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Capítulo 21.

Hola.  Aquí después de un tiempo traigo la nueva actu.  Me tarde por cuestiones que ni yo sé,  XD.  Lo siento.  Pero he estado trabajando con los demás capítulos.  Espero disfruten mucho este. 
Gracias por los votos y comentarios,  es agradable saber lo que piensan de la historia.

Ahora sí,  a leer:

Las gotas escurrian aún de forma gruesa y rápida por las ventanas,  chocando a veces con la misma por el viento.  Dentro del cuarto de aquellas ventanas se removió el chico en la cama,  disfrutando la suavidad de las sabanas sobre su cuerpo y la comodidad del pecho sobre el que descansaba.  El mayor pasó su mano suavemente por la espalda del  más bajo escuchando su tranquila respiración.

El menor entre sus brazos se veía tan frágil.  Sonrió y acarició su frente,  aquella donde reposaban sus cabellos,  los cuales despejó y besó su coronilla.   LuHan abrió los ojos lentamente mordiendo sus labios.  Se removió un poco mas un pequeño dolor punzante lo dejó quieto en un santiamén.  SeHun se preocupó por ello dejando recostado al menor en la cama bien.

—¿Te duele algo? ¿Te he lastimado?  —preguntó angustiado.  LuHan se sonrojó y negó con su cabeza levemente—. Yo...

—Estoy bien,  no pongas esa cara —susurró el menor picando la mejilla ajena,  quería que quitara esa expresión de tristeza.  Le dio un corto beso en sus labios y se sentó con trabajo en la cama.  SeHun también lo hizo,  ambos frente a frente,  SeHun tomó su mano y le besó la misma—. ¿Qué haces?

Preguntó el menor sintiendo como los dedos ajenos recorrían el dorso de su brazo hasta llegar a su hombro.  Mordió sus labios al ver ese recorrido hasta que esos dedos llegaron a su mentón y con el pulgar SeHun acarició sus labios.

—Yo...  Quería saber si...  —El mayor vaciló un poco bajando la mirada.  LuHan sonrió avergonzado tomando la mano ajena y apretó la misma dejándola sobre sus piernas—. Si...  Si te gus...

—No —respondió sabiendo la pregunta.  SeHun le miró con los ojos bien abiertos.  LuHan se rió por eso acercándose a él y le besó la boca con brevedad abrazando su cuerpo por el cuello y se apoyó sobre su hombro—. No debes preguntar eso,  es vergonzoso,  pero...  Creo que viste muy bien mis expresiones y sabes que sí...  Y,  espero que a ti...

—Fue la mejor experiencia de mi vida.  El mejor momento,  Hannie. —Rodeó con sus manos la cintura ajena pegándolo a su cuerpo,  LuHan suspiró,  podía oler esa fragancia a lo que habían hecho juntos en el cuerpo del mayor—. No pudo ser mejor.  Yo.

LuHan lo abrazó con más fuerza.  Su corazón estaba latiendo muy rápido.  Coincidía con él,  no pudo ser mejor.  Era genial así.

[>>>]

Cuando salieron de la habitación eran las diez de la mañana,  habían pasado durmiendo gran parte de la mañana,  abrazados y tranquilos.  Sehun sostenía la mano de LuHan mientras bajaban las escaleras para ir a tomar el desayuno,  mas no esperaron ver al señor Oh en medio de la sala esperando con los brazos cruzados y una expresión seria.

—Hola,  papá —saludó SeHun con  una sonrisa en sus labios,  el señor Oh observó a LuHan con más interés,  depués a sus manos unidas—. Han se quedó a dormir aquí,  tomaremos el desayuno y saldré un rato con él,  iré más tarde a la empresa.

—Hola —saludó el menor algo cohibido por la mirada que les daba el padre de Sehun.  El señor Oh asintió y les indicó que fueran con él a la mesa.

Luhan solo le sururraba a SeHun que lo mejor era que se fuera en ese momento,  lo que menos quería era incomodar al padre del mayor.  Pero SeHun solo lo ignoraba.

Tomaron asiento en la mesa familiar,  era bastante grande,  más de diez sillas por ambos lados y dos a los extremos.  Luhan estaba familiarizado con ese tipo de mesas mas,  no dejaba de ser sorprendente para las dos personas que vivían ahí.  Recordaba la ocasión en la que cenó con la familia de SeHun siendo Jia,  donde conoció también a la pareja del señor Oh.  Y aún así,  la casa seguía siendo bastante grande.  Mordió sus labios y miró al padre de SeHun cuando este habló.

—Por lo que veo,  pasaron la noche juntos —dijo sin pudor haciendo sonrojar a Luhan y a su propio hijo en ese momento.

—Papá creo que...

—Oigan. Estamos en pleno siglo XXI,  ¿creen ustedes que me voy a tragar el cuento de que solo durmieron?  —dijo el mayor obvio,  ambos chicos bajaron la mirada—. Les aclaro,  que no estoy molesto por eso.  Ustedes están bastante grandes para tener consciencia de lo que hacen  pero,  ¡SeHun,  no me lo has presentado como se debe!  —regañó a su hijo quien abrió los ojos en demasia.

—Papá es que. —No sabía que decir.  Luhan estaba tan rojo que pronto sería una masa de sangre.  Si bien,  se habían conocido antes,  en aquella presentación de su nuevo negocio,  pero no habían tenido la oportunidad de hablar más a fondo—. Luhan,  mi papá es un poco bromista,  espero no te moleste —dijo SeHun muy apenado.  El señor Oh se echó a reír.

—Lo siento muchacho.  Mi hijo muy pocas veces me deja conocer a las personas con quienes conviven,  pero,  tenía muchas ganas de conversar contigo,  y preguntarte,  ¿qué le has hecho a mi muchacho que ahora sonríe todo el tiempo? —preguntó el señor Oh sin dar tiempo al menor a decir algo antes,  Luhan le miró realmente sorprendido,  después a SeHun quien también tenía el rostro completamente rojo—. Mira nada más su cara,  ¿has hecho algún hechizo con él?

—No —respondió tímidamente el chico.  SeHun bajó la mirada observando de soslayo a Luhan quien mantenía una pequeña sonrisa tímida en sus labios.

SeHun debía de aceptar que su padre solo los estaba molestando.  Luhan platicaba bastante tranquilo con él de los asuntos de empresas y política,  al parecer tenían bastantes temas en común.  La comida pasó al final de manera agradable hasta que el señor Oh tuvo que irse por asuntos de la empresa,  tal como SeHun le había comunicado antes iría después con él.

Al verse los dos solos salieron al patio trasero de la mansión Oh.  LuHan recordaba bien ese lugar,  así como también todo aquel detalle que SeHun hizo para su hermano el día que lo conoció.

—Tu casa es muy bonita,  bastante grande —comentó LuHan mirando todo a su alrededor.  SeHun asintió y lo llevó hacia a aquel columpio de madera tipo hamaca,  ambos tomaron asiento ahí—. Sehun...  Tengo algo que decirte.  —Pensó que era lo mejor,  no podía seguir guardando ese secreto por más que sabía que eso le pondría fin a lo que ellos dos tuvieran en ese momento.  Sehun le miró sonriendo.

—¿Qué pasa, Hannie?  —preguntó curioso tomando la mano del chico con la cual entrelazó sus dedos,  Luhan mordió sus labios—. Oye —dijo dudoso pensando en si Luhan le dejaría hablar primero—. Quiero pedirte algo.

—¿Qué?  —preguntó el más bajo un poco nervioso,  con el corazón latiendo rápido mientras pensaba en cómo decirle la verdad a SeHun.

—¿Quieres salir el siguiente fin de semana conmigo?  No sé,  fuera del país —preguntó dudoso jugando con la mano del menor.  Luhan se sorprendió por el pedido del chico,  a lo cual SeHun sonrió—. ¿No hay algún lugar al que quieras ir y conocer? 

—Sí —respondió sonriendo levemente,  la expresión ilusionada de SeHun le decía lo mucho que SeHun quería hacer esa salida—. ¿A donde quieres ir?

—¿Te gusta la playa o el bosque?  —preguntó con curiosidad el chico más alto pasando su brazo por los hombros de LuHan,  lo acercó un poco más a él a lo cual Luhan se dejó sin problema pensando en las dos opciones que le estaba dando.

—Me gustan ambos,  pero al bosque nunca he ido,  ¿sería bueno? —dijo acomodando su cuerpo de forma que apoyó su cabeza en el pecho ajeno,  SeHun jugó un momento con sus cabellos—. Me gusta este sitio,  es muy fresco —comentó suspirando.  Aunque no quisiera pensar en ello sabía que a su hermana también le gustaba ese sitio y así como él estaba con SeHun ella también pudo estar.

SeHun pudo notar como la expresión del chico había cambiado,  se notaba afligido y molesto a la vez,  le tomó con delicadeza su rostro por el mentón haciendo que alce su mirada hacia él.  Luhan apretó sus labios conectando su mirada con la ajena.

—¿Qué pasa,  bonito?  De pronto te quedaste todo serio —preguntó angustiado moviendo en círculos su pulgar sobre la piel ajena—. ¿Dije algo mal?

—No es nada,  ¿podemos salir?  No sé,  a dar la vuelta —pidió con una pequeña sonrisa en sus labios picando los costados del más alto,  SeHun soltó una ligera carcajada y asintió robándole un breve beso en sus labios.

Ambos se pusieron de pie y caminaron hacia la salida de la casa.  LuHan permitía que la mano de SeHun sostuviera la suya en todo momento hasta que le pidió que esperará por él en la entrada.

LuHan miró su teléfono,  su hermana había comenzado a mandarle mensajes de nuevo,  pero solo los estaba ignorando.  Alzó su mirada cuando escuchó el motor de una moto.  SeHun se detuvo frente a él,  con una bonita moto color negra y asiento de cuero,  se veía bastante cool.  Sonrió porque en efecto,  a SeHun le iba mejor la moto que un carro.

—¿Vienes,  bonito?  —dijo en tono coqueto,  incluso su sonrisa lo fue así como el guiño de su ojo al darle uno de los cascos.  LuHan negó divertido y caminó hasta él tomando el casco.  Se lo puso y con cuidado de no quemarse se subió a la moto detrás de SeHun—. Sujétate bien,  no quiero que vayas a caer.

—No mientas,  lo que quieres es que te abrace —dijo divertido pasando sus dos manos por el abdomen ajeno,  SeHun le miró por encima del hombro recibiendo un breve beso de parte del menor—. Debo de admitir que,  me gusta como te ves arriba de esta moto —dijo suave haciendo avergonzar al más alto.

—Creo que al tenerte aquí conmigo me hace lucir mejor —dijo acariciando una de las manos ajenas sobre su abdomen y se colocó su casco también.  Aceleró el motor y cuando la puerta de la entrada principal se abrió salió empedernido.

El camino por la ciudad era realmente agradable.  El viento chocando contra sus cuerpos,  la adrenalina de viajar a velocidad agradable y precavida.  Las calles poco concurridas y estar cerca del cuerpo ajeno.  LuHan debía de admitir que estaba feliz en ese momento. 

Cuando SeHun se detuvo lo hizo en un local de autoservicio,  ambos bajaron de la moto y se quitaron los cascos.  Estaban a mitad de nada en esa tienda pequeña.  LuHan sonrió,  muchas escenas de películas venían a su cabeza en ese momento. Esas donde los protagonistas escapaban juntos en moto y estaba en tiendas de ese tipo pidiendo gasolina para después salir huyendo al no tener que pagar,  sabía que no sería su caso pero le causaba gracia. SeHun le pidió que aguardara ahí en lo que iba a pedir gasolina y comprar algunas cosas.

El menor no puso pero en ello.  Se quedó recargado en la moto y sacó su celular,  miró los mensajes,  todos eran de su hermana,  salvo dos que eran de Minseok preguntando si estaba con SeHun o no.  Leyó todos los mensajes de su hermana,  no la entendía, ¿qué era lo que quería?

||Hermano,  necesito que me cuentes todo lo que pasó contigo y SeHun cuando te hacías pasar por mí||

||SeHun está actuando raro,  ¿estás seguro de que te aseguraste de hacer que me ame? Te pedí que lo conquistaras más,  no que lo alejaras||

||Necesito que hablemos,  no voy a perder a SeHun,  lo amo,  y tú tienes que ayudarme.  ¿Lo entiendes?  Debes decirme todo lo que viviste con él||

—¿Acaso has enloquecido,  Jia?  —se cuestionó apagando su celular después de contestar a sus amigos—. Por supuesto que no voy a ayudarte,  no ahora —dijo en voz baja mirando como SeHun salía de la tienda.  Por más que supiera que era lo justo decirle la verdad a su hermana,  no podía ayudarla ahora que sabía que SeHun le gustaba y lo que había pasado entre los dos.

SeHun le sonrió acercándose a él.  Colocó las bolsas de compra debajo del asiento de la moto y apoyó sus manos a los costados de LuHan,  dejándolo entre su cuerpo y la moto.

—Compré algunas golosinas,  comida,  bebida y,  cigarrillos —dijo mirando la cajetilla que llevaba en su mano,  en su vida había fumado eso—. No sé porque lo compré,  solo me lo ofrecieron y no pude decir no.

—Eres loco,  SeHun —se burló LuHan tomando la cajetilla.  Abrió la misma y sacó uno de los cigarros llevándolo a su boca,  SeHun le observó atento,  sacó el encendedor que le dieron con la cajetilla y encendió el mismo llevándolo cerca del cigarro.  LuHan dio una calada conteniendo el humo y lo dejó salir lento.

SeHun se maravilló de la imagen del menor.  LuHan era bastante bonito,  su piel era delicada,  blanca y llamativa.  Sus facciones eran suaves pero,  en ese momento,  vestido con ropa suya,  oscura y con los labios soltando humo,  se veía tan varonil y rudo,  le gustaba.  Tanto su faceta de niño bueno,  como esa que veía en ese momento.  LuHan le miró al sentir sus ojos centrados en él.  Sonrió y le dio el cigarro,  SeHun lo tomó y dio una ligera calada,  LuHan lo observó atento.  Más la forma en la que pasó su lengua por sus labios hizo que SeHun tragara el humo y se ahogara un poco con eso.  LuHan se rió mas lo socorrió. 

Cuando SeHun dejó de toser LuHan lo abrazó por el cuello y besó sus labios suavemente,  atrapando al chico en su sabor a menta y nicotina mezclado.  Era adictivo por sí solo,  pero en ese momento sabía mejor que nunca, le gustaba y era aún más adictivo.  SeHun quiso profundizar el beso mas LuHan lo cortó sonriendo.

—¿Ves por qué los niños buenos no deben fumar?  —dijo bromeando.  El tampoco solía hacerlo,  mas se había presentado la ocasión un par de veces que sabía llevarlo—. Prometeme que no lo harás más.

—Lo prometo —dijo sin pero,  LuHan sonrió y le despeinó el cabello—. Tú tampoco.

—A mí no me gusta el cigarro,  así que tranquilo,  ahora vamos a donde me ibas a llevar —le dijo con una sonrisa en los labios y le hizo gestos con sus cejas alzando y bajando las mismas.  SeHun asintió y pronto estuvieron arriba de la moto y en marcha.

Les llevó muy poco tiempo en llegar a donde había planeado SeHun.  Era esa playa,  la misma a la cual lo había llevado días antes.  LuHan estaba bien con eso,  sabía lo importante que era para SeHun y le gustaba de alguna forma ser la única persona aparte de su mamá que va ahí.  Ambos caminaron hasta llegar al mar,  frente a ellos el oleaje era agradable,  la brisa les recibió.  SeHun dejó las bolsas sobre la arena algo húmeda y le besó la mejilla al chico.

—Esperame aquí,  iré a la casa a traer una manta,  así no nos llenamos de área —dijo sonriente.  LuHan no le puso ningún pero.  Se quitó los zapatos y recogió un poco su pantalón hasta la pantorrilla.  Caminó hacia el agua,  esta subía y bajaba dependiendo la marea,  pero alcanzaba a tocar sus pies mojándolos.

SeHun volvió poco después.  Dejó las mantas en la arena y sobre esta dejó las bolsas de compra.  Miró a LuHan desde su posición y fue inevitable sonreír.  Ese chico lo traía loco,  bajo los rayos de sol y cerca del agua se veía más hermoso que nunca,  ¿o era acaso ese un síntoma de enamoramiento?  Donde a todo ves más hermoso de lo normal.  Se tocó el pecho,  de solo pensarlo su corazón estaba latiendo como un loco.

LuHan lo sacó de sus pensamientos cuando lo llamó con él.  SeHun sonrió y caminó hasta llegar a LuHan quien le señaló un pequeño cangrejo que se escondía en su pequeño hueco en la arena.

—¿Quieres bañarte?  —preguntó LuHan pensando que sería buena idea disfrutar del mar,  SeHun lo pensó un momento,  no llevaban más ropa que la puesta,  pero igual podrían hacer algo con ella.

—Me parece,  vamos —le dijo sonriendo. Tomó la mano de LuHan para jalar al mismo al agua pero el chico no se movió—. ¿Qué pasa?

—Quítate la ropa —le dijo tan directo que las mejillas de SeHun se pusieron rojas.  El menor al ver eso se sonrojó también y negó con su cabeza—. No me refiero a eso,  sino a que...  Es mejor entrar en boxer,  nadie nos verá,  ¿o sí? —preguntó apenado.  SeHun negó con su cabeza y asintió después a la idea.

—Vale,  quitemos la ropa —dijo poniéndose frente a LuHan y se quitó las prendas de arriba frente a sus ojos.  LuHan mordió sus labios y desvío levemente la mirada comenzando a quitarse la ropa también,  ¿desde cuándo se había vuelto tímido?  Siempre había sido liberal al mostrar su cuerpo,  pero, ¿por qué ahora le daba vergüenza que SeHun lo viera semi desnudo?—. Tú piel es muy bonita.  Me gusta.

El menor miró al más alto quien le miraba con una sonrisa amplia en sus labios.  Una vez los dos estuvieron solo en boxer SeHun le tendió la mano al chico para llevarlo al agua.  LuHan la tomó sin decir nada y caminaron hacia el mar adentrándose al agua hasta que esta les llegó por el pecho,  SeHun se río al ver como la piel del menor se erizaba.

—No te rías —le dijo el menor haciendo un mohín y le aventó agua al rostro.  SeHun grito porque el agua salada le cayó en los ojos más LuHan se rió,  sabía lo que se sentía.  El chico más alto lo tomó de la cintura y lo sumergió con él al agua empapadose ambos,  LuHan se abrazó a él intentando salir después pero SeHun lo sostuvo firme hasta que ambos salieron—. Bobo,  me quieres matar.

—No,  nunca —respondió riéndose acomodando los cabellos que se pagaban en la frente del menor hacia a un lado—. Me gusta tu risa,  es bonita.

—Estás loco,  mi risa es normal —le contradijo sintiendo las manos de SeHun en su cinturas y como sus pechos estaban casi juntos.  Se pasó la mano por el rostro y mordió sus labios salados—.  Qué me ves así...  —dijo ante la mirada fija del chico sobre su persona.  SeHun negó pasando su mano por su nariz suavemente.  Los dos solo se quedaron en silencio ahí juntos disfrutando de la marea calmada de la playa.

Estuvieron dentro del agua un tiempo,  jugando entre ellos,  asentándose agua a la cara,  haciendo guerrillas de olas y riéndose a carcajadas como lo harían dos pequeños niños al ir a la playa por primera vez.  Así hasta que el hambre les atacó y tuvieron que salir.  Ambos tomaron asiento en la manta,  LuHan sacó las bebidas de la bolsa,  estas se mantenían frescas más ya no frías.

—¿Compraste cerveza?  —preguntó al ver lo que eran las bebidas de lata,  SeHun asintió—. Pretendes tomar y manejar después,  ¿cierto?

—No,  pretendo emborracharte —confesó su verdadera intensión,  LuHan le miró confundido—. Cuando dijiste que te gusto,  estabas tomado,  así que...  Pretendo que te emborraches y me digas todo lo que sientes por mí.  —Le mandó un besito volado.  LuHan rió incrédulo,  recordaba bien cuando aceptó que ese chico le gustaba.  Tomó el sándwich que SeHun le ofreció y mordió su labios—. Así que,  ¿quieres una?

—Oye,  no soy tan frío,  ¿o sí?  —preguntó haciendo una mueca,  SeHun le robó un beso y negó—. Entonces...

—Eres tierno diciendo las cosas borracho —le aclaró al destapar la lata y se la alcanzó al menor.  LuHan la tomó e hizo un pequeño mohín bebiendo de la misma,  SeHun se abrió una y también bebió de la misma.

Ambos comenzaron a comer mientras bebían y pláticaban de esa salida que habían pensando.  La idea era bastante buena,  pasar unos días en las montañas sonaba bastante genial,  el clima estaba cambiando,  sabían que el invierno llegaría pronto e ir a las montañas era genial.
LuHan dejó la lata sobre la arena y comenzó a llenarla de piedritas.

—Han.

—Dime —dijo sin mirar al chico.  LuHan lo pensó un momento.

—¿Puedo conocer a tus padres?  —preguntó tomando por sorpresa al menor.  LuHan le miró como si haya enloquecido,  ¿acaso no los conocía? —. Me gustaría conocerlos antes por tu parte,  nunca he ido a tu casa y...

—¿En verdad no conoces a mis padres?  —preguntó aunque recordaba lo que su madre le había dicho,  Jia jamás lo había llevado a casa—. En todo el tiempo que saliste con ella,  ¿no te los presentó?

—No,  nunca hubo eso —dijo mirando al chico,  tomó su mano rozando con su dedo el anillo en su mano— .  ¿Puedo conocerlos?

El menor se mordió los labios,  ¿qué debía decirle?  Podía presentarlos pero,  no podía decir que eran más que amigos,  sabrían que es el novio de Jia y sobre todo,  el problema que iba a tener con eso.

—Sí,  pero,  primero debes terminar lo que tengas con Jia —pidió sabiendo que eso nada iba a cambiar,  pero,  podría quizás arriesgarse a perder su familia.

Nota final:

Pues fue todo.  Espero les haya gustado,  si es así pueden dejarme sus bellos comentarios y lindos votos.  También si esperan la nueva actu con más rapidez abdkd nos leemos.

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