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— Mami, la tía Chio nos mandó esta bandeja, y dijo: 'para que no te andes arrastando, mueta de hanbre', así dijo — Shun dio el mensaje como si fuera la mayor barbaridad escuchada, mientras le entregaba la bandeja de sushi a su madre.

— Dile que le valga cuánta hambre tengo, y que me mande más — Mina le sacaba mucho provecho a su pequeña maquina de mandados.

Shun, que parecía una mini Tzuyu, ya iba a salir corriendo a dar el mensaje, cuando una mano la detuvo en la puerta.

— Ponte a comer tú, Shun. Yo voy a decirle a la tía Jihyo — Momo siempre tiene que arruinarle los planes a Mina, aunque por lo menos iba a intercambiarse y el mensaje le llegaría a Jihyo, algo bueno — Y deja de usar a mi hija como sirvienta — la reprendió, antes de desaparecer.

— De algo me debe servir — Mina le dijo, asegurándose que la escuchara, para luego tomar a Shun y subirla a la cama — No es cierto, Shun, es para molestar a tu madre — y la niña solo rió, tomando descuidadamente un pedazo de sushi para meterlo a su boca.

Mina sonrió cuando vio aquel gesto enojado, el que compartían la niña y Jihyo al probar algo que les gustaba.

— ¿Y no hay para mí? — y esa voz, con el acento igualito a Shun, apareció repentinamente, sorprendiendo a las dos en la cama, quienes de inmediato la miraron, sonriendo al captar quién era.

— ¡Aquí hay! ¡Aquí hay! — Shun rápidamente saltó, extendiendo un pedazo hacia Nayeon con un entusiasmo que sentenció a la omega recién llegada.

Nayeon se adentró, cerrando la puerta detrás de sí, para luego inclinarse y hacer que la pequeña la alimente.

— Está muy bueno, bolita. ¿Me extrañaste? — la recibió con los brazos abiertos, justo como la pequeña a ella, emocionada de por fin abrazarla, pues habían pasado una semana sin ella por el casi infinito trabajo que su jefe le ponía.

— Te extrañé mucho, y mami también, ponía ropa tuya siempre en nuestra cama para poder dormir bien.

— ¿Por qué debes ser tan chismosa? — Mina la lanzó juguetona a la cama nuevamente, haciéndola reírse, mientras que Mina se ponía en su lugar para abrazar a Nayeon, siendo que la semana pareció ir mucho más lenta desde que se fue — Te extrañé mucho, mi amor — y el beso que tanto esperaba llegó, y fue como si todo aquel cansancio en Nayeon se haya disipado, ya estaba en su casa, con el amor de su vida y aquella chiquilla que consideraba su hija. 

— Yo también — Nayeon murmuró, abrazandola contra su pecho.

— Besala — la vocecita de Shun sonaba demandante, haciéndolas reír.

Aún así, Nayeon le hizo caso y besó nuevamente a su omega, feliz de poder llamara así, su omega.

Shun grabó todo, justamente porque tenía planeado subirlo a sus redes para presumir a todos sus compañeros burlesco que ella tenía razón, sí tenía cuatro mamás y se querían mucho.

Claro, según la historia que le contaron, Momo y Mina fueron pareja que se separó, y Tzuyu y Nayeon eran sus parejas respectivamente después de su separación. Era lo más decente que pudieron decirle, y lo que todas estuvieron de acuerdo de hacerle creer.

Tal vez algún día le cuenten la verdad, o tal vez no. Eso ya lo diría el tiempo y la comprensión que pueda tener la pequeña Shun.

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Y seis años después, Nayeon gana la apuesta, porque Shun termina siendo una niña beta.

Mina no soportó.

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Chekichekichekichekichekichekiuarleydadle tataraolravez

Se acabó este viaje, esta aventura, al modo Karol Sevilla

No saben lo mucho que me reí aquí, no sé de dónde viene un humor tan feo como para sacara historias así, pero nimodillo así es la vida

Espero se hayan divertido o por lo menos entretenido, para que de algo más sirva esta historia, y espero verlos otra vez en alguna otra historia, baibai 🤙🏼🙂