Jungkook suspiró no queriendo recordar lo que había pasado hace unos años con Hye, agitó su cabeza quintando aquellos pensamientos y se terminó de vestir esperando a que Jimin saliera del baño para poder irse al restaurante que tanto querían ir.

— Estoy casi listo. — Dijo Jimin poniendo un bálsamo en sus labios. — Solo me falta... Ouh ¿Que pasó? ¿Estás bien? — Le preguntó el rubio viendo su rostro. — ¿Pasó algo?

— No no, estoy bien amor. — Le dijo acariciando sus hombros. — Vámonos antes que se nos haga más tarde.

Jimin le sonrió sin mostrar sus dientes y asintió, tomó sus cosas y bajó las escaleras con Jungkook detrás de él yendo ambos a subirse al auto.

— Espero que me des de tu comida. — Le dijo el rubio entrando al auto.

— Claro. — Aceptó sin problemas.

— ¿De verdad estás bien?

Jungkook asintió.

Jimin no muy conforme decidió no decir nada en todo el camino, había algo que tenía inquieto a su esposo y eso hacía que lo tuviera inquieto también a él.

En cuanto llegaron al restaurante Jimin se bajó entrelazando su mano con la de Jungkook para así entrar al restaurante.

— Hola muy buenas tardes, mi nombre kim Hye soo y hoy yo los atenderé. — Se presentó la chica con una sonrisa. — Les dejaré la carta y me llaman cuando hayan decidido que comer. — Le volvió a sonreír a la pareja y se retiró.

— Que sonriente la chica, me gusta su sonrisa y su cabello ¿No crees que es lindo?

— Me gusta más el cabello largo, pero el de ella es bonito, también me gusta como se viste. — Le dijo a su esposo mientras miraba a la chica. — ¿No te molesta que opine de otras chicas?

— Solo estás opinando, para mi no tiene nada de malo, mientras no opines de un chico esta todo bien. — Se encogió de hombros. — Me gusta el trasero de él. — Apuntó a uno de los camareros.

— Oye.

— ¿Qué? Tú estás plano amor, no es como que pueda opinar de tu culo ¿Sabes?

Jungkook formó un puchero.

— Me gustan planos de todas formas, no me gustan que tengan más trasero que yo. — Confesó. — Tú estás perfecto, eres plano y lindo.

— Joder me siento halagado.

Ambos rieron ya con sus pedidos hechos, Jungkook llamó a la mesera y está anotó los pedidos de ambos.

— ¿De verdad no me vas a decir qué te pasa? Por que te insistiré toda la tarde si no me dices.

Jungkook miró los ojos de su esposo, sabía que Jimin le insistiría en que le dijera que le pasaba, pero.

¿Como le iba a decir a su esposo que se había acostado con su amiga hace cinco años atrás y que no fue capaz de decirle por miedo a que su matrimonio se acabara?

— Extraño a Jae, es todo. — Mintió.

— Se que mientes pero no te diré nada, ya verás tú cuando me digas la verdad.

— Es la verdad.

— Está bien, sigue mintiéndome, no pasa nada. — Jimin sacó su teléfono y no siguió prestándole atención a su esposo.

— Amor no estes molesto, vinimos a pasar el rato juntos y tú te enojas.

— Por que odio que me mientas y encima en mi cara. — Dijo sin dejar de mirar su teléfono.

— Bebé.

— Cuando me quieras decir la verdad me hablas, antes no.

Jungkook suspiró sin saber que hacer.

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Same con Tae 😋