico haciendo que Luhan busque su contacto—. Ese chico que ella decía no podías ser tú, porque en ti no hay esa maldad que ella decía y sobre todo, mi chico, a él no le gustan los hombres y se resistió mucho a mí, ¿cómo iba a hacer eso que ella decía?
—SeHun.
—Te amo, Han. Eres el amor de mi vida, no tengo dudas de eso —susurró besando suavemente los labios del menor, un beso breve. Lo abrazó contra su cuerpo y Luhan suspiró estando así con el mayor—. Voy a hablar con tus papás y explicarles todo y la clase de chica que es tú hermana así ellos.
—Ya no importa —aseguró Luhan tomando el rostro del mayor entre sus manos—. No lo hagas, deja que ellos vivan en la mentira de Jia, lo que me preocupaba era perderte a ti. Sinceramente SeHun, no imagino mis días sin ti —confesó haciendo avergonzar al mayor, quien con un ligero rubor en sus mejillas besó los labios de su chico.
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El ya no tener un secreto guardado para Luhan resultó ser la misma paz y a pesar de que le dolía el haber perdido a su familia, estaba tranquilo. Sus estudios iban bastante bien, incluso el trabajo en la empresa de su suegro. La contabilidad era su pasión, los números y todo lo relacionado le fascinaban. Si bien, estar trabajando ahí le había ayudado también para comenzar su tesis que entregaría al final de su carrera.
La fiesta de año nuevo la había planeado con su suegro en la empresa, una con los trabajadores donde se pudieran divertir un poco. Por ello era que SeHun veía a su novio más tiempo con su padre que con él, algo que no le molestaba sino todo lo contrario, le daba gusto saber que su padre le tenía aprecio a su chico.
Luhan miró un momento hacia la ventana de vidrio que tenía la oficina del contador y le sonrió a su novio, quien se detuvo ahí para ver un momento a Luhan. Sehun le hizo seña de que saliera un momento. Luhan lo pensó, no tenía trabajo que hacer en ese momento, así que no creía que hubiese problemas. Se levantó de su asiento y cerró la laptop caminando fuera de la oficina.
SeHun no le dijo nada, solo tomó su mano y lo jaló consigo hacia su oficina que casi nunca usaba por estar en la de su padre.
En cuanto Luhan puso un pie dentro de esas cuatro paredes los labios del mayor lo asaltaron en un beso profundo y húmedo que no se negó a corresponder.
La forma en la que los belfos carnosos del más alto apresaron los suyos le causó una sensación de placer en su vientre bajo, tanto que el cosquilleó recorrió su columna vertebral que lo hizo jadear.
—Extrañé tanto besar tus labios, mi amor —confesó SeHun sobre los finos labios del menor quien sonrió abrazandolo por el cuello—. Te amo.
—También te amo, Hunnie —correspondió el más joven ladeando un poco su cabeza mirándose a los ojos con su chico—. También extrañaba besarte amor, pero, ¿por qué me encierras aquí contigo? —preguntó cuál si no supiera las intenciones de su chico. SeHun sonrió y beso brevemente sus labios—. Hun.
—Pensé que, podríamos jugar a que tú eres mi secretario y yo un sexy empresario que tendrá sexo contigo sí o sí —sugirió llevando sus labios de forma sensual al cuello ajenos pasando la punta de su nariz por su curva a lo cual Luhan estremeció y negó—. ¿No?
—No, amor —dijo riéndose un poco y le besó los labios de manera sonora al chico—. Sí tú papá se entera se enojará con nosotros, además amor, debes cuidar tu imagen, recuerda que como jefe debes poner ejemplo y no a las relaciones en horas laborales, Hunnie.
SeHun hizo un puchero. Ahora entendía porque su papá adoraba a Luhan, era un chico bastante serio en lo que hacía, alguien de confiar. Sin refutar más al asunto solo le robó un par de besos más, estuvieron un rato nada más abrazados y hablando de lo que hacían en su trabajo y cada uno se fue a seguir con sus labores hasta que cayó la noche.
Luhan metió la comida al horno para que esté lista para comer y comenzó a poner la mesa para que puedan cenar. Sehun se había metido al baño para tomar una ducha mientras él se dedicaba a preparar la cena. Si bien, no era un experto ni fan de la cocina, pero de alguna manera a SeHun le gustaba lo que él hacía y eso causaba que él quisiera esforzarse por preparar algo rico para su novio. Cuando terminó de poner la mesa se sentó en una de las sillas junto a la mesa y sacó su celular de su sudadera. Miraba los mensajes de sus amigos, Baekhyun le mandó fotos de él con ChanYeol y sus suegros. Todos juntos festejando en familia, sonrió. Su amigo se veía feliz.
Key solo le mandaba fotos de sus nuevos cortes de cabello que había hecho a clientes, le contaba como le estaba yendo con JongHyun y que debería ir a verlo para probar nuevos looks en él. Luhan solo sonrió.
Enero estaba por terminar ya, Minseok era quien más lo frecuentaba al igual que Chen, con quienes a veces salían a dar la vuelta los cuatro. Su vida era tranquila, a pesar de que todos esos días no había visto a sus padres estaba bien consigo mismo, y eso era lo que más importaba. Su madre le llamaba de vez en cuando, preguntando si estaba bien o necesitaba algo, simplemente le respondía un estoy bien y no necesito nada más, hablaba con ella poco tiempo y después colgaba la llamada. De su padre no tenía ninguna señal. Y aunque dolía, él esperaba eso.
Estaba tan metido en sus pensamientos que se sorprendió un poco al sentir los brazos de SeHun abrazarlo por la espalda y le besó la mejilla.
—¿Qué pasa, bebé? Te noto pensativo —preguntó apoyándose en la mesa y le acarició suave la mejilla a su chico—. Te ves todo bonito pensativo pero me preocupa lo que pasa por tu cabeza.
—No es nada, Hunnie —respondió el menor tomando la mano ajena y sonrió—. Gracias por tus palabras, son lindas pero, no pasa nada grave por mi cabeza. Solo pensaba en mi familia. —Se encogió de hombros y se puso de pie besándole los labios a su chico brevemente—. La cena ya está lista, te serviré.
—Gracias, amor. —Lo abrazó por la cintura dándole más besos, breves y cortos haciendo reír al menor—. Hannie, ¿a ti te gustaría que vivamos juntos? —preguntó bajito, un poco temeroso de recibir un no de parte del menor.
LuHan se vio bastante sorprendido por lo que SeHun le estaba pidiendo. No lo había esperado y tampoco pensado. Ellos pasaban el mayor tiempo juntos pero siempre tenía cada uno a donde volver.
—No sé que decirte, Hunnie —contestó sincero.
Sehun sonrió, la verdad era que había previsto una respuesta así a su chico. Le gustaba la relación que llevaban, estaban a casi nada de cumplir un año de estar saliendo pero llevaban más tiempo de conocerse y aunque fuera poco, sabía que sus deseos estaban bien, Luhan era un chico increíble y le generaba confianza, tranquilidad y paz, y eso era lo que más amaba del menor. Esa serenidad para ver las cosas, el que no discutían y en efecto sí, Luhan era bastante sencillo de entender. No había rodeos en sus palabras, si era un no, era no. No había un tal vez o un quizás. Besó suavemente los labios de su chico, siendo breve. Acarició su mejilla y le sonrió.
—Sé que quizá te tomé por sorpresa, amor pero —susurró delineando con sus dedos el perfil del más joven que le escuchaba atento—. Quizá soy un romántico empedernido, exagero mis sentimientos pero, realmente creo que no tengo dudas en querer compartir una vida contigo. Pasamos mucho tiempo juntos sí, pero en algún momento tú tienes que venir aquí, a tu casa. Yo tengo que ir a la mía y así, ¿y sabes? A mí me gustaría abrir mi clóset y ver tu ropa junto a la mía, llegar a casa y ver mis zapatos al pie de los tuyos, que podamos amanecer cada día juntos en la misma cama, abrazados, sin que nada nos llegue a separar.
El menor desvió un poco la mirada. SeHun tenía el don para alterar sus latidos en un segundo, no solo por sus palabras lindas, sino por la manera en la que sus ojos brillan al hablarle y verlo con ternura. No tenía duda de que SeHun realmente lo amaba como decía y correspondía fielmente a sus sentimientos por él. Sonrió sin poder evitarlo y abrazó al chico dando varios besos cortos y sonoros en su mejilla haciendo reír al más alto que oculto parte de su rostro en el cuello del menor.
—Me parece una excelente idea eso que me propones Hunnie —respondió sincero. La idea era bastante linda y si quería soñar con un mundo de ensueño lo podía hacer ahí con él, con su chico—. Dime entonces, ¿cuándo traerás tus cosas acá? —preguntó divertido mirando a su chico cuando se alejó levemente de él. SeHun correspondió a su sonrisa.
—¿Puede ser mañana? —preguntó el más alto a lo que LuHan asintió. Él estaba encantado de que así fuera.
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Esperar era algo que realmente no le gustaba. Estaba ya cansado de estar parado al pie de la oficina del rector, pero le urgía checar ese papeleo, de no ser si tendría problemas para graduarse en algunos meses.
Cuando la puerta de la oficina se abrió miró a la persona que iba saliendo de la oficina del director. Ambos cruzaron mirada sin moverse de su lugar. Jia sonrió y cerró la puerta al salir por completo, se cruzó de brazos mirando con hostilidad a su hermano.
—¿Mi papá ya dejó de pagarte los estudios? —preguntó con sorna. Luhan rodó los ojos y quiso pasar de largo pero la chica no se lo permitió—. Me alegra verte tan miserable, Luhan.
—¿Miserable, Jia? —preguntó confundido. O mínimo eso trató de dejar ver ante la chica—. Yo no soy miserable. Soy la persona más feliz del mundo, ¿sabes por qué? —preguntó sonriendo suavemente, Jia arqueó una ceja—. Tengo a la persona que amo a mi lado, y no, yo no necesito que mi papá o el señor Lu pague mis estudios. Solo puedo mantenerme, no soy como tú que no tiene nada en la vida más que una cara plástica. Y, perdona que ya no pierda más mi tiempo contigo, pero, tengo cosas realmente importantes —soltó y la hizo a un lado entrando a la oficina del director de la Universidad.
Jia bufó molesta echando su cabello que caía en sus hombros a un lado mirando como Luhan se perdía tras esa puerta. Hizo una mueca, la felicidad no le iba a durar a su hermano mucho tiempo.
—No sabes con quién te estás metiendo, Luhan. —Sonrió al decir eso, su mirada era filosa. Caminó por los pasillos hasta el baño.
Una vez dentro de aquel lugar se miró al espejo, ladeó su cabeza. Los médicos habían hecho un excelente trabajo con ella, no había realmente tanta diferencia a antes. Se recogió todo el cabello y sonrió ante la idea que estaba pasando por su cabeza.
—Ten por seguro Luhan, que si me propongo algo lo logro. Sehun es muy estúpido, si sigue a tu lado no será por mucho tiempo —aseguró y de su bolso de hombro sacó su labial rojo mate y pintó sus labios. Al terminar se mandó un beso y sonrió ladina. Sus planes no iban a salir mal en esta ocasión.
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—Al hacer la transferencia de Facultad se te permitió porque teníamos la carrera que estás cursando, pero para que tus semestres pasados sean válidos necesitamos una constancia de los semestres que estudiaste en tu antigua Universidad —informó el director dándole un par de hojas al chico sentado frente a él, Luhan las tomó y miró estas—. Te mandamos a llamar porque tienes un excelente rendimiento, eres uno de los más altos en puntos de tu clase, sería realmente una pena que tengas que cursar más semestres y no puedas graduarte con los demás —lamento el hombre mayor apoyando su mano en el escritorio.
—Entiendo, debí haber previsto eso antes —dijo Luhan haciendo una mueca. Realmente era una lata esa forma, pero no podía hacer más—. ¿Puedo ausentarme unos días de la Universidad para ir por esa constancia? —pidió prórroga, el director le miró y asintió—. Muchas gracias, señor Kim.
—No es nada, esperamos esos documentos —dijo con una sonrisa amable el hombre mayor dejando que el joven saliera de ahí.
Luhan suspiró. Hacer un viaje en ese momento no estaba en sus planes, tenía que ir ahora a pedir permiso a su trabajo y así mismo informar a SeHun de que saldría quizás por una semana. Si todo salía bien.
Sacó su teléfono de su sudadera cuando estuvo caminando por los pasillos. Era SeHun. Sonrió y contestó la llamada.
—Hola, Hun —saludó caminando hacia su salón de clases—. Todo bien, tengo que hablar contigo, tengo que hacer un viaje.
—¿Un viaje? —preguntó SeHun en línea, Luhan asintió y antes de llegar a su salón se recargó sobre una pared para hablar con el chico—. ¿A dónde amor?
—Debo regresar a mi antigua Universidad, necesito unos documentos o tendré que repetir algunos semestres —se quejó haciendo una mueca mientras miraba como los demás alumnos iban de un lado a otro—. Así que, sí o sí tengo que viajar. Te diría que me acompañes pero, en estas semanas tienen juntas importantes en tu empresa y no debes ausentarte.
—Es verdad —se lamentó el chico. Luhan sonrió porque podía imaginar y asegurar que SeHun estaría haciendo gestos lindos como niño haciendo berrinche—. Pero me llamarás todo el día —pidió con voz chiqueada, Luhan rió bajo. Amaba esa actitud de su chico.
—Por supuesto, amor —dijo sabiendo que SeHun enloquecería por llamarlo así—. Ahora, hablamos más tarde en la casa, ¿sí? Tengo que entrar a dar mi exámen, te amo.
—Te amo, hasta más tarde —susurró el más alto.
Luhan colgó la llamada después de escuchar como SeHun le mandaba un beso por línea. Soltó un suave suspiro sin dejar de sonreír y siguió su camino sin darse cuenta de la presencia de Jia que estaba apoyada en uno de los pilares grandes de ese pasillo.
La chica sonrió. Pudo ver perfectamente como su hermano estaba enamorado de SeHun, era una lástima que ese amor no fuera a durar mucho.
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—¿Vas a seguir con eso? —preguntó la castaña un poco molesta por la actitud de su esposo. El señor Lu aún seguía en planes de boda con su mejor amigo y socio. Estaba seguro de que no era una locura como su esposa decía, sino lo mejor para su familia y negocios—. A Luhan le gusta alguien, no lo metas en esto.
—¡Quién! ¿El novio de su hermana? Por Dios —dijo molesto, incluso aplastó su mano contra la madera de su escritorio, la señora Lu dio un ligero brinco—. Luhan no sabe lo que está haciendo, este matrimonio le hará bien. Seguro esta confundido y.
—Lo que pasa con Luhan no es confusión, por el amor de Dios, ¿acaso eres tan ciego? —preguntó ella molesta, no pensaba apoyar esos planes de su esposo por nada del mundo. Aun cuando ella misma no estaba de acuerdo en las preferencias de su hijo, no era capaz de someterlo a un matrimonio sin amor.
—Esto no está a discusión. Si quiere seguir siendo parte de esta familia, tendrá que someterse a mis reglas —declaró sin opción a cambiar de opinión en ningún momento.
La señora Lu suspiro un poco cansada, la idea era bastante amarga. Lo lamentaba mucho por su hijo y por Tiffany, que sería arrastrada por las ideas erróneas de un padre que no entendía que gustar de un hombre siendo uno no era una confusión y tampoco un problema que se iba a arreglar así.
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—Y bueno, entonces una cosa llevó a otra, yo tuve que...
—A ver, joven ChanYeol —dijo el Señor Oh tocándose la sien un poco mareado por todas las vanas explicaciones del chico para justificar su ausencia en el trabajo casi un mes y medio. SeHun estaba ahí, al lado de su padre aguantando la risa—. Tus excusas son un poco.
—Baratas —agregó SeHun ayudando a su padre, ChanYeol le hizo un gesto con su puño a lo cual SeHun solo se rió. El señor Oh suspiró y asintió.
—Pero, bueno. Aquí estoy y vengo con todo para trabajar —dijo animado.
—No sé que haré contigo, ChanYeol —se rindió el señor Oh. Se puso de pie y palmeó el hombro de su hijo para que el se encargara, salió de la oficina.
—Eres tremendo, ChanYeol —lo regañó tomando asiento en el lugar de su padre, ChanYeol hizo una mueca y negó—. Creí que le habías avisado a mi padre que te ibas a tomar unas vocaciones, no puedes ser así de desobligado.
—Ya, no me regañes —se quejó suspirando profundo, SeHun arqueó una ceja—. Baekhyun también me dio el sermón de mi vida, me dijo que no era posible que fuera tan responsable, ¿sabes que a ese chico no le puedo ocultar nada? Agradezco ser un hombre fiel y honesto, porque de no serlo, Baekhyun sabría con quien me acosté, cómo, cuándo y dónde —dijo con terror en su voz, incluso fingió tener escalofríos.
—¿Qué esperabas? Sabes que viene de una familia de detectives reconocidos y él también es uno recién graduado —dijo con tono divertido, miró a ChanYeol con lastima—. Realmente es bueno que no seas un cabezón idiota que le pone los cuernos o ya serías hombre muerto —se burló. ChanYeol le hizo mala cara—. Pero sí, amigo. ¿Cómo es que tú y Chen son tan desobligados? Me sorprenden.
—No lo sé, bien —dijo molesto consigo mismo y echó su cuerpo hacia atrás, la verdad era que no le había gustado nada ver el rostro de Baekhyun lleno de decepción cuando supo como era en el trabajo—. Solo, pensé que por ser joven no tenía que tener obligaciones complicadas y sin querer me llevé a Chen en mis ideas malas.
—Pero aún estás a tiempo de corregirte —aseguró el menor sonriendo—. Papá ya no sabe que hacer con ustedes, no quiere correrlos porque los vio crecer conmigo, pero tampoco podemos darle dolores de cabeza al Presidente Oh, ¿lo entiendes? Así que mi querido Yeol, tendrás que firmar una carta compromiso.
—Está bien, Jefe. Firmaré esa condena, solo porque quiero ser un buen hombre como tú para mi Baekkie, así cuando me vuelva a investigar solo haya referencias buenas de mí —prometió con una amplia sonrisa en sus labios a la cual correspondió el chico sentado frente a él.
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Cuando llegó al departamento de Luhan se quedó parado frente a la puerta. Hacía una semana que había hablado con él sobre vivir juntos, y recién había mandado sus cosas con el chofer esa tarde. Sabía que tendría que arreglar con el menor, su ropa y algunas cosas que ocupaba en su antigua habitación, pero la sola idea de pensar en que a partir de ese día vivirían como una pareja oficial con algo más allá de un noviazgo le puso nervioso. Incluso su mano sudó al tomar la perilla para abrir la puerta después de poner la clave.
Mordió sus labios, se preguntaba si Luhan ya estaría ahí. Era su día de descanso y no lo había visto en la empresa, ansiaba mucho poder abrazarlo y darle un beso suave y lento en sus dulces labios. Negó con su cabeza, pensar en eso y que vivirían juntos solo calentaba su cabeza y quizás otra cosa.
Abrió la puerta, todo está oscuro. Mordió sus labios, cerró la puerta detrás suyo y dio unos cuantos pasos para encontrar el interruptor de la luz. Picó el botón de la luz y está se encendió y con ello vio a Luhan quien tronó cerperpintas y le sonrió amplio. La pequeña sala de su departamento estaba llena de globos y cerpentinas por todos lados. Del techo colgaban más globos y cerpentinas junto con un bonito cartel hecho a mano que tenía un claro "Bienvenido a casa, amor" que SeHun le derritió el corazón.
—Han —susurró sin saber qué decir en ese momento.
Luhan un poco ruborizado se acercó a él y abrazándolo del cuello le dio un beso en los labios de manera breve y le sonrió.
—Bienvenido a casa, SeHunnie, ¿estás cansado? —preguntó con un tono coqueto y bastante dulce también, SeHun lo abrazó aún más por la cintura besándolo nuevamente, el beso duró lo suficiente para alterar a ambos que Luhan tuvo que cortarlo—. Hice la cena, comamos y ya después pasamos al postre.
—¿Sabes que eso sonó tan sensual de tu boca? —preguntó besándole una vez más los labios a su chico, hambriento de ellos. Y es que cómo iba a poder contenerse teniendo a semejante belleza en sus brazos, ambos caminaron besándose hasta topar con el sillón sobre el cual cayó Luhan con SeHun encima suyo—. Tu comida me encanta amor, pero, me encantas más tú como postre, ¿la cena puede esperar? —preguntó bajando con besos lentos y húmedo al cuello del menor quien ladeó la cabeza dándole el espacio suficiente.
—Mgh, no lo sé, ¿y si se enfría? —jadeó mordiendo su labio inferior mientras sus manos se encargaban de quitarle la camisa de SeHun tocando su piel que iba quedando al desnudo—. Hunnie... Estás derritiendo al postre —susurró Luhan al sentir los húmedos besos del mayor bajar hasta su pecho al tirar levemente de su camisa sacando los botones, ambos se miraron a los ojos y sonrieron—. Te amo.
—Te amo también —susurró acercándose lento a los labios ajenos, no los beso, solo se mantuvo ahí, respirando el mismo aire de Luhan, estaba feliz de estar ahí con él, sentirlo cerca y saber que cada uno se pertenecía completamente.
Las manos de Luhan subieron lento por el pecho del chico mientras las del mayor recorrían su cintura suave bajo su camisa, los dos unieron sus labios en un beso lento y húmedo. Dejando de lado la cena y todo lo demás, realmente deseaban tanto que ese fuera el comienzo de su felicidad eterna.
Fin.
Ah no se crean. Jaja. Cómo podría ser ese el final? 🤗💕 bueno, esta es la nueva actu, espero que les guste mucho. Quizás la sientan un poco sosa, y con cosas que dirán y el HunHan qué, pero creeanme, todo lo que pasa aquí es necesario para las siguientes actus.
Woh, ya 34 capítulos. Realmente cuando empece este fic mi intención solo eran a lo mucho 20 capítulos, (´༎ຶ ͜ʖ ༎ຶ ')♡ no sé porqué soy así, pero los fics cortos no son lo mío, igual según yo hasta la fecha no he metido relleno innecesario, todo es necesario para el amor de estos dos y para que paguen los malos.
Ahora sí, yendo con lo que me gustaría saber que piensan al respecto,
Qué creen que trama Jia? Si sí, de que trama algo lo hará.
Creen que pase algo en ese viaje que hará Luhan?
Por qué los padres son así? Bueno no todos pero algunos sí son controladores y Dios Lu tiene uno.
Bueno bueno, espero me dejen sus bonitos comentarios y les haya gustado este capítulo, nos vemos pronto en la siguiente actu, trataré de que sea emocionante. Chaosito.
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