Parte 17
El aquelarre lleno de insultos empezó, había chicos muy buenos enfrentándose entre sí, Agust D era el competidor final. A él le tocaba esperar hasta que hubiese un finalista. Creo que no faltaba mucho. Bian ya estaba aburrida, igual Taehyung.
-Tengo que ir al baño. Esto es eterno.- mi amiga se puso de pie, y para no ir sola arrastró a Taehyung con ella.
Luego de que se fueron vi a Jimin soltar un gran bostezo de león.
-¿Qué les pasa? ¿Por qué son tan aburridos?- solté con fastidio.
-Sin ofender, Jass, pero esto es aburrido. Al principio estuvo bien, pero ya cansa tanta palabrería.-
-¿Qué quieres, que haya golpes o sangre?-
-No estaría mal.-
Sé que lo dijo con sarcasmo, pero admito que me molestó un poco. -¿Sabes qué?- y por consiguiente me puse de pie. Me sacudí el posible pasto o polvo del trasero y me quité el suéter. Me dio calor, por suerte tenía una blusa sin mangas por debajo. -Cuídame esto.-
Le tiré el suéter en la cara a Jimin y comencé a bajar con cuidado. -¿A dónde vas?- oí a Jimin. -Te ves sexi, pero mejor piénsalo bien. ¡Jass!-
No sabía cómo iba a meterme a ese círculo de gente, pero lo decidí en plan como la tonta que soy. Me estaba arriesgando a ser vista por Namjoon, pero me dio igual. Igual, igual, igual, al diablo.
Llegué al final del círculo, todavía me quedaba un monto de gente que atravesar. Soy pequeña, puedo pasarme arrastrándome por debajo, pensé, pero sería humillante. Vamos, Jass. Pensé demasiado.
Quizá me demoré mucho. Ya no hubo tiempo de hacer nada.
Ya no hubo nada que hacer.
Porque de la nada la multitud comenzó a correr y dispersarse. Escuché un grito desgarrador que decía "¡Atrápenlo!". Se formó un desastre, y todavía peor cuando la policía llegó al lugar.
-¡Jass!- creo que escuché de Jimin desde arriba.
Comencé a correr por mi vida, chocando con quien sea. Escuché un disparo que me dejó sorda por unos segundos, no tenía idea de lo que estaba pasando. ¿A quién le dispararon? Podría ser a cualquiera. Perdí a Jimin, no veía a nadie que conociera. Alcancé a subir volviendo a la calle. Más patrullas comenzaban a llegar. Esquivé a un par que intentaron bloquear la pasada. Corrí entre los edificios, otras personas corrían detrás y al frente de mí. Giré en una esquina, perdí a esas personas, solo había uno que iba detrás.
-¡Al callejón!- escuché que gritó. ¿Me lo dijo a mí?
Disminuí la velocidad debido al cansancio. El tipo chocó conmigo, y tomándome de la cintura me llevó al callejón oscuro. Había una abertura detrás de un contenedor de basura. Me escondió ahí y este tipo se pegó a mí de frente. Él se escondía de alguien, no solo de la policía. No podía verlo claramente debido a la oscuridad, lo tenía a escaso centímetro de mí y no podía verlo.
Ambos nos ahogábamos por aire.
-No te muevas.- me dijo. Se pegó completamente a mí.
Luego escuché a otros tipos pasar el callejón. -Vi que entró por aquí.- uno de ellos dijo.
-No veo nada.- le respondió otro. -Vamos, por acá, date prisa. Si sale con vida de esto nos matarán a nosotros.-
Y ese peligro pasó, eso creo. No pude creer lo que escuché.
No supe qué hacer, ni pensar, me quedé helada hasta que este tipo extraño que interrumpía por completo mi espacio personal hiciera algo. Me di cuenta de que giró a ambos lados del callejón, se aseguró de que esos tipos se hayan ido. Acto seguido, se alejó de mí y salió del callejón. Vi hacia dónde se dirigía, pero de la nada se devolvió en menos de lo esperado.
-Escóndete, escóndete.- ¿otra vez?
Ah, esta vez pasó una patrulla.
Diablos, intenté mirarlo a la cara. La luz roja y azul de la patrulla aluzaba el callejón. Vi el perfil del tipo. Y me quedé todavía más helada.
-¿Quién eres?- susurré.
-Cierra la boca.- él se veía asustado. Abrumado, pero, sobre todo, había un detalle extra.
En cualquier momento soltó un gruñido de dolor.
Creí haber visto sangre en su labio y mejilla hace un rato.
Su respiración comenzó a disminuir, comenzó a quedarse sin aire, hasta que finalmente colapsó.
No pude evitar que cayera. -Oye, ¿estás bien?- entré en pánico. -¡Ayuda!- mierda, mi teléfono. Mi teléfono lo perdí. -¡Ayuda!-
-¡Jass!-
-¿Jimin?-
-¿Jass, eres tú? ¡Vámonos! ¿Qué haces?-
-Ayúdame, creo que está herido.-
Gracias al cielo, Jimin me encontró. -¿Qué, quién es?-
-¡Ayúdame! Hay que llevarlo al auto.-
Si hubiese sido cualquier tipo desconocido, créanme que lo hubiera dejado ahí. El miedo me hubiera obligado a dejar a cualquier perro, que tal vez la mafia perseguía, para que muriera ahí sin involucrarme. Pero este chico era el clon de Agust D. El chico de cabello oscuro. El maldito Agust D de cabello negro. No podía ser Agust D porque vestía diferente que el Agust D rubio de hace minutos.
Jimin lo cargó hasta el auto en la parte de atrás. Taehyung conducía y Bian iba adelante también.
-Tenemos que ir al hospital.- Bian dijo.
-¿Qué? ¡No!- alarmé. -Lo apuñalaron, de seguro lo buscarán en cualquier hospital.-
-¿Y qué piensas hacer con una herida de ese grado, Jass? Está perdiendo mucha sangre.-
-Genial, y en mi auto.-
-No hay opción, vamos al hospital.-
-El abuelo puede atenderlo, él fue doctor.- Taehyung dijo.
-¿Qué?- respondimos todos al unísono.
-No parece una herida profunda, quizá un rasguño.-
-¡Bien, pero date prisa!-
...
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