Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

25 : the reunion


• • •
TWO YOUNG HEARTS
el reencuentro
• • •




Era extraño volver a estar rodeada de Narnianos, a pesar de haber vuelto sentía que había traicionado a su gente, se sentía una cobarde. Todos pensaban que había vuelto junto a sus hermanos cuando no había sido así.

—¿Dónde están Oliver?— preguntó hacia su hermana mayor

—Oliver debe de andar por el bosque y Nicholas...— Meredith la interrumpió

—Escuche lo que le pasó, iré a buscar a Oliver— le sonrió —. Volveré en seguida —volteó a ver al resto antes de internarse en el bosque

Sabía que tenía que darles una explicación, contarles como es que conocía a Caspian, tenía que contarles la verdad, pero en ese momento lo más importante era Oliver. Camino por un largo tiempo hasta que un olor a humo llegó a sus fosas nasales haciéndola toser.

Una vez que llegó vio parte del bosque incendiándose y propagándose, pronto encontró un claro en donde se haya a una finura masculina en el centro. El humo entraba a sus pulmones pero no se rindió, corrió hasta llegar al claro.

—Oliver- susurró detrás de él

Pudo ver como su hermano se había tensado al oír su voz, comenzó a caminar lentamente hacia el. Oliver se tapó los oídos y comenzó a murmurar cosas ilegibles.

— No estás ahí —alcanzó a escuchar.

— Oliver —lo volvió a llamar

El chico se dio media vuelta quedando frente a frente con Meredith él se acercó a ella de la misma manera que ella lo hacía. Cuando quedaron a centímetros los ojos de Oliver comenzaron a cristalizarse, el fuego a su alrededor se fue extinguiendo poco a poco.

—Estoy aquí— susurró la rubia haciendo que el castaño comenzara a llorar

Meredith tomó la mano de su hermano quien lloraba sonoramente para luego abrazarlo, había crecido mucho.

—En realidad estás aquí— susurró su hermano acariciando el cabello de la rubia

—Y no me voy a ir— ambos se aferraron mas el uno a el otro

Oliver la abrazaba como si su vida dependiera de ello, tenía miedo de que al soltarla se esfumara como una ilusión.

— ¿Cómo... cómo es que estas... —las palabras se escaparon de su boca

— ¿Viva? Una larga historia —la chica soltó una risa

—Te extrañe mucho— Oliver soltó una risa mientras sorbía por la nariz —creí que nunca volvería a verte

—Nunca te dejare solo, no existe fuerza alguna que nos pueda separar


•••



Al volver a donde los demás el rostro de Oliver se había vuelto más alegre. Llevaba a Meredith en su espalda mientras el le contaba lo que había pasado durante su ausencia.

Entonces Meredith cayó en cuenta que los Pevensie estaban ahí, Edmund estaba ahí. Tanto tiempo que había estado pensando en él y cuando por fin estaba cerca de él lo había olvidado por completo.

— Tengo que irme —dijo bajando de la espalda de su hermano

— ¿A dónde? —cuestionó— Acabas de regresar

— Vuelvo en seguida

Y entró corriendo a la Tumba de Aslan, no había estado ahí anteriormente pero tampoco se detuvo a verla. Busco con la mirada a Edmund pero no estaba por ningún lado.

Salió de vuelta y alzó la vista, en el borde divisó una silueta, ahí estaba, una sonrisa apareció en su rostro y subió corriéndola colina  lo más rápido que pudo.

— Hola —lo saludó alegremente con una sonrisa

Edmund se exaltó ante la repentina aparición de la chica se quedó mirándola unos segundos y después volvió su vista hacia el horizonte. Meredith se quedó atónita, había esperado otro reencuentro, algo más... mágico, ella no esperaba que la ignorara como tal.

— Te vi luchando con Trumpkin después de que lo salvaron de esos telmarinos —se atrevió a hablar mientras se sentaba a lado de Edmund—. Mejoraste mucho desde la ultima vez que nos enfrentamos

— Si, aprendí de la mejor —le dio un pequeño codazo. Meredith sonrío relajada al notar que Edmund no utilizó un tono distante.

— La encontré en las ruinas de Cair Paravel —la rubia extendió un objeto de oro brillante, era la pulsera que le había obsequiado hace miles de años a la orilla del río—. Aún mantengo mi promesa —sonrío. Las manos de Edmund temblaron al acercarlas al objeto de oro, el metal se envía cálido al tacto. —Entiendo que estes enojado conmigo y...

— ¿Hay algo entre tú y Capian? —Edmund la corto de golpe, al darse cuenta de su error se aclaró la garganta avergonzado.

— ¿Celoso? —jugueteó la chica

— ¿Por qué lo estaría? —atacó Edmund mirando al horizonte

— No lo se, tal vez porque Capian es lindo, caballeroso, ¡oh! no olvidemos que tiene su cabello tan suave y es un príncipe —soltó un suspiro exagerado al final.

El chico giro tan rápido la cabeza que Meredith se sorprendió que no se haya roto el cuello.

— Y yo soy un rey —se defendió haciendo que Meredith suelte una sonora carcajada.

— Caspian y yo tenemos más una relación de Made-hijo —Edmund volteó a verla incrédulo—. Ya sabes, porque yo tengo miles de años más que él. Así que no te preocupes aún puedes ganarte todo mi corazón —le guiño un ojo de manera divertida. El calor comenzó a subir por el rostro de Edmund hasta llegar a las orejas —Oww, el pequeño Edmund es un tomatito

— Soy más alto que tú

— Mentira

— Levántate —ordenó el chico, la rubia lo miro confundida—. Levántate —repitió estirando una mano

Meredith la tomó, quedaron de pie a sólo centímetros de distancia, era cierto, Edmund había crecido demasiado sacándole varios centímetros a la rubia, ahora ella tenía que voltear hacia arriba para ver su rostro y no era Edmund quien se tenía que parar de puntas para alcanzar los hombros de Meredith.

— No importa, para mi seguirás siendo el pequeño e irritante Edmund —sonrío alzando su cabeza para mirarlo mejor

En el rostro de Edmund apareció una sonrisa al recordar cuando conoció a Meredith.

Se detuvo a observar el rostro de la rubia, sus facciones habían cambiado, eran más finas y maduras, sus ojos tenían el mismo tono azul intenso que tanto le gustaba, sus labios eran rojizos y su piel pálida, su cabello llevaba unas lindas ondas que la hacían ver más hermosa.

— Te extrañe mucho —susurró Edmund llevando una mano al rostro de Meredith.

— ¡Por Aslan creí que nunca lo dirías! Me muero y revivo y lo único qué haces es mirarme y luego ver el maldito horizonte —exclamó haciendo reír a Edmund

— Interrumpiste el momento

— ¡Claro que lo hice! ¡Tenía que hacerlo! —ambos rieron y se quedaron mirando el uno al otro, Edmund aún tenía su mano acariciando la mejilla de Meredith— Y este es el momento en el que me besas.

Aquellas palabras golpearon a Edmund quien dejó de respirar y el calor volvió a subir por su rostro.

— ¿Q-qué? —los nervios aumentaron

— Solo bromeaba —soltó una risa— Yo también te extrañé

Meredith se prácticamente se lanzó contra Edmund fundiéndose en ese tan anhelado abrazo, ambos lo habían necesitado desde hacía un tiempo y ahora ninguno quería separarse del otro, querían quedarse así, juntos, lastima que no se podía.

— Tenemos que ir con los demás —dijo Meredith cortando el abrazo

— Si —respondió Edmund aún con los nervios a flote.

— Vamos —Meredith entrelazo sus manos y juntos corrieron colina abajo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro