02 : a human?
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TWO YOUNG HEARTS
❝ ¿un humano? ❞
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Cada guardián se encontraba vigilando un punto del bosque, Oliver patrullaba el lado Oeste donde resolvía un conflicto entre un fauno y una hada.
—¿Dices que el fauno trató de robar flores de tu rosal?— el hada asintió
—Solo las tomaba prestadas— se excusó el fauno
—Bueno entonces...— de pronto cientos de hadas salieron y comenzaron a atacar al fauno que salió corriendo —¡No, esperen!— fue corriendo detrás de ellos
Por otro lado se encontraba Nicholas quien estaba en la parte Norte sanando los pequeños daños que había ocasionado un accidental incendio por parte de sus hermanos.
—No causaré un incendio esta vez Nicholas, Nicholas no seas tan amargado— hablaba el chico para sí mismo imitando la voz de su hermano Oliver, mientras hacía crecer las plantas en una zona incendiada del bosque —la próxima te colgaré de los pies desde el árbol más alto Oliver Brown— dijo enojado a lo que la planta comenzó a crecer más de lo deseado —No, no, no ¡Alto!
Mientras tanto en la parte Este la mayor de los Brown, Zephyr, se encontraba escondida detrás de un arbusto viendo una escena algo inusual, un fauno corría junto a una pequeña criatura. Los persiguió por un largo rato, con su espada en mano, hasta que los perdió de vista.
—¡No puede ser!— exclamó antes de correr en busca de sus hermanos
En la bahía del Sur del bosque de Narnia se encontraba Meredith repartiendo alegría a las criaturas. Jugaba con las sirenas que se encontraban ahí, anteriormente había tenido una pelea de nieve con un par de faunos. El océano era el único lugar que no estaba totalmente cubierto de hielo, es por eso que Meredith pasaba la mayor parte de su tiempo ahí.
—Vamos Sabrina te voy a ganar— se rio la niña mientras nadaba bajo el agua —Celeste te volviste más lenta
—¿Qué comes para ser tan rápida?— se quejó una sirena
Al dar un salto para salir del agua y aterrizar en la arena se asustó al ver una figura parada frente a ella provocando que resbalara y cayera de espaldas en la arena.
—¡Hola, Oliver!— dijeron coquetas las sirenas provocando Meredith rodara los ojos e hiciera una mueca.
Era cierto que su hermano era atractivo y las sirenas muy enamoradizas es por eso que a la niña no le gustaba que Oliver estuviera cerca cuando ella pasaba tiempo con sus amigas, el chico se robaba la atención de las chicas mitad pez ignorando a Meredith por completo.
—¡Que tal!— sonrió el muchacho ayudando a su hermana a levantarse —un placer verlas pero necesito retirarme— tomó de los hombros a Meredith alejándola del mar recibiendo quejas de su parte
—¡Adiós Olive!¡Vuelve pronto!— gritaron las criaturas
A sus espaldas se encontraban las sirenas viendo encantadas al muchacho alejarse junto a su amiga rubia.
—¿Es en serio?— enarcó ambas cejas —¿Qué quieres, Oli?— dijo deteniendo su andar
—Que linda forma de saludar a tu hermano favorito— la rubia se cruzó de brazos
—¿Qué es tan urgente como para interrumpir mi tarea?
—Zephyr quiere que hagamos una reunión urgentemente— al escuchar esas palabras se quedó confundida
Casi nunca hacían reuniones, sólo en fechas especiales o en noticias nuevas lo cual casi nunca pasaba.
Se habían adentrado al helado bosque que ha estado en invierno durante cien años. Al instante Meredith se sintió débil y su rostro lo reflejaba, su hermano preocupado encendió de inmediato una pequeña flama para que su hermana entrara en calor.
—¿Estás bien?— preguntó su hermano colocando su capa sobre los hombros de la menor
—Si, vayámonos antes de que me convierta en un cubo de hielo— sus dientes castañetearon
En las profundidades del bosque había una cueva oculta donde se encontraban los cuatro guardianes de Narnia reunidos hacia días que no se veían por las responsabilidades que tenían. Al centro de la cueva se encontraba una fogata que había hecho Oliver, los hermanos se sentaron alrededor para calentarse un poco con las abrazadoras flamas del fuego. Tras ponerse al día con su guardia de las semanas pasadas Zephyr se atrevió a hablar sobre aquel tema tan importante por el cual se encontraban ahí.
—Cuando paseaba por la zona este encontré al señor Tummus junto a una humana— comentó la mayor
Los tres niños restantes se asombraron al escuchar tales palabras. Nunca se habían imaginado que ese día llegaría tan pronto, procesaban las palabras en su mente. Desde que su padre había muerto no se sabía de ningún humano en Narnia.
—¿De donde vino?— preguntó Nicholas
—No tengo conocimiento de aquello
—No debe de ser de aquí, vendrá de otra tierra porque no hay humanos en Narnia— dijo Oliver quien estaba ahora recargado en la pared de la cueva
Comenzaron a reflexionar y pensar posibles respuestas a tantas preguntas que tenían ¿Por qué habría una humana en su tierra?
—Hay que patrullar a los alrededores de donde la encontraste probablemente vuelva— sugirió Meredith
—No podemos permitir que ella sepa qué hay humanos aquí— dijo Oliver compartiendo una mirada con su hermana menor
—En estos tiempos es más peligroso si alguien la ve vagando por el bosque— Nicholas se levantó de su asiento —se dieron órdenes estrictas de capturar a cualquier humano
—Tampoco es seguro de que vuelva, ni siquiera sabemos de donde viene— dijo Oliver
—Y tampoco deberíamos esperanzarnos, recuerden la profecía dice dos hijos de Adán y dos hijas de Eva, no una sola hija de Eva— al escuchar las palabras de Zephyr cualquier rastro de emoción en el rostro de los chicos se esfumó
—Podría ir a hablar con el Señor Tummus y averiguar algo sobre la humana— sugirió la menor
—Sería de gran ayuda, deberás ir con cuidado probablemente ya se sepa y no tarden en ir por el fauno
—Seré cautelosa— se levantó y tomó su capa del perchero que tenían ahí —, no tardaré mucho
—Te acompañaré— Oliver camino hacia la menor tomando su abrigo —. Volveremos antes del amanecer
Los dos hermanos salieron de la cueva y comenzaron a caminar por el oscuro bosque. Tenían un largo camino que recorrer así que sería mejor que se apresuraran. La tenue llama proveniente de la mano de Oliver iluminaba el camino de ambos chicos.
—¿Crees que Narnia sea libre al fin?— preguntó con inocencia la menor volteando a ver a su hermano con un toque de esperanza
—Lo averiguaremos cuando hablemos con el señor Tummus
—Sabes lo que significa si... hay humanos aquí ¿Cierto?— la menor bajo la mirada
—Hey solo es una probabilidad— Oliver tomó a su hermana por los hombros —encontraremos una solución te lo prometimos
Meredith asintió antes de seguir caminando tomada de la mano de su hermano. Los árboles oían y podían delatarlos.
Al llegar a donde el fauno se apresuraron a tocar la puerta. Pocos segundos después se abrió dejando ver al señor Tummus con un notable miedo en su mirada, pero al ver que los guardianes se relajó aún que no en su totalidad.
—Oliver, Meredith— dijo nervioso —que sorpresa, adelante— se apartó para que ambos chicos entraran
Al entrar el par de hermanos se sacudieron la nieve a un tapete que había en la entrada para no ensuciar la acogedora casa del fauno. Cerró la puerta y tomó los abrigos de sus invitados para colocarlos en el perchero.
—Gracias— respondieron con una sonrisa
Al señor Tummus se le notaban los nervios, su respiración se agitó, las manos le sudaban y tartamudeaba al hablar. Temía que los guardianes lo fueran a castigar por hablar con aquella humana que visitó misteriosamente sus tierras, los había visto un par de veces más nunca convivió con ellos para saber sobre qué normas se regía su guardia.
—¿Gustan un poco de té?— ofreció amablemente —¿un poco de galletas?¿chocolate?
—Así está bien, muchas gracias— respondió Meredith por los dos dejando con el antojo de un rico chocolate caliente a su hermano quien hizo un puchero —. Veníamos a hablar sobre... la humana— susurró lo último
—Tranquilo no es nada malo, estamos en contra de Jadis y haremos lo que sea por liberarnos de su reinado— Oliver tomó la mano de su hermana dándole un apretón, la chica asintió hacia el fauno para brindarle confianza
—Esta bien— se acomodó en su lugar nerviosamente —. La encontré vagando por el bosque cerca del farol venía de la extraña tierra de Bitacion de la Ciudad Ropero, se llama Lucy Pevensie oh y le gustan las sardinas
—¿Eso es todo?— preguntó Oliver a lo que el fauno asintió
No habían conseguido mucho, sólo de dónde venía pero extrañamente nunca habían escuchado de la misteriosa tierra de donde venía aquella niña, los chicos se sabían de memoria cada ciudad o reino que había a los alrededores de Narnia por lo que se quedaron confundidos al escuchar el nombre de la extraña tierra de Lucy Pevensie. Al no tener mucha información como deseaban se levantaron de sus asientos algo decepcionados, le dieron las gracias al fauno y luego tomaron sus abrigos
—Esperen— lo detuvo Tummus antes de que cruzaran la puerta, se arrepentiría de lo que estaba apunto de decir pero estaba seguro que ayudaría a los guardianes. Los dos se giraron hacia el fauno esperando a que hablara —yo... casi la entrego a la reina
Los dos chicos se voltearon a ver asombrados y con angustia. Eso sólo significaba una cosa. La Bruja Blanca ya se había enterado de la presencia de la niña en el bosque.
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