Capítulo 13.
Holis, aquí nueva actualización!! Espero que los capítulos anteriores les hayan gustado y esperen este con ansias ajskd creo que apartir de aquí comienza bien el salseo entre nuestros protagonistas 7u7r ahr así que, lean este y esperen el próximo muy pronto ajskd 24/08/19
Baekhyun cerró la puerta de inmediato pero cuidando de no hacer ruido. Mordió sus labios con las mejillas ligeramente rojas. Se topó con los ojos curiosos de ChanYeol quien lo había acompañado a buscar a SeHun y Luhan.
—Creo que, lo mejor es no molestarlos —dijo el bajito tomando la mano de ChanYeol y lo jaló con él hacia otro sitio, lejos de esos cuartos.
—Oye pero, ¿ahí estaba SeHun con LuHan? —preguntó el chico más alto con voz alta para que se pudiera escuchar. Baekhyun le miró y asintió con su cabeza, aun sus mejillas estaban rojas por lo que había visto—. ¿Por que estás sonrojado?
—Por nada, ven, vamos a bailar mejor —terminó el tema llevando al más alto hacia la pista de baile.
SeHun dejó al menor con cuidado sobre la cama inclinándose sobre él, sus labios se movían al compás causando demasiadas emociones a ambos. Las manos de LuHan se encontraban sobre el hombro ajeno apretando los mismos cuando la sinhueso ajena se introdujo en su boca buscando la suya, la cual no se negó en comenzar una danza entre los dos.
Pensar en sí estaba bien o mal lo que hacían en ese momento no tenía lugar. Ambos estaban disfrutando el roce suave de sus labios, las respiraciones pesadas y sus cuerpos juntos. Como esa mano que se colocó bajo la camisa del más joven tocando la suavidad de su abdomen haciéndole estremecer. El menor se acomodó bajo el fornido cuerpo del más alto de forma que el mayor quedó sobre su cuerpo con una rodilla entre sus dos piernas y sus brazos al nivel de su cabeza.
Bajaron el ritmo del beso a caricias suaves entre sus labios, mordiéndose los mismos hasta volver a retomar un ritmo rápido entre sí. SeHun subió su mano lentamente por el abdomen ajeno hasta llegar a su pecho el cual rozó con las yemas de sus dedos sintiendo como la piel del menor se erizó a su contacto. Las mejillas de LuHan se pusieron rojas en cuanto los dedos ajenos tocaron uno de sus pezones, se tensó ligeramente y detuvo el beso mirando los ojos ajenos, los cuales se veían más oscuros de lo normal.
—Han...
—No hagas eso, SeHun —pidió un tanto agitado, sintiéndose demasiado pequeño bajo el cuerpo del adverso. Se relamió los labios y bajó un poco su mirada al pecho ajeno.
—¿Por qué no? —preguntó el mayor angustiado moviendo su mano al otro pezón ajeno, LuHan se encogió un poco desviando la mirada. Para SeHun esa reacción era demasiado tierna—. ¿No... No te gusta? —susurró acercándose a los labios ajenos. Los besó cortamente acomodándose entre las piernas ajenas e hizo una ligera presión entre ambos.
—Hun —susurró LuHan al sentir esa presión entre sus miembros. Mordió sus labios y fijo su mirada en los ojos de contrario sonriéndole—. No hagas algo de lo cual nos podemos arrepentir. Yo estoy tomado, tú no, y puedo lastimarte.
—Pero Han... —LuHan le dio un beso profundo que lo dejó sin aliento y lo desarmó por completo. Lo correspondió dejando que el más joven invirtiera los lugares dejándolo bajo su cuerpo. Sus bocas se abrían y cerraban al compás de los ajenos. LuHan paseó su mano por la pelvis ajena solo apenas ingresó dos de sus dedos bajo el bóxer ajeno haciendo que SeHun se sonrojara al pensar en lo que iba a hacer.
—SeHun, yo nunca he estado con un chico. Y, creo que tú tampoco. Esto no va a funcionar ni por más excitado que estés en este momento. Dejemos esto aquí, ¿sí? Tengo que irme —dijo sonriendo divertido y se puso de pie. El hipo se había ido y estaba más consciente de lo que hacía y decía. Se encaminó hacía la puerta para salir del cuarto pero SeHun lo giró antes de que la abriera y lo pegó a la misma. Iba a protestar al respecto pero la boca de SeHun reclamando la suya se lo impidió. El beso fue suave pero profundo hasta que lo cortó—. SeHun...
—Podríamos...
—No —dijo claro y sonrió negando con su cabeza. SeHun hizo un pequeño mohín en sus labios, parecía un niño recién regañado por haber hecho algo mal—. Tienes novia, y yo, no voy a aceptar una relación compartida. Además, te estás volviendo como ella. Le estás poniendo el cuerno conmigo, que me haría pensar que no harás algo similar con los dos.
—No es así... Es que en verdad, no sé que me pasa contigo Han, eres como un dulce demasiado adictivo —susurró contra los labios ajenos, LuHan mordió sus labios y tomó la perilla de la puerta—. Yo...
—Lo siento, Hun. Pero, no puedo aceptar algo así, o es ella o soy yo, y creeme, no te conviene arriesgarte por ninguno de los dos —advirtió sabiendo que tarde o temprano aunque no lo quisiera le iba a hacer daño a ese chico. Cuando supiera la verdad de todo se iba a decepcionar tanto de él que esa atracción incontrolable que decía tenerle se esfumaria como el humo de un cigarrillo—. Me voy. —Abrió la puerta a punto de salir. SeHun se lo impidió nuevamente.
—¿Yo... Te gusto? —preguntó temeroso de la respuesta ajena. Luhan se alejó del chico y mordió sus labios.
—Sí, pero en verdad esto no puede ser —dijo y cerró la puerta dejando a SeHun dentro de la habitación.
Bajó las escaleras y pasando el túmulo de gente salió al patio de la casa. Debía irse de ahí y controlar las emociones que sentía. Decirlo en voz alta hacia las cosas realidad. Pero tampoco podía mentir con algo tan obvio. Al salir a la vereda tomó un taxi que lo llevará a su departamento. Al llegar solo se metió a bañar y después a dormir, debía despejar su mente.
Baekhyun había visto como Luhan pasaba por su lado y salía de la casa. ChanYeol le había dicho que lo mejor era ir a buscar a SeHun, recordaba como lo había dejado la última vez que se vieron y temía que esta vez fuera peor.
Ambos subieron a las habitaciones. Entraron sin llamar encontrándose con SeHun viendo por la ventana, tan metido en sus pensamientos.
—¿SeHun, todo bien? —preguntó el más bajito con tono suave, SeHun le miró y asintió—. Vimos a Luhan salir...
—LuHan dijo que yo también le gusto —confesó con las mejillas rojas, ambos chicos contrarios se miraron entre sí—. Pero, no sé si entendí mal o me dio a elegir entre él y Jia... Yo no sé —dijo mordiendo sus labios. Era tan complicado para él entender eso.
—De alguna manera tienes que tomar una decisión. No puedes caer en el tengo dos relaciones a la vez —dijo ChanYeol acercándose a su amigo. SeHun asintió.
[>>>]
—Te veo en unas cuantas semanas, Amor —dijo SeHun dejando un beso corto en los labios de su chica. Luhan le sonrió mientras se acomodaba los cabellos detrás de su oreja—. Extrañame.
—Tú también. Disfruta de este viaje, cuando regreses todo será igual que antes, lo prometo.
Escuchó SeHun a su novia prometer. Sonrió para ella y le besó los labios de manera corta. LuHan le despidió con la mano a él y al padre del chico quien también hizo lo mismo mientras caminaban a la línea de abordaje del avión.
El aeropuerto estaba demasiado tranquilo, como en ese momento se sentía él. LuHan estaba consciente en ese momento de que debía de ir a ver a su hermana ese día, se iría lo antes posible.
Cuando supo que el avión había volado ya salió del aeropuerto y sin perder tiempo en ir a cambiarse fue directo al hospital. Llevaba con él una pequeña maleta, creía que era necesario lo que iba a hacer.
Al llegar al hospital tuvo que esperar un momento para que su hermana lo pudiera recibir. Nuevamente otra operación estética le habían hecho y ella estaba dormida por los medicamento que le habían estado aplicando. Mensajeó por un rato con sus amigos, en su grupo de whatsapp. LuHan solo rodaba los ojos de vez en cuando ante las tonterías que ambos chicos decían.
—Señorita, la señorita Jia puede verla ya —dijo la enfermera de cabecera de su hermana. Asintió y sin decir más entró a la habitación.
Jia se quedó boquiabierta al ver a esa chica, a su yo frente ella. No podía creer que esa chica fuera idéntica a ella. O a lo que era antes.
—¿LuHan? —preguntó la menor con un hilo de voz.
LuHan dejó la maleta sobre la cama y miró a su hermana de frente.
—No, soy Jia, tu doble. Y hoy vine a verte porque quiero dejar de ser ella —avisó abriendo la maleta a su lado en la cama. Jia estaba atónita—. Ha sido mucho tiempo el que he usado tu identidad, y todo ha sido bastante dificil para mí. Como ves, soy idéntico a ti. Así que, SeHun ha de amarte igual que antes, no debes preocuparte.
—LuHan...
—Mi usurpación se terminó, Jia —dijo al momento que se quitaba la peluca que llevaba puesta, las pestañas, el vestido, solo quedando en boxer frente a su hermana. Tomó una servilleta húmeda de su bolsa y la pasó por su rostro. Jia le miraba con la boca abierta. Ver como el adverso se iba deshaciendo de esa apariencia le causó un malestar.
—¿Por qué lo estás dejando ahora? Yo todavía no soy perfecta y...
—SeHun se fue hoy con su padre, tardará algún tiempo en regresar. Solo encargate de hablar con él cuando te llame por teléfono. Contesta sus mensajes y ya. Así hasta que vuelva y te presentes con él nuevamente —dijo y de la meleta sacó ropa con la cual comenzo a vestirse, como él. Como su verdadero yo.
—¿Y qué harás tú? —preguntó Jia sentadose en la cama, viendo como su hermano se vestía. LuHan le miró y guardó todo lo que se quitó en la bolsa—. LuHan...
—Me iré de nuevo a New York. No tengo nada que hacer aquí.
—Pero yo...
—Tu me convenciste de ayudarte, porque te quedarías conmigo pero, me mentiste —interrumpió tomando la maleta, miró a su hermana y le sonrió—. Pero, gracias por hacerlo. Hoy puedo decirte que solo te veo como mi hermana melliza, nada más allá de eso. Comprendí que no, no te amo y, que no eres buena para nadie. Así que, ten cuidado con lo que haces de ahora en adelante con tu novio. Porque no te ayudaré más en nada. Hasta siempre, hermana.
Se despidió de ella. Salió del cuarto dejando a la chica con la cara llena de incredulidad por todo lo que LuHan le había dicho. Tomó un taxi que lo llevase a casa. Cuando llegó no perdió tiempo, lo mejor era irse de ahí lo más pronto posible. Hizo su maleta guardando todo lo que había llevado con él.
Cuando tuvo todo listo fue a abrir la puerta. Key y MinSeok lo habían ido a ver en cuanto supieron que se iría. Lo iban a echar de menos.
—Pasen —dijo haciéndose a un lado para que puedan hablar un rato.
—¿En verdad te irás así, Luhan? —preguntó Key con un puchero en sus labios, el menor asintió—. Te voy a extrañar, contigo estaba aprendiendo a disfrazar gente.
—Oye —se quejó MinSeok dándole un puñetazo en su brazo de forma amigable, los tres chicos rieron por eso y se sentaron para conversar un rato—. Igual te voy a extrañar. Creí que te quedarías más tiempo.
—Mmg, yo no. Desde un inicio solo vine para ver que Jia estuviera bien o, sino la veía nuevamente por si no libraba —dijo soltando un suspiro—. Me quedé más tiempo de lo normal. Además, no quiero estar aquí para ver como mi hermana me restrega su felicidad con SeHun.
—¿Aún la siguies amando? —preguntó Key sabiendo que el chico había hecho todo eso por su gemela. LuHan negó con su cabeza. Key se vio confundido por eso más MinSeok abrió sus labios en sorpresa, lo había entendido por completo.
—LuHan tú... —MinSeok no sabía si decir lo no, pero estaba casi seguro de la respuesta que el chico le iba a dar. LuHan lo miró con los ojos más abiertos que de costumbre y soltando un sonido de frustración se cubrió la cara con las manos agachado la mirada—. Oh, Hannie. —Se puso de pie acercándose a su amigo a quien abrazó dándole consuelo.
Key trataba de procesar lo que estaba pasando.
—¿Por qué abrazas a LuHan como si necesitara consuelo por haberse enamorado de SeHun? —preguntó cómo si eso fuera una broma. MinSeok le miró serio y fue que lo entendió—. Oh por Dios —exclamó sentándose al lado de LuHan y también lo abrazó—. ¿Te enamoraste de él?
—No... No enamorarme. Eso es muy fuerte —dijo LuHan mirando a sus dos amigos como locos, nunca le había sido fácil expresar lo que sentía y ese era uno de esos momentos donde se sentía abrumado por no poder aceptar lo que siente—. Solo terminó gestándome y por eso es que no quiero estar más aquí. Él es tan idiota que caerá en el juego de puedo con dos personas, y quizás estaría bien si esas dos personas no fueran hermanos.
Se puso de pie caminando por el sitio como León enjaulado. MinSeok y Key se miraron e hicieron una mueca.
—¿SeHun... Él siente algo por ti? —preguntó MinSeok sabiendo que antes se habían besado, aquella vez que LuHan lo llevó a su departamento. LuHan se encogió de hombros—. LuHan, ¿qué harías si el chico te elige a ti en vez de Jia?
La pregunta le dejó pensando en ello. No era algo que se haya planteado. Lo veía casi imposible que pasará. Durante todo ese tiempo que había sido Jia se había dado cuenta de algo, aun cuando el chico estuviera lastimado seguía estando enamorado de Jia, de su novia. No era solo unos meses, eran años estando juntos. ¿Qué probabilidad había de que escogiera a quien recién conocía en vez de su novia? Eran nulas.
—Eso, espero que eso no pase —dijo sincero y suspiró mirando la hora en su celular—. A pesar de que pueda gustarme, aun veo bastante mal que dos chicos se puedan gustar, además, mis padres no lo tomarían nada bien y, no creo ser capaz de dejar a mi familia por una relación que si bien, no puede funcionar.
[>>>]
En cuanto bajó del avión fue con su padre hacia la recepción del equipaje para poder tomar el suyo. El señor Oh iba hablando por teléfono, según él, porque para SeHun su padre iba gritando y estaba seguro que era a sus amigos. Sonrió y miró la hora en su celular. Había intentado mandar un mensaje a Luhan pero este solamente no lo recibía.
Después de lo que había pasado esa noche le había sido más difícil sacarlo de su cabeza. El que el chico haya aceptando que gustaba de él había hecho que la atracción fuera aún más grande.
Tomó su maleta y la de su padre. Ambos caminaron a la salida para abordar el automóvil que ya los estaba esperando en la salida. Su padre entró al auto primero, el chofer metió las maletas en la cajuela y cuando todo estuvo en orden él también entró.
—¿Cómo vas con tu novia, SeHun? —preguntó el señor Oh dejando su teléfono de lado. SeHun prestó atención—. Pensé que querrías que ella viniera contigo.
—Vamos bien, creo que todo va mucho mejor que antes. Y no, ella dijo que tenía algunas cosas que hacer, y quizás me sirvan estas vacaciones para pensar claramente —respondió observando el camino por el que iban desde la ventana. El señor Oh observó las expresiones de su hijo, sonrió y suspiró.
—Llevas muchos años con ella. Tal vez ya no la Ames y solo sea la costumbre, ¿no lo crees? —La pregunta despertó el interés del más joven, el señor Oh miró por la ventana—. Tu madre y yo compartimos casi 20 años de casados. Nos amamos los primeros 8 años, pero después, la rutina nos consumió, la costumbre nos atrapó en un mundo donde sabíamos que nos teníamos pero no hicimos nada por conservarnos. Ni ella ni yo, y esto se murió. ¿Me entiendes?
—Pero, yo hago todo por Jia y...
—¿Y ella? ¿Qué hace por ti?
El silencio fue total después de eso. SeHin sabía que la respuesta era la misma. Nada. Jia no hacia nada por él. El señor Oh sonrió divertido.
—La balanza debe ir igual, si tu das esto ella debe dar lo otro, todo por igual. No debe uno dar más que el otro o no funciona. Debes pensar que quizás te falta conocer a otras personas, alejarte un poco de Jia —aconsejó el mayor palmeando el hombro de su hijo. SeHun no dijo nada. Solo se quedó pensando en eso—. El... El chico que llevaste a casa, ¿tienes algo con él?
SeHu miró con los ojos bien abiertos a su padre y las mejillas rojas, negó pero esa reacción no le hacia nada creíble su respuesta.
—Papá yo no quiero decepcionarte. Esta no es la educación que me diste y...
—Tranquilo hijo —dijo el mayor apretando su hombro, calmándolo—. ¿Te gusta cierto? —SeHun asintió y apretó sus labios. El señor Oh lo había notado desde aquel día en que los encontró dormidos tan juntos.
Había visto a su hijo dormir con sus demás amigos, si bien amanecían juntos pero, SeHun nunca abrazó a nadie con tanta protección como lo había hecho con Luhan.
—Pero... Él me rechazó por la relación que tengo con Jia, solo que... No sé que hacer, papá —confesó soltando un suspiró cansado, frustrado.
El señor Oh abrió sus labios en sorpresa. Ya lo recordaba. La imagen vaga del chico y la novia de SeHun vinieron a su cabeza.
—¿SeHun, si te das cuenta de que Jia y LuHan son idénticos? —preguntó su padre esperando a saber su respuesta. SeHun hundió levemente el entrecejo. Quiso darse cuenta de las similitudes pero no las hallaba—. ¿No?
—¿De qué habla, padre? Ellos no son idénticos —negó lo que era obvio para todos. El señor Oh sonrió y negó con su cabeza—. LuHan es tan diferente de Jia, él es tan tranquilo, amable, centrado en sus pensamiento y sufre de hipo cada que toma alcohol. Además, sus ojos brillan como los de un ciervo libre en el campo y...
—¿Y Jia? —preguntó interesado el mayor. La forma en la que SeHun hablaba de ese chico le preocupaba un poco, esa sonrisa boba solo la había visto aquella vez que SeHun le habló de Jia por primera vez.
SeHun mordió sus labios pensando en lo que era Jia. El carro se detuvo cuando llegaron a su destino. El chofer les abrió la puerta pero ninguno de los dos bajo aún. El señor Oh esperaba respuesta.
—Jia es, superficial... Le gusta su vanidad, verse perfecta, ella es... Mentirosa. —Se sorprendió de haber dicho eso. El señor Oh sonrió.
—Vamos hijo, necesito tomar una ducha y descansar algo —dijo su padre animando a salir del auto.
Los dos bajaron y caminaron hacia la entrada del hotel que habían reservado. SeHun pidió las llaves de sus habitaciones y con su padre fueron a sus cuartos respectivos.
[>>>]
Encendió la luz en cuanto entró a su piso. Jaló la maleta al interior y cerró la puerta detrás suyo. Bajó la palanca de la maleta y dejó su chaqueta sobre la misma adentrándose a su departamento hasta entrar a su cocina. Sabía que no habría nada de despensa en la misma, había estado un largo tiempo afuera.
Miró la hora en su celular y suspiró, era algo tarde y lo mejor era comer afuera. No tenía planes así que dejando sus cosas sin areglar solo tomó su chaqueta y salió de su edificio.
Tomó un taxi que lo llevara al centro de la ciudad. Mientras iba en camino se puso los auriculares y comenzó a escuchar un poco de música mirando el camino por la ventana.
Sus dos amigos preguntaban si había llegado con bien a su destino, no tenía ánimos de responder por lo cual solo cerró los ojos esperando poder llegar.
El chofer se detuvo en un pequeño tráfico que se formó a causa de todos los autos elegantes que se aglomeraban frente al hotel más grande de la ciudad, donde había reporteros, fotógrafos y gente elegante esperando poder entrar a la reservación. LuHan al sentir que no avanzaban abrió sus ojos.
—¿Qué pasa que nos hemos detenido? —preguntó al chofer quien señalo el túmulo de gente—. Con el hambre que tengo —se quejó.
—Espere unos minutos, solo bajan de los autos y circulan. Siempre pasa aquí, vienen a hacer sus reuniones importantes, ya sabe, gente rica y empresarios —dijo el chofer encogiéndose de hombros. LuHan hizo una mueca.
Conforme iban avanzando pudo apreciar a toda la gente que bajaba de esos coches y se tomaban fotos como si fueran celebridades.
El taxi avanzó dejando atrás a esa gente en aquel sitio.
SeHun sonrió a la cámara al lado de su padre a quienes los reporteros querían entrevistar. Mientras dejaba que su padre atendiera observo hacia la calle. Aquella expresión aburrida dentro de un taxi que pasaba llamó su atención. ¿Era posible que él estuviera ahí?
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