Capítulo 7. 🎭
Esa noche Amy no pudo conciliar el sueño. El reloj marcaba las cinco y ella seguía dando vueltas en la cama. Cuando se detenía era solo por un momento. Quedaba boca arriba con los brazos abiertos y clavaba la vista en el techo. Entonces recordaba la agradable sensación de tener los labios de Shadow sobre los suyos y volvía a rodar sobre las sábanas.
Había ocasiones en las que cerraba los ojos y le parecía sentir su aliento de nuevo. En tales casos se incorporaba sorprendida, echaba un vistazo a la habitación y volvía a tumbarse sintiéndose frustrada.
A mitad de una de esas frustraciones se levantó de golpe y tomó el móvil de la mesita. Un índice tembloroso deslizó la pantalla de bloqueo antes de buscar en el menú de aplicaciones. Presionó un icono verde y tragó saliva. Le había pedido su LINE a Shadow. De quererlo, podría escribirle en ese mismo momento. ¿Pero qué le escribiría? ¿Que no había dormido nada por pensar en él? ¿Que quería que la besara de nuevo? No. Le escribiría algo mejor. Le diría que no fuera al instituto, que se quedara en casa porque ella llegaría en un momento. Que él mismo la había invitado la tarde pasada. Esa sería su excusa para estar a solas con él y después...
—¡Amy! ¿No escuchas que te estoy llamando? ¡Baja a desayunar o se te hará tarde! —ordenó su madre desde la cocina.
🎭🎭🎭
—Buenos días —dijo Amy antes de lanzar un bostezo. Se dejó caer en la silla y se arregló los puños de la camisa.
—Al fin bajas. Apresúrate y acábatelo todo. ¿Quieres jalea o miel?
—Jalea por favooor.
Su madre la miró de reojo. Cuando reparó en su cara marchita ahogó una exclamación.
—Santo cielo, no me digas que trasnochaste.
—Sí. Un poco.
—¿Por qué?
—Tenía que estudiar —mintió sin inmutarse. La energía no le alcanzaba ni para reaccionar. Al mismo tiempo tomó el tarro de jalea y a falta de una cuchara lo volteó sobre sus panqueques.
—En ese caso no debiste salir con ese jovencito.
—¿Eh?
—Con el que te trajo ayer. Uno alto de púas negras.
—Nos viste...
—Me lo contó Sonic.
—¡Ah! ¡Ya veo! ¡Ahora entiendo por qué me has hablado tan fríamente desde la mañana! Es porque estoy dejando de lado a Sonic, ¿verdad? ¡Te molesta que salga con alguien que no sea él! —exclamó vehementemente. El contraste con su anterior languidez fue tal que llegó a aturdir a su madre.
—No me levantes la voz. Soy tu madre y tienes que respetarme.
—Lo siento... —bajó la cabeza—. Pero tengo razón, ¿verdad? Te molesta que no sea Sonic con el que salga.
—Sabes que lo adoro. Han estado juntos desde que eran pequeños y me gustaría que siguieran así. No sé qué te hizo cambiar de parecer pero antes...
«Decía estar enamorada de él», prosiguió Amy en su mente. «Pero antes él no era el idiota que es ahora».
La actitud de su madre estaba justificada. Dado que no tenía hermanos, Amy había pasado los primeros cuatro años de su vida sola. Al principio había recibido todas las atenciones pero eso cambió cuando creció un poco más, pues su madre se marchó al trabajo y la dejó sola haciendo que se convirtiera en una niña tímida y asustadiza.
Las cosas cambiaron cuando la familia de Sonic se mudó al lado.
Gracias a su personalidad alegre y confianzuda se granjeó rápidamente el afecto de Amy y en tan solo unas semanas ya eran inseparables. Fue gracias a él que consiguió densenvolverse.
Lamentablemente eso había quedado en el pasado. Sonic ya no era amable ni bondadoso. Se había convertido en un mujeriego egoísta que se divertía a costa suya y en presencia de su madre actuaba como un trozo de pan. De ahí que ella siguiera viéndolo como en antaño.
—Las personas cambian, mamá —dijo en voz baja con la vista fija en sus piernas—. Aunque no lo creas, Sonic ya no es el mismo de antes. Él ha cambiado y yo también, así que por favor..., no insistas.
—Amy...
—Gracias por la comida. Será mejor que me vaya ahora.
—Espera. Esta vez respetaré tu decisión. Sé que eres una persona juiciosa y confío en que elegirás correctamente. Sin embargo, si vuelvo a enterarme de que sales con el jovencito de ayer te cambiaré de instituto. ¿Entendido?
—¿¡Ah!? ¿¡Por qué!?
—Lo siento hija pero es por tu bien. Sonic ya me habló sobre la clase de joven que es.
—¿La clase de qué...? ¡Mamá, por favor! ¡Seguro te mintió! ¿¡Como puedes creerle!?
—Sin protestas. Anda, vete a clases.
🎭🎭🎭
Entretanto Mina y María esperaban a Shadow junto a los cerezos en el instituto. La idea había sido de Mina. Tenía la intención de emparejarlos porque estaba segura de que María así lo quería.
—Ya Mina, deja de bromear y vayamos adentro. Esto no es gracioso —dijo María mientras intentaba liberarse. En su rostro podían leerse sus nervios.
—¡Tranquilízate! Solo vamos a darle los buenos días.
—Pues podemos dárselos en el salón.
—No. Ahí nos escucharán todos. ¡Ah! ¿No es ese que viene ahí? —se paró de puntillas y entornó los ojos. Cuando hubo confirmado que se trataba de él alzó su mano libre y la agitó en el aire—. ¡Heeey! ¡Shadooow! ¡Por aquí!
—Basta Mina, ya. Te digo que yo no... —dejó la frase inconclusa en cuanto llegó Shadow. Él se limitó a saludarla con un vago cabeceo.
—¡Buenos días! —saludó Mina alzando la otra mano. Podía hacerlo ahora que María no escaparía—. Mi amiga tiene algo que decirte.
Dicho esto la empujó hacia Shadow. Ella sintió cómo se le encendieron las mejillas. Bajó la mirada e intentó decir algo pero los nervios se lo impidieron. Se habría echado a correr de no ser por Silver y Mephiles que se les acercaron.
—Hola. ¿Es cierto que estás saliendo con Amy? —preguntó Mephiles.
—Sí —respondió Shadow desinteresado.
—¿Ves? ¡Te lo dije! —exclamó Silver antes de despedirse—. ¡Los vi ayer en el parque!
Mina los observó marcharse y luego volteó furiosamente la cabeza hacia Shadow. Esperaba que dijera algo pero él permaneció callado. Entonces miro a María, que se mantenía cabizbaja. Quería preguntarle si se encontraba bien y abrazarla pero no podía hacerlo frente a él, tampoco podía llevársela porque despertaría sospechas. ¿Cómo podía zafarse de esa?
Por fortuna Shadow siguió su camino. Justo entonces una chica voceó su nombre e hizo que se volviera. Después corrió hacia él y tomó su mano sin reparo alguno.
—¡Ven! ¡Acompáñame un momento! —le dijo agitada y se lo llevó.
🎭🎭🎭
—Sonic le habló sobre ti a mi madre —espetó en los bebederos al lado del gimnasio—. No sé qué diablos le dijo pero ella me advirtió que si seguía saliendo contigo me cambiaría de instituto.
—¿Y?
—¿Y? ¿A qué te refieres con "y"? TENEMOS que hacer algo —sentenció mirándolo con intensidad.
Él se cruzó de brazos.
—No. TÚ tienes que hacer algo. Ese no es mi problema.
Amy tuvo que contenerse para no abofetearlo. ¿Cómo reaccionaría si lo hiciera? Todavía no lo conocía lo suficiente para imaginarlo, tampoco era una situación propicia para averiguarlo.
Así pues, en vista de que no contaba con él, tuvo que tragarse la indignación y pensar rápido.
—Dijiste que me ayudarías... —murmuró mirando al suelo—, leíste mi carta y conoces mis sentimientos. Sé que todo esto es una estupidez, que todo es mi culpa por ser tan falsa y que esta historia terminaría si le dijera la verdad a Sonic. Créeme que lo sé. Es solo que... ¡es tan difícil ser sincera! Yo no sé qué es lo que debería pensar de él. Sus señales son tan contradictorias y su actitud no me ayuda en nada. ¿Cómo puedo reunir el coraje para confesarme si él se afana en recordarme que es un mujeriego? Todo es tan confuso para mí...
—Simplemente hazlo. Es inútil pensar demasiado.
—Para ti es fácil decirlo porque no estás en mis zapatos. Dime Shadow, ¿alguna vez has ocultado tus sentimientos por temor a ser lastimado? De ser así deberías comprenderme. Yo temo que Sonic me rechace, temo que se burle de mí o que me mire con indiferencia. Tengo miedo de lo que podría suceder pero tampoco quiero rendirme. Por eso estoy buscando la manera de averiguar si existe una posibilidad de que me quiera..., quizá de esa forma podría confesarme y acabar con esto de una buena vez.
A continuación se pasó el brazo por los ojos. Dijo eso con la intención de inspirar lástima mas se fue de la lengua y terminó resintiéndose de verdad. Esto la hizo voltearse avergonzada. No quería que Shadow la mirara pero él la rodeó y la tomó por los brazos.
—Sonic es un imbécil, ¿de acuerdo? No tengo idea de qué demonios le veas pero no creo que valga la pena —dijo con voz átona. Ejerció un poco de presión para que lo mirara y después le soltó un brazo. Su mano libre le acarició los labios—. Deja de torturarte con falsas ilusiones. De desearlo podrías olvidarlo.
—¿Olvidarlo? —preguntó mirándolo a los ojos.
—Sí. Yo podría ayudarte... —sus labios acariciaron los de ella. Amy se estremeció de anhelo y cerró los ojos aguardando un momento que nunca llegó, pues Shadow ladeó la cabeza y le susurró al oído—: te aseguro que sería mucho mejor de lo que te imaginas.
Ella contuvo el aliento. ¿Qué debía responder? Afortunadamente el sonido del timbre le dio la oportunidad de zafarse.
—¡Llegaremos tarde a clases! —fue lo único que dijo antes de irse corriendo.
Cuando llegó a su salón se encontró a Sonic en la puerta.
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