Resumen: Es demasiado tarde, está lloviendo muy fuerte y no hay nadie de su familia en casa para que le abra la maldita puerta.

*Fluff con mención Luzuplay

.

.

.

Es tarde y está lloviendo.

Es muy tarde y Fragan olvidó sus llaves.

Es demasiado tarde, está lloviendo muy fuerte y no hay nadie de su familia en casa para que le abra la maldita puerta.

Es tonto.

Fargan se ríe en la puerta de su casa mientras escucha el tono de llamada en espera, es difícil contactar con su familia por teléfono, todos son de ese tipo de gente qie jamás contesta a tiempo y Fargan no es la excepción. El tono sigue en espera hasta que la voz robótica y pre grabada de hace años le habla.

"Lo sentimos..."

Fargan cuelga. Pasa su mano por su cabello húmedo lanzándolo hacia atrás liberando su frente de la humedad, mira al cielo, para nada parece que vaya a parar pronto, incluso esas nubes le gritan con burla que va a empeorar si no encuentra refugio pronto.

Y podría resfriarse.

Repasa los contactos en su celular descartando a los amigos que viven demasiado lejos, a los que no viven solos y claro, a los que tienen pareja. Entre ellos aparece un nombre destacado, con casa grande y Fargan sabe que aún no está con nadie.

Aunque ganas no le faltan.

Marca rápidamente y espera, el milagro aquí no es que esté solo, es que responda el maldito teléfono.

—Fargan —Escucha una pausa, parece nervioso. —... No es un buen momento.

—Auron, tengo un problema...

Puede oír cosas moviéndose al fondo y una voz diferente detrás de él. Luego, quejas, hasta que al final escucha la voz de Auron llamando a alguien.

—Hey, Fargancio —Es la voz de Luzu, vaya. —, Focus está libre, ¿Y si lo llamas a él?

—Ah... Aún no les digo que problema tengo. —Debería sonar indignado pero le da demasiada risa escuchar la voz cansada de Luzu por la llamada y la prisa con la que habla. Quiere deshacerse de él.

Está bien, perdonará a sus amigos por preferir coger que escucharle, de todas formas no es tan grave.

—Y seguro Focus puede ser de mejor ayuda que Auron ahora mismo, o puedes llamar a Juan...

—No, Juan no.

—Perfecto, dile a Focus que le enviamos saludos.

La llamada se corta. Fargan recarga su cuerpo contra la puerta de su casa y comienza a reír. Algunos tienen suerte, otros como él deben seguir siendo amigos cercanos.

Ahora tienen que volver a reunir valor para marcar al número que deliberadamente había saltado de la lista, claro que le tiene en los primeros, siempre le gusta recordar el día en que consiguió su número, después de todo no le gusta que lo llamen para cosas innecesarias.

Pero saber que le confió algo que sólo a sus más cercanos deja tener le da cosquillas en el estómago y le altera las plumas.

"Si tienes problemas, llámame"

Ahora tiene un problema, cumple con el requisito. Debió llamarlo primero a él y se habría ahorrado el asunto con Auron y Luzu.

Fargan toma aire, mucho aire, llena sus pulmones de oxígeno antes de presionar su nombre en la pantalla para luego poner el celular contra su oído.

Está marcando...

En espera...

Y antes de hablar Focus le interrumpe.

—Dónde estás. —No es pregunta, no hay un gramo de duda en esas dos palabras, lo que hace a Fargan ponerse nervioso.

—Eh... En mi casa, me quedé afuera.

—Voy a buscarte, seguro estás empapado. Llego en 10 minutos.

—Focus... ¡Focus, espera! —Fargan está riendo, no alcanzó a decir nada antes de ser atacado por su voz y ahora no puede siquiera hacerle la pregunta por la que tanto se preparó.

—Qué pasa, ¿Necesitas que te lleve algo?

—Um... ¿Cómo...?

Escucha un suspiro de Focus y puede jurar que está sonriendo algo avergonzado al otro lado del celular.

—Luzu me envió un mensaje, dijo que estabas en problemas y... Da igual, voy por tí, no te muevas.

Y acto seguido la llamada se cortó.

Fargan cubre su rostro con las manos escondiendo la sonrisa junto al enorme sonrojo que le provocó todo. Solo un mensaje de Luzu y Focus estaba preparado para venir por él sin saber nada más, seguro dedujo lo de la lluvia, tal vez pensó en unas cuantas situaciones donde Fargan necesitaba de su ayuda y por eso sin esperar nada más que su ubicación viene en su rescate.

¿Cómo es que este acto tan simple le hace tan feliz?

Focus tiene demasiado poder sobre sus sentimientos que hasta es injusto.

Fargan no nota la espera, puede ver la camioneta de Focus llegando a su casa y a él bajando con un paraguas en mano.

Está agitado, tiene mal puesta la bufanda, salió con prisas y todo eso hace a Fargan ridículamente feliz.

—Gracias por venir, Focus.

—Sube, tengo café dentro.

Igual y en perspectiva, no fue tan malo dejarse las llaves y que nadie pudiera abrirle. Ahora puede estar en compañía de su héroe.