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TWO YOUNG HEARTS
❝ la mejor espadachín ❞
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Ambos niños se encontraban hablando con el gran León, Aslan. Meredith trataba de ocultar su emoción de verlo de nuevo después de tanto tiempo.

— ¡Edmund! —escucharon a lo lejos un llamado por parte de la menor de los Pevensie

— Ve con tus hermanos, Edmund —ordenó el león

Después de darle una última mirada acompañado de una sonrisa a su nueva amiga el chico camino colina abajo reencontrándose con sus hermanos, en lo alto de la colina la rubia miraba enternecida la escena.

— Lo que hiciste fue peligroso, Meredith —centró su vista en el león— sabes qué no puedes acercarte a ella

— Lo se, pero tenía que salvar a Edmund, lo hice por Narnia, sabes que haría lo que fuera por estar libre de Jadis

— Fue valiente de tu parte pero ¿Realmente lo hiciste por Narnia? —la chica lo miró confundida— Ve con tus hermanos están muy preocupados. 

— Es bueno volver a verte, Aslan —Meredith rodeó con sus pequeños brazos el cuello del león

Se separó de él y comenzó a caminar colina abajo, buscando con la mirada a sus hermanos, no tuvo éxito a la primera, unos pasos más escuchó a alguien gritar su nombre, apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando Zephyr ya estaba sobre ella

— ¡Estás aquí! —la abrazó fuertemente— Creímos que te había pasado algo terrible —se separó de ella posando sus manos en los costados de la cabeza de su hermana— estás bien —la volvió a abrazar

— Estoy bien —afirmó la menor accediendo al abrazo de su hermana

— ¡MER! —escuchó un grito a sus espaldas

A ninguna de las dos les dio el tiempo de voltear ya que antes de poder hacerlo sintieron un peso encima de ellas, estaban tumbadas en el suelo siendo aplastadas por un tercer cuerpo seguido de un cuarto.

— ¡Basta ya! —gritó Zephyr haciendo una oleada de viento tan fuerte que tumbó a los tres que estaban encima de ella— deberían ponerse a dieta —exclamó una vez que se incorporó y recuperó el aire

— ¡Mer volviste! —Oliver se lanzó hacia su hermana— tenía miedo que te pasara algo— sollozó— realmente estás aquí —la abrazó nuevamente como si en cualquier momento Meredith se fuera a desvanecer

— Basta —dijo entre risas— también te extrañé, Olive— la rubia abrazó a su hermano

— Creí que me había librado de ti —Nicholas empujó a Oliver obligándolo a apartarse de Meredith 

— Será muy difícil —sonrió ampliamente

— Te extrañé mucho —la enrollo en sus brazos— no vuelvas a irte

— Nunca lo haré

— Basta es mía —Oliver la tomó por la cabeza abrazándola y acariciando su cabello— soy su favorito así que no te esfuerces

Meredith se dirigía corriendo hacia una carpa, al llegar abrió las cortinas y se lanzó a la espalda de la persona que se encontraba dentro.

— Estoy lista para vencerte

— ¡Por Aslan, Mer, me asustaste! —exclamó Zephyr sacudiendose para que la menor se bajara de su espalda

— Vamos cada segundo qué pasa me oxido más —la menor jaló a la mayor de la mano arrastrándola fuera de la carpa donde las esperaban sus hermanos con una sonrisa

— ¿Qué traman ustedes? —preguntó Zephyr al ver la actitud de sus hermanos

— Oh nada, sólo creíamos que Mer necesitaría esto —Oliver estiró su espada decorada con zafiros azules en el mango, al verla la niña sonrió ampliamente y la tomó entre sus manos, estaba perfectamente equilibrada

— ¿Cómo la recuperaron? —la tomó entre sus manos

— Es más fácil robarle al ejército de la reina de lo que creí —comentó Nicholas

— Creo qué deberíamos de ir a pulir nuestras habilidades con la espada —Oliver le dio un giro a su espada

Los cuatro hermanos compartieron una sonrisa y después salieron corriendo rumbo a un llano cerca del campamento, la mayor parte de las criaturas los miraban contentos al oír las risas de los niños. En algo tenían razón: los Brown repartían alegría a Narnia.

Al llegar se pusieron en guardia y comenzaron a lanzar ataques entre ellos. Llegó un punto en el que los tres mayores atacaban a Meredith al mismo tiempo, la rubia menor bloqueaba sus ataques, los empuñaba, caminaba hacia adelante y hacia atrás, de derecha a izquierda. Nicholas fue el primero en ser desarmado quedando fuera del duelo. Ahora era Meredith contra Oliver y Zephyr. La menor tenía una máxima concentración, había aislado el bullicio a su alrededor, sus ataques y bloqueos eran cada vez más fuertes, con un movimiento ágil tomó la espada de Nicholas que yacía en el piso.

—Tú puedes, Mer —animó Nicholas— Oliver te llega por la izquierda cuidado con Zephyr llega por atrás —siguió gritando, sabía que eso desconcentraba a su hermana

— ¿Podrías callarte? —gritó la menor cuando vio que Zephyr casi lograba quitarle la espada

Así siguieron peleando por unos minutos más, comenzaban a cansarse. Algunas criaturas habían comenzado a reunirse alrededor de la pelea animando a los muchachos, los Pevensie también se habían unido tras oír el alboroto pensando que se trataba de una disputa real.

— ¿Quién es ella? —preguntó Susan

— Tengo que ayudarlos —se ofreció Peter desenfundando su espada pensando que se trataba de peligro real

— ¡No! —Edmund elevó la voz poniendo su mano enfrente de su hermano impidiéndole el paso—, ella es Meredith

— ¿Cómo la conoces? —cuestionó el mayor

— Me salvo de la bruja

— ¡Es la niña que conocí cuando entré junto a Edmund! —exclamó la pequeña Lucy al reconocerla

— Es muy buena en la espada —dijo Susan asombrada

— ¡Tú puedes ganarles! —la menor sonrió al reconocer aquella voz, se trataba de Edmund

— Están muy oxidados hermanitos, creo que les gané

— Oh, ¿estás segura de eso? —bromeó Zephyr

Un segundo de distracción por parte de los mayores fue suficiente para que Meredith aprovechara y desarmara a ambos dejando sorprendidos a los Narnianos y a los Pevensie una oleada de aplausos se hizo presente alagando a la menor quien respondió con una reverencia y una sonrisa de autosuficiencia.

— Había olvidado lo buena que eras en esto —Oliver se dejó caer agotado en el pasto

— No por nada me llaman la mejor espadachín de Narnia —sonrió orgullosa— por cierto me parece injusto que se hayan aliado en mi contra

La aglomeración que se había hecho ahora se desintegraba para volver a sus trabajos dejando a los Brown solos junto a los Pevensie

— Eso fue muy genial —alagó Lucy corriendo hacia Meredith

— Si, fue impresionante —dijo Peter

— Así que ustedes son los reyes —la menor de los Brown camino hacia los Pevensie— un honor conocerlos —hizo una reverencia con elegancia

— Soy Peter —el mayor extendió su mano

— Conozco sus nombres —dijo aceptando la mano del rubio— alguien estuvo hablando de ustedes —miró de reojo a Edmund con una sonrisa, el chico bajo la mirada tratando de ocultar su sonrojo 

— Espero que hayan sido cosas buenas —comentó Susan

— Por supuesto —soltó una risa— soy Meredith Brown, guardiana de lo celestial 

— Lo sabemos, tus hermanos no paraban de hablar de ti. Estaban muy preocupados —dijo Lucy sacándole una sonrisa a Meredith

— Por cierto Gracias por traer a Edmund de vuelta, sabemos que te arriesgaste —dijo Peter

— Fue un honor ayudarlo —sonrió hacia el chico

Entonces encontró la respuesta a la pregunta de Aslan, al principio lo había hecho por Narnia pero después ya no lo hacía solo por salvar a su tierra quería mantener a Edmund a salvo porque quería, porque comenzaba a tenerle afecto al chico.