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TWO YOUNG HEARTS
❝de vuelta❞
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Era algo sorprendente como es que Meredith encontraba más entretenido pasear en barco que resolver posibles mini guerras entre peces del mar. Los siguientes días la rubia fue de gran ayuda para la navegación, creaba olas cuando la marea bajaba para que el barco siguiera en constante movimiento. También hacia duelos de espada con quien fuera tan valiente como para enfrentarla o luego cantaba junto a Reepicheep, su rutina nunca era la misma y eso le gustaba.

Meredith se encontraba sentaba en un mástil disfrutando tranquilamente de la brisa formando imágenes imaginarias en las nubes, había terminado las tareas que Caspian le asignó por petición de la rubia y ahora lo único que quedaba era relajarse.

Claro que no le duro mucho el gusto, escuchó gritos a lo bajo del barco, vio como Caspian y otros hombres se tiraban al agua, frunció el ceño ante aquel revuelto. Intento bajar lo más rápido posible.

— ¿Qué está pasando? —preguntó deteniendo a un hombre que negó con la cabeza

La confusión inundó más a Meredith que buscaba una respuesta que pronto llegó, por el borde pudo ver a Caspian y Lucy subir con ayuda de los demás, una gran sonrisa apareció en el rostro de Meredith que no dudo en correr hacia Lucy y abrazarla con fuerza.

— ¡Que grande estás! —exclamó la rubia al separarse— ¡Volvieron! —volvió a abrazarla

— Me alegro de verte —respondió la Pevensie

— ¡Mery!

Sintió su corazón galopar tan rápido y golpear contra su pecho, ese típico revoloteo comenzó en su estómago, sus ojos brillaron más que nunca en los últimos tres años.

Sus piernas se movieron automáticamente hacia Edmund que la esperaba con una sonrisa y la misma sensación de cosquilleo en el estómago. Meredith se lanzó hacia el abrazándolo con fuerza, Edmund la alzó del suelo dándole una vuelta en el aire.

— Estás de vuelta —Meredith sonrío abiertamente acariciando el rostro del chico

— Estoy de vuelta —Edmund afirmó antes de unir sus labios en un necesitado y esperado besó

Se separaron con una sonrisa sintiendo los latidos de sus corazones golpear contra sus pechos.

— ¡Caspian! —Edmund exclamo acercándose a saludarlo— Que gusto verte

— Igualmente —Caspian respondió abrazándolo por los hombros

— ¿No nos llamaste? —preguntó Lucy

— No. Esta vez no

— Da igual —Edmund comentó entrelazando su mano con la de Meredith—. Me da mucho gusto estar aquí —dijo mirándola

La magia del momento fue interrumpida por un grito agudo que alarmó a los presentes, al voltear había un niño rubio revolcándose en el suelo con Reepicheep en su pecho.

— ¡Quítenme está cosa de encima! —chilló— ¡Quítenmela! —dio un golpe que hizo que el ratón saliera volando

— Eso fue muy grosero de su parte —Meredith le dio una mala mirada al niño

— ¡Reepicheep! —Lucy lo llamó con emoción

— ¡Sus Majestades! —hizo una reverencia

— Hola, Reep, un placer —Edmund habló

— El placer es todo mío. Pero antes, ¿Qué hacemos con este intruso histérico? —Meredith soltó una risa por lo bajo ante el insulto

— ¡Esa rata gigante trató de arrancarme la cara! —el niño volvió a chillar apuntando hacia Reepicheep

Meredith hizo una mueca de disgusto ante el exagerado dramatismo de aquel niño que comenzaba a irritarla.

— Trataba de expulsar el agua de sus pulmones, señor —el ratón respondió

La rubia luchó por no echarse a reír del niño asustado y realmente sorprendido.

— ¡Habló! —exclamó colocándose de pie— ¿Lo vieron? ¿Oyeron eso? ¡Habló!

— Siempre lo hace —Meredith comentó con una sonrisa

— Lo difícil es hacer que se calle —Caspian le siguió causando risas de la multitud

— Cuando no tenga nada que decir, su alteza, le prometo que no diré nada —Reepicheep se defendió

— ¡No sé qué clase de broma es, pero me quiero despertar ya! —el rubio exigió

— ¿Es normal que un niño tenga tanta histeria? —Meredith cuestionó ladeando su cabeza

— ¿Podemos echarlo de vuelta al agua? —el ratón propuso

Meredith y Edmund se miraron con una sonrisa cómplice.

— ¡Edmund, Mer! —Lucy regañó dándole un golpe a su hermano

— Solo tomábamos en cuenta esa opción —la rubia murmuró

— ¡Díganme ya! —chillo caminando hacia un grupo de hombres pidiendo respuestas— ¿Dónde rayos estoy?

— Estas en el viajero del alba —dijo un minotauro acercándose—. La mejor nave de la armada de Narnia

El niño cayó al suelo inconsciente provocando carcajadas de parte de toda la tripulación, incluida Meredith acto que hizo sonreír a Edmund quien había extrañado ese sonido tan melodioso para sus oídos.

— Hubiera sido mejor arrojarlo al agua pero admito que eso fue divertido —sonrío volteando a ver a Edmund

— Lo fue —el chico pasó su brazo por la espalda de Meredith atrayéndola hacia él

— ¡Hombres! —Caspian llamó la atención de todos

— ¡Y Meredith! —la rubia agregó

— Y Meredith —el Rey complemento— ¡Miren a nuestros náufragos! ¡Edmund el Justo y Lucy la Valiente, Altos Rey y Reina de Narnia!

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Sabía que no podía estar pegada a Edmund en todo momento, ahora que había vuelto no quería separarse de él pero tenía que hacerlo si no quería abrumarlo así que dejo que se cambiara a un conjunto seco mientras esperaba en su camarote, cuando pensó que había pasado tiempo suficiente se encaminó hacia el camarote de Caspian, al entrar vio a los Pevensie junto al Rey reunidos en la mesa, se unió a ellos y vio que había un mapa de Narnia extendido.

— Hay paz en todo Narnia —Caspian informó

— ¿Paz? —Edmund preguntó incrédulo

— En solo tres años —Meredith aportó

— ¿Ya has hallado una reina en esos tres años? —Lucy preguntó a lo que la rubia y el mayor compartieron una mirada discreta llena de incomodidad al recordar su fallido intento de relación con Zephyr.

— No —Caspian respondió rápidamente cambiando su incomodidad por una sonrisa—. Nadie se compara con tu hermana.

— Si no hay guerras que pelear —Edmund interrumpió— y nadie está en apuros, ¿qué hacemos aquí?

— Es una buena pregunta. Me preguntó lo mismo

— ¿A dónde nos dirigimos? —preguntó mirando el mapa

— A las Isla Solitarias —Meredith anunció señalando un punto en el papel extendido

— Antes de que yo recuperara el trono de mando de mi tío él intento matar a los amigos y seguidores de mi padre —Caspian explicó

— Los siete lores de Telmar —la rubia siguió—, es ahi donde huyeron

— No se ha sabido nada de ellos —el mayor complementó

— ¿Creen que les pasó algo? —preguntó Edmund mirando el tablero con retratos de los hombres colgados

— Si les pasó algo, es mi deber averiguarlo

— Y yo solo estoy aquí porque no hay nada más interesante que hacer —Meredith comentó haciendo sonreír a Edmund

— ¿Qué hay al este de las Islas Solitarias? —preguntó Lucy señalando el mapa

— Aguas inexploradas

Los Pevensie giraron hacia Meredith como si no creyeran las palabras de Caspian.

— Aguas inexploradas —la rubia repitió—, en esa área hay una vibra extraña, he intentado averiguar pero no hay respuestas

— ¿Meredith Brown desconoce el océano? —preguntó Edmund en todo divertido— Eso es nuevo

— Oh, por Aslan, cállate —Meredith le dio un empujón amistoso