Capítulo 19.
Hola. Qué tal? Aquí la nueva actu. Espero que les guste.
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Aventó el teléfono a la cama, estaba que el diablo se la llevaba en ese momento por el coraje que sentía. Se sentó en el borde de la cama pensando el porque SeHun la había dejado plantada. Eso no había pasado en todos los años que llevaban saliendo, por lo contrario, era ella quien siempre cancelaba a último momento. Bufó con molestia poniéndose de pie, caminó hacia su clóset buscando ropa bonita que ponerse. No pensaba nada más quedarse ahí encerrada nada más.
En cuanto estuvo lista, con un vestido pegado a mitad de muslo y algo escotado salió de su casa tomando dinero y celular. Tomó un taxi que la llevara a donde había pensando ir con su novio, pero era igual, sola podía disfrutar más. Al llegar bajó del taxi pagando su pasaje. Caminó con suavidad hasta la entrada, no le costó nada entrar a ese antro, con una sonrisa y un poco de coquetería bastó para que el guardia levantara la cadena y ella entrara.
La música en ese lugar era demasiado alta, las luces neón daba un buen ambiente más el humo a cigarrillo o quizás alguna otra hierba. Siguió caminando hasta que llegó a la planta alta, debía de conseguir pronto un trago para entrar en ambiente. Buscó una mesa vacia y tomó asiento en esta mirando todo el lugar, estaba abarrotado de gente, le gustaba. Estaba segura de que tendría diversión. No había pasado por tantos bisturí por nada, iba a lucir su belleza una vez más.
Cuando uno de los camareros se acercó pidió un trago simple y se dispuso a ojear un momento su celular hasta que sintió una mano colarse en su hombro y el colchón del sillón a su lado hundirse un poco. Miró al individuo y una sonrisa amplia se formó en sus labios.
—Hola, MinHo —dijo ella con una sonrisa coqueta a la cual el tipo de metro ochenta correspondió arqueando una ceja, sería emocionante.
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Dejó el celular de lado después de haber revisado aquellas diez llamadas pérdidas y veinticinco mensajes de texto que su novia había dejado. Suspiró mirando el techo, pero el movimiento del cuerpo entre sus brazos llamó su atención. Sus ojos se maravillaron con la tierna imagen del menor dormir en su pecho.
Luhan lucía tan joven, descansaba tranquilo y sus labios estaban ligeramente abiertos, sin duda era una imagen que debía inmortalizar en su celular. Tomó el mismo y puso la cámara tomando la foto. Sonrió al ver que Luhan lucía hermoso y le acarició los cabellos levemente. Sabía que el menor tenía que ir a la Universidad pero aún había tiempo, creía.
Le besó la frente y con cuidado se levantó de la cama dejándolo en esta, Luhan solo se acomodó entre las sabanas y buscó una de sus almohadas la cual abrazó. Sehun sonrió por eso y salió del cuarto de Luhan. Había pasado la mejor noche de su vida.
Ambos se habían quedado hasta muy de madrugada platicando, conversando de las cosas que habían hecho ese mes sin verse, de sus sentimientos y él, disfrutó mucho ver a Luhan tan apenado al admitir que lo quería. Mientras recordaba la noche anterior se dedicó a buscar comida en el refrigerador del menor sacando cosas básicas para un desayuno y se puso a hacerlo.
Lo único que Luhan quería era seguir disfrutando la suavidad de su cama, más el celular comenzó a sonar como si estuviera poseído, gruñendo tomó el mismo y miró el remitente: Minseok.
Atendió la llamada alejando un poco el teléfono cuando escucho los alaridos de su amigo. Sabía que tendría muchas cosas que platicar con ellos. Cuando Minseok se calmó un poco pudo hablar.
—Estoy en mi departamento, no, todo bien —respondió a las primeras preguntas de su amigo, de quien sabía que más allá de preocuparse quería saber el chisme de lo que pasó—. Sehun durmió aquí conmigo.
—Luhan, ¿ya lo hicieron? ¿fue grande? ¿te dolió? —soltó las preguntas una tras otra el mayor haciendo que LuHan abra de más sus ojos por lo fuerte de estas, más sus mejillas se sonrojaron un poco al pensar en lo que habían hecho—. ¿Han?
—No hicimos nada, y. —Hundió levemente el entrecejo al pensar en lo que iba a preguntar—. ¿Por qué me preguntas si me dolió? ¿por que debería ser yo el que...
—¡Por Dios Luhan! Lo que se ve no se pregunta —dijo obvio el chico. LuHan se molestó por ello sentándose en la cama—. No me digas que, ¿no sabes los roles que llevan los chicos en la cama?
—¿Por qué debería saber eso? No soy gay, Minseok. Sehun solo... —Hizo una mueca, cómo podría explicar que a pesar de que SeHun le gustaba seguía siendo solo él, no le gustaba cada chico que veía—. Nunca me han gustado los hombres, ¿por qué sabría eso?
—Ya, ya. Bueno, pero ahora te gusta uno, y si quieren llegar a más y ninguno de los dos sabe que rol lleva eso no funciona —le aclaró sonando indignado de que no supiera ese tema, Luhan se quedó pensativo, ¿qué era eso de los roles? No lograba entenderlo—. LuHan, a la hora de tener sexo, uno es el que debe dar y el otro recibir, o sea, uno de los dos debe ser penetrado.
Los orbes de Luhan parecían que en cualquier momento se iban a salir de su lugar por la impresión que aquello le causó. No era como si realmente no lo supiera, pero ya plantear de esa manera la situación le causaba bastante miedo, era por ello que los dos no pudieron avanzar. ¿Sehun le permitiría penetrarlo? Si era sincero SeHun tenía un buen culo, sus nalgas eran redondas y esponjosas.
Se dio una palmada en la frente por estar pensando en eso y suspiró atendiendo de nuevo la llamada.
—Eso suena demasiado atroz. Lo que sea —dijo restando importancia, tampoco quería hablar de eso con su amigo—. No seré yo esa persona que reciba y ya deja de hablar de eso, suenas demasiado perturbador —se quejó mirando hacia la puerta donde vio a SeHun recargado en el marco. Sintió sus mejillas sonrojarse de manera violenta.
—Hice el desayuno, no es el mejor pero espero te guste —informó SeHun con una suave sonrisa en sus labios. Luhan iba a asentir pero la risa estruendosa de su amigo le hizo avergonzarse.
—¿Seguro que no se lo has dado, Hannie? ¡Te hizo el desayuno! —se burló. Luhan estaba más que seguro que le enterraría vivo la próxima vez que lo viera—. Eh Hannie..
—Vete al Diablo, Sucio —le dijo cabreado colgando la llamada. SabíaSabíau de igual manera que el chico no iba a molestarse por eso. SeHun le miró curioso—. Era Minseok, ese chico le gusta hacer muchas bromas pesadas.
—¿Qué broma te hizo? —preguntó el mayor esperando por el para ir a tomar el desayuno. LuHan apretó sus labios mientras se ponía de pie, caminó hacia donde estaba SeHun quien besó sus labios brevemente—. Buenos días.
—Buenos días, y no tiene importancia, anda vamos —lo empujó divertido por la espalda fuera de la habitación hasta que llegaron a la cocina. SeHun le sonrió al menor quien se sorprendió por el bonito arreglo en la comida que esperaba por ellos en la mesa.
Tomó asiento aún mirando todo. Un plato con Hotcakes en forma de corazón. Un licuado de fresa y mucha jalea sobre los panes, se veía rico.
—Esto es demasiados, Hun —dijo LuHan mirando al chico quien negó con su cabeza sentándose a su lado. Le acarició suave la mejilla haciendo avergonzar al más joven—. Gracias, algún día haré algo así para ti.
—Con verte sonreír para mí basta —confesó el mayor tomando la barbilla del más bajo quien sonrió apenado—. ¿Sabes? Tu rostro se ve más hermoso avergonzado. Me gustas mucho, LuHan.
No dijo nada, solo se acercó al más alto besando sus labios con suavidad, causando un cosquilleo en el estómago ajeno. Que LuHan lo besara por sí mismo era el mismo éxtasis, sentía que no podía haber nada mejor en el mundo.
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Bajó del auto después de despedirse del mayor. Una vez abajo hizo un ademán con la mano antes de adentrarse a la Universidad. SeHun sonrió al ver a LuHan perderse entre los demás alumnos. Se iba a poner en marcha más se detuvo un momento al escuchar su celular sonar. Miró el remitente, era Jia. Hizo una mueca y suspiró desviando la llamada.
Se puso en marcha hasta llegar a la empresa de su padre, él había terminado su carrera administrativa hacía algunos meses, quizá casi un año y, si se ponía a pensar en eso estaba de acuerdo en que LuHan era todavía más compatible con él. Con una sonrisa en su rostro a causa de ese pensamiento, bajó del auto y se encaminó a la entrada del edificio, subió al elevador picando el piso en el que trabajaba y esperó paciente.
Lo que no esperó fue ver a JongDae y ChanYeol esperando por él en la entrada de su oficina con los brazos cruzados. Les sonrió pero estos no correspondieron. Entraron en silencio a la oficina. A SeHun el comportamiento de sus amigos les era tan extraño, sin decir nada se encaminó hasta su escritorio donde tomó asiento.
—¿Qué pasa que parece que me saltarán encima en cualquier momento? —preguntó SeHun algo extrañado y angustiado de ver a esos dos así. Chen miró al más alto y este asintió.
—Queremos saber cómo fue que nuestro amigo perdió su virginidad —dijo ChanYeol poniéndose una mano en el pecho con dramatismo, las mejillas de SeHun se pusieron rojas—. Los amigos de LuHan ya nos dijeron que pasaron la noche juntos. Así que, habla. ¿Te gustó? ¿Quién la metió a quién?
SeHun estaba con la boca abierta. ¿Cómo era que esos chicos se enteraran de todo así nada más? No podía creerlo. Como fuera se recargó en el asiento y les indicó que se sentarán también frente a él. Ambos chicos con una sonrisa en labios se sentaron, querían saber todo con lujo de detalle. SeHun sonrió inclinándose en el escritorio, ellos también hicieron lo mismo.
—No les diré nada —susurró burlesco SeHun ganándose una mirada de reprobación de sus amigos. Se soltó a reír—. No sé cómo es que se enteran rápido pero, lo que pase con LuHan es íntimo entre los dos. No porque él sea un hombre quiere decir que voy a divulgar lo que hago con él o no. Además, dejen esas ideas locas de la cabeza, no ha pasado nada de eso que piensan aún.
—¿Aún? —indagó Chen. SeHun rodó los ojos—. Amigo, solo queremos orientarte. Nosotros ya hemos tenido esas experiencias, y si tu ni LuHan han estado en intimidad con alguien de su mismo sexo, ¿no crees que sería desastroso? Además, ¿sabes siquiera si LuHan dejaría que lo... Bueno eso, tú sabes.
—¿Te refieres a entrar en su cuerpo? —preguntó e incluso tragó saliva ante los nervios que eso le causó. No se había puesto pensar en eso, ¿y si la noche anterior hubiese avanzado hasta ese punto? ChanYeol asintió—. Pero...
—¿O tú dejarías que el entre en ti? —preguntó Chen divertido, las mejillas de SeHun iban a explotar en cualquier momento.
—Si quieres podemos darte unos consejos prácticos para cualquiera que sea el caso, si ustedes dos se están aguantando no es porque no se tengan ganas, sino porque no saben qué hacer —concluyó el más alto. SeHun apretó sus labios, esos consejos no sabía si serían buena idea o no.
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Recibió el beso que su madre le dio en la mejilla y le sonrió mientras caminaban hacia la sala. LuHan se tensó levemente al ver a su hermana ahí, esta se veía realmente sería, quizás molesta y podía deducir eso por la mirada penetrante que le dio desde que puso un pie en la sala.
—Jia vino a verme también, hijo. Me comentaba que esta pensando en irse de viaje con su novio —dijo la señora Lu. LuHan miro a su hermana quien había cambiado su expresión sería por una sonrisa—. ¿No te gustaría ir con ellos? La verdad es que todavía no conozco a ese chico SeHun bien, y me da pendiente después de lo que pasó con Jia.
—Mamá, no quiero molestar a LuHan.
—Uhm —LuHan hundió su entrecejo un poco, Jia le observaba directo—. No lo sé mamá, tengo que ver mis horarios, además, no me gustaría ser mal tercio entre ellos dos. Jia ya está grande.
—¿Y SeHun es un aburrido, no es así, Hannie? —preguntó Jia sonriente, LuHan correspondió a duras penas—. SeHun no me hará nada mamá, todos estos años que tengo con él no me ha tocado más allá que mi boca.
—¿Es en serio hija? Me alegra mucho que te respete al matrimonio y...
—Él sí, mamá, pero ella, dudo mucho que su amigo Minho la haya respetado al matrimonio —dijo poniéndose de pie y bufó—. Vengo en otro momento mamá, olvide que tengo tareas que hacer y mis cosas las dejé en casa. Te amo —se inclinó sobre su madre dándole un beso en la frente y salió de ahí.
Jia iba a ponerse de pie pero la señora Lu se lo impidió, tenían cosas que hablar respecto a lo que LuHan había dicho. Jia maldijo por lo bajo, odiaba a su hermano en ese momento.
Una vez fuera de la casa de sus padres se frotó la sien. Ver a su hermana siendo así de hipócrita le enfermaba que no pudo solo quedarse callado. Caminó hacia la avenida para tomar el bus que lo dejaba cerca de su casa. Al llegar a la parada se dio cuenta de que esta estaba prácticamente sola, se sentó en la banquilla y suspiró sacando su celular, en el proceso miró su mano, de nuevo estaba usando el anillo que SeHun le había dado.
No lo había visto en dos días, a causa suya si era sincero. Los exámenes de ese semestre eran importantes y no podía distraerse con la presencia del mayor, porque sabía que al final de cuentas no prestaría atención a sus estudios, y la actitud de su hermana en ese momento le hacía pensar en ese viaje. ¿SeHun se había estado viendo con Jia esos días? No podía evitarlo, le molestaba demasiado esa idea.
Molesto subió al auto que pasó a la parada. Tomó asiento hasta las últimas filas y sacó de nuevo su celular buscando el número de sus dos amigos, mando un mensaje de grupo y esperó a que hubiera alguna respuesta favorable.
"Ya cancelé a Jong, dime dónde nos vemos"
Fue la respuesta de Key, sonrió al ver aquello a pesar de que se sintió mal por la cita cancelada de su amigo.
"Con gusto, Hannie. Chennie ya se iba. Dinos dónde y a qué hora"
Lo pensó al leer eso, solo quería un momento para deshacerse de la frustración que le había dado su hermana. Escribió una nueva respuesta y al enviarla apoyó su cabeza en la ventana del bus. Podia ver desde ahí el camino por las calles poco transitadas, el cielo se veía cada vez más oscuro. Estaba seguro de que lloveria.
Cuando llegó a su destino bajó del bus y caminó solo unas cuadras hasta llegar al café. Sus dos amigos ya estaban ahí, le sorprendía lo rápidos que eran cuando se trataba de un chisme. Hizo un pedido de un frappe y se sentó con ellos en la mesa que estaba junto al ventanal. Ambos chicos solo estaban en silencio, esperando a que LuHan hablará por si mismo.
—Creo que me estoy enamorando de SeHun, y eso está mal —dijo con el aire contenido en los pulmones. Sabía que decirlo en voz alta lo hacía real pero, guardarlo en su pecho lo hacía peor.
Minseok miró a Key a su lado. Ambos negaron con la cabeza, ellos ya lo presentían desde el momento que LuHan les contó lo que pasó con ellos en New York. LuHan mantenía la mirada sobre la madera de pino que tenía la mesa.
—¿Recuerdas lo que te dije que cuando lo llevaste a mi casa? —preguntó Minseok. LuHan alzó la mirada, frente a él estaba el celular de su amigo mostrando la foto y el mensaje que le había enviado—. Te dije que ahí había nacido algo. Pero, yo no veo lo que está mal ahí. Si eres correspondido está bien.
—No, no está bien —insistió LuHan poniendo los codos sobre la mesa y sostuvo su cabeza con sus manos, estaba bastante frustrado—. No está bien porque SeHun es el novio de mi hermana y aunque terminen, mis papás me odiaran si les digo "me gusta un chico, sí Papá, mamá, un hombre. Y es el ex de mi hermana"
—LuHan —Kibum detuvo a Minseok cuando vio la intención de querer decir algo más. El más bajo le miró y Kibum negó con la cabeza.
—Mis papás son del tipo reservado, que creen que un chico y una chica solo deben de estar juntos, nunca aceptarían esto y... Mucho menos si saben que es el ex de mi hermana, porque lo peor no es eso, lo peor es que ellos a mi hermana la ven como una puritana.
—¿Has hablado de eso con SeHun? —preguntó KiBum, LuHan negó al momento—. Debes decirle de tus miedos antes de que esto avance más o van a salir lastimados.
LuHan soltó un suspiro. No era fácil decir para él las cosas que sentía, y, SeHun le preocupaba de sobremanera, lo que menos quería era hacerle daño.
Al despedirse de sus amigos después de haber estado hablando con ellos durante unas horas tomó camino hacia su casa. No tenía ganas de tomar algún transporte, solo quería caminar un tiempo y pensar en lo mejor que podía hacer. Coincidía en que había sido muy estúpido de su parte tomar decisiones apresuradas. El haber vuelto a su ciudad así fue lo peor que pudo hacer, él no tenía posibilidad con ese chico, era el novio de su hermana, no el suyo, él solo era una pieza que sobraba en ese juego, aún así se estaba moviendo para meterse a la fuerza. Sin importar que, no debió haberse metido a esa jugada, que era solo de Jia y SeHun.
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—Quiero entrar a ver esa película —señaló la fémina hacia la cartelera. Él solo dejó escapar un bufido. No quería estar ahí.
Mientras compraban los boletos pensaban en porqué Jia estaba siendo chocosa, habían quedado de ir nada más a la cita con el nutriólogo que la estaba atendiendo, y saliendo de ahí cada quien iría a sus asuntos, él a la empresa de su padre y ella a casa, pero, Jia se había aferrado tanto que terminaron en ese cine para ver una película que sinceramente no era de su gusto.
Tomó los boletos y caminó con ella hacia la sala, pasaron por el cordonero y posterior entraron a su Sala correspondiente. SeHun vio los asientos, eran los últimos de la fila. Caminó con la chica hasta sus asientos y una vez en ellos Jia se acercó a él dándole un beso en la mejilla lento y suave seguido de un camino hacia su cuello. Decir que no se sintió incómodo sería mentir ese momento, más aún cuando la mano de la chica se metió en su pantalón.
—¿Qué pasa, SeHunnie? —preguntó ella con voz inocente mirándole desde esa oscuridad, SeHun apretó los labios—. Ya es hora que debemos el siguiente paso, bebé.
—Jia aquí...
—Aquí es un buen lugar —dijo ella dándole un beso en la boca que se encargó de profundizar. SeHun la tomó por los hombros y la alejó cuando sintió su celular vibrar en su pantalón—. ¿No vas a contestar, cierto?
SeHun miró el remitente en la pantalla. Miró a Jia y suspiró. Le sonrió levemente poniéndose de pie.
—Disculpa, es mi papá, seguro quiere algo de la empresa, ya sabes —dijo dándole un beso en la frente y salió de la sala. Sabía que Jia no lo iba a seguir porque estaría muy molesta por dejarla ahí.
Caminó hacia los baños donde regresó la llamada que había perdido. Espero algunos timbres para cuando escuchó la voz del chico.
—Hannie, ¿qué pasa? —preguntó preocupado, el tono de voz del chico no le gustaba, y mucho menos todo el ruido que se escuchaba cerca.
—¿Puedes venir a verme? —preguntó Luhan a travez de la línea, su voz se oía temblorosa. SeHun lo pensó medio segundo antes de asentir con un sonidito—. Estoy en el parque que está cerca de tu casa, quería verte pero no me atreví a llegar y... Está lloviendo.
—Voy para allá, llegaré lo más rápido que pueda —dijo antes de que terminen la llamada.
Salió del baño. Pensó en regresar a la sala y decirle a Jia que debía irse pero, la imagen de Luhan estando bajo a la lluvia no le gustó, y sus palabras al decirle que quería verlo le alteraron los sentidos que solo se dirigió a la salida de ese centro comercial. Tomó un taxi, porque bendita su suerte que no había llevado su coche.
Estuvo en todo momento atento a su celular hasta que vio que habían llegado al parque. Sacó dinero de su billetera y pagó el pasaje saliendo del auto. La lluvia estaba cayendo fuerte, casi a cántaros. Corrió hacia un pequeño techo tratando de ver en donde estaba Luhan. Cuando lo divisó abrió sus ojos en demasía, el chico estaba en el área de los columpios sentando en uno mientras la lluvia lo mojaba. ¿Pero en qué estaba pensando? Corrió hacia él hasta quedar frente suyo.
Luhan dejó de mover sus pies cuando notó aquellos zapatos negros ya manchados de lodo frente suyo. Alzó la mirada, ahí estaba SeHun temblando por el frío de la lluvia, con las mejillas rojas, el cabello pegado a su frente y los labios morados por el frío.
—¿Qué haces aquí mojándote, loco? —le cuestionó tomando la mano del chico. Luhan no dijo nada, solo se quedó ahí mirando al mayor—. Ven, vamos a mi casa vas a enfermar si sigues mojándote así, vamos —lo jaló para que se ponga de pie. Luhan lo hizo sin chistar.
—¿En donde estabas? —preguntó Luhan sintiendo sus labios temblar por el frío que ya comenzaba a calar su cuerpo. SeHun negó con su cabeza—. Estabas con ella y...
—La deje para venir a verte. No hablemos de eso, vamos —le dijo una vez más induciendo al menor a caminar. Luhan apretó los labios y sin más comenzo a caminar con el chico hacia la casa del mismo.
Prácticamente tuvieron que correr hacia la mansión de los Oh, la lluvia estaba empeorando, tanto que las calles comenzaban a tener torrentes de agua. Cuando llegaron ambos se refugiaron bajo el tejado de la entrada a la casa, esperando a que les abrieran la gente del servicio. SeHun podía ver la expresión sería del más bajo, le angustiaba, lo que menos quería era pelear con el menor y este deje de verlo..
Cuando les abrieron la puerta ambos entraron a la casa, SeHun sostenía la mano del menor por la muñeca sintiendo como este estaba ya bastante helado. Sin decir nada a las mucamas solo subieron a su cuarto donde al abrir la puerta dejó que Luhan entrara primero. En cuanto lo hizo él también entró, se giró para ver al menor pero este ya se estaba quitando la ropa, algo que le tomó de sorpresa.
—¿Qué... Qué haces, Hannie? —preguntó nervioso. Ver a Luhan sin ropa sin duda nunca iba a dejar de darle vergüenza por las cosas que pasaban en su cabeza. LuHan se encogió levemente de hombros—. ¿Quieres tomar una ducha?, voy... a poner el agua a...
—¿Vas a culpar al frío por como hablas o me dirás que te pongo nervioso? —bromeó el más joven tomando la mano de SeHun y lo llevó al baño donde se encerró con él para poder tomar la ducha. No era la primera vez pero las mejillas de SeHun estaban más que rojas al sentir las manos de Luhan quitándole la ropa.
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Nos vemos pronto en las siguientes actus Dejen votos y comentarios sjdkd nos leemos.
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