Capítulo 2.
Hola, yo aquí trayendo después de un siglo esta nueva actu :( es que no sé, creí que ya había actualizado akdkd bueno igual para quien haya esperado esta actu espero la disfruten :3 a leer 17/05/19
[...]
Estaba creyendo que todo estaba perdido para su dignidad. Había pensado que su hombría caería a la tierra de buenas a primeras a causa de ese tipo.
Pero, ¡gracias al cielo no fue así! El timbre de la casa sonó llamando la atención del jóven más alto. SeHun detuvo toda acción y una sonrisa amplia se pintó en sus labios, besó la mejilla de LuHan de forma sonora y tomó su mano.
—Ya vengo, seguro es algo que encargué para esta noche —le informó aún manteniendo esa sonrisa en sus labios. Se alejó de su novia y fue hacia la entrada principal para atender a quién llamó.
LuHan soltó un suspiró, se frotó su nuca con suavidad, estaba estresado, toda esa situación le traería una jaqueca terrible, estaba seguro.
Caminó hacia el columpio-hamaca que estaba bajo de aquel gran árbol y se sentó en el mismo recostándose un poco, cerró sus ojos y se quedó ahí tranquilo esperando mientras se mecía impulsando sus pies.
SeHun volvió con una caja de terciopelo color roja en las manos, cuando vio a Jia sentada en el columpio sonrió, a su novia siempre le había gustado sentarse con él en ese sitio por horas, aun más en las noches al ver las estrellas. Se acercó a su novia y sentándose a su lado en ese columpio pasó sus brazos por encima de los hombros ajenos, LuHan se tensó, sabía que era SeHun por lo cual a pesar de la incomodidad solo se dejó hacer un momento. Él seguía pensando en cómo terminar al chico, ya no debía seguir perdiendo el tiempo.
—La noche está fresca, amor —comentó SeHun tomando una de las finas manos de la menor, estas seguían siendo suaves aunque un poco diferentes a como las recordaba. Jia se mantenía apoyada sobre su brazo con los ojos cerrados, él podía observar con detalle su rostro.
SeHun se sentía un poco inquieto, podía darse cuenta que la piel de su novia lucía más fresca y suave, incluso su tono de piel era un poco más pálido, sus mejillas estaban un poco más rellenas y sus ojos tenían las pestañas mas pobladas, hacían que sus ojos se vieran aún más hermosos que siempre, y algo que más le llamaba la atención eran esos finos labios con gloss trasparente, se veían aun más besables que antes.
Se río en su yo interno al pensar así, seguro era la falta de la menor que le hacía pensar de esa manera, habían sido muchos días sin ella que la extrañaba y al tenerla ahí de nuevo con él le hacía verla aún más hermosa.
Podía darse cuenta de que su novia se había quedado dormida, a LuHan le había afectado las horas de camino en el avión, las visitas a su hermana y no estar durmiendo como se debía que estar en ese lugar relajante terminó por consumirlo al sueño.
SeHun se tomó el atrevimiento de acariciar su mejilla y besar su frente, la había extrañado demasiado. Sonrió al ver como la menor se acurrucaba un poco más a su cuerpo, sabía que su novia solía sufrir mucho en los climas fríos y la noche comenzaba a enfriar.
La cargó con cuidado al estilo nupcial y caminó con ella en brazos hasta llegar a su cuarto donde la acostó y arropó con sus sabanas. Creía que lo mejor era dejarla descansar por ese momento.
[...]
El timbre del celular sonaba y a su vez vibraba en el bolsillo derecho de su vestido, frunció el ceño abriendo sus ojos. Metió mano bajo de las sabanas que le cubrían tanteando su cuerpo hasta que dio con el dichoso aparato, sin pensarlo sólo contestó la llamada.
—¡LuHan, en dónde estás! —Escuchó la voz de Minseok un tanto alterada al otro lado de la línea—. Anoche no llegaste a tu departamento, Key y yo nos quedamos preocupados por ti.
—Qué dices. Yo estoy en mi cama —dijo con los ojos entrecerrados escuchando los alaridos de su amigo, miró esa habitación con confusión hasta que, ¡mierda, ese no era su departamento!
Se sentó en un santiamén mirando asustado todo el lugar, se miró a sí mismo y después a la cama. ¿Qué lugar era ese?
—¡LuHan!
—Cállate. No sé donde estoy, solo sé que estoy en una cama de un cuarto elegante y...
—¡Te violó SeHun! ¿Te duele algo?
LuHan se tuvo que alejar la bocina del celular del oído ante la voz chillante de su amigo Key, el mismo que seguía haciendo su drama por el teléfono. LuHan estaba seguro de algo, y eso era que no había sido violado.
—Luego les llamo. —Colgó la llamada y se puso de pie.
Observó la habitación hasta que sus ojos enfocaron un espejo grande de cuerpo completo en una parte de la habitación, se acercó al mismo a ver su imagen, gracias a Dios esas extensiones que Key le había puesto no se cayeron al dormirse.
—Pero qué coño Han, quedarte dormido en la casa de él —se dijo a sí mismo rodando los ojos, podía darse cuenta que era un desastre en ese momento, seguro si SeHun entraba y lo veía así él mismo lo terminaba y lo echaba a la calle, hizo una mueca y suspiró.
Aún mirándose al espejo peinó con el cepillo de SeHun su cabello postizo, se acomodó los pechos falsos que llevaba y planchó con sus manos el vestido, se veía un poco más decente. Tomó un poco de papel higiénico del baño y limpió los rastros de maquillaje que había en su cara, como el rímel y el labial, cuando estuvo listo miró asustado hacia la puerta ya que esta fue abierta.
—Disculpe señorita, el joven SeHun me indicó que le trajera el desayuno a la cama y le diera esto —comentó una muchacha de edad media dejando la charola con el desayuno sobre la mesa al lado de la cama y una caja de terciopelo que dejó en la cama—. Me dijo también que le informara de que salió temprano a la empresa de su padre y que más tarde pasaría por usteded a su casa, quiere que vayan juntos al cine.
Diciendo esto la mucama salió del cuarto dejándolo solo. LuHan estaba atónito. ¿Qué había sido eso? ¿SeHun acaso era un tipo controlador que decía qué hacer y qué no hacer? Así como ese tipos de doramas, donde el riquillo mandaba a la chica como él quería solo porque tenía dinero, bufó y caminó hacia la cama donde se sentó.
La comida se veía rica y a ser sincero tenía hambre por lo cual importándole poco que llevaba vestido se sentó al estilo indio y comenzó a comer lo que había ahí. Miró aquella caja que la mucama había dejado sobre la cama, bebiendo un poco de jugo de naranja que era parte de su desayuno tomó aquella caja dejándola sobre una de sus piernas.
—Tal vez a Jia le gustaba este tipo por sus detalles —murmuró abriendo la caja, dentro de ella encontró una foto de su hermana con SeHun, ambos se abrazaban en traje de baño y compartían un beso, tomó la foto frunciendo el ceño, Jia se veía muy feliz con él—. ¿Hasta dónde habrás llegado con él? —se preguntó mirando la foto, detrás de esta en el espacio blanco se encontraba una nota de letra impecable.
"Feliz aniversario amor, ese collar lo mandé a hacer especial para ti. Quería dártelo anoche pero te quedaste dormida. Por cierto, estás más hermosa que nunca. Te amo. "
Al terminar de leer miró la cadena que había en la caja, era bonito, de plata con un diamante blanco en forma de corazon, y a los costados había dos pequeñas iniciales "J y S" Sabía de que eran esas dos letras. Hizo una mueca y dejando todo inconcluso salió del cuarto llevando el collar consigo y posterior salió de la casa.
[...]
Tomó los papeles que su padre le estaba dando y guardó los mismos en la bolsa de hombre que llevaba.
—Le das eso a JongDae y advierte a ChanYeol que esa gripe se le tiene que quitar ya mismo. Cómo se enferma en su segunda semana de trabajo —dijo el padre del chico con ironía ante la falta de responsabilidad del amigo de SeHun.
—Está bien, papá, yo les diré a cada uno —le aseguró y estrechando su brazo como normalmente lo hacía, salió de la oficina de su mayor.
Al salir del edificio de la empresa tomó su auto y se puso en marcha hacia la casa donde vivían sus dos amigos. Los conocía desde la infancia, JongDae a quien solía llamar Chen era un chico bastante risueño, y por qué no decirlo bromista, algo que lo hacía divertido. ChanYeol por su parte era el mayor de los tres, era un chico muy feliz y lo demostraba siempre por su sonrisa amplia que nunca se borraba de su rostro, ambos eran sus mejores amigos y ahora eran compañeros de trabajo en la empresa Oh.
Y por ello mismo era que su padre, el gran señor Oh, político y empresario estaba muy enojado con sus dos empleados irresponsables. ChanYeol había cogido un resfriado, estaba justificado mínimo por tres días, pero JongDae se había tomado también ese descanso para "cuidar de Yeol, porque es su compañero de casa y tiene que cuidarlo" al menos así había dicho el chico.
A SeHun eso le daba igual, sabía lo irresponsables que eran su par de amigos, y aún más cuando no necesitaban realmente de un empleo, pero era su padre y debía ayudarle a entrarlos en cintura.
Bajó del auto una vez que estuvo frente al departamento en el que vivían sus amigos, mordió sus labios levemente y entró al mismo, subió al último piso de quince por el elevador y salió del mismo al llegar al destino.
No fue necesario tocar la puerta, Chen siempre la dejaba sin seguro y fácil de abrir cuando estaban en casa, así que entró y encontró a sus dos amigos bebiendo.
—¿Pero qué no estás resfriado tú? —le cuestionó con una ceja arqueada y señalando al más alto de ellos tres, el mismo que se estaba empinando una botella de soju hasta acabar su contenido—. No tienen remedio.
—Calma SeHun, estamos bebiendo por una noble causa —se excusó Chen hipeando ante todo el alcohol que ya habían estado ingiriendo—. A Yeol lo bateó BaekHyun, el chico por el que suspira toda su adolecencia.
—¿Pero eso qué de nuevo tiene? —preguntó cerrando la puerta y dejó los documentos en la mesa al lado del perchero que se encontraba casi en la entrada y se acercó a ellos tomando asiento—. BaekHyun siempre lo ha bateado, él no quiere nada con nuestro gigante.
—¡Callate, mal amigo! —le gritó ChanYeol arrastrando las palabras mientras dejaba la botella vacía de forma sonora sobre la mesa—. Esta vez ese chaparro se pasó, me dijo que saldría conmigo y me plantó.
—Oh —SeHun se sorprendió, que el tal BaekHyun le haya dado una cita a su amigo era un paso más adelante ya que desde que ellos tenían 16 y 17 años ese niño siempre había ignorado al más alto—. Tal vez le pasó algo y...
—Sí, le pasó algo llamado YiFan. Esa mierda sin chiste llamada YiFan —bramó ChanYeol destapando otra botella—. Me plantó a mí, al gran Park ChanYeol por ese chino mal hablado limpia mesas.
—Oye amigo tranquilo —le dijo Chen quien ya había escuchado mucho como despotricaba ChanYeol sobre el mismo tema—. Está dolido, entiéndelo.
—Lo entiendo, él me apoyó mucho cuando me peleé con Jia, quien por cierto, ya estamos bien —les informó, Chen le dio un pulgar arriba mientras ChanYeol se ponía prácticamente a llorar—. Está sufrible hoy.
—La verdad. Pero que bueno que estés bien con Jia, sino ahorita ya estuvieras como él —dijo divertido viendo como el más alto se paraba para ir a vomitar al baño.
Chen y SeHun hicieron una mueca de asco ante las arcadas del chico. Ignoraron eso mientras platicaban de la reconciliación de SeHun y su novia.
[...]
—Es muy bonita. Gracias por traermela Hannie —dijo JiaHan mirando la cadena que SeHun había regalado. LuHan se la quitó de las manos y se la puso con cuidado en el cuello—. Tan lindo.
—Se te ve bien. Jia... —dudó un momento en preguntar o no lo que le estaba rondando en la cabeza al conocer a SeHun—. Hoy se lo diré, me quedé dormido y ya no pude. Por favor mandale un mensaje y da la dirección de mi departamento, él no puede ir a la casa.
—Es verdad, entonces le mandaré ese mensaje —dijo ella y le señaló a su hermano el mueble al lado de su cama para que le pasé el teléfono.
LuHan tomó el teléfono de la chica y se lo dio, vio con atención cada uno de sus movimientos al teclear. Su hermana estaba llena de vendas, en especial su rostro. Los médicos decían que en algunos meses podría iniciar operaciones estéticas para recuperar su rostro, pero, su hermana no había dicho nada aún.
Después de platicar varias horas con su hermana fue a casa de Key para que volviera a colocar las extensiones, era un labor bastante tediosa, estar quitando y poniendo era estresante pero tampoco pensaba quedarse como chica todo el día. Cuando estuvo listo volvió a su casa. Key le había enseñado un poco como debía maquillarse y ponerse las cosas que le hacían ver más femenino, en ese momento había acabado, se miró al espejo quedando conforme con su imagen.
—Bien LuHan, si ya no quieres estarte trasvistiendo hoy lo terminas y ya —se recordó a sí mismo poniéndose un pantalón jean y una blusa algo holgada, tampoco quería que SeHun se fuese a dar cuenta de su figura.
Cuando sonó el timbre de su departamento, el mismo que había rentado al día siguiente de haber llegado caminó hacia la puerta. Abrió la puerta y le sonrió al chico de forma forzaba al ver el ramo de rosas que le estaba dando.
—Hola, amor. —Le besó la mejilla y entró al departamento—. Me extrañó saber que vives sola, ¿pasó algo con tus padres?
—No nada, solo quería dependencia. Toma asiento —le dijo señalando la sala mientras él cerraba la puerta y llevaba las flores a la cocina y las ponía en agua, se sentía estúpido haciendo eso.
Cuando terminó se acercó a dónde estaba SeHun, pensó en sentarse o no, cuando lo hizo cuidó mucho de cómo lo hacía y que su camisa cubriera de alguna manera su entrepierna así SeHun no vería nada raro en él.
—Papá me dijo que te comentara sobre la fiesta que hará este sábado, es sobre la candidatura —dijo SeHun tomando la mano de su novia y le besó la misma, LuHan sonrió apretado—. ¿Irías conmigo?
—¿Es sobre algún político, verdad? —preguntó pensando en que esas cosas le aburrían demasiado, SeHun soltó una risa un tanto divertida—. ¿Qué pasa?
—Hannie, ¿olvidaste que mi padre es candidato a la presidencia? —preguntó aun divertido besándole la mejilla, LuHan abrió los ojos de manera exagerada al escuchar tal cosa ¡Coña puta! Miró a SeHun y después sonrió de forma disimulada—. ¿En dónde tienes esa cabecita inteligente?
—Aquí. No lo olvidé. —Se puso de pie de inmediato alejándose del chico y sonrió caminando hacia la puerta—. Vamos, dijiste que iríamos al cine, ¿no? —le recordó esperando a que SeHun se pusiera de pie, de nuevo esa idea de ser expuesto en algún encabezado de los periódicos más famosos le preocupó, más aún si SeHun era de familia importante ¡Menudo problema tenía!
SeHun se puso de pie y se acercó a su novia a la cual pegó contra la pared cercana a la puerta acorralándola entre su cuerpo, a Jia siempre le había gustado esa forma de ser que tenía su novio con ella, eso ella siempre se lo había dicho, pero LuHan no lo sabía que ante tal acción del chico se alarmó poniéndose rígido.
—¿Por qué tanta prisa, amor? —preguntó suave contra su oído el mismo que besó suavemente haciendo estremecer al más bajo, LuHan cerró sus ojos con fuerza y empujó un poco al mayor por el pecho pero SeHun no se movió—. ¿No quieres que estemos un momento a solas?
—SeHun... —susurró bajo el más joven sintiendo como el mayor se pegaba a su cuerpo presionándolo un poco contra la pared, ese atrevimiento del chico con él le hacía hervir la sangre de pensar en que tal lejos había llegado con su hermana, el amor de su vida—. Detente.
—¿Por qué? —preguntó pesado el mayor besando la barbilla de su novia mirándole a los ojos sin alejarse de ella, LuHan apretó sus labios cuando SeHun tomó su barbilla—. Me prometiste que íbamos a intentar llevarnos mejor, y ni siquiera me has dado un beso, ¿por qué, Jia?
»Porque yo no soy Jia« pensó apretando sus ojos cuando SeHun junto sus narices de forma que rozaban entre sí y sus alientos chocaban. »LuHan apártalo de ti de una buena vez, y termínalo« se dijo a sí mismo, iba a empujarlo y decirle algo pero se quedó mudo cuando los labios del mayor apresaron los suyos, no en un beso simple, sino de forma profunda que le dejó sin aliento en ese momento, su mente quedó en blanco.
si les gustó no se olviden de dejarme un bello comentario y voto/\ así traigo más rápido otro capítulo , nos veemos
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