Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

십삼

— ¿Se divirtieron con Hobi y Joonie oppa? —pregunta Seokjin al teléfono, Yoongi lo mira y sonríe por encima de su hombro terminando de preparar el café para el desayuno— Sí, bebé, papá también las extraña, iré en un rato... No, ya saben lo que tienen que hacer... Ya les dije que no... Sí, pero con cuidado, Jungsoo-ah... Háganle caso a Hobi, ¿o no quieren galletas? No, si pelean no les llevo nada... No- ¡Ey! ¡Jisoo, no le jales el cabello a tu hermana! Aish...

Los hombros de Yoongi suben y bajan con su risa, girándose para ver a su novio regañar a sus hijas con un intento fallido de autoridad y tomando de la taza de café. El mayor lo ve con los ojos entrecerrados y niega con la cabeza antes de seguirles hablando.

Se despide diciéndoles lo mucho que las quiere y suspira, centrándose entonces en el desayuno que el rubio ha puesto frente a él.

—Recuérdame pensarlo dos veces cuando dejemos a las niñas en cuidado de otras personas.

— ¿Les dieron azúcar temprano cuando les dijiste que no lo hicieran, cierto? —adivina el menor, Seokjin alza las cejas.

—Al parecer tú eres el único que me escucha, porque no importa cuántas veces repita las cosas nadie lo hace —mastica y restriega su rostro con una mano en frustración. Yoongi ríe compadecido.

—Aunque los prefiero a ellos más que a Moonbyul, si soy honesto —Yoongi abre los ojos y sacude la cabeza, recordando cómo la rubia suele ser tan distraída que olvida a las pequeñas cada que las cuida. Seokjin ríe.

—Yo nos prefiero a nosotros —dice el pelinegro con la boca llena, provocándole un gesto de disgusto al menor.

—Agh, hyung, te creo, pero no hables con la boca llena —dice en satoori—. Deberías ser más amigo de Namjoon, son idénticos.

El mayor carcajea una vez traga y se inclina para besarlo rápidamente, la expresión de Yoongi aún intacta.

—Mm, ¿dormiste bien? —pregunta Jin dejando su taza en la mesa, Yoongi entrecierra los ojos ahora.

El más alto viste uno de sus suéteres anchos azul pastel que Yoongi se quedó en una oportunidad junto a un pantalón deportivo que sí pertenece al rubio, y su cabello largo cae desordenado sobre su rostro por más que se hayan duchado y lo haya intentado peinar.

A Yoongi le sorprende cómo éste Seokjin logra enamorarlo tanto o más que el Seokjin de traje y peinado de príncipe.

— ¿Es una pregunta capciosa, acaso? A duras penas dormimos anoche, amor.

Seokjin sonríe, por la manera en la que lo llama y por sus recuerdos de la noche anterior y los de ésta madrugada, junto a los de la ducha.

—No es una pregunta capciosa, es que luces cansado y me preocupa. Y tampoco me vayas a echar toda la culpa a mí, eh, te dije que me podía ocupar de mi erección mañanera por mí mismo y no quisiste.

Yoongi exhala una risita y sonríe apoyando su mentón de la mano.

—No me quejo, igual. Era lo que venía queriendo hacer desde hace un tiempo.

— ¿Y ahora lo confiesas? —abre los ojos, fingiendo incredulidad.

—Agh, Seokjin-ssi, tú sólo has tenido suerte de que las veces que hemos dormido juntos antes han sido en tu apartamento y las niñas están cruzando el pasillo, porque honestamente no sé cómo esperas que reaccione mi cuerpo con tus erecciones mañaneras rozándome el culo y tú estás muy dormido mientras yo tengo que mantener la compostura. En algún momento debía obtener algo de justicia.

Seokjin carcajea abiertamente echando la cabeza hacia atrás, su contagiosa risa abarcando el espacio y haciendo al menor ocultar el rostro en su mano y negar con la cabeza.

—Hablando de tu culo, ¿te duele mucho?

—Ash, ¿de verdad preguntarás eso?

— ¡Me preocupo por ti!

—Tengo una crema para calmar eso, hyung. Ya.

Con una amplia sonrisa el pelinegro va a besar el rostro avergonzado de su dongsaeng y se ofrece a ayudarlo a limpiar una vez acaban sus desayunos.

En días como esos, en los que tenía la oportunidad de despertar abrazado al pequeño rubio, no quería que la alarma sonara jamás. No miente cuando dice que Yoongi le brinda paz, pero ese fin de semana en específico, a pesar de que se acurrucaron entre las sábanas luego de haber hecho el amor por una tercera vez y un par de horas después el menor lo despertó esparciendo besos por su rostro para tomar una ducha juntos; algo no se sentía tan bien como debería.

Seokjin no pudo ignorar ese repentino sentimiento en su pecho que le decía que le faltaba algo, y también se dio cuenta de cómo éste se intensificó al escuchar las diminutas voces de sus hijas por teléfono.

—Creo que ese plato ya está lo suficientemente limpio, Jinnie —Yoongi abraza su cintura y apoya el mentón de su hombro, sacándolo de su trance—. ¿En qué piensas tanto?

—Pensaba... —suspira— Pensaba en lo acostumbrado que estoy a ejercer mi rol de padre y lo metido que siempre estoy en él, que incluso el pasar un día sin verlas me pone triste. ¡No hace mucho ni siquiera sabía poner un pañal o preparar un biberón correctamente!

El rubio ríe bajito, besando su cuello.

—Por supuesto que se convirtieron en tu mundo y le dieron sentido. Está bien si las echas de menos, pero tal vez así vas a aprendiendo a que no siempre estarán contigo.

—Sí, sí, eso de que los hijos son sólo regalos y que no nos pertenecen y bla bla —Jin rueda los ojos—. Pero no creo que sea algo en lo que tengamos que pensar ahora, ¿sabes? Son pequeñas. Todavía.

Todavía —hace un mohín—. No es bueno aferrarse, pero has logrado mucho hasta ahora, hyung. Deberías estar orgulloso de ti.

—Y lo estoy, de verdad. Es sólo que... Amo a mis hijas, Yoongi-ssi, y entre ayer y hoy me he sentido... Extraño.

—Mm... ¿Como que deberías estar cuidando de ellas pero en lugar de eso estás aquí disfrutando de un desliz?

—Pf, sabes que no eres un desliz —Seokjin bufa—, pero... Pues, sí —pestañea, cerrando la llave del fregadero— ¿Es normal?

—Bueno... No eres irresponsable o egoísta por hacer algo por ti después de haberles dedicado tanto tiempo a cada una, hyungie. Pienso que siempre y cuando te preocupes por ellas y busques darles lo mejor pero sin olvidarte de ti, todo va a estar bien. Ya sabes, como dicen en la película de Luna de Miel en Familia: el 99% es para los hijos y pues... El 1% restante que sea para ti.

Riendo el pelinegro se da la vuelta y besa el costado de su cabeza antes de abrazarlo.

—No sé cómo es que siempre tienes algo que decir para hacerme sentir mejor, pero gracias, Yoongi-ssi. También estaba pensando en cómo ayudar a mi hermano.

—Mm, ¿y se te ocurrió algo?

Cerrando los ojos lo abraza más hacia sí y va a esconderse en su cuello, casi ronroneando. Ahora definitivamente sabe porqué a Jisoo le gusta tanto ese lugar, sólo espera que de aquí en más no se peleen demasiado por ocuparlo.

—En realidad... Sí, pero quería consultarlo contigo primero.

— ¿Conmigo?

—Así es. Mi hermano capaz tome el valor de confesarle a nuestros padres sus divorcios si... Nos sentamos a hablar como personas civilizadas y yo también tome la iniciativa de presentarte como mi pareja formalmente.

Abriendo los ojos, lentamente Yoongi sube a verlo. Seokjin frunce la nariz.

— ¿Es- estás seguro?

—Nervioso, tal vez. Sí siento que esto es un poco rápido, pero no creo tener algo que perder, así que... ¿Qué me dices?

Yoongi balbucea.

—Si tú me presentas formalmente a tu familia, entonces... Creo que yo también deberé presentarte con la mía.

Ahora es Jin quien lo mira sorprendido. No esperaba que el menor le propusiera lo mismo.

—Yoongi-ssi, me dijiste que hace tiempo no veías a tus padres y que si te comunicabas con ellos era por teléfono o mediante tu hermano. En verdad no tienes que hacerlo si no quieres.

—Es por esa razón que quiero hacerlo. Sé que... No tengo por qué estarle demostrando nada a nadie, pero tampoco tengo nada que perder y... Me fui de casa pareciendo un cobarde, y claramente no lo soy, hyung. Quiero... Que mis padres sepan que, a pesar de todo lo que me hicieron, he podido seguir adelante y he madurado lo suficiente como para valerme por mí mismo, tener una familia y... Perdonarlos. Pienso que es hora de enfrentarlos y dejar de tener miedo de una vez.

El menor presiona la mandíbula y exhala sonoramente, armándose de valor desde ese preciso momento. Seokjin asiente, pasando las manos por sus brazos en un gesto reconfortante.

—Opino que estás en todo tu derecho, Yoongi-ssi.

—Sí... Además, es lo que Jungsoo, Jisoo y tú merecen. No es fácil para mí, pero ustedes son lo que más amo ahora, así que lo haré tanto por ustedes como por mí mismo.

Las palabras del más bajo tienen efecto en el pecho de Jin, que es barrido por una ola cálida de afecto al instante y alzando las comisuras va a acunar su rostro para besarlo con parsimonia.

—Por cierto —murmura el pelinegro luego de separarse—, anoche, cuando me dijiste que me amas... No lo dije de vuelta.

Yoongi frunce el ceño, viéndolo.

—Sí lo hiciste.

—No, no lo hice —con sus dedos apartan los mechones rubios que caen ondulados sobre su frente—. Dije: "y yo a ti", pero eso no significa nada. Yo en serio te amo, Min Yoongi. Y nuevamente; estoy agradecido de que te tengamos. Estoy orgulloso de ti, y de tener noción sé que Jungsoo y Jisoo lo estarían tanto como yo. Espero que... Luego de hablar con tus padres, un peso baje de tu pecho y puedas estar mucho más tranquilo, porque lo mereces.

Seokjin suspira y recibe el efusivo y fuerte abrazo de su novio que bien ha aprendido a refugiarse en él y mostrar en acciones lo que no puede expresar en palabras, y le regresa el apretón con igual firmeza, ambos amoldándose como si sus piezas encajaran.

Acababan de tomar la primera decisión importante como pareja, y aunque Yoongi sintió miedo, escuchar al mayor decirle que lo ama y lo orgulloso que está de él lo hizo ignorarlo, y eventualmente; olvidarse de ello.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro