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TWO YOUNG HEARTS
❝ problemas alados ❞
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Cuando Meredith llego al barco pudo ver a Oliver siendo reprendido por Zephyr. Había decidido abordar mientras Nicholas acompañaba a Caspian y Edmund a buscar a Eustace que había desaparecido misteriosamente. Oliver se encontraba cabizbajo jugando con el anillo en sus dedos mientras recibía la furia de su hermana mayor.

Mientras caminaba hacia ellos aún podía sentir esa presión en el pecho de lo sucedido anteriormente en aquella cueva.

— ¿Qué pasó?— Meredith preguntó interesada y preocupada por su hermano.

— La niebla— Oliver murmuró tan bajo que los oídos de la rubia menor apenas lograron captar sus palabras

— Y se dejó influenciar— Zephyr habló con dureza hacia él

— Por supuesto que no— el rubio se defendió

Antes de que el enojo de Zephyr cayera nuevamente sobre Oliver escucharon un rugido proveniente de la isla. Toda la tripulación se puso alerta.

— ¿Qué fue eso?— Preguntó Lucy

— ¿Es el volcán?— Gael giró a mirarlos con preocupación notoria en su rostro

— No, eso no es un volcán— Oliver frunció el ceño levantándose del barril donde había estado sentado para acercarse al borde del barco junto a Lucy.

— ¡Todos a cubierta!— Ordenó Drinian a los hombres antes de que un segundo rugido se escuchara— ¡Arqueros, ármense!

— Meredith cubre el estribor, Oliver a babor —Zephyr ordenó a sus hermanos— yo cubriré la proa

Una gran mancha naranja se aproximaba a gran velocidad hacia el barco, conforme se acercaba podían notar la forma alada de un dragón escupiendo fuego mostrándose como una amenaza para la tripulación.

Los hombres se repartían ballestas listos para atacar a la criatura mientras que los guardianes se posicionaban en los lugares asignados por Zephyr para impedir que el dragón causara daños severos.

Cuando el dragón paso por el lado de Meredith alzó una ola de agua del mar impidiéndole acercarse de más al barco, Oliver defendió su lado desviando las flamas que salían de la boca del dragón, Zephyr creó una fuerte oleada de viento intentando alejarlo pero aquello sólo provocó que la criatura alzara su vuelo hasta lo más alto del mástil quedándose parado en la vela.

— ¿Qué hace?— Lucy (quien abrazaba a Gael) gritó desesperada al escuchar el crujido de la madera.

— Romperá el mástil— Oliver anunció

— ¡Fuego! —Drinian ordenó a sus hombres.

Tan pronto como la palabra salió de la boca del marinero, una ola de flechas fue lanzada hacia la criatura que lanzó otro rugido balanceándose en el mástil que crujía cada vez más.

El cuerpo de Oliver se desintegró convirtiéndose en una bola de fuego ardiente que se acercaba con rapidez al dragón que ahora colgaba de sus dos patas sobre el mástil. Al llegar frente a la criatura tomó su forma humana aún en el aire desenvainado su espada, antes de que pudiera hacer algún movimiento el dragón soltó un rugido para después soltarse bruscamente, los ojos de Oliver se posaron en un cuerpo pequeño parado en el mástil, Reepicheep había clavado su espada en la garra del dragón.

Con una mirada el Brown agradeció al ratón antes de lanzarse hacia abajo convirtiéndose nuevamente en fuego.

— Caspian, Nick y Edmund no saben del dragón y aún están en la isla— Meredith anuncio reuniéndose con sus hermanos.

— Iremos a buscarlos— Zephyr afirmó

— Lucy— Oliver llamó a la Pevensie quien asintió entendiendo lo que harían.

— Vayan— se limitó a decir.

Convirtiéndose en su respectivo elemento, los Brown emprendieron camino de vuelta a la isla en busca de los dos reyes y su cuarto hermano. Sin embargo, en el camino el sonido del aleteo feroz de unas alas los detuvo. El dragón iba de vuelta al barco pero ahora tenía a Edmund capturado entre sus patas.

— ¡Edmund!— Meredith gritó

Cuando iba a sumergirse en el agua para llegar más rápido a ellos, el Dragón cambió su curso dirigiéndose nuevamente a la isla pasando por alto a los tres guardianes.

— Carajo— murmuró el rubio convirtiéndose en fuego para seguir a la criatura

Meredith soltó un gruñido al ver a sus hermanos alejarse y dejarla sola, si había algo que ella detestaba era la tierra pues limitaba sus habilidades impidiéndole convertirse en su elemento y desplazarse con mayor facilidad.

Buscando una solución desesperada para alcanzarlos su vista cayó en el mar, estiró sus manos atrayendo una gran ola hacia ella donde pudo montarse y desplazarse por ella. No estaba segura si funcionaría pero lo intento.

Aquella idea solo funcionó para recorrer unos metros antes de que el flujo de agua disminuyera. Soltando maldiciones comenzó a correr en busca de sus hermanos.

Sus piernas comenzaban a arder y su pecho a quemar por la distancia que había recorrido, de nada ayudaba el intenso calor que golpeaba su cuerpo, Meredith sentía que caería al suelo en cualquier momento. Pero pudo divisar a sus dos hermanos a lo alto de una colina mirando con asombre algo en la parte trasera. Reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban, Meredith logró subir hasta lo más alto de la colina quedando junto a Zephyr y Oliver.

— ¡Por la melena de Aslan!— exclamó al ver lo que sus hermanos habían estado observando con asombro.

En la explanada debajo de las colinas con letras grandes y claras hechas de fuego estaba escrita una frase que si no fuera por los extraños acontecimientos en los últimos días no habría tenido sentido.

yo soy eustace

Las dos rubias giraron hacía Oliver que levantó las manos mostrando inocencia.

— ¡No me miren! Juro que esta vez no fui yo— se excusó.

— Carajo— murmuró Meredith mirando al Dragón que depositaba a Edmund en el suelo.

Meredith miraba con detenimiento al dragón frente a ella que intentaba quitar un brazalete de oro que apretaba su muñeca. Le costaba creer que aquella criatura se trataba del molesto niño adicto a la higiene. Estaban metidos en un gran lío pues por lo que sabía no había manera de regresarlo a su forma humana.

— Cayó en la tentación del tesoro— Edmund anuncio mirando al resto.

— Es sabido que el tesoro de un dragón está encantado— Oliver habló con obviedad cruzando sus brazos sobre su pecho

— Es sabido aquí— Nicholas aclaró cuando el Brown recibió una mirada incrédula del dragón

Lucy se acercó lentamente hacia el dragón, cuando estuvo a su lado de un fugaz movimiento sacó el brazalete de oro provocando un rugido de parte del dragón Eustace.

— ¿Hay alguna manera de transformarlo?— Edmund preguntó

— No que yo sepa— Caspian habló

— La tía Alberta de va a disgustar— El Pevensie comentó haciendo una mueca mirando a su primo.

— Perdón por lo de la mano. —Reepicheep se disculpó— A veces me entusiasmó mucho

— ¡Los barcos están listos!— anunció el minotauro

— No podemos dejarlo— Lucy exclamó

— No podemos llevarlo a bordo, Su Majestad— Drinian explicó

— Vete con los demás en un barco— Caspian ordenó pasándole su espada a Drinian— Los demás pasaremos la noche aquí— Miró a los guardianes quienes asintieron haciéndole saber que estaban de acuerdo con su idea.

— Ya veremos que hacer— Habló Zephyr mirando a la criatura.

— Pero no tienen provisiones, ni forma alguna de calentarse, Majestad— dijo Rhince con preocupación

Antes de que Oliver pudiera hacer algún movimiento, un hilo de fuego fue expulsado de la boca de Eustace prendiendo lumbre a un trozo de madera.

— ¿Decías? —el ratón señaló con su pequeña mano al dragón.

— Al parecer alguien me ha robado el crédito— Oliver bromeó causando risas entre la tripulación.