Habían dos hombres enamorados, lo podías ver en sus miradas, en la forma tan dulce en la que se hablaban y la manera en la cuál buscaban el mínimo roce sólo por el placer de estar juntos.

Habían dos hombres enamorados y lo estuvieron durante muchos años, ambos muy tontos al principio para aceptarlo y muy tímidos para dar el primer paso.

Habían dos hombres enamorados y uno de ellos un día se cansó de estar lejos del chico de sonrisa deslumbrante y sonrosadas mejillas y se hartó de retratarlo en su arte que decidió declararse.

Ese hombre llamado Min YoonGi busco a Park JiMin el dueño de sus insomnios para darle su corazón.

Habían dos hombres enamorados, dos chicos que se amaban con locura, YoonGi había robado muchos besos de JiMin una vez que el joven había aceptado apenadamente ser su pareja. Porque estos dos hombres estaban jodidamente enamorados el uno del otro.

Todas las tardes salían a pasear por los parques y a estar en compañía del otro, por simple deseo de permanecer juntos, porque las pláticas por mensajes en las noches no eran suficientes, menos los besos entre descansos y ni hablemos de los encuentros entre las sábanas que reclamaban más unión, más y más cada vez.

Porque estos dos hombres enamorados estaban deseosos de acabar sus estudios básicos e ir a vivir juntos, se amaban tanto que dejaron de ser tan discretos y aunque sus amigos los aceptaban sus familias no.

Habían dos hombres muy enamorados y uno de ellos fue enviado a otro país por el simple hecho de amar.

Habían dos hombres enamorados y uno de ellos era JiMin que moría todos los días encerrado en su pequeña habitación, ahogado en llanto y necesidad de su pareja, de sus besos y manos cálidas.

Porque JiMin no era nada sin YoonGi y viceversa.

Porque uno de los hombres enamorados que era Min YoonGi juró volver a los brazos de su amor con más armas para defender a su niño, con más fuerza para sostenerlo, para besarlo con más intensidad, para crearle un mundo perfecto sólo para ellos.

Porque estos dos hombres enamorados se esperaron durante 5 años. Tanto el mayor cómo el menor jamás probaron otros labios que no fueran el de su contrario, ni desearon otras pieles, sólo las suyas, sólo mantuvieron la llama de su amor viva, al extremo de la vida, sujetados por un débil hilo invisible.

Habían dos hombres enamorados y uno se llamaba Min YoonGi, el cuál cumplió su promesa de volver por su amado JiMin luego de 5 años de espera. Porque su amor era demasiado irreal para creerlo, demasiado protector, dulce, inocente, temerario. Demasiado suyo.

Porque un día llegó, con un ramillete de rosas blancas y una maleta para él, entre la media noche y unas palabras.

—Vámonos Jiminie, seamos lo que siempre debimos ser pequeño.

Ni muchas vueltas, menos los gritos de su madre, los insultos de su padre y su rechazo lo harían cambiar de opinión.

—¡Si te vas con este hombre olvídate que tienes familia!.

—Él es toda la familia que necesito.

Porque eran dos hombres demasiado enamorados cómo para pensar en el mañana siendo que se necesitaban hoy, en ese instante, ser uno, ambos mirando al minuto en que estuvieran simplemente en libertad.

Porque eran dos hombres enamorados del otro.

Porque Min YoonGi podría retratar la silueta perfectamente esculpida a la luz de la luna y del sol de su pequeño novio, besarlo hasta el cansancio, abrazarlo e impregnarse de su aroma, morderlo y sonrojarlo, rozarlo y marcarlo cómo suyo. Susurrarle poesías entre lujuriosas noches, hacerlo desear morir entre discusiones y hacerlo sentir el príncipe que era entre reconciliaciones.

Pues JiMin no podía amar más a su precioso novio, puesto que sus lágrimas las limpiaba él, su soledad se desvanecía con su cálida compañía, porque sus labios borraban cualquier tristeza y sus dedos pintaban un arco iris de sentimientos en su ser, podía verlo hacer sus muecas raras siempre, oírlo quejarse y dormir. Observarlo mientras cocinaba y limpiar sus labios cuándo un helado le dejaba su rastro, también usar su ropa cuándo necesitaba de él cuándo salia de viaje. Estudiar más para ser el mejor cómo su novio.

Porque habían dos hombres tan enamorados que decidieron unirse para siempre, con unos anillos, la luz del atardecer con el mar, muchas flores blancas y amigos cercanos. Unas palabras y muchas lágrimas.

Puesto que estos dos hombres deseaban y sabían que sus vidas le pertenecían al otro. Por eso no habían arrepentimientos.

Dos hombres enamorados decidieron adoptar y dar una nueva vida a un ser sin ser de su sangre. Los dos tan llenos de amor que no querían ser egoístas entre sí.

Habían dos hombres enamorados que me adoptaron, cuándo apenas tenía 2 meses de nacido y mi madre me había botado a la basura de su edificio y cómo ángeles me salvaron luego de que la agencia les hubiera negado la adopción esa misma semana por ser tan sólo dos hombres enamorados.

Porque ellos al saber que me arrebatarían de ellos por culpa de las mentes cerradas de ese país huimos sin remordimientos a este paraíso pequeño dónde crecí para amarlos tanto cómo ellos lo habían hecho conmigo.

Porque habían dos hombres muy enamorados que me llamaron TaeHyung y me criaron con el mayor amor del mundo y los valores siempre a la punta de mi diccionario.

Porque habían dos hombres tan enamorados a los cuáles los visitaban sus amigos más cercanos y con ellos el niño de superpoderes llamado Jeongguk.

Porque esos dos hombres enamorados me hicieron regalarle una rosa blanca a Jeonggukie al ayudarme cuándo lloraba porque un perro me había asustado y es que con 13 años no sabia que eso haría que hoy estuviera entrelazando mi mano con él.

Porque esos dos hombres enamorados estaban tan hechos el uno para el otro que hasta el último suspiro lo estuvieron, cuándo en el día de mi casamiento un choque los llevara a internarse. Porque aún en las peores condiciones en las camillas separadas mi padre JiMin pedía no ser separado de mi papá YoonGi. Porque esa última noche ambos durmieron con las camillas cerca, sus manos entrelazadas y la rosa blanca reposando en sus mesas.

—TaeHyung ama a quién tú corazón elija, el género bebé, no es nada si en serio el amor es verdadero. Los defectos estarán pero tú ama, ama como si fueras a morir mañana, cómo si te quitara el aire su toque y sus besos te llevaran a al cielo, cómo si los años no fueran nada al mirarse y que con el paso del mismo sólo incrementara más la amistad y la necesidad de estar juntos, cómo el de tú padre y yo, dos hombres tontamente enamorados.

"El amor fue catalogado de pecado por los humanos, por la envidia,
el odio, si tú amas, que no te digan que esta mal, si lo sientes bien. El amor no es tú género, peso, religión, estatura, gustos musicales.
Amor es libertad y fe, así que respeta y siente.
Ama y vive."

Gracias por leer, por existir y por seguir en pie.

Con amor Kimi.

re-editado

PD: no puedo creer que ya son casi dos años de haber hecho esto, ay, el tiempo pasa volando.