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Capítulo 17.

Hola,  qué tal.  ¿Cómo están?  Espero que bien,  je,  traigo la nueva actualización de este fanfic.  Las cosas se ponen difíciles para este par.  Muchas gracias por los votos y comentarios,  quisiera responder a todos pero Nu puedo por cuestiones de tiempo ;; pero no dejen de dejarlos me animan a seguir escribiendo  ahora si,  a leer chiquillos.

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—¿Estás seguro de lo que piensas hacer?  —preguntó la chica con sus ojos llorosos.  El chico asintió con su cabeza y la abrazó dándole un beso en la frente—. Pensé que éramos especiales,  pero tú me estás dejando por ese chico.  No es justo,  yo te conozco de años atrás y...

—Lo siento mucho —fue lo único que pudo decir el adverso.  Le regaló una sonrisa.  Sin decir algo más caminó con dirección a la oficina del director.

En cuanto llegó a la misma tocó la puerta de madera y esperó respuesta,  al tenerla se adentró a la oficina mirando al maestro.

—Dime,  Luhan.

—Vengo a pedir mi baja de la escuela y mis documentos de intercambio.

El director dejó lo que estaba haciendo para prestarle toda su atención.  Era una sorpresa demasiado grande.

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Cinco de la tarde.  ¿Cuánto tiempo más ChanYeol querrá estar parado en su puerta golpeando la misma para que le abra?  No lo iba hacer,  estaba demasiado molesto con ese chico.  Era bastante estúpido si era sincero. 

—Baek,  abre.  Tengo que hablar contigo —suplicó el chico pegándose a la puerta.  El individuo dentro de aquel departamento rodó los ojos abriendo la puerta, decidido echar a ese chico,  no quería verlo pero al abrir solo se quedó mirando hacia el departamento que era de Luhan.  Fruncio el ceño—. Baek...

—¿No me dijiste que SeHun iba a terminar con Jia?  —preguntó ignorando todo lo demás.  ChanYeol se sorprendió de eso mas miró hacia donde Baekhyun tenía su mirada.  Ambos podían ver como SeHun estaba parado en la entrada de ese cuarto,  con un pequeño ramo de flores,  esperando quizás a que alguien le abriera—. ¿Qué hace ahí?

—¿Ahí vive Jia?  —preguntó el más alto molesto.  SeHun había dicho otra cosa.

Sabía que algo no andaba bien desde ese día.  El chico había dicho que iría ver a su novia para hablar con ella,  porque había pensado en dejarla.  Pero en ese momento,  viendo a Jia salir a recibirlo y darle un beso en la boca le dejó claro que eso no había pasado.  En cuanto SeHun se adentró al departamento los dos ajenos a eso se miraron.  Ambos pensaban lo mismo.

—Tú amigo es tan idiota como tú —le dijo Baekhyun rodando los ojos. Se adentró a su cuarto y ChanYeol detrás de él—. No me sorprende el porqué son amigos,  son tal para cuál.

—¿Qué?  Oye,  no te vas a molestar conmigo por la idiotez de SeHun,  así que tú y yo tenemos que hablar —le dijo jalando al menor del brazo dandole vuelta para tenerlo de frente y quizás fue demasiado brusco porque el  menor quedó bastante cerca de él,  con los ojos ligeramente abiertos más de lo normal,  ambos se sonrojaron por eso—. Baek...

—Estás demasiado cerca,  Park —le dijo alternando su mirada de los ojos ajenos hacia sus labios,  ChanYeol lentamente colocó su mano en la delgada cintura del menor y lo pegó un poco más a él—. ChanYeol...

El más alto le sonrió coqueto y atrapó sus labios en un beso profundo,  el mismo que bajó todo el enojo del más bajo al momento que le correspondió y comenzó a mover sus labios contra los ajenos enredando sus brazos en su cuello.

SeHun miró aquel departamento una vez más.  No era la primera vez que estaba ahí,  pero desde ese día que fue a ver a Jia podía darse cuenta de algo,  el ambiente en ese lugar era muy distinto a todas las veces que antes estuvo con ella.  Era más femenino,  podía ver más cosas de Jia por todas partes.  Vio como la chica salía de su cuarto en shorts cortos y una ombliguera.  Había cambiado su forma de vestir,  y no le molestaba,  pero le parecía tan extraño.  De nuevo se sentía como si conviviera con una desconocida.

—¿Entonces,  me llevarás a casa de tu padre en su cumpleaños?  —preguntó la chica acercándose a él y lo abrazó por el cuello dándole un beso en la mejilla.  SeHun sonrió levemente—. Tengo tantas ganas de verlo.  Además, deberíamos ir planeando lo de la boda,  ¿lo recuerdas?

—Jia,  tenemos que hablar —dijo SeHun apartando a la chica de él un momento y la llevó al sillón.  Ambos tomaron asiento.  La chica podía darse cuenta de dos cosas.  SeHun llevaba días evitando tener contacto con ella,  así mismo también lo notaba distante,  en otro sitio a pesar de estar con ella.  Eso no le agradaba para nada y ese tenemos que hablar solo le indicaba que estaba en una cuerda floja y no.  No iba a permitir nada—. Desde hace días quiero...

—SeHun, no te lo había querido decir —dijo ella bajando la mirada y se cubrió el rostro con  sus manos,  dejándole ver a SeHun que algo grave pasaba—. Me había estado sintiendo mal en estos días que no estuviste aquí,  pasé vomitando,  sin comer,  me desmayé en ocasiones...  Yo...  estoy haciendo unos estudios y tratamiento,  tengo un desorden alimenticio y...  Quisiera que estés conmigo en todo momento. No me siento bien conmigo misma,  mírame...  estoy demasiado delgada y...

—Jia —susurró SeHun  sintiéndose mal por lo que le iba a decir a la chica cuando ella le estaba pidiendo que este con ella.  Jia se acercó a él y lo abrazo ocultando su rostro en la curva del cuello ajeno—. Yo...

—Por favor,  no me dejes sola en este momento.  Te necesito,  en verdad...  Tú me haces bastante bien,  SeHun...  Te amo —dijo ella mirándole desde su posición.  Tomó el rostro de SeHun con sus dos manos y unió sus labios.  Un beso suave y lento que SeHun no estaba disfrutando—. ¿Me ayudarás?

—Sí Jia,  no quiero que estés mal —dijo el adverso regalándole una sonrisa sincera y le acarició suave sus mejillas.  No podía dejarla en esa situación cuando ella también estuvo antes con él en sus malos momentos,  a pesar de todo,  Jia también había sido una buena novia antes de lo sucedido.

—Muchas gracias por hacer esto,  hijo —dijo el señor Lu abrazando a su hijo,  este le sonrió y negó con su cabeza—. No sabes cuanto significa para mí que hayas vuelto,  en verdad te necesito aquí.

—No es nada papá,  la empresa y los bienes familiares también me conciernen,  además que ayudarte en la empresa me servirá para mis prácticas —dijo para restar importancia al asunto.

Su padre le había llamado solo para pedirle dos cosas,  que volviera a casa y le ayudara en la empresa familiar. En un inicio pensó en negarse pero,  realmente amaba lo que hacía su padre y SeHun era la otra razón por la cual tomó esa decisión más fácil.  Ahí es donde se daba cuenta de lo que en verdad sentía en ese momento.

—¿Vas a quedarte en tu habitación?  —preguntó la madre de Luhan,  el chico le miró y negó con su cabeza—. Hijo...

—Así como me estaba quedando antes cuando vine un tiempo,  así quiero quedarme esta ocasión.  Solo que,  vendí el departamento y tengo que conseguir otro —les contó haciendo una ligera mueca. 

Sus padres se miraron entre sí.  Les parecía extraño que sus dos hijos estén ahora viviendo fuera de casa cuando ahí podrían tener todo.

—Esta bien,  hijo.  Por hoy quedate aquí,  iré a arreglar todo para que pronto tengas tu departamento.  ¿Quieres que te lleve a la escuela?  —preguntó el mayor de los Lu al pensar en que su hijo debía inscribirse de  nuevo.  LuHan negó con su cabeza—. Bien,  entonces los veo luego. 

El señor Lu salió de la casa dejando solos a su hijo y esposa.  LuHan platicó un buen rato con su madre,  antes de meterse a la ducha y vestirse para ir a la Universidad a arreglar todos sus documentos.  Cuando estuvo listo tomó sus cosas basicas y bajo a la primera planta para despedirse de su madre y salir de ahí.

Lo que no esperó fue ver a su hermana entrando por la puerta principal.  Ella lucía tan hermosa como siempre.  Los dos se quedaron estáticos al verse.  Después de lo que se habían dicho algo entre ellos dos terminó por romperse por completo.

—No sabía que estabas aquí,  LuHan —dijo Jia acomodando su cabello hacia atrás y le sonrió a su hermano—. ¿Cómo me veo?  —preguntó mientras caminaba y daba una ligera vuelta dejando que su hermano viera lo hermosa que era—. Lo sé,  bonita.  A SeHun también le encantó verme de nuevo.  Y parece más enamorado que nunca de mí.

LuHan hundió levemente su entrecejo al escuchar eso último.  No dijo nada y solo terminó de bajar las escaleras.  Observó a la chica.  A pesar de que no había cambios notorios él si podía notarlos.  Las cirugías no podían dejar todo igual.

—Tus labios son más finos y tu nariz un poco más pequeña de lo que era antes.  SeHun es realmente un idiota si sigue contigo —dijo aunque eso último fue realmente lo que pensaba, lo que había dicho Jia  le hacia pensar que SeHun seguía siendo tan estúpido para seguir con ella—. Bueno,  nos vemos —salió de la casa cerrando la puerta con un poco más de fuerza.

Jia sonrió divertida.  Lo había notado,  la expresión de LuHan había cambiado al mencionar a SeHun,  algo ahí había pasado y eso,  no le gustaba nada.

Decir que algo no le molestaba resultaría una mentira.  Desde que salió de su casa sentía una incómoda molestia en su pecho. ¿Qué necesidad tendría Jia de mentirle sobre estar con SeHun?  Ninguna.

—Es obvio.  No te hagas el estúpido,  siguen juntos —se dijo a sí mismo haciendo una mueca.  Que idiota había sido para regresar así porque si pensando en ese chico. 

Salió del campus de la universidad en la que se había inscrito y buscó en su teléfono el número de SeHun. Mas antes de marcar cambió el contacto y marcó a su amigo Minseok.  En cuanto le atendió la llamada solo le dijo que iría a verlo a su casa.  No dio más explicaciones de las que seguro le pedirían.  Tomó el primer taxi que pasó y pidió que lo llevase a la casa de su amigo.

En cuanto llegó pagó el pasaje.  Caminó por el jardín de ese lugar y al estar frente a la puerta tocó esta dos veces ignorando el timbre.  No tardo mucho para que Minseok apareciera frente a él.

—Oye,  tengo timbre y...  —LuHan no dejó que termine de hablar para cuando entró a la casa llevándose la sorpresa de ver a Key junto a aquel chico que había conocido en las albercas,  a Baekhyun quien estaba sentado junto con ChanYeol el amigo de SeHun y a JongDae quien  iba saliendo de la cocina con botanas en un bowl.  Este le sonrió—. Te iba a decir que no estaba solo.

—No importa —dijo mirando a todos ahí presentes.  Sonrió apenas y sin pensarlo dos veces lo soltó—:  ¿SeHun sigue con Jia?

Todos se quedaron serios.  ChanYeol y Chen hicieron una mueca,  sabían todo lo que había pasado entre SeHun y el chico parado frente a ellos.  Sabían ahora que SeHun iba a tener graves problemas cuando viera a LuHan. El silencio de todos solo le confirmaban que era así.

—LuHan,  él no nos ha...

—No importa.  Igual sabía que sería así —quiso no darle importancia a ese asunto pero,  realmente era doloroso.  Sí,  no iba a negar que le dolía saber que SeHun le había prometido algo que rompió apenas estuvo con la chica.  Ahí sabía bien  claro que lugar ocupaba él—. No esperaba verlos aquí.  Disculpen sí interrumpí su reunión.

—No te preocupes. ¿Cuando regresaste?  —preguntó Key jalando al chico con ellos y lo hizo sentarse entre todos.  LuHan hizo una mueca—. Mira,  te presento a Jonggie,  mi novio —dijo señalando al chico a su lado.  JongHyun le saludó con la mano.

—Un gusto,  LuHan.  La última vez que te vi te veías diferentes —dijo el chico ganandose un Zape de su novio,  LuHan  sonrió al entender—. Lo siento.

—Nosotros no nos habíamos presentado,  pero si sabíamos de ti.  Soy Yeol y él es Chen —dijo ChanYeol saludando con su mano.  Chen le regaló un guiño y una sonrisa mientras XiuMin se sentaba junto a él—. Espero no nos odies por lo de SeHun.

—No tengo por qué,  ¿ustedes ya andan? —preguntó al ver las manos de BaekHyun y ChanYeol unidas,  ambos chicos se avergonzaron por eso.

Para cuando tres de los chicos se fueron LuHan soltó un suspiro.  BaekHyun junto con los dos amigos de LuHan se miraron entre sí.

—Deberías hablar con SeHun para qué él te explique y...

LuHan miró a BaekHyun serio.  Haciendo que el chico deje de hablar en ese momento.

—No necesito ninguna explicación de él.  Ya me quedó claro.  Yo sabía que eso iba a pasar.  Jia es el amor de su vida,  Jia es todo para él.  Si le perdonó que le fuera infiel,  ¿por qué no iba a quedarse con ella?  —soltó con toda la rabia que traía encima.  Los tres chicos se sorprendieron—. No sé qué estaba esperando.  Yo siempre lo dije,  esto no tenía ningún futuro.  Para él solo soy lo que Jia no le da.  Incluso,  no le gusto yo,  le gusto porque soy idéntico a ella.  Es todo.  ¿Qué otra explicación quiero?

Ninguno supo que decir en ese momento.  SeHun realmente no tenía ninguna justificación en ese momento.  Al menos no a ojos de ellos.

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Dejó aquella pila de documentos en la mesa del escritorio Oh.  El chico con lentes puestos le miró y sonrió en agradecimiento.  Chen hizo una mueca.  Dudaba en hablar o quedarse callado. 

SeHun se quitó las gafas y las dejó sobre el escritorio.  Tomó un bonche de los papeles y observó estos.  Al sentir la mirada persistente de su amigo sobre él le miró.

—¿Pasa algo?

—LuHan está aquí en la ciudad —soltó.

SeHun se sintió confundido un momento.  Pero las ideas no tardaron encajar.  LuHan en la ciudad.  Parecía imposible de creer en un momento.  Fue que recordó que hacía tres semanas que no le había mandado ni siquiera un mensaje al chico cuando le dijo que se comunicaría con él lo más antes posible.

—¿Estás seguro?  —preguntó aún dudando.  Chen asintió—. ¿En dónde lo viste?

—En casa de Minseok,  su amigo.  Sabes que he estado frecuentando a ese chico y lo vi hace una semana ahí.  No quería decirte porque LuHan no quiere ni verte en pintura.

—¿Por qué no querría verme?  —preguntó confundido y dolido de pensar en eso.  Pero la mirada obvia de su amigo le dejó pensando.

—No me preguntes cómo,  pero se enteró de que no has terminado con Jia.  SeHun, le prometiste a ese chico que llegando aquí ibas a terminar con ella.  Y tú...

—No puedo terminar con ella —aceptó poniéndose de pie.  Miró la hora y tomó su teléfono,  buscó el número de LuHan y marcó este—. Pero LuHan tiene que saber la razón —dijo y le indicó que saliera de la oficina de su padre para dejarlo solo. Chen hizo caso y salió del cuarto.

SeHun escuchaba nada más un timbre,  dos timbres,  tres...  Buzón de voz. LuHan no le estaba atendiendo la llamada.  Intento una vez más,  pero la respuesta fue diferente,  número fuera de servicio.  LuHan lo había bloqueado.

SeHun salió de la Oficina y buscó a su amigo.  Lo encontró en la Oficina de ChanYeol.  Ambos chicos estaban frente a su computadora viendo quien sabe qué cosa.

—¿Puedes darme el número de Minseok?  —preguntó aunque pensó que lo mejor era directo ir a buscarlo a su departamento.  Seguro LuHan estaría con él—. Olvidalo.  Ya se qué haré.

Dijo eso y salió de la Oficina.  Sus dos amigos se miraron sorprendidos. SeHun tenía bien  plasmada la desesperación en su rostro. Tomó el auto en el estacionamiento y pronto se encontró manejando a casa del chico.  La recordaba vagamente.  Cuando estuvo en la colonia miró todos esos edificio.  Era difícil pensar en cuál era siendo que tenía tiempo de haber estado ahí.  Pero parecía que la vida quería que hablara con LuHan cuando lo vio llegar junto con su amigo.

Minseok y LuHan caminaban a la par,  riéndose de algo que él no sabía.  Estacionó el auto y bajó del mismo cerrando la puerta.  Observó a LuHan y comenzó a caminar hacia él.

Minseok dejó de reírse cuando se dio cuenta de la presencia del chico.  Pensó en decir algo a LuHan pero este ya lo había notado.  Ambos se quedaron parados a dos metros de la entrada del edificio donde SeHun estaba.

—LuHan,  ¿podemos hablar?  —preguntó temeroso.  La mirada sería  del más bajo le sorprendía.  El chico nunca le había mirado así.  Minseok se sintió un estorbo en ese momento así que sin decir nada solo pasó de largo y le hizo seña a LuHan de que estaría dentro.  LuHan solo asintió y de ahí miró de nuevo a SeHun—. ¿Cuándo llegaste?

—Eso no te importa y,  no tengo nada que hablar contigo.  Así que por favor,  hazme el favor de darte media vuelta e irte a la mierda —le dijo claro.  Su ceño fruncido y al crudes de su voz le causó malestar al más alto.  Trató de pasar de largo pero SeHun se lo impidió.

—Lo siento.  En verdad lo siento.  Yo no...

—Cuando te dije que sabía Artes marciales no mentí.  Así que sueltame o te partire la cara en este momento —le advirtió con los ojos cerrados y los puños apretados. No mentía si decía que quería hacer eso desde que lo vio.

—Golpeame entonces.  Pero tenemos que hablar,  anda —le dijo y lo jaló hacia su auto.  Le abrió la puerta al chico y le indicó que entrara—. Por favor,  tenemos que hablar.

—Está bien,  pero después dejarás de molestarme,  ¿ok?  —condicionó. SeHun asintió a pesar de que no quería eso.  Estaba seguro de no cumplirlo. LuHan hizo una mueca y subió al auto dejando su mochila sobre sus piernas.  SeHun caminó hacia su asiento y pronto se puso en marcha.

El camino fue en completo silencio.  A pesar de que SeHun miraba a LuHan de vez en cuando este solo miraba por la ventana el camino.  LuHan no reconocía ese lugar por el que iban,  para él toda la ciudad era nueva realmente.  Cuando se dio cuenta de que ya llevaban tiempo en el auto miró a SeHun pero no preguntó nada.  Al cabo de un rato SeHun se estacionó,  estaban en medio de la nada.  Era una carretera libre.  SeHun bajó del auto, LuHan no entendía nada pero también lo hizo.  Dejó su mochila en el auto y se acercó a SeHun quien se adentraba entre algunas palmeras y camino de arena y piedrilla.

Estaba algo abrumado.  No entendía que hacían ahí en medio de la nada caminando hacia la playa. SeHun no decía nada y él no quería decir algo o la agarraria contra el chico.  Cuando vio que SeHun se detuvo fue frente a una casa,  era pequeña pero bonita.  La típica casa de playa donde puedes pasar tus vacaciones de verano.

—Cuando mamá se peleaba con papá ella siempre me traía aquí con ella,  decía que estar en este sitio la hacia sentir tranquila y podía pensar con más profundidad y claridad las cosas.  Por ello es que duraban tanto tiempo a pesar de que ya no se amaban —comentó el mayor tomando por sorpresa al más bajo—. Cuando no quería saber nada de nadie venía aquí y me quedaba horas viendo solo la playa.

—¿Y para que me traes a un lugar tan íntimo?  —preguntó ligeramente incómodo.  SeHun le miró y sonrió.

—Porque deseo que estés tranquilo y puedas escucharme. —Sonrió y mordió sus labios sentándose en el pequeño escalón de la casa.  LuHan arqueó una ceja—. Aún no he terminado con Jia. Lo sé,  lo prometí y...  Me siento mal por no haberlo hecho.

—No me sorprende.  Lo tenía presente —confesó LuHan cruzándose de brazos.

—Sí,  pero...  Yo realmente intenté hablar con ella.  Pero,  Jia me dijo que está enferma de un desorden alimenticio,  y me pidió estar con ella —informó mirando a LuHan suplicante—. Pero,  te juro que es eso,  no por amor,  no por nada que puedas creer.

LuHan se quedó pensando en eso.  ¿Jia podía ser capaz de mentir de esa forma para que SeHun se quede con ella?  Miró la expresión de SeHun,  el chico se veía tan arrepentido de lo hecho.  Hizo una mueca y suspiró.  Debería mantenerse en su posición más,  caminó hacia donde estaba SeHun y se sentó a su lado.  Ambos chicos se quedaron en silencio por un buen rato.  Sehun miró la mano de LuHan,  no tenía el anillo que le había dado,  sintió una punzada en su pecho.

—¿Me odias?  —preguntó el más alto esperando la peor respuesta.  LuHan le miró de lado e hizo una pequeña mueca—. Yo en verdad no quería...

—No voy a negar que me decepcionó saber que sigues con ella.  No por lo que me hayas dicho a mí —aceptó estirando sus manos—. Es que,  no concibo la idea de que puedas perdonarle un engaño,  tampoco el como te trata.  Entonces,  pensé en lo mucho que debes amarla para hacer eso.  Y eso quiere decir que,  yo no tengo lugar en esto.

—Pero lo tienes.  Me gustas y...

—Solo te gusto,  lo acabas de decir —le dijo y se rió más no mostraba ningún tipo de felicidad al respecto.  Se puso de pie y comenzó a caminar unos cuantos pasos—. A Jia la amas.  Esa es la diferencia de porque no debe de importarme si sigues o no con ella.

—Es que no es así,  no solo me gustas —confesó el más alto poniéndose de pie.  LuHan suspiró.  Solo había una única manera de acabar con ese lío en el que SeHun se estaba metiendo.  Él no estaba dispuesto para nada a jugar así,  no iba a ser la segunda opción de nadie y mucho menos de un chico,  el chico de su hermana—. Yo siento cosas por ti que...

—Lu JiaHan,  es mi hermana —confesó. La expresión de SeHun fue todo un poema en ese momento,  LuHan podía jurar que dejó de respirar en ese momento.

—No es verdad.

—¿Qué no te das cuenta de que somos idénticos? —preguntó sorprendido de que SeHun no pudiera darse cuenta de eso.  SeHun negó con su cabeza—.  Me llamó Lu Han.  Ella es Lu Jia Han,  ¿lo entiendes?   Así que,  es imposible que vayas a sentir algo realmente por mí.  Ves a ella en mí, es solo eso.  No te gusto yo,  te gusta la imagen de mi hermana en mí.   Así que,  esta conversación ya no tiene futuro,  solo no dejes que ella te siga haciendo esas tonterías.  Me voy —se dio media vuelta para retirarse de ahí.

SeHun estaba tardando en procesar esa información.  Más su cuerpo reaccionó por sí mismo,  caminó hasta LuHan abrazándolo por la espalda.  LuHan se tensó ante el agarre ajeno.  Ambos se quedaron quietos.  SeHun apoyó su frente entre la nuca del menor.

—Aun con los ojos cerrados podría diferenciarte de ella en este momento.  Porque solo es el físico en lo que podrían parecerse pero no,  tú eres tan diferente a ella y es lo que me gusta de ti. —Apretó sus brazos un poco más al cuerpo ajeno—. Tú eres más gentil,  inteligente,  piensas las cosas antes de decirlas.  Muerdes siempre tu labio inferior cuando no encuentras una respuesta coherente, cuando estás nervioso o cuando estás pensativo.  Razcas tu nuca cuando tienes nervios,  eres cálido y,  tus ojos tienen un brillo especial que hoy no está porque te sientes triste. Lo siento.  No quería que te sintieras como si no valieras nada,  porque lo vales.

LuHan cerró los ojos con fuerza.  SeHun debió quedarse callado.  No debió decir nada más,  debió darse cuenta de que ellos dos no tendrían ningún futuro. Tomó una de las manos ajenas y apretó la misma llevándola al nivel de su pecho por el cual colgaba una pequeña cadena y en ella se encontraba aquel anillo que ahora hacia de dijen.

—Ahora viene la segunda parte,  SeHun —dijo LuHan,  era lo mejor.  Le dijo que le diría esos secretos que tenía.  Sabía que eso no iba a poder dejarlo de lado el más alto.  SeHun le dio vuelta para tenerlo de frente.  Su mano tocó aquel anillo y sonrió—. SeHun yo me...

—No importa,  ¿en verdad crees que me dejaste de gusta por ser hermano de ella?  —pregunta con un tono divertido acariciando la mejilla ajena—. Estoy con ella no por amor.  Te dije antes,  estoy dejando de quererla. Porque los sentimientos que tengo por ti se hacen más grandes.  Mira,  toca aquí.  —Tomó la mano ajena,  LuHan no dejó de mirarlo en ningún momento,  hasta que SeHun colocó su mano sobre su pecho,  a la altura de su corazón. 

Se podía sentir.  Era agradable.  Era bastante cómodo sentir como el corazón ajeno latía con rapidez contra su pecho,  haciendo vibrar su mano al sentir el golpe.  Luhan mordió sus labios y sonrió levemente. 

—SeHun.

—¿Lo sientes?  —preguntó el mayor presionando un poco más la mano ajena contra su pecho.  LuHan asintió sonrojándose—. Tú lo haces latir de esa manera.  No es ella.  Eres tú.

Nota final:

Si les gustó no duden en dejarme lo saber en un bello y suculento Comentario o con su hermoso voto.  Muchas gracias,  nos leemos pronto.

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