-Sigo sin creer que solo me bastó un día para que cambiaras de opinión sobre mí.-

-Ya cierra la boca, gracias.-

-Buenas noches.-

-Descansa.-

Salí de la habitación de Yoongi. Cerró la puerta en el acto, ni siquiera me dejó darle la última sonrisa. Cínico.

Oh, bueno, supongo que resultó bien para Jass, ¿no? ¿Y ahora qué sigue?

Desperté la mañana siguiente debido a un estruendo que provino del techo. El techo de la casa, qué rayos. Ni siquiera me molesté en arreglarme ni nada, así salí de la cama y sin zapatos, seguí las voces de los chicos lo cual me llevó a la parte trasera de la casa.

Namjoon, Kidoh, Adora y Yeosang estaban juntos mirando hacia arriba. Por supuesto que me les uní.

-¿Qué ocurre?-

-Hoseok se tropezó y casi cae.-

Ah, bien, por como Adora lo dijo supuse que era algo normal. -¿Y está todo bien?-

Hoseok no se veía por ningún lado, pero ahí estábamos los cinco como idiotas mirando hacia arriba.

-Una rama golpeó el tejado.- Namjoon respondió.

Finalmente, Hoseok apareció a nuestra vista. -Todo está en orden. ¡Voy a bajar!-

Con aquello último liberó a todos del pendiente. Volvimos adentro. Fue increíble que todos nos acomodamos en el comedor de la cocina. Adora fue a vaciar el refrigerador y yo la ayudé. Planeó un excelente desayunó para todos, ayudé un poco. Todos estábamos recién levantados, dudo que alguno haya alcanzado siquiera a cepillarse los dientes, pero ahí estábamos.
Nadie diciendo nada, pero nos encontrábamos juntos en un mismo lugar. Bueno, excepto Yoongi.

De vez en cuando sentía la mirada de rayo láser de Namjoon quemándome sin piedad, aunque me daba igual de todos modos. Yoongi lo dijo, seguirá enojado por nuestra escapada. Y si se entera que de verdad hubo algo entre nosotros, se enojará todavía más. ¡Y me da igual! Yoongi se preocupa demasiado por todo. Lindo.

-Ah, voy a ducharme. Gracias por el desayuno.- el gran Nam se retiró primero.

¿Fue coincidencia que Yoongi llegara justo cuando él se fue?

-Buenos días, Oppa. Te aparté un poco.-

Adora me ganó en servirle. Pues ya no me importa porque de seguro yo tendré a sus bebés en el futuro, así que soy yo la que ganó en verdad.

¿Qué rayos estoy diciendo? Yoongi ni siquiera me ha mirado una sola vez en lo que llegó. Ni aun sentándose frente a mí, nada, ni una mirada.
Claro, de seguro solo está despistando. Supongo que yo tendría que hacer eso, ¿no? Por Nam y sus sentimientos que me importan una mierda.

Después de una ducha y un cambio prestado por Adora, bajé y salí atrás donde ella y Hoseok recogían las hojas caídas del gran árbol. Señal de que el otoño está por terminar.
Casi dos semanas que estoy aquí con este loco grupo de amigos, se han sentido como dos meses.

Era un día algo agradable; sol caliente, viento frío. Hoseok y Adora comenzaron una guerra de hojas y me unieron a ellos. Jugamos como si fuésemos niños.
Logré meter un puño de hojas en los pantalones de Hoseok, Adora logró embarrarle lodo en la boca. ¡Espléndido!
Por suerte el lodo no me alcanzó a mí, así no tuve que ducharme por segunda vez como el chico sin suerte.

-¿Sabes que mejoraría esto?- dije a Adora mientras nos dejábamos caer en el porche para descansar. -Alcohol.-

-Ouh.- soltó ese sonido como un pequeño cachorro. Buena señal a mi parecer. -¿Cuándo fue la última vez que tomé una buena cerveza? ¡Semanas!-

-¿Por qué no hay alcohol aquí si tanto te gusta?-

-No lo sé, creo que es porque Namjoon oppa tiene esa mala vibra de que los malos vendrán y tendrán una ventaja si estamos ebrios.-

Tuve que reírme. -Eso es ridículo.-

-Lo sé. Ayer Hoseok y yo planeamos escapar para comprar cervezas, pero Yoongi oppa y tú se adelantaron. La reacción de Nam nos asustó. ¿A dónde fueron Yoongi y tú?-

Sin pena ignoré la pregunta. -Hagamos un nuevo plan para conseguir alcohol. Muero por algo de soju al menos.-

-¿Hm, qué tienes en mente, Jass?-

-No lo sé.- piensa, la rubia está de tu lado. -¿Namjoon no saldrá hoy verdad? Podrías decirle a tu novio o... yo qué sé, puedes decir que vas a la otra casa con tu novio y vas a por la mercancía en lugar de y ya.-

-¡Pero si soy estúpida!- ah, gritó y se paró de pronto. -Enseguida vuelvo.-

No me gusta señalar la estupidez humana, más que la mía, pero sí, que estúpida. Pudimos haber disfrutado todos de mejores bebidas en aquellas noches hostiles de encierro, pero no, ella estaba más ocupada cogiéndose a su novio.

En fin, ya que me quedé sola, se me ocurrió invadir a Yoongi a su habitación. Después del desayuno y el almuerzo no me dejó si quiera hablarle o darle un guiño coqueto. Más que obvio que está evitándome. Es hora de molestarlo por eso.

Ni siquiera toqué la puerta, entré así nada más. Lo vi recostado en su cama, cómodamente con ambas manos detrás de su cabeza, su pie se movía al compás de la misteriosa canción que escuchaba en sus auriculares. Tenía los ojos cerrados: el factor perfecto para cometer alguna travesura. Ah, pero, míralo, no se me ocurría otra cosa más que besarlo de sorpresa.
Nah, le pellizqué la nariz dejándolo sin respirar por un microsegundo. El tipo saltó de golpe.

-¿Estás loca?- hice que se sentara, por ende, me senté en la orilla de la cama junto a él.

-Me debes una disculpa.-

-¿Por qué?- preguntó tan desinteresado como el patán que es, volviéndose a recostar y poniéndose sus auriculares de nuevo.

-Por ignorarme todo el día.-

-He tratado de ignorarte desde que te conocí.-

-Oh, pero ¿sabes qué? A pesar de eso, así de la nada, sin explicación alguna, como por arte de magia, tu lengua apareció en mi boca, así nada más. Qué interesante, ¿no? Cómo esto cambió de un día para otro. Ahora solo por eso debes disculparte.-

Nos lanzamos la mirada del diablo por largo rato hasta que la risa nos ganó a los dos.

-Lo siento, ¿bien?- eso es, volvió a sentarse. Se quitó los auriculares. Se sentó de la manera en que estábamos lado a lado. No muy cerca, pero tampoco lejos uno del otro.

-¿Crees que si actúas de esta manera conmigo con ellos cerca alguien dirá algo?- a veces soy tan lista.

Yoongi asintió. -Me preocupa Nam.-

No rodé los ojos por respeto a su dulce preocupación. -Está bien.-

-Es que... tú y él...-

-No hay nada entre él y yo.-

-Él está enamorado de ti.-

-Sí, bueno, cada quien se jode como quiere.- dicho esto me puse de pie, hm, solo para dar una pequeña vuelta en la habitación porque sí. -Y bueno, a mí me da igual.-

-A mí no. Él está ayudándome. De no ser por él...-

-Esto se está volviendo cursi, Yoongi.- fui algo fría al decir esto, pero creo que fue mejor que decir "aburrido". ¿Es tan malo que no me interese Nam? Después de todo, estoy encerrada aquí por su culpa.

Más bien, mi culpa. Pero fue su culpa hacerme caso en primer lugar.

-Mejor vete, ¿sí? No quiero que nadie...- oh, no, ni lo dejé terminar.

Lo besé y él aceptó el beso. Lo demás no quedará tan implícito.

...