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Parte 19

-Mi teoría es que puede haber dos, digo, eso de los gemelos es muy común, ¿no?- Taehyung comentó y le lancé una mirada pesada.

-O podría ser un chico con doble vida, ya sabes, el señor "Hanna Montana".- Jimin agregó. -Se pone la peluca y ya es una estrella del rap en Daegu.-

Lo único que hice fue negar. No dejo de mirar el teléfono entre mis manos sobre la barra.

-Ambos podrían estar en lo correcto.- comentó Bian. Yo me estaba guardando mis pensamientos.

Y es que en serio estaba pensando mucho.
Kim Nam Joon conoce a ambos chicos, ve a ambos chicos, pero nunca ambos al mismo tiempo.
Este chico se llama Min Yoon Gi, y el nombre de Agust D nunca ha sido revelado.

-Yo digo que...- finalmente dije algo. -Voy por el lado en que hay dos.-

-Tiene más sentido, Jass.- Bian se acercó a mí. -¿Y qué harás con el teléfono? ¿Esperarás a que el señor Miley Stewart venga por él?-

-¿Debería hacer eso? ¿Ustedes que opinan?- miré a cada uno para ver su reacción.

Taehyung se alejó para ir a atender a unos clientes que yo pasé de largo desde hace rato. Estaba tan abrumada que no me daba la gana de trabajar, a pesar de tener el mandil, en fin.

-O quizá pueda dárselo a Namjoon.- mala idea. -Ah, pero de seguro me atacará con un montón de preguntas tontas.-

De pronto, Jimin levantó la mano. -¿Y qué tal si uno de nosotros se lo da? Digo, podemos decir que lo encontramos y...-

-¡Está llamando, está llamando!- mierda, ¿por qué me alarmé tanto? De verdad que sentí un escalofrío intenso.

Rápidamente Bian me lo arrebató. -Muévanse, niñas, yo me encargo.- dios, realmente respondió la llamada. -¿Hola? ¿Eres el dueño del teléfono o pierdo mi tiempo, cariño? Lo encontré tirado por ahí, no tengo idea de quién es.- Jimin y yo teníamos los ojos bien abiertos, joder. -Ajá. Ajá. ¿Hay una recompensa o algo así, o por qué tanta urgencia, mi amor?- tuve que darle un golpe. -Auh. Bien. ¿en dos horas? No hay problema. Soy pelirroja, rápido sabrás quien soy.- y colgó, luego me arrojó el teléfono. -Listo.-

-¿Entonces tú se lo entregarás, así nada más?- Jimin le interrogó.

-No veo por qué no. Voy, se lo doy, no hará preguntas y listo.-

-Y ahí quedará mi oportunidad de averiguar sobre todo esto.- quejé.

-Mejor olvídalo, Jass.- Jimin habló de nuevo. -Podríamos meternos en más problemas, y lo digo porque a este chico buscaban matarlo anoche, ¿recuerdas? Así que será mejor que nos distanciemos de todo esto y lo olvidemos. ¿Captas o tendremos que amarrarte?-

No respondí. Le hice un maldito ademán de "como sea" y me fui a ayudar a Taehyung.

...

Dos horas después, cometimos la locura de acompañar a Bian al encuentro. Namjoon eligió un lugar bastante concurrido, una de las plazas del centro. Supongo que eso estuvo bien, ¿no?
Jimin logró estacionarse en una hilera de autos pegados a unos establecimientos muy concurridos, gente pasando y pasando por todos lados. Al frente se encontraba la plaza, podíamos ver bien el lugar de encuentro, aunque la gente estorbase de vez en cuando.
Bian bajó del auto, Jimin y yo nos quedamos, yo me encontraba en el asiento detrás de Jimin asomándome por el costado, ambos usando nuestras gafas de sol, para mejor seguridad de espionaje.
Estuvimos al tanto de cada movimiento de Bian.

-El trasero se le ve genial en esos pantalones.-

-Concéntrate, Jimin. Iba a decir lo mismo.-

-¿Ese es? Ahí está.- señaló al frente.

Sí, Namjoon. Kim Nam Joon.
Creo que Bian lo vio desde mucho antes, caminó directamente hacia él.
Vimos que el chico le sonrió y agradeció en cuanto tuvo el teléfono en sus manos. Mi amiga estuvo a punto de darse la vuelta cuando Namjoon volvió a hablarle.

-¿Qué está haciendo?- dije.

Notamos que Bian respondía con la cabeza, asentía, luego negaba.

-¿Qué rayos le está preguntando?-

Reconocí el siguiente gesto de mi amiga, ella le decía que tenía que irse. Forzó su retirada.

Finalmente, la pelirroja pudo dejarlo, ya venía hacia acá.

-Mira a ese pervertido, le miró el trasero.-

-Todos lo hacemos, Jimin.-

-Pero él es un pervertido, ¿por qué no se va, eh? Ya tiene el celular, ¿qué rayos hace?-

Bian llegó y entró al auto. Soltó un enorme suspiro mientras se derretía en el asiento.
No la apresuramos, dejamos que ella hablara hasta que estuviese lista.

-Ehm, me preguntó por qué no fuiste tú la que vino a entregárselo.- me dijo. -Tu amigo le dijo todo.-

No supe cómo sentirme con eso.

Bueno, silencio incómodo en el auto.

-¿Y ahora qué?- Jimin preguntó.

Y bueno, no voy a alargar esto. Aquí es cuando viene mi impulso de idiotez. Ya es hora de apostar.

No le dije nada a mis amigos, me quité las malditas gafas y salí del auto, caminé pisando firmemente en dirección hacia Namjoon que se encontraba todavía ahí haciendo no sé qué en su celular.

-Jass, ¿qué haces? Estás loca, vámonos.-

-Tu trasero también se ve genial, Jass.-

Ya era tarde para volver, Namjoon se dio cuenta de mí, me sonrió, maldita sea.
¿Por qué soy tan estúpida?

No era una sonrisa de alegría, había algo de entretenimiento ahí.

-¿Te contó todo?- dije, así nada más.

-Así es.- ya volvió a su tono serio. -Le salvaste la vida.-

-Hm.- me crucé de brazos. -Y creo que no recibí ningún gracias.-

-Él es así.-

-¿Y quién es él?-

Tomó una ligera pausa antes de responder. -Jass, entre menos sepas, mejor para ti.-

-Lo dudo.-

-Jass, en verdad me agrada mucho tu sentido de perspicacia, y tu torpe curiosidad. Eso me atrae tanto como tu perfecta figura.-

Oh, vamos, ¿era necesario mirarme así? Se supone que estoy molesta y hambrienta de la verdad.

-Este chico... ¿en verdad hay dos chicos iguales?-

Ah, Namjoon suspiró. -Oye, si no puedes cogerte a Agust D, de una vez te digo que Min Yoon Gi es más difícil.-

-¡Deja de jugar! Explícame.-

-¿Qué hay que explicar? Gemelos, niña tonta.-

¡Gracias! Solo quería que lo dijera y al fin lo hizo, maldita sea.

-Pero... ¿cómo...?-

-Escúchame, Jass.- mierda, se acercó bastante a mí. La manera en que lo hizo me dio algo de miedo, me sostuvo de los hombros. -No puedes decírselo a nadie.- sonaba de verdad como una advertencia. -No puedes divulgarlo. Es...-

Ni siquiera supe qué más iba a decir, Jimin llegó de pronto para apartarlo de mí.

...

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