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03 : the second human






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TWO YOUNG HEARTS
el segundo humano
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Nicholas se encontraba haciendo crecer las plantas en el lugar donde Oliver había afectado anteriormente, le estaba llevando mucho tiempo cosa que hacía que el enojo hacia su hermano creciera, aunque claro no lo podía culpar del todo puesto que su hermana mayor también había contribuido en la catástrofe y ahora tenía que lidiar con varias criaturas que le reclamaban enojadas cuando él no había tenido nada que ver.

El chico estaba tan concentrado en su trabajo y maldiciendo por lo bajo a sus hermanos por afectar el trabajo que le había llevado horas. Que no se dio cuenta cuando alguien se acercaba por detrás.

—¡Hola!— Meredith se aventó a la espalda de su hermano haciendo que se sobresalté y caigan al suelo

—¡Por Aslan, casi me matas del susto!— exclamó su hermano riendo

—¿Qué hacías?— la menor se sentó a un lado permitiendo que su hermano se acomode correctamente

—Arreglando el desastre de Oliver

—¿Sigues con eso?— la niña hizo una mueca a lo que su hermano asintió

—No entiendo como el fuego se propagó en nieve— dijo frustrado recargando su cabeza en el tronco del árbol

—Son Oliver y Zephyr— ambos soltaron una risa

—¿Tú qué haces aquí?¿No deberías vigilar a los humanos?— se burló

—Es aburrido— se dejó caer en el regazo de Nicholas —ademas no hay ningún humano cerca de donde debo vigilar y tampoco alguna criatura con la cual jugar— hizo un puchero —sólo un montón pájaros enojados lanzándome sus semillas— bufó provocando una risa de su hermano quien acariciaba su cabello rubio

—Ni me lo digas, en lo que llevo del día han venido más de diez criaturas a reclamarme del desastre— la rubia soltó una carcajada

—¿Seguro que eres nuestro hermano?— preguntó de repente

—¿De que hablas?— dijo confundido el chico con una diminuta sonrisa

—No te pareces a nosotros, tú cabello es negro

—y el tuyo demasiado rubio— despeinó los cabellos de su hermana

La chica estuvo apunto de reclamar hasta que una voz llamó la atención de ambos. Se levantaron de sus asientos y se acercaron a donde provenía la voz, llegaron a un sendero donde encontraron, para su sorpresa, a un humano del otro lado. Se miraron asombrados, cuando estaban apunto de acercarse el ruido de cascabeles tintinear interrumpió su andar, era un trineo.

—Es ella— murmuró la menor

—Hay que irnos— Nicholas la tomó de la mano pero ella se negó obligando a su hermano a volver a su lugar

—Un humano esta aquí, Nick, no podemos irnos— el chico asintió colocándose a lado de Isabella

Siguieron observando la escena escondidos detrás de un arbusto, el enano que acompañaba a la mujer saltó encima del chico colocando una daga en su cuello. Meredith llevó su mano hacia el mango de la espada, que llevaba consigo siempre, esperando el momento para atacar, cuando vio que el enano alzo el arma apunto de apuñalar al chico,  Meredith iba a salir de su escondite pero la voz de la mujer interrumpió su movimiento.

—¡Alto!— el chico que yacía en el suelo al voltear se encontró con una mujer muy hermosa y alta

—¿Qué pensabas hacer?— regañó Nicholas

—Atacar, casi lo matan— susurró en un grito

—Pudieron haberte hecho algo

—Ella no puede hacerme nada— giró su vista nuevamente a la platica que tenían el chico y la reina

—Seguí a mi hermana, Lucy fue la primera en entrar... conoció a un tal... Tummus— mencionó el chico

—Son hermanos— exclamaron ambos chicos que se escondían

—Y Jadis lo sabe, estamos en problemas

—Solo son dos Mer

—Peter y Susan no le creyeron— al oír eso los hermanos se quedaron atónitos

—Son cuatro— Nicholas volteo a ver a la rubia asustado

—Nick debemos avisarle a Oliver y Zephyr— la niña giró su vista hacia su hermano —antes de que le envenene la mente

—¿Cómo sabes que lo hará?— le dio una mirada incrédula a su hermano haciendo que comprendiera a que se refería —oh, lo siento

—No dejare que nadie cometa el mismo error que yo, Nick, ve a avisarles me encargaré del chico

—Ten cuidado ¿si?— la abrazó fuertemente antes de irse corriendo

El muchacho se transportaba deslizándose a través de ramas y raíces para llegar más rápido a donde se encontraban sus hermanos no deberían estar muy lejos de donde ellos se encontraban.

Mientras tanto Meredith esperaba a que Jadis se marchara del lugar dejando al niño para que ella se acercara, un tiempo después el trineo siguió su camino dejando detrás a un chico algo atónito por lo que acababa de pasar, la chica que había estado escondida salió del arbusto y camino hacia él quien aún no se había dado cuenta de la presencia de la niña.

—No debiste haber hecho eso— el humano pegó un brinco al escuchar la voz detrás de él

—¿Tú quien eres?— preguntó grosero mirando a la chica con un toque de desagrado y algo asustado

—¿Quién eres tú?— preguntó burlona

—Qué te importa— se abrazo debido al frío, Meredith enarco sus cejas por la actitud del chico

Una voz llegó a los oídos de ambos chicos haciendo que voltearan buscando de donde provenía.

—¡Edmund, Edmund!— los dos giraron hacia la pequeña niña que corría hacia ellos —Entraste— exclamó feliz abrazando a su hermano —Hola— dijo alegre al percatarse de la presencia de la chica

—Tu debes ser Lucy Pevensie— dijo sonriente la rubia —me da gusto conocerte

—¡Si!¿Cómo lo sabes?

—Al parecer le gusta espiar— murmuró Edmund recibiendo una mala mirada por parte de la rubia

—Observar, que es distinto— el chico rodó los ojos, Meredith se giró hacia la niña ignorándolo

—¿Cómo llegaste aquí?¿También entraste por un ropero? Espera ¿eso es una espada?— preguntó la niña señalando el objeto en el cinturón de Meredith

—¿Eso es un tatuaje?— preguntó el chico señalando la muñeca de la chica

La chica tapó el arma con su capa y escondió su mano dentro de ella, dirigió su vista nuevamente a los niños frente a ella, ambos la miraban confundidos y asombrados puesto que nunca habían visto a una niña con arma y tatuaje.

—Deja de hablar con una extraña— bramó el niño hacia su hermana

—Tú lo hacías hace un instante— sonrió victoriosa al ver la cara de enojo que ponía el chico —, deberían tener cuidado al volver a casa

—Lo tendremos, Gracias— sonrió Lucy tomando la mano de su hermano y arrastrándolo con ella

—¡Vuelvan pronto!— grito debido a la distancia que había entre ellos





En la cueva nuevamente se encontraban los hermanos Brown discutiendo el tema del nuevo humano y los dos que había mencionado el chico que le había parecido totalmente irritante a Isabella.

—El chico es muy tedioso y le dijo todo a Jadis ¿Creen que él pueda liberar a Narnia?— exclamó la menor de todos —¿Él será nuestro rey? No le tengo ni un poco de confianza

—Hay que tener un poco de esperanza Mer, si son cuatro hermanos liberarán Narnia ¿Alguna otra información?

—De donde vienen esta al Noroeste del farol, no pude ver de muy cerca— comentó la menor —los seguí por un rato y de repente desaparecieron

—¿Cómo que desaparecieron?— preguntó Nicholas confundido

—Si, me distraje por un momento y al siguiente no había rastro de ellos

—¿Seguros que son humanos?— preguntó Oliver

—¿Por qué una criatura mágica hablaría con Jadis por gusto?— comentó la menor como si fuera lo más obvio

—Pasaremos la noche aquí y descansaremos un poco tendremos que vigilar aún más el perímetro en caso de que los humanos vuelvan tendremos guardia las veinticuatro horas

—¿Por qué necesitamos dormir?— Oliver rodó los ojos divertido

—¿Cuando fue la última vez que realmente descansaste Oliver, o si quiera te acostaste a dormir un poco?— los tres restantes se quedaron callados mirando cualquier punto de la cueva —Tenemos que tener más energía y fuerza, nuestro deber ahora es asegurarnos que los cuatro humanos lleguen a salvo al campamento— comentó Zephyr

—¿Qué... campamento?— preguntó Oliver, una enorme sonrisa apareció en los labios de Meredith

—¿Está aquí?— la mayor asintió sonriente —Está aquí, Oliver, está aquí— dijo emocionada corriendo alrededor de la fogata y dando giros con una gran sonrisa contagiando a sus hermanos

Ahora los cuatro Brown tenían una responsabilidad aún más grande de la que pensaban. Deberían de llevar a la salvación de Narnia completos y a salvo hasta el campamento del gran león, Aslan.

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