Estimado hijo o hija, si estás leyendo esto es porque estoy siguiendo la tradición de tu tío y te dejo una lista con cosas por hacer para cuando yo no esté. Tu tío hizo algo similar cuando yo tenía diecisiete años y, aunque a veces me ha hecho pasar por situaciones embarazosas e incluso sufrir, tengo que admitir que mientras intentaba realizar todos los puntos de la lista, en todo momento me he sentido vivo.

Si no me has llegado a conocer o casi no recuerdas nada de mí, te diré que, a pesar de venir de sorpresa, has sido un bebé querido desde el primer día. A tu madre casi no le da un infarto cuando se enteró, pero, como la naturaleza es sabia, a los dos segundos ya te quería.

No tardamos nada en decidir tu nombre, Gabriel, porque algo nos decía que eras un niño y que mi mejor amigo, es decir, tu tío, tenía la mayor parte de culpa de que vinieses a este mundo.

Mi lista no va a ser tan extensa como la que tu tío me diera en su día o, por lo menos, es lo que pienso antes de empezarla, pero se resume en una sola frase, como los diez mandamientos: honra el recuerdo de quien te dio tu nombre.

Y si eres una chica ya me das pena, porque tu madre está empeñada en llamarte Yurena, que en guanche significa espíritu maligno o hija del diablo, y me imagino a la Yeya, mi abuela, chinchándote cuando se te ocurra hacer alguna travesura.

Después de todo lo sucedido en los últimos años referente a la emancipación de la mujer y sabiendo que, aunque nosotros no nos hayamos dado cuenta, siempre han gobernado el mundo, no tengo mucho que decirte, sino que te compadezcas de los hombres, no te olvides que, además de ser más listas, también son más sabias, capaces de perdonar las barbaridades que hacemos los hombres y con una empatía inigualable.

Dicho esto, lo único que puedo poner en la lista es que no te pongas límites nunca y que, por supuesto, no dejes que nadie más lo haga.

No te pongas celosa de tu hermano imaginario, Yurena, tu madre, que también es muy sabia, sabrá guiarte mucho mejor que yo, que aún no he cumplido los veinte.

Ahora te escribo a ti, Gabriel, porque sé que a ti te puedo comprender mejor. Le diré a tu madre que te dé esta carta antes de cumplir los diecisiete y que también te entregue la lista que tu tío me escribió. Como podrás comprobar, son muy diferentes, porque con una madre como Claudia, estoy seguro de que no hará falta pedirte que vayas a unos carnavales o a una romería, aunque si no lo has hecho ya, vete que eso forma también parte de vivir.

También te voy a pedir que no corras, que te des tiempo hasta cumplir los veintiuno, porque sé que todo cambia y que seguro a ti te ha tocado vivir una época más complicada que la que me tocó a mí.

Antes de empezar, quiero recordarte que tu madre es increíble y que debes escucharla siempre, aunque luego hagas lo que te dé la gana. Además de ser mi mejor amiga, es tu madre y siempre querrá lo mejor para ti. Si mis abuelos siguen vivos, escúchalos a ellos también. Me han querido siempre y estoy seguro de que lo mismo harán contigo. A mi madre llámala de vez en cuando, porque si no se pondrá celosa. Sin nada más que decir comienzo con la lista. Te quiero, hijo, aunque no te haya tenido en mis brazos.

Te estaré esperando, pero no tengas prisa. Nos vemos en la otra vida (estas son las últimas palabras que me dijo tu tío antes de dejarme).

LA LISTA:

- Sigue utilizando Fidonet, seguro que cuando tengas dieciséis o diecisiete años estará casi extinta, pero ha sido muy importante para tu padre, así que tienes que honrarla.

- Intenta tener tu propio BBS, que es un sistema de tablón de anuncios en Fidonet. Puedes pedirle ayuda a Samuel. Tu tío, él y yo éramos mejores amigos y seguro que te echa una mano. Además, estaba loquito por tu madre y tengo la esperanza de que acaben criándote juntos.

- Date la oportunidad de conocer realmente al menos a una chica.

- No tengas miedo de enamorarte, a mí me ha hecho el hombre más miserable del mundo, pero no lo cambiaría por nada, no olvides que no solo la alegría te hace sentir vivo.

- Viaja al menos tres semanas con una mochila por un continente que no conozcas y sin estar acompañado de tus amigos.

- Visita a algún amigo que nunca hayas visto en persona.

- Visita un hospital o a un asilo de ancianos y hazle compañía a alguien que se encuentre solo.

- Si vas a surfear, utiliza al menos una vez la tabla que fue de tu tío y luego mía.

- Tienes que ir a un concierto de U2, son increíbles y no puedo imaginar que no lo sigan siendo dentro de dieciocho años.

Ahora me voy a copiar de algunos puntos de tu tío. Cuando los leí por primera vez, no le vi el sentido a que me pidiese esas cosas, pero ahora creo que han sido sucesos muy importantes en mi vida.

- Dile a mi abuelo que te enseñe a boxear y si no puede, que te enseñe los videos que hicimos para enseñar a boxear a mis amigos. Si no es posible, apúntate a un gimnasio que seguro que en unos años encuentras uno cerca.

- Prepárate para correr diez kilómetros seguidos.

- Hazte un tatuaje.

- Ponte un zarcillo, te recomiendo que le pidas consejo a tu madre.

- Vete a ver dos películas al cine y paga solo por una (yo me escondí en el baño y si lo haces junto con una chica, quizás tengas mi misma suerte).

- Sale una noche sin beber a los Carnavales.

- Comete un delito.

- Vete a los Sanfermines.

- Vete a la universidad.

- Vuela en globo. Si al final tu madre tenía razón y me he muerto volando en globo, intenta buscarte uno que parezca más seguro, pero no tengas miedo de vivir por lo que les haya pasado a otras personas.

- Ten tu primer trabajo.

- Vete a un concierto de cualquier cantante que estuviese en el macroconcierto del diez de septiembre de 1988 en Barcelona.

- Sé un héroe por un día.

Ya sé que parece mucho, pero en realidad, cuanto de vayas a dar cuenta, habrás cumplido los sueños de tu padre y de tu tío, habrás vivido por los dos.

Me hubiese gustado que tuvieses un padre presente, no como el mío, pero si estás leyendo esto es que de alguna manera no lo he conseguido. Cuídate, hijo.

Te quiere,

Colacho